

Fotos: Twitter de Jonnathan Carrera
El 23 de febrero próximo se cumplirá un año de la primera masacre carcelaria de la historia del Ecuador. En 2021, en total se produjeron cuatro masacres en los centros penitenciarios que dejaron 287 muertos. En medio de esa crisis, un informe de Inteligencia policial reveló que existen al menos 82 vulnerabilidades en las cárceles, entre ellas falta de tecnología y seguridades de todo tipo.
Una de esas falencias era la falta de candados. Por ejemplo, en el Centro de Privación de Libertad Guayas N. 4 las puertas eran bajas, deterioradas, oxidadas y sin candados. De acuerdo al reporte, el acceso al consultorio médico sería prácticamente libre, sin control de agentes penitenciarios ni candados. También el portón entre los pabellones de mínima y mediana seguridad no tiene seguridades físicas para impedir su ruptura, la del candado y las bisagras, lo cual lo volvía muy vulnerable en caso de amotinamientos. Esta situación se repetía en otros centros.
El 15 de agosto de 2021, se difundieron fotos de la cárcel de Latacunga con algunas puertas sin candados y amarradas con cuerdas de plástico, imágenes que resultaron ser ciertas, según el portal Ecuador Verifica.
Según el reporte de Inteligencia, la situación era peor en la cárcel de Turi. “En todos los pabellones y celdas no existe ningún tipo de seguridad (candados), por lo cual los señores Agentes de Seguridad Penitenciaria no pueden realizar un conteo en tiempo real de las PPL, en vista que los internos no los dejan ingresar”, explica el informe.
En la cárcel de Esmeraldas, las puertas y los candados estaban obsoletos además no tener scanner de rayos “X”, concertinas, que permiten el “fácil acceso para los privados de libertad”.
Adjudicación del contrato para la compra de 6.300 candados
A casi un año del inicio de la peor crisis carcelaria, el Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de Libertad (SNAI) adjudicó el pasado 5 de enero el contrato para la adquisición de 6.300 candados tipo barril para las cárceles del país.
Según el informe que justifica la compra de los candados, 26 de los 56 centros de privación de libertad necesitaban candados. Diez centros contestaron al SNAI que no los requerían y 20 no respondieron a la consulta de la entidad rectora en materia penitenciaria. Explica que los candados no han tenido mantenimiento y son golpeados por los internos.
Al 23 de agosto, en las bodegas del SNAI no había un solo candado para reemplazar los dañados. Después de una revisión, la institución identificó que eran necesarios 3.979 candados, pero decidió adquirir 6.300 para tener reservas en sus bodegas al tratarse de un implemento de seguridad recurrente. El SNAI afirma que estos mecanismos de aseguramiento temporal son constantemente destruidos por las personas privadas de libertad durante amotinamientos, riñas, y disputas de poder entre pabellones.
La licitación se abrió en noviembre de 2021. El costo de esta compra es de 153.594 dólares más IVA. Es decir 24.38 dólares cada candado. El proveedor será Miguel Carvallo, quien ofreció el mejor precio en una subasta inversa electrónica. Deberá entregar los primeros 1.300 candados 10 días después de la suscripción del contrato -que aún está pendiente- y las 5.000 unidades restantes en un plazo máximo de 90 días.
Esta fue la tercera convocatoria para la adquisición de candados en 2021. La primera se abrió en julio y la segunda en octubre de 2021, ambas fueron declaradas desiertas.
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