

El plazo para la interrupción voluntaria del embarazo en caso de violación generó una campaña en redes sociales contra el proyecto de ley, donde el discurso antiderechos quiso imponerse.
En mayo de 2012, un joven Calum Miller debatió, durante una clase en Oxford, acerca de la existencia de Dios. El aún estudiante defendió el teísmo -creencia en un dios como ser superior- frente al profesor Peter Atkins, un humanista que alienta a la sociedad a escapar de las ‘garras’ de la religión. El encuentro quedó grabado en un video y es parte de los contenidos del blog personal de Miller. En ese mismo sitio, Miller se presenta como médico, filósofo y especialista en ética. Se graduó en Oxford y después en Estudios Bíblicos en la Universidad de Manchester. En su hoja de vida, afirma que practica la medicina a tiempo parcial e investiga sobre la ‘política del aborto’.
Miller estuvo el pasado viernes, 14 de enero, en una de las últimas discusiones de la ley para el aborto por violación. Fue uno de los invitados de ese día por los asambleístas que integran la Comisión de Justicia para destrabar uno de los nudos críticos del proyecto de ley: los plazos para la interrupción voluntaria del embarazo. La semana pasada, la Comisión revisó cada uno de los 66 artículos y disposiciones que contempla la normativa.
La exposición del británico Calum Miller duró 22 minutos. Durante su intervención, hubo un impase entre el presidente de la Comisión de Justicia, Alejandro Jaramillo, y el asambleísta ligado a sectores provida, Ricardo Vanegas. Captura de video Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional.
Pero el presidente de la Comisión, Alejandro Jaramillo, pidió una sesión adicional para examinar el artículo 19, que corresponde a los plazos. El lunes 10, el asambleísta José Agualsaca, de UNES, había propuesto 28 semanas para mujeres mayores de 18 años y sin plazo para niñas, adolescentes y personas con discapacidad. Su sugerencia fue aprobada, pero Jaramillo pidió que sea reconsiderada ante la avalancha de críticas, sobre todo de los grupos conservadores y antiderechos.
Y Miller fue la carta inesperada que estas agrupaciones trajeron al debate. A pesar de que en sus credenciales está una de las universidades más prestigiosas, ha tenido poco eco en la prensa. Sus reflexiones han aparecido más en portales provida ingleses, donde incluso ha cuestionado los datos de la OMS sobre la mortalidad de mujeres por abortos inseguros. En su cuenta de Twitter, Miller dice que es cristiano y tiene publicaciones antivacunas. En su perfil está la imagen de una silueta de una mujer embarazada que tiene en su mano un rótulo con la leyenda: “mi cuerpo, mi decisión”. En su vientre está la silueta de un bebé con la misma leyenda: “mi cuerpo, mi decisión”.
Perfil de Twitter de Calum Miller
En su perfil tienen la imagen de una silueta de una mujer embarazada que tiene en su mano un rótulo con la leyenda: “mi cuerpo, mi decisión”. En su vientre está la silueta de un bebé con la misma leyenda: “mi cuerpo, mi decisión”.
Invitado por la asambleísta Nathalie Arias, de CREO -movimiento del presidente Gullermo Lasso-, Miller hizo una exposición de 22 minutos con la ayuda de una traductora. Sus argumentos causaron sorpresa. Por ejemplo, en una de sus láminas se leyó: “las mujeres que abortan tienen niveles más altos de suicidio, ansiedad, abuso de alcohol y drogas”, una frase atribuida a Fergusson.
Pero ese fue uno de los argumentos que circuló durante el debate de la ley. “El aborto es una de las mayores causas de femicidio y suicidio”, publicó en su cuenta de Twitter María de Lourdes Alcívar, esposa de Lasso, un día antes de la exposición de Miller. Ese fue el octavo argumento que Alcívar, una militante provida, difundió en 10 láminas para rechazar la norma que tiene otro objeto: garantizar el acceso de las mujeres, niñas y personas gestantes al aborto en caso de violación.
— MaLourdes de Lasso (@MLAlcivar) January 14, 2022
A la mañana siguiente de la publicación de Alcívar, Lasso le dijo a la periodista Tania Tinoco en una entrevista que vetará el proyecto de ley. “Están aprovechando esa ventana para ir más allá de lo que estableció la Corte (Constitucional). Téngalo por seguro Tania que, ya no solo en el campo personal sino como presidente de la República, mi obligación será vetar esa ley a efectos que no vaya más allá del fallo constitucional”, adelantó el Presidente, cuya entrevista fue grabada en un vehículo durante su agenda de actividades en Galápagos para la ampliación de la reserva marina.
“Están aprovechando esa ventana para ir más allá de lo que estableció la Corte (Constitucional). Téngalo por seguro Tania, que ya no solo en el campo personal sino como presidente de la República, mi obligación será vetar esa ley ”, dijo Lasso.
