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4 de Mayo del 2022
Historias
Lectura: 17 minutos
4 de Mayo del 2022
Redacción Plan V
Los daños irreparables que ponen en peligro a la central Coca Codo Sinclair
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Ubicada en la Cordillera Oriental, al este de Quito, la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair está amenazada por daños internos y la erosión del río Coca. 

 

En el corazón de la Central Coca Codo Sinclair, excavada en las montañas de la Cordillera Oriental, una falla de fábrica de cruciales tuberías hechas en China pone en peligro toda la operación de la hidroeléctrica. Dos informes realizados en 2020 y en 2022 por técnicos de Celec evidencian que las fallas son tan graves que se asegura que ponen en peligro no solo la Central, sino la vida de los operarios.


Dos informes sobre la situación de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, ubicada en las estribaciones de la Cordillera Oriental, al este de Quito, son, cuando menos, alarmantes.

Ocho gigantescas tuberías, que conducen el agua del río Coca hacía las turbinas que generan la electricidad, tienen fallas de fábrica producidas por errores cometidos por los constructores de las piezas en China. Cada uno de ellos llegó al país por barco en seis piezas, que fueron ensambladas en el sitio de la Central por al constructora de la obra. 

Estas fallas -gran cantidad de grietas, algunas tan profundas que permiten que haya fugas de agua de la tuberías, llamadas distribuidores, hacia la pared de concreto en donde están empotradas-, podrían poner en peligro no solo la operación de la central hidroeléctrica, sino hasta la vida de los trabajadores. 

Las fallas de construcción son de tal magnitud, que, en agosto de 2020, técnicos ecuatorianos de Celec recomendaron dos salidas: recubrir desde el interior las tuberías con fibra de carbono, o, de plano, excavar otra casa de máquinas en la dura piedra de la montaña, colocar distribuidores nuevos y mover las turbinas y otros aparatos de generación eléctrica hacia la nueva caverna.

Estas fallas -gran cantidad de grietas, algunas tan profundas que permiten que haya fugas de agua de la tuberías, llamadas distribuidores, hacia la pared de concreto en donde están empotradas-, podrían poner en peligro no solo la operación de la central hidroeléctrica, sino hasta la vida de los trabajadores.

En una palabra, construir el corazón de la planta nuevamente, lo que, además de tomar años, sería extremadamente caro. El informe fue firmado por los ingenieros nacionales Guido Llaguno, Byron Erazo y Daniel Castro. 

Desde 2014, los fiscalizadores y funcionarios de Celec habían detectado que en varios de los distribuidores de agua, que están empotrados dentro de una enorme estructura de hormigón, excavada a su vez en la montaña, tenían fallas de fábrica, pues esas piezas fueron soldadas en China y enviadas al Ecuador para ser colocadas en la central. Las fallas, a pesar de siete procesos de para repararlas, son cada vez más y la situación se complica, según se admite en un informe de la gerencia de Coca Codo Sinclair de enero de 2022 al que también tuvo acceso este medio digital. 


El ex presidente Rafael Correa inspecciona los túneles en la central Coco Codo Sinclair.
Fotografía: Archivo Presidencia del Ecuador

Unas piezas defectuosas desde el principio 

El 26 de octubre de 2021, los tres ingenieros de Celec, Llaguno, Erazo y Castro, emitieron un informe sobre la situación de los distribuidores 5 al 8 en la fase dos de la Central Coca Codo Sinclair. El 19 de agosto de 2016 se realizó la recepción provisional de la fase uno del proyecto, y el 16 de diciembre de 2016 la de la fase dos. 

En el documento, de 26 páginas, se pasa revista a las fallas detectadas en las estructuras de la central, por lo menos desde 2014, cuando empezaron a detectarse fisuras en el metal de los distribuidores de la central. Los técnicos destacan que, en 2013, la empresa china Sinohydro, que es la constructora de la central, había emitido informes en los cuales se decía que no había defectos significativos en las estructuras metálicas, que sirven para encauzar el agua tomada del río y trasladarla hacia las turbinas y otros equipos que son propiamente los que generan la electricidad con la fuerza del agua. 

Según los ingenieros, en noviembre de 2014, durante la gestión de Rafael Correa, la empresa que realizaba la fiscalización de la obra informó a la constructora de las fallas en las estructuras de los distribuidores y reportó la "falta de credibilidad" de los informes de la empresa china que aseguran que todo estaba en buen estado. Ya entonces, la fiscalización sostuvo que estas piezas, que habían sido fabricadas y enviadas de China, llegaron al Ecuador con defectos de fábrica y que los documentos de control de calidad habían sido manipulados.

En 2014, la empresa de fiscalización sostuvo que estas piezas, que habían sido fabricadas y enviadas de China, llegaron al Ecuador con defectos de fábrica y que los documentos de control de calidad habían sido manipulados.


