

El Gobierno de Lenín Moreno se paraliza por las disputas internas y por no tener claro la estrategia política en este año y medio que les falta de gestión. Lo segundo significa que la agenda política se agotó y, de alguna manera, ha quedado de rehén de las fuerzas en disputa, las cuales, por cierto, tienen ya puesta la mira en las legisltivas y presidenciales del 2021, en ese orden de importancia.
La pregunta que no se hacen en la Mesa Chica es ¿qué hemos hecho hasta ahora y qué falta por hacer en la transición política? Por ejemplo, falta por resolver el tema del CPCCS y de la administración de Justicia: aunque dentro del Gobierno hay voces que prefieren pensar que el Ejecutivo ha terminado su tarea en la transición y que es preferible dejar que las instituciones trabajen.
Pero lo que está ocurriendo, fruto de esa falta de estrategia para "cerrar el partido", es que las discrepancias en el Gabinete han ploriferado. Hay quienes tratan de convencer a Lenín Moreno que tiene posibilidades de correr en las presidenciales del 2021, como ya se dijo en esta columna y lo han dicho tambien los 4Pelagatos. O en su defecto, hay sectores que se creen herederos del "legado" de Lenín Moreno, como el grupo que asesora al vicepresidente Otto, el cual ha logrado ya poner en el gabinete a dos personas de su entera confianza: el Secretario Nacional de Comunicación de la Presidencia, Gabriel Arroba, hijo del comunicador radial Vicente Arroba; y a Gabriel Martínez, un muy cercano amigo del vicepresidente, hijo de Galo Martínez Leisker, titular de la empresa Granasa, editora de los diarios Extra y Expreso, de Guayaquil.
Por otro andarivel también se mueven el grupo vinculado a Ruptura de los 25, María Paula Romo, Juan Sebastián Roldán, Iván Granda... ensayando las posibilidades de un cierre político del Gobierno, sin descartar las posibilidades del futuro político para ellos.
Foto: Flickr Presidencia de la República
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