Mientras Lasso daba la entrevista, el debate se encendía en la Comisión de Justicia. Ocurrió durante la exposición de Miller. El asambleísta Ricardo Vanegas, de Pachakutik, le preguntó si la interrupción del embarazo en la semana 28 atenta contra la vida de la mujer y del no nacido. Miller insistió en que un aborto tardío es riesgoso y mostró un video. “Este es un bebé a las 23 semanas”, dijo para aseverar que a esa edad pueden sentir dolor. La imagen la repasó por varios minutos. “Es por esto que ningún país en el mundo permite el aborto a las 23 semanas”, agregó Miller. Otra inexactitud, pues el aborto está despenalizado en tres causales en Colombia, una de ella por violación, y ninguna tiene plazo.
En el debate, Jaramillo pidió a Miller que dejara de presentar la imagen, pues ya lo hizo en su exposición. Vanegas defendió al británico. El asambleísta fue el que más preguntó y alabó a Miller. Lo describió como un experto y técnico calificado para este debate. Pero Miller solo minutos después de iniciada su intervención reconoció que sus estudios eran de carácter “provida”. “Yo quiero volver a ver la imagen y sobre eso voy a preguntar Presidente, le pido que me respete”, insistió Vanegas. Jaramillo le solicitó que no alce la voz porque sí lo está escuchando. “No estoy alzando la voz, así es mi voz de hombre”, espetó Vanegas, el único asambleísta que votó en contra de casi todos los artículos de la ley y que intentó sacar del texto a las personas gestantes LGBTI.
Este episodio fue solo superado por la intervención de la pediatra Syayna Pandzic, que cada vez que movía su cabeza dejaba ver el crucifijo colgado en su pared. Habló de la ‘riqueza del ser humano’, ‘que no son solo celulitas así’, que hay ‘una lista infinita de padres que quieren adoptarlos’ y que las ‘niñas tienen sexo para disfrutar’. Cuando las asambleístas le pidieron datos o documentos sobre sus aseveraciones, les dijo que vayan a la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o busquen en ‘Oxford’.
La pediatra Syayna Pandzic fue otra de las invitadas al debate sobre los plazos para la interrupción del aborto en caso de violación. No presentó datos. Una cruz la escoltó durante su intervención. Captura de video Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional.
En otro momento, el asambleísta José Chimbo, de Pachakutik, pidió que sugiriera un plazo para el aborto. Miller dijo lo más pronto posible, seis semanas, no sin antes recordar que desde el punto de vista ético no podría recomendar el aborto en ningún momento y que este procedimiento ‘añade otro evento traumático’ a la mujer.
“Nadie en sus cabales querrá acceder a una terminación del embarazo en etapas tardías”, dijo Esteban Ortiz, salubrista, quien se sumó a las críticas a Miller.
Las dudas sobre los datos de Miller fueron zanjadas por dos médicos ecuatorianos que cuestionaron su intervención por la falta de datos locales y sobre el tema de la discusión: niñas y mujeres violadas. Octavio Miranda, ginecólogo con tres décadas de experiencia, dio el dato que a su criterio faltaba: los embarazos de 8 de cada 10 adolescentes en Ecuador son producto de una violación. Niñas entre 12 y 14 años tienen dos hijos, y entre 15 y 19 años, tres hijos. Afirmó que el 90% de las mujeres piden la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas, y solo el 3% por encima de las 20 semanas. Pero este grupo recudico representan a los sectores más vulnerables. No existe un criterio científico único sobre el plazo, agregó. El bienestar de ellas, en especial de las personas con discapacidad, no puede estar subordinado a intereses políticos, pidió.
“Nadie en sus cabales querrá acceder a una terminación del embarazo en etapas tardías”, dijo Esteban Ortiz, salubrista, quien se sumó a las críticas a Miller. El Reino Unido -dijo- tiene ‘un sistema de salud perfecto’ muy lejano a lo que existe en Ecuador y poner un límite a la interrupción del embarazo dejará por fuera a las más pobres, sostuvo. Ortiz ha sido uno de los expertos que ha pedido que el debate se aleje de la moral y religión. Entre los datos que compartió están los 435.906 abortos se han registrado en Ecuador desde 2004. De ellos 3.861 se dieron en niñas entre los 10 y 14 años.
A la Comisión de Justicia le tomó 7 horas discutir ese único punto. El sábado pasado, finalmente modificó la primera propuesta y dejó 22 semanas para las menores de edad, 20 semanas para las mayores de edad y para las personas con discapacidad se usará la guía ‘Atención del aborto terapéutico’ del Ministerio de Salud. El texto del informe para segundo debate se aprobó en la noche del domingo, con siete votos a favor, dos en contra y una abstención.
Esas sesiones han mostrado las claras diferencias que existen entre los legisladores de cada bancada. En especial de UNES, movimiento correísta tradicionalmente opositor a la despenalización del aborto. Pero ahora algunas de sus asambleístas han apoyado plazos amplios para la interrupción del embarazo. Y de Pachakutik, más cercano al activismo feminista y movimientos sociales, pero ahora con un miembro provida en sus filas como Vanegas.
Esta semana ha servido como espejo de un Ecuador donde un debate sin dogmas sobre los derechos humanos -en especial lo que corresponde a las niñas y mujeres- aún está lejos.
[RELA CIONA DAS]





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