La central podría colapsar debido a piezas defectuosas en los sistemas que generan electricidad.
Foto: Archivo / El Comercio

Los chinos guardaron silencio y las sueldas fallan

Una inspección detallada, realizada en esa época, informó que se encontraron 7648 fisuras en los ocho distribuidores, que habían sido construidos en China, enviados al Ecuador y colocados dentro de muros de hormigón en el interior de la central. Según se pudo establecer posteriormente, tanto el fabricante chino Harbin Electric cuanto la constructora Sinohydro conocían de los defectos de las enormes piezas, pero, destaca el informe de Celec, sus ejecutivos "guardaron silencio por dos años".

Los técnicos ecuatorianos usan como referencia los criterios de la Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos, quienes de plano destacan que elementos como los distribuidores de la central, sometidos a fuertes presiones de agua, no pueden tener fisuras como las que muestran las piezas hechas en China e instaladas en Coca Codo Sinclair. Según advierten, los chinos se comprometieron contractualmente a respetar los criterios técnicos norteamericanos, pero ni su contratista para la construcción de las piezas ni ellos mismos tienen acceso a la Sociedad, no recibieron un inspector de esa entidad que certificada que se aplicaron los criterios técnicos norteamericanos en la construcción en China. 

Según se pudo establecer posteriormente, tanto el fabricante chino Harbin Electric cuanto la constructora Sinohydro conocían de los defectos de las enormes piezas, pero, destaca el informe de Celec, sus ejecutivos "guardaron silencio por dos años".


Izquierda: Una Fisura de 360mm en uno de los distribuidores de la planta detectada en  2021. Derecha: Las fisuras se producen por la fatiga del metal y son un defecto de la fabrica china que hizo las piezas. 

En el año 2015 se realizó un primer gran intento de reparación de las fisuras en el metal en el corazón de la central. Se realizaron trabajos de soldadura y esmerilado, con la intención de sellar las grietas en las estructuras, sobre todo, de los distribuidores del 5 al 8. Según se dijo en la época, esa reparación fue mayormente exitosa.

Entre 2018 y 2019, en el gobierno de Lenin Moreno, se pudo determinar que había fisuras tan profundas que permitían la fuga de agua desde las tuberías de metal hacia la pared de hormigón que las contiene, a pesar de que el metal tiene un espesor de por lo menos 60 milímetros.

En los años 2018, 2019 y 2021 se realizaron inspecciones en los distribuidores 2,3 y 4 y se encontró una situación similar a las del resto de piezas de la central. También presentaban cientos de fisuras. Aunque la mayoría son superficiales, se ha podido detectar fisuras más profundas y algunas que están del lado del hormigón, en donde es imposible repararlas.

En 2019, un informe de la Contraloría General del Estado sobre las fisuras en esas piezas llevó a que se presente un reclamo formal contra Sinohydro, y desde 2021 se ha iniciado un proceso de arbitraje contra la empresa china con la participación de la Procuraduría General del Estado y el patrocinio de un estudio jurídico extranjero conocido como Baker Botts. Entre los argumentos para el inicio de las acciones legales está que los fallos en la central son tan graves que impiden asegurar que la planta funcione durante los 50 años que se había programado, así como amenazan la operación segura de la hidroeléctrica. El caso se lleva en la Corte Internacional de Arbitraje y puede tomar años en resolverse.

Las fisuras vuelven y se multiplican por miles

En su informe, los tres ingenieros de Celec destacan que en 2015 se dijo que se había logrado reparar la mayoría de las fisuras, pero inspecciones en los siguientes años mostraron algo alarmante: no solo que están apareciendo nuevas fisuras, sino que las que fueron reparadas se han vuelto a abrir, lo que atribuyen a "la fatiga y tensiones residuales que tiene el material". No solo que las fisuras han vuelto y se multiplican, sino que se decidió contar no cada una de ellas sino varias áreas rectangulares como un solo defecto, por lo que las fisuras, estiman los ingenieros, podrían ser fácilmente el doble de las que han sido reportadas. Además, los ingenieros toman en cuenta el criterio de la Sociedad de Ingenieros Mecánicos de Estados Unidos, que considera digna de reportar cualquier fisura de más de 1.5 milímetros, mientras los chinos aplican su propio criterio, según el cual son importantes dichos daños solo a partir de los 3 milímetros. 

La conclusión de los expertos es que entre 2015 y 2021 las fisuras han vuelto y se multiplican en las piezas metálicas y repararlas mediante sueldas no ha dado resultado. En algunas de las piezas inspeccionadas, los defectos han aumentado hasta 200 veces, lo que en el informe es calificado como "exponencial". Además, precisan que cuando la fisura es más profunda que 30 milímetros es casi imposible de reparar por medio de sueldas.

