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30 de Noviembre del 2022
Historias
Lectura: 10 minutos
30 de Noviembre del 2022
Redacción Plan V
Crónica de la incursión armada al Hospital de Chone en busca de ‘Cara sucia’
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El adolescente conocido como ‘Cara sucia’ tiene solo 16 años y es parte de una banda contraria a Los Choneros. Estos últimos lo buscaron en el Hospital de Chone para asesinarlo.

Esta es una reconstrucción detallada de la incursión de un grupo armado en el hospital Napoleón Dávila Córdova, de Chone, del pasado 27 de noviembre. PlanV habló con una fuente hospitalaria que fue testigo de los hechos y con el jefe policial del operativo del rescate. También con una fuente ciudadana de Chone que conoce a los grupos armados del sector.


Eran cerca de las 19:00, cuando un grupo de hombres armados irrumpió en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General Napoleón Dávila Córdova, de Chone. Los hombres preguntaban por el nombre de un menor -conocido con el alias de ‘Cara sucia’- y llevaban su foto. Compararon las imágenes con los pacientes que estaban en cama. Pero no lo encontraron.

Esta es la primera vez que un grupo armado ingresa a una casa de salud, en el Ecuador, para tomar rehenes en busca de una víctima en medio un creciente aumento de violencia y disputa entre bandas del crimen organizado.

Solo en Chone, entre enero y noviembre de este año, se han registrado 64 muertes violentas. Eso significa un aumento del 200% de este delito en relación al 2021 en ese cantón manabita, cuna de una de las organizaciones delictivas más poderosas del país, Los Choneros.

Según las primeras investigaciones, a esa banda pertenecía el grupo armado que llegó con fusiles, escopetas, revólveres, chalecos antibalas y hasta una ametralladora con mira láser para terminar con la vida del adolescente de solo 16 años.

El grupo armado llevó fusiles, escopetas y hasta chalecos antibalas.

‘Cara sucia’ es un joven muy conocido en Chone. Posiblemente creció en el barrio El Cauca. “En sus 16 años pasa más de 10 asesinatos”, dijo a PlanV una fuente informada de Chone que asegura que en esa pequeña población todo se conoce y se sabe “de qué pata se cojea”.

El coronel Álex Salgado Morales, comandante de la Subzona de Manabí, afirma que desde hace cuatro meses se empezó a escuchar el nombre del joven. Pero los hechos en lo que estaría involucrado están en investigación. Uno de ellos es el ataque a un policía motorizado en Chone en septiembre pasado, como lo informó el comandante de la Policía, Fausto Salinas. El uniformado recibió un impacto en la pierna, pero se recuperó. 

Pero al adolescente también se lo involucra con otra muerte, la de Rubén Darío Chávez Cobeña, un comerciante que fue asesinado con un impacto en su rostro, el pasado 26 de junio. Fuentes extraoficiales aseguran que él fue tío de Adolfo Chávez, uno de los cabecillas de Los Choneros. El presunto sicario de ese crimen habría sido ‘Cara sucia’, a quien se lo relaciona con una banda familiar conocida como Los Cornejos.

‘Cara sucia’ fue localizado por sus contrarios la semana pasada en Calceta y acribillado a disparos, a los que sobrevivió. Por la gravedad de sus heridas fue trasladado la noche del sábado 26 de noviembre al hospital de Chone.

‘Cara sucia’ ingresó al Hospital de Chone el pasado sábado con graves heridas por los disparos que recibió en Calceta, una población cercana a Chone. Foto: redes sociales

Un día después se produjo la incursión del grupo armado para asesinarlo. Entraron por la puerta principal del hospital después de someter a los dos guardias que los despojaron de sus armas y celulares. Otros violentos ingresaron por una puerta lateral, según testigos. En total, siete hombres recorrieron la planta baja de esta casa de salud para dar con el paradero de ‘Cara sucia’ y lo primero que hicieron fue preguntar por la UCI, ubicada en el segundo piso.

En esa área tomaron como rehén a una enfermera, que la usaron como ‘escudo humano’ cuando los armados intentaron salir del hospital por la puerta lateral. Esta escena fue grabada. Los hombres con armas largas salen con la enfermera visiblemente conmocionada. “No disparen, tengo una niña”, gritó desesperada. Los sujetos intentaron abandonar el hospital que para entonces ya estaba rodeado de policías. “Abran la puerta, abran la puerta”, rogó la enfermera para que los armados dejaran el hospital sin hacer daño.

Una de las rehenes pidió a los policías que no disparen porque su vida corría peligro. Este video se hizo viral.

