

Miles de refugiados llegan a Varsovia diariamente. Algunos ecuatorianos han tomado esta ciudad como punto de base. Fotos: Cortesía.
Álvaro es un joven estudiante ecuatoriano que estudiaba en Kiev. Con el inicio de la guerra se enfrentó a una importante decisión: volver al país o esperar en algún lugar de Europa que el conflicto termine. Abandonó la capital ucraniana antes del inicio de la invasión para dirigirse a Leópolis (Lviv). Ahí él y sus amigos encontraron un hotel que les ofreció un precio especial. Durante su estadía en Lviv ayudó a sus compatriotas con alimentos e información de cómo cruzar la frontera hacia Polonia de forma segura.
Tras pasar algunos días en esta ciudad fronteriza, decidió retornar a su hogar en la capital para ayudar a salir a otros ecuatorianos y sacar cosas de su departamento en Kiev.
Mientras más de la mitad de la población de Kiev, estimada en cuatro millones de personas dejaba la capital, Álvaro y otros seis estudiantes ecuatorianos emprendieron un viaje en una dirección que casi nadie tomaba, de Lviv a Kiev.
Álvaro Quilumbango encontró en Varsovia un buen lugar para refugiarse de la guerra que llegó a su ciudad de Kiev. Junto con su grupo logró acuerdos con hoteles en distintas ciudades.
Según las Naciones Unidas, ya son 3 millones de desplazados por la guerra. “Al principio íbamos a ir en carro, pero nos dijeron que en el camino habían francotiradores” dijo Álvaro. Reportes internacionales destacan la presencia de patrullas rusas que han ametrallado en los caminos a civiles y periodistas en retenes que instalan y luego se retiran. Así que decidieron irse en tren: fueron cómodos en trenes prácticamente vacíos, “el problema era en la otra dirección” agregó. A su llegada a Kiev vieron barricadas y gente con bombas molotov para enfrentar los blindados rusos.
Las fuerzas militares y civiles en Kiev pedían alimentos a la población que empezaba a abandonar sus casas. Como Álvaro, muchos dejaron sus hogares temporalmente cerrados, por lo que en un acto de solidaridad donaron alimentos y bebidas a los militares y civiles de la zona. Sus amigos ecuatorianos ya habían evacuado la capital. Tomó sus últimas cosas de su departamento y salió rápidamente de la ciudad, mientras sonaban las sirenas de alerta de bombardeo.
La capital ucraniana está rodeada por fuerzas rusas y sufre ataques periódicos. Kiev recibe constantes bombardeos, incluso en zonas residenciales como las que transitó Álvaro en su corto viaje a la ciudad.
El Palacio de la Cultura y la Ciencia es uno de los edificios más conocidos de la capital polaca. Álvaro se ha movido por distintas ciudades durante su viaje.
Salieron hacia la frontera polaca, pero al intentar cruzar todo estaba colapsado. “De milagro encontramos una persona que hablaba español, entre ruso, ucraniano y español nos comunicamos y logramos que nos lleve a Varsovia” mencionó Álvaro. Por 100 euros se subieron al auto y se embarcaron.
“Fue una suerte encontrar estas personas, los pasos fronterizos siguen colapsados”. Desde Lviv a Varsovia tuvieron que hacer un viaje de 12 horas,pero en el país vecino reina la calma.
“Fue una suerte encontrar estas personas, los pasos fronterizos siguen colapsados”. Desde Lviv a Varsovia tuvieron que hacer un viaje de 12 horas,pero en el país vecino reina la calma.
Ahora su plan es permanecer en Polonia mientras se cumplan los quince días sin visa que otorgó el Gobierno polaco a ecuatorianos, como un acuerdo emergente por la guerra. “Unos amigos nos recomendaron que podemos ir a otros países por un tiempo a trabajar” declaró Álvaro. Según este estudiante de negocios internacionales, hay países como Montenegro o Macedonia que ofrecen plazas de trabajo temporales muy accesibles. Con visas de turismo podrían residir en esos países hasta tres meses, aunque en teoría no pueden trabajar
A Varsovia llegan diariamente miles de refugiados. Los polacos han demostrado su solidaridad, pues hay un amplio voluntariado para asistir a los desplazados. Sin embargo, las autoridades locales advirtieron que el manejo de refugiados debe ser manejado a nivel europeo.
Todos los días llegan trenes con desplazados desde Ucrania a Varsovia. Miles de voluntarios han acogido a unos 300 mil refugiados. Entre ellos ecuatorianos que encontraron albergue en esta ciudad @revistaPlanV pic.twitter.com/gd2qv96pBg
— Manuel Novik (@mnovikd) March 16, 2022
Este grupo de ecuatorianos han encontrado hoteles que brindan facilidades y precios módicos. Su idea es resistir lo mayor posible para poder volver a Ucrania, que ya es como su casa. Las clases de Álvaro serán de forma presencial desde la próxima semana. Este ecuatoriano ya cursa su quinto semestre.
Álvaro ha conocido varios sitios turísticos de Varsovia. El monumento a Nicolás Copérnico muestra a quien fue un astrónomo polaco-prusiano con una esfera terrestre.
En Varsovia se respira solidaridad para con Ucrania, “si uno tiene la identificación o el pasaporte ucraniano los transportes no se cobran, hay lugares para ir a comer en caso de que uno no tenga dinero en donde solo hay que presentar el pasaporte ucraniano” concluyó el ecuatoriano. Álvaro cuenta con un permiso de residencia y carnet estudiantil ucraniano.
Álvaro es uno de los 106 ecuatorianos que, según cifras de la Cancillería, vivían en Ucrania y decidieron permanecer en Polonia. Además, habría otros 108 compatriotas en otros países europeos y unos 43 que, por su cuenta, se quedaron en Ucrania.
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