No solo que las fisuras han vuelto y se multiplican, sino que se decidió contar no cada una de ellas sino varias áreas rectangulares como un solo defecto, por lo que las fisuras, estiman los ingenieros, podrían ser fácilmente el doble de las que han sido reportadas.

Ante la situación, el informe sostiene que las fisuras se continuarán incrementando mientras los equipos continúen en operación, como ha sido la tendencia desde que se inauguró la central. 


Las fisuras han sido contadas con estos rectángulos pero se cree que pueden ser hasta el doble de las declaradas. 

¿Reconstruir la hidroeléctrica o poner un recubrimiento?

Pero, ¿tienen arreglo estos daños? Las conclusiones del informe son pesimistas. Según los tres ingenieros de Celec, hasta el momento las reparaciones por medio de sueldas, cuya marca es evidente en las estructuras, no han dado un resultado satisfactorio. En lo de fondo, los expertos de Celec sostienen que es inaceptable una sola fisura en dichos aparatos, peor aún miles de ellas, lo que pone en peligro la vida de los operarios y también la vida útil de las instalaciones. Cabe anotar que los expertos ecuatorianos se rigen por los criterios de ingeniería mecánica de Estados Unidos, que los chinos no consideran válidos, aunque en el contrato se comprometieron a respetarlos. 

La Contraloría, en su informe de 2019, sugirió que se podrían hasta reemplazar los ocho distribuidores de la central y que ello podría hacerse a costo de la constructora y de la empresa fiscalizadora de la obra. Una consultoría internacional de abril de 2020 formuló una recomendación similar: el reemplazo de las estructuras. 

La Contraloría, en su informe de 2019, sugirió que se podrían hasta reemplazar los ocho distribuidores de la central y que ello podría hacerse a costo de la constructora y de la empresa fiscalizadora de la obra. Una consultoría internacional de abril de 2020 formuló una recomendación similar: el reemplazo de las estructuras.

Pero hay un problema y muy grande con eso: los distribuidores están empotrados en la montaña, en paredes de concreto que se hacen a la medida. Reemplazarlos significa construir nuevamente toda el área en donde se encuentran, mandarlos a hacer de nuevo y volverlos a colocar en su lugar. Una tarea titánica y muy cara, según se admite en el documento. El informe precisa que habría que mandar a hacer los nuevos distribuidores según las norma de calidad norteamericanas, y construir "una nueva caverna de casa de máquinas adyacente a la actual", lo que significaría trasladar todos los equipos principales al nuevo espacio, y, desde luego, parar la central durante meses, con el consiguiente costo económico. Esto, dice el informe, debería pagarlo Sinohydro. 

Habría, además, otra solución más barata y rápida. Se podría colocar en toda la estructura de cada uno de los distribuidores un recubrimiento de fibra de carbono que selle definitivamente el metal e impida que se siga deteriorando. Según el informe, sobre esto Celec ha recibido ya propuestas para hacerlo y la empresa estatal podría realizar una prueba en uno de los distribuidores para ver si da resultado. Sino es así, finaliza el informe, solo cabría esperar que la constructora china reemplace las gigantescas piezas antes de que colapsen. 


Se han detectado fisuras en las tomas de presión de agua y en otros puntos del sistema hidráulico. 

Las garantías de los chinos

En enero de 2022, el gerente encargado de Coca Codo, René Morales, se dirigió a Ángel Uquillas, gerente de Celec, con un nuevo informe "confidencial" sobre la situación de los distribuidores de la planta. En él, tras hacer un recuento del informe de los tres ingenieros de 2020, explica que el 31 de mayo de 2019 y con una duración de diez años, la empresa Sinohydro emitió una garantía monetaria por 36 millones de dólares a favor de Celec, emitida por el China Import Export Bank. La garantía se refiere, precisamente, al funcionamiento de los distribuidores. Los chinos también dieron un garantía técnica por diez años de las mismas piezas. 

Pero el memorando de Morales destaca la "complejidad del problema" y la "renuencia de Sinohydro para encontrar soluciones", lo que ha llevado a que el Ecuador plantee un arbitraje internacional contra Sinohydro. El documento destaca que la falla es tan grave que "pone en riesgo la integridad de la Central Coca Codo Sinclair, la inversión de Celec y lo que es más importante, la vida de quienes trabajan en las instalaciones".

Aunque se admite que hay un arbitraje planteado ante la Corte Internacional de Arbitraje, y considerando que puede tomar años, el gerente de la planta recomendó tomar alguna solución técnica y pidió a las autoridades de Celec considerar el recubrimiento de fibra de carbono en un distribuidor, para luego aplicarlo al resto de los equipos. 

Los defectos en la planta hidroeléctrica se suman al desplome de las laderas de las orillas del río Coca, en un fenómeno de erosión único en el mundo que podría afectar la toma de agua de la Central, ubicada varios kilómetros río arriba. 

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