Los efectos erosivos del río Coca, que se evidencian en el imparable desplome de las riberas del río, siguen causando pérdidas para la industria petrolera y vial del Ecuador. Esta semana comparecieron en una comisión de la Asamblea Nacional los ministros de Obras Públicas y Energía, y el gerente de Petroecuador para informar sobre la condición de la infraestructura luego del último colapso en diciembre de 2021.

Los colapsos viales, rotura de oleoductos, y el sistemático derrumbe de las laderas que llevaron al Estado a declarar en emergencia la zona en mayo de 2020 no han cesado. El ministro de Obras Públicas, Marcelo Cabrera, confirmó que se han construido siete variantes viales a causa del colapso de tramos de la vía principal. Estas variantes son caminos de segundo orden que se han construido para mantener la conectividad de las poblaciones vecinas y el paso de Quito al Oriente ecuatoriano. Pero son soluciones a corto plazo.

En diciembre colapsaron algunos tramos de la vía a causa de la erosión en el río Piedra Fina, un afluente del río Quijos, que a su vez conecta más adelante con el río Coca. La perdida de la mesa de la vía dejó al descubierto una tubería del SOTE. Durante casi la totalidad del último mes del año se restringió la circulación y se suspendió el transporte de crudo.

Actualmente, se está estudiando construir una nueva variante de 8 o 19 kilómetros, dependiendo del área que se quiere dejar entre el río y la vía. Las poblaciones asentadas en el río Quijos se mantienen hasta el momento con conexiones de segundo orden.

Este viernes, al momento de la realización de este artículo, hubo un derrame de crudo a la altura de la séptima variante. La vía alterna era uno de los caminos que se contruyeron de manera provisional, pero donde se sabía podían ocurrir este tipo de accidentes. Al momento se esperan declaraciones oficiales sobre los alcances de la rotura. La empresa de Oleoductos de Crudos Pesados (OCP) confirmó la rotura de una de las tuberías en la zona de Piedra Fina. Un desprendimiento de piedras a causa de las fuertes lluvias habría ocasionado el derrame.

Rotura del oleoducto en el sector de San Luis hoy. Es la séptima variante. Así seguimos en el alto Coca, desastre total. pic.twitter.com/I0TJyRxJAO

— Emilio Cobo (@ze_cobo) January 29, 2022

El valor de la vía definitiva sería de USD 140 millones con un plazo de construcción de 24 meses. Foto: Manuel Novik

Pero una solución definitiva y a largo plazo contempla la construcción de una vía al otro lado del río y de igual largo que las siete variantes combinadas. El valor de la obra sería de USD 140 millones con un plazo de construcción de 24 meses. A los 140 millones se sumarían unos 60 millones en vías alternas momentáneas y estudios. El ministro de Energía confirmó que un 41% de la red vial estatal no está en buen estado y se recomienda transitar con precaución en casi 4000 kilómetros a nivel nacional.

Según el ministro de Energía, la erosión ha encontrado una roca competente que la ha “detenido” a 7,9 kilómetros de las obras de captación de la planta hidroeléctrica de Coca Codo Sinclair. Pero el fenómeno erosivo es complejo. Los afluentes contribuyen y la erupción del cercano volcán Reventador ha creado avalanchas que han depositado material “basura”. En diciembre, a causa del colapso de las vías, se tuvo que suspender el bombeo de crudo. “Desde el 11 de diciembre prácticamente no se transportó crudo hasta el fin de mes” dijo Bermeo. A fines de año llegaron a los niveles de producción más bajos con unos 80 mil barriles diarios. En 2022 llegó la recuperación, esta última semana ya se reportaron producciones diarias de 496 mil barriles diarios.

El gerente de Petroecuador, Ítalo Cedeño, explicó las pérdidas que ocasionó el colapso de diciembre, “se perdieron 528 millones en producción y 57 millones en refinación” declaró.  Cedeño agregó que gracias a que los oleoductos estaban vacíos no hubo derrames, pero que no pueden darse el lujo de que esto vuelva a suceder ya que acarrearía demandas internacionales.

Las vías alternas se han construido del lado del volcán Reventador, al occidente, donde la tierra es inestable. Si bien la séptima variante se alejó bastante del río, se acercó al volcán, lo que conlleva otros peligros. La vía definitiva se construiría del otro lado del río, del lado oriental, donde la tierra sería de mejor calidad. La ruta del crudo sale desde Lago Agrio a una elevación de unos 300 MSNM, sube a Quito a 2850 MSNM y vuelve a bajar al nivel del mar en Esmeraldas para su refinación y exportación.

En el mapa inferior se observa un recuadro rojo que sería la zona donde se construiría la vía definitiva. Frente al recuadro, del otro lado del río, una línea roja ilustra el recorrido de la séptima variante construida en la zona.