

La despedida del embajador de Estados Unidos en Ecuador, Todd Chapman, congregó a decenas de invitados al salón principal del Swisotel, en Quito. El carismático embajador apareció de terno azul, camisa blanca y corbata roja, emulando los colores de la bandera su país. En su discurso hizo bromas, como que no descarta que en diez años sea uno más de los miles de jubilados estadounidenses que viven en Cuenca. También aprovechó ser el centro del escenario, junto a su esposa, para resaltar lo que según él ha significado positivamente para el Ecuador el gobierno de Lenín Moreno, sobre todo el empuje que dio el presidente ecuatoriano a la normalización y acercamiento a las relaciones entre Ecuador y Estados Unidos. Chapman es un "morenista" y así se ha declarado públicamente. Pero, a pesar de eso, muy pocos funcionarios del Ejecutivo, casi ni un solo ministro estuvieron en la despedida. ¿La razón? Todos estaban en Chile en el gabinete binacional. Sí estuvo el alto mando militar, pero no el policial. Estuvo la presidenta de la Corte Nacional de Justicia, la Fiscal General del Estado y la presidenta del CNE (también los consejeros). Varios periodistas, directores de noticias, titulares de ONG que tienen relaciones con Estados Unidos y miembros del Cuerpo Diplomático. El viceministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, en nombre del canciller Valencia, dio el discurso de despedida. "Vamos a extrañar su alegría y buen humor", dijo.
Foto: Expreso
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