
Un grupo de 40 personas, la mayoría colombianas, entre las que se encuentran mujeres y niños, peregrina durante por lo menos tres meses por varios sitios en la capital. Se trata de refugiados del país vecino que insisten en lograr que se les envíe a un país europeo, pues aseguran que no se sienten seguros en América Latina y que han sufrido amenazas. Pasaron varias semanas en una vereda de la calle Wympher, al norte de Quito, ante el edificio que alberga las oficinas de la ACNUR, pero la policía los desalojó. Luego se trasladaron a la Iglesia de Santa Teresita, en La Mariscal y a continuación fueron al sur de Quito, a un albergue de Fe y Alegría. La noche de este 31 de agosto intentaron instalarse en la Cancillería, con la intención de presionar por su pedido, pero fueron violentamente desalojados. Según el Consejo de Protección de Derechos de Quito, los inmigrantes fueron reprimidos por un piquete antimotines de la Policía. "De algunos testimonios que han circulado este día en redes sociales se conoce que los pocos bienes que las personas refugiadas llevaban han sido incautados por la Policía Nacional, entre ellos, sus documentos personales", dijo el Consejo en un comunicado.
La entidad municipal capitalina exigió al Ministerio de Gobierno una investigación sobre lo que consideró un uso de fuerza desmedida contra los refugiados, así como pidió que se devuelvan los enseres del grupo, que fueron incautados por las autoridades municipales.
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