En un cruce de calificativos, acusaciones y epítetos, las discrepacias políticas entre China y Estados Unidos tuvieron un nuevo episodio en Quito. En el marco de la Conferencia Sudamericana de Defensa, que reunió a a altos cargos de Defensa y militares de alto rango de 11 países, la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, general Laura Richardson, se lanzó en contra de China y Rusia. Sobre el gigante asiático, la primera mujer comandante en la historia del Comando Sur, advirtió de los riesgos en ciberseguridad, "sobre todo de las operaciones irregulares auspiciadas por China con el apoyo de las dictaduras latinoamericanas como Cuba, Venezuela y Nicaragua. Estas operaciones buscarían desestabilizar las democracias regionales, por lo que llamó a los asistentes a trabajar en un plan integral para enfrentar esta amenaza", según reportó el portal argentino Infoae.

La jefe militar estadounidense Richardson calificó a la pesca ilegal, no reglamentada y no reportada como una de las principales amenazas marítimas en la región sobre todo por los subsidios a los combustibles para las flotas pesqueras que realizan sus faenas en los océanos de Sudamérica. Richardson mencionó a las embarcaciones chinas que pescan en los límites de las zonas económicas exclusivas de los países sudamericanos, sobre todo cerca de las islas Galápagos.

De Rusia djo que "tratan de manipular a las personas con campañas de desinformación”.

La reacción china fue furibunda. El portavoz de la embajada de China Popular en Quito, lanzó su respuesta a las 20:00 del miércoles 14 de septiembre.

"La Comandante del Comando Sur de EE.UU. Laura Jane Richardson dio unas declaraciones ridículas sobre China, sin ocultar las pretensiones de confundir la opinión pública, y de difamar y atacar sin ningún fundamento, tanto a China como a las relaciones sino-ecuatorianas y sino-latinoamericanas. La parte china no lo acepta y se opone firmemente a estas declaraciones.

"La parte estadounidense dice que esta visita es para fortalecer la amistad con Ecuador, y la Southdec con el objetivo construir conjuntamente una América más segura y estable. Pero, las palabras de la General Laura Richardson no son correspondientes a dichas metas. Sus difamaciones infundadas de China y de la cooperación existente entre China y Ecuador, sin mostrar el mínimo respeto a Ecuador como el país anfitrión, sólo sirven para hacer más latente la naturaleza hegemonista y el doble rasero de “los valores al estilo estadounidense”.

La general Laura Richardson es la primera mujer comandante del Comando Sur de los Estados Unidos.

"La funcionaria habló de la pesca ilegal de China, sin saber que el Canciller ecuatoriano Juan Carlos Holguín afirmó, en varias ocasiones, que en la cooperación de pesca entre China y Ecuador los dos gobiernos mantienen una estrecha comunicación y realizan diálogos y coordinación a través de canales diplomáticos para proteger conjuntamente el ecosistema marino. The Last Beach Cleanup, una iniciativa independiente que busca reducir la contaminación de plásticos alertó que solo en los dos últimos años, a Ecuador arribaron 14.988 toneladas de residuos desde Estados Unidos. Esas cifras convirtieron a Ecuador en el tercer mayor receptor de residuos plásticos procedentes de Estados Unidos en América Latina. Es vergonzoso ver que los Estados Unidos critican a otros, mientras se niegan a ratificar la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) hasta el día de hoy. 

"Esta Comandante dijo que los grandes proyectos mineros de empresas chinas están generando erosión en las fuentes hídricas ecuatorianas. En realidad, China lleva a cabo la cooperación minera con Ecuador sobre la base de igualdad y beneficio mutuo, aplicando estrictas normas de protección del medio ambiente y contribuyendo positivamente a la economía local, al bienestar social y al desarrollo sostenible. Tomamos como un ejemplo la mina de cobre Mirador, el mayor proyecto minero de Ecuador. Hasta el 2021, la empresa china Ecuacorriente, quien está a cargo del proyecto, ha invertido un total de 1.550 millones de dólares en Ecuador y ha pagado 100 millones de dólares en regalías anticipadas al Estado ecuatoriano. De 2010 a 2021, Ecuacorriente ha invertido un total de 169 millones de dólares en protección medioambiental.

"La militar estadounidense criticó el incumplimiento de China a las leyes y tratados relacionados con la ciberseguridad y el manejo de datos. Irónicamente, hace poco, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos lanzó ataques cibernéticos contra la Universidad Politécnica del Noroeste (NPU, por sus siglas en inglés) de China y robó datos técnicos fundamentales. EE.UU. también ha llevado a cabo durante mucho tiempo una vigilancia de audio indiscriminada contra usuarios de teléfonos móviles chinos, ha robado ilegalmente mensajes de texto de usuarios de teléfonos móviles y los ha localizado inalámbricamente. La seguridad del ciberespacio es una cuestión común a la que se enfrentan todos los países del mundo. Como el país que posee las tecnologías y capacidades cibernéticas más poderosas, EE.UU. debería dejar inmediatamente de utilizar sus propias ventajas para realizar robos y ataques contra otros países. A EE.UU. también le incumbe participar con una actitud responsable en la gobernanza global del ciberespacio y desempeñar un papel constructivo en la defensa de la ciberseguridad. China es un firme defensor de la ciberseguridad. Nos oponemos firmemente y combatimos todas las formas de ciberataques.