Pero el grupo armado volvió a entrar con ella y subió de nuevo al segundo piso. Allí siguieron buscando al adolescente e intimidaron al personal médico. Ingresaron violentamente en cirugía y allí tomaron a los dos siguientes rehenes, a los que les despojaron de sus celulares y otras pertenencias.

 “No les haremos nada”, les dijeron los armados si a cambio el personal médico les informaba donde estaba ‘Cara sucia’, a quien nunca lo llamaron por su alias sino por sus nombres reales.

Sin resultados, los atacantes llevaron consigo a los rehenes que, para entonces, eran tres trabajadores del hospital: dos hombres y una mujer. A los primeros los mantuvieron boca abajo en el piso; mientras que uno de los sujetos mantenía sujeta a la enfermera por el cuello y apuntando con un arma a su cabeza. Ella les dijo que buscaría el registro del paciente en la computadora, pero no estaba ahí la información.

Los armados siguieron su búsqueda y llevaron a los rehenes hasta medicina interna en busca de más ‘escudos humanos’. Ahí tumbaron algunas puertas de los cuartos de los pacientes y retuvieron a dos enfermeras más. No ingresaron a pediatría ni de neonatología.

Video de cómo se vivió la incursión armada dentro del hospital.

El rescate

Cuando el grupo armado ingresó al hospital, la gente que estaba cerca en el lugar salió despavorida. El ECU 911 recibió una llamada de auxilio hacia las 19:20 y la Policía llegó al hospital a los pocos minutos de la incursión armada.

En Chone no hay grupos tácticos del GIR y el GOE, especializados en este tipo de intervenciones. Las unidades más cercanas se encuentran en Manta, es decir a casi dos horas de distancia. El coronel Álex Salgado Morales, comandante de la Subzona de Manabí, explicó en una entrevista con PlanV que tomaron la decisión de que ingrese la policía del eje preventivo, que arribó en sus patrulleros y motos.

Un grupo de ocho policías, al mando de dos oficiales, ingresaron por las puertas principal y lateral del hospital. Lo primero que hicieron fue tomar el control de los ascensores y de las gradas para bloquear las salidas a los atacantes. En ese instante, uno de los rehenes logró escapar, pidió que no le disparen y se identificó con su carnet.

El personal médico ayudó en la evacuación de los pacientes.

Minutos después empezó una balacera en el segundo piso. Los armados al notar el ingreso de la policía empezaron a disparar y uno de los oficiales respondió en seguida con su arma de dotación. Los uniformados vieron que los delincuentes usaban a los rehenes como ‘escudos humanos’. Ante la respuesta policial, tiraron las armas, pero no soltaron a los rehenes.

Los armados se lanzaron al piso con las enfermeras, a las que se aferraron como ‘escudos humanos’. En ese momento, contó el coronel Salgado, hubo una negociación para que dejaran libres a los rehenes a cambio de que los uniformados no usen sus armas. Los sujetos accedieron y los esposaron. El operativo de rescate duró 30 minutos.

Una enfermera grabó su salida del hospital en caso de que le pasara algo.

Un hospital en decadencia

El hospital Napoleón Dávila es otro paciente en terapia. El ataque del día domingo no solo reveló la vulnerabilidad de esa casa de salud sino también la grave crisis que enfrenta por falta de equipos y medicinas. Tiene tres ambulancias, pero solo una funciona con los implementos necesarios para trasladar pacientes.

El lunes, un día después del ataque, una niña necesitaba una operación de urgencia y debía ser enviada a Portoviejo. El personal médico pidió custodia para ese recorrido, pero no hubo respuesta. Pese al temor de ser atacados en la ambulancia -pues temían que confundan a la niña con el adolescente- cumplieron con su labor.

Este miedo no es infundado. En abril pasado, el conductor y un paramédico murieron en la vía Durán-Boliche después de que hombres armados abalearon en vehículo tras creer que allí iba un líder de Los Choneros. Tres pacientes resultaron heridos en esa ocasión.

Ese lunes, por la noche, también fue trasladado el adolescente hacia otra casa de salud en una ambulancia del Ministerio de Salud. Para ello, la Policía montó un operativo y no hubo personal uniformado disponible para el resguardo de la otra ambulancia.

“Vivimos una inseguridad total”, recalcó una fuente hospitalaria, quien insistió en que trabajan desprotegidos, sin protocolos de seguridad y sin los implementos básicos para atender a los pacientes. “No hay medicinas en el hospital” y aseguró que los familiares deben comprar desde el hilo para suturas hasta sueros y analgésicos.

La fuente hizo un reclamo final: “Los que trabajamos 12 o 24 horas no tenemos áreas de descanso (...) Muchos compañeros han sido obligados a firmar documentos de confidencialidad para no dar entrevistas sin autorización de la gerente o director. Y no puede pasar esto sinceramente”. 

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