Antes del conversatorio con la prensa, el periodista Diego Oquendo, director de Radio Visión, hace una broma al asesor presidencial, Diego Ordóñez. Fotos: Juan Carlos Calderón. PlanV
I. "No estábamos preparados"
El "conversatorio" entre varios ministros de Estado y unos 30 directores de medios en uno de los salones de Carondelet, empezó luego de las diez de la mañana con las palabras del secretario de Comunicación, Eduardo Bonilla, que dio la bienvenida con el anuncio de que el gobierno de Guillermo Lasso incrementará sustancialmente el gasto en comunicación. No podemos competir con los más de 250 millones al año que gastaba el correísmo, pero poco podemos hacer con un poco más de un millón y medio de dólares, dijo. Algunos directores recibieron eso como una grosería por parte de Bonilla, pues daba a entender que algunos estaban ahí por la pauta publicitaria del régimen. Sin embargo, además ofreció algunos cambios en su cartera "luego de conversaciones con algunos de ustedes", como mejores vocerías, reestructuración del sistema informativo de la Presidencia para dar información más amplia, rápida y variada y la incorporación de un equipo estratégico de comunicación. La presencia de Roberto Izurieta en esa reunión, experto en estrategia y comunicación políticas, parecía corroborar ese anuncio. Pero Izurieta estuvo algo más de diez minutos y se retiró.
Bonilla ensayó luego una curiosa teoría sobre la información del Gobierno: la prensa saca una noticia, pero sale solo una vez, si queremos que esa noticia salga mil veces, hay que hacerlo de otra manera, "que ustedes conocen muy bien". Dijo que buscaba que la información llegue a los ciudadanos de forma más repetitiva y eficiente. Luego Bonilla dijo que esta semana había sido complicada para el Gobierno, "estamos en crisis una semana y un poco más, desde la crisis de Turi, y no hemos parado hasta este fin de semana". Y luego confesó que no estaban preparados para lo que sucedió el fin de semana, es decir la salida de Glas de prisión; fue, dijo, "absolutamente sorpresivo". Y su prueba de ello, confesó, es que "no teníamos muy claro cuál era el curso de acción, por eso la demora (en reaccionar), y el presidente se tomó su tiempo para definir algunas cosas". Lasso reflexionó dos días, contó Bonilla, y en un evento íntimo en el Palacio de Gobierno, para conmemorar un año de la elección en segunda vuelta, y al recordar los quince años de lucha política hasta llegar a Carondelet, en ese momento él hizo una declaración, en una grabación interna "que ni el mismo sabía que lo estábamos grabando", y salió el video que resume su reflexión. Dice Bonilla que le salió del alma al mandatario. Y que comentaba esto porque hay gente que ha insinuado "a propósito de un pacto que no existe, no existió ni va a existir". Para Bonilla, el que no hayan estado preparados para lo de Glas es la prueba de que no hay pacto con el correísmo: "si hubiésemos estado preparados ya tendríamos los comunicados, todo armado, todo preparado y todo el show, y eso es lo que sucedió porque ...no estábamos preparados". Pidió a los periodistas tener la "mente abierta" y pidió que tengan "al menos la apertura de escuchar lo que nosotros pensamos".
Sensatez y coherencia en el servicio hacia los ecuatorianos. pic.twitter.com/BfMuZxbOKm
— Guillermo Lasso (@LassoGuillermo) April 12, 2022
II. ¿Perdón y olvido al correísmo?
Francisco Jiménez siguió con las reflexiones "filosóficas" sobre la liberación de Jorge Glas. También dijo que han sido días complicados, y en lugar de explicar lo que los directores esperaban, se lanzó a contar que apenas se incorporó como ministro hubo el levantamiento de Turi, en los cuales hubo que reaccionar con prontitud frente a las acciones "de unos bellacos que consideran que pueden tener como rehén al Estado". Luego de los amotinamientos en otras cárceles, incluida Cotopaxi, se implementó la logística con el liderazgo del general Carrillo, dijo.
Luego de esta descripción dijo que las cosas no son tan sencillas en el país, porque "tal como lo vemos desde el lado del Gobierno, venimos de una fractura que ya dura quince años, y que en algún momento tiene que terminar, tiene que terminar". Sí, lo dijo dos veces, y con perdón de los que fueron criminalizados, perseguidos, allanados, exiliados, asesinados y sometidos a humillaciones, escarnio y vejaciones por parte del presidente del Ecuador, Rafael Correa, el ministro de Guillermo Lasso dijo: "muchos de los que están aquí sentados con nosotros fueron perseguidos por el gobierno de Rafael Correa, fueron censurados, a algunos les iniciaron acciones judiciales y eso ha generado un acervo de fracturas, de abismos y de cosas que nosotros todavía estamos procesando. La historia de los países no empiezan con un nuevo gobierno, es un acumulado de luchas y de procesos, y creo que la forma de entender lo que ha ocurrido con Jorge Glas, también se inscribe en esos procesos, se relaciona con lo de Turi, con lo que sucedió con otras cárceles, con la decisión de esta gente de tratarse de salirse con la suya, pero también se relaciona con el propio proceso político que nosotros hemos vivido en todos estos años". Y luego se mandó algo de su trayectoria política y sus dichos contra el correísmo y luego contó cómo conoció a Guillermo Lasso en el 2014. "Nosotros tenemos que ser fieles a la razón por lo que estamos aquí, dijo. Tenemos que ser coherentes con nuestra propia historia y esto termina tomando forma en las decisiones que estamos tomando...". Y luego habló de su filosofía del Derecho, y dijo que respetaba la ley, y es lo que existe y debe ser respetada... Y siguió en su discurso para explicar que hay toda una razón de la forma en que se conduce este gobierno, ..."y hay otra parte de esa historia y es que nosotros necesitamos sellar esas fracturas, de alguna manera, por muy difícil que eso sea, con la ley en la mano y con la Constitución, y sabemos que eso nos va a generar críticas, pero necesitamos de alguna manera proyectarnos hacia adelante, no podemos seguir mirando para atrás, es algo idílico pero en algún momento tiene que parar, yo lo viví durante diez meses dentro de la Asamblea, en la posición beligerante que todas estas fracturas han provocado durante tanto tiempo, y buscamos la forma de sacar las cosas adelante...". Y luego dijo que "al final del día, y desde nuestro punto de vista, el país todavía sigue en búsqueda de su propio contrato social y esa es la tarea de nuestro gobierno". Después dijo que este país desde su simiente ha tenido una vena autoritaria y que si esta no se aplica deriva en el caos, pero que ellos, el gobierno de Lasso, deben transitar por una tercera vía, nosotros no somos autoritarios y tampoco vamos a dar pie al caos, tenemos que jugarnos por lo que es la institucionalidad, y pero es la transición hacia un Estado moderno... "Lo peor que podría pasar es que regrese un gobierno de características autoritarias, que vuelva a reprimir la capacidad de disentir".
De izquierda a derecha en la foto: Diego Ordóñez, asesor presidencial; Francisco Jiménez, ministro de Gobierno y Eduardo Bonilla, secretario de Comunicación.
Al parecer el gobierno ha desechado la idea de que glas vuelva a prisión, pues lo que está pidiendo a los jueces es que las medidas alterntivas para el ex vicepresidente, condenado por corrupción, sean más duras
III. La insoportable levedad del cuerpo de Glas
El general (sp) de la Policía, Patricio Carrillo, flamante ministro del Interior, con cartera pero sin oficina aún, cita una frase de la biografía de Pablo Escobar, que dice "el poder es para poder". Carrillo confiesa que siempre se quedó con esa frase, pero él tiene una compresión distinta: que el poder es para servir. Que no es para abusar ni para otra circunstancia. ¿Por qué sucedió esto? empieza preguntando el General, las motivaciones, y si hay un pacto con el correísmo cuáles son los beneficios para el gobierno o quién se beneficia. Y que hay que revisar, dice, los hechos, pasados y presentes. En dos minutos el General investigador ha dado a sus colegas de gabinete una lección de qué preguntas plantearse. Sobre los hechos pasados, Carrillo dice que hoy se cuestiona "una supuesta" inacción del SNAI, porque ahí (en la audiencia) podía haberse cuestionado muchos aspectos; pero (Glas) había cumplido ya muchas de las cosas que en el Estado ecuatoriano se habían desordenado antes: había cumplido el tiempo de la pena, se habían construido (sic) documentos que en la audiencia se iban a presentar. Pero también queda la duda, dice el General: ¿cuáles son las razones futuras? ¿Qué le queda a Glas, que ya fue sentenciado en unos casos? Le quedan otros, y Carrillo cree que la defensa de Glas está cuidando los procesos que se le vienen, como Petrochina y todo. Para Carrillo, el correismo es el único movimiento que tiene la capacidad para desordenar el país y que quiere imponerle al país un "nuevo orden". ¿Será casualidad encontrarse con cada vez más jueces que deciden en contra de la ciudadanía? ¿Cómo se fueron articulando los hechos en el sistema de justicia para crear vacíos adecuados, y generar estas posibilidades, que no han sido todos provocados en este gobierno? Dado que sus ejemplos son conceptuales, Carrillo admite que siempre es más difícil obtener evidencias. Y entra de lleno a las mismas: el último amotinamiento no es coincidencia. Tras el amotinamiento de Turi se movió a Glas para garantizar su seguridad. Lo