Altos mandos militares de varios países participaron en las conferencias de Defensa, que se dieron en Quito durante dos días.

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"La General Laura Richardson está tratando de echarle la culpa y difamar a China sin proporcionar ninguna evidencia, práctica que no es profesional ni responsable. Los actos pertinentes de la parte estadounidense que intentan sembrar discordia entre China y Ecuador, así como entre China y América Latina, no cuentan con el apoyo popular, y su esencia sigue consistiendo en la doctrina Monroe, ya que EE.UU. se ha puesto por encima de otros países y ha practicado la política de la fuerza, la hegemonía y la intimidación. Los países latinoamericanos, incluido Ecuador, son claramente conscientes de todo esto.

"América Latina no es un “patio delantero” o “patio trasero” de EE.UU., y la Southdec tampoco es una “Conferencia de Defensa de los Estados Unidos”. La parte china opina que cualquier marco de cooperación regional debería seguir la tendencia de los tiempos a favor de la paz y el desarrollo y mejorar la confianza mutua y la cooperación entre los países de la región, y no debería tener una naturaleza selectiva o excluyente. China nunca ha perseguido objetivos geopolíticos en América Latina, y siempre se ha opuesto a la politización y la ideologización de la “cooperación”. Estamos seguros de que los pueblos latinoamericanos, incluido Ecuador, tienen suficiente perspicacia y pueden ver claramente la intención maliciosa de socavar la cooperación entre China y América Latina detrás de estas mentiras y desinformación.

"La igualdad, el beneficio mutuo y el desarrollo común siempre constituyen una vívida encarnación de las relaciones entre China y América Latina y el Caribe (ALC). El año pasado, el volumen del comercio entre las dos partes superó por primera vez los 450.000 millones de dólares. Entre 2005 y 2020, ALC registró la construcción o inauguración de más de 100 proyectos de infraestructura lanzados por China, que crearon más de 600.000 puestos de trabajo locales. China tiene la voluntad de trabajar con ALC para seguir apegándose al concepto de respeto mutuo y cooperación a favor de ganancias compartidas, llevar a cabo la construcción conjunta de alta calidad de la Franja y la Ruta, poner en práctica adecuadamente la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG) y la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG), y fortalecer y expandir la cooperación práctica en diversos ámbitos, a fin de construir de forma mancomunada una comunidad de futuro compartido entre China y ALC".

El presidente de la República, Guillermo Lasso, saluda con la general Richardson. Detrás de ell, saliendo del ascensor, la embajadora del Ecuador en Washington, Ivone Baki; el embajador de EE.UU. en Quito, Michael Fitzpatrick y el ministro del Interior, Patricio Carrillo. Foto: Presidencia de la República

En realidad, el Comando Sur es una de las expresiones de avanzada en contra de lo que Estados Unidos considera una amenaza para "sus intereses estratégicos" en América Latina. La general Richardson aprovechó su paso por el Ecuador para lanzar estas declarciones, pues estuvo días antes en Colombia y Brasil no dijo una sola palabra sobre China. En el portal del Comando Sur de Estados Unidos se califica a China como un "Estado maligno". 

Dentro de los objetivos del Comando para este periodo se dice claramente que "Trabajaremos con nuestros socios para mitigar la actividad maligna en nuestro vecindario. Compartiremos información sobre las prácticas económicas depredadoras y opacas de China en todo el mundo con aliados y socios para aumentar la comprensión de la influencia maligna de China. Negaremos a Rusia la oportunidad estratégica de controlar el espacio de información en este hemisferio utilizando nuestro compromiso y presencia constantes para contar nuestra historia y disminuir los efectos de su campaña de desinformación. Aumentaremos el intercambio de información para mejorar la identificación y la interrupción de las actividades del Hezbolá libanés y sus representantes en la región. Continuaremos intercambiando puntos de vista con aliados y socios sobre las actividades malignas de los regímenes en Cuba, Venezuela y Nicaragua".

Los esfuerzos de la general Richardson no son aislados. El lunes 12 de septiembre, el secretario de Estado, Anthony Blinken, estuvo en Ciudad de México y su mensaje estuvo dedicado a valorar las relaciones con México y la región y proponer una cooperación más estrecha con Estados Unidos, en el marco del Diálogo de Alto Nivel Económico entre la potencia norteamericana y México. 

Expertos estadounideses vinculados a los organismos de seguridad y defensa, ha advertido que están preocupados porque la creciente influencia de China podría significar una mayor pérdida para los intereses de EE.UU. en la región, especialmente en un momento en que la mayoría de los gobiernos de izquierda son más pro China que pro EE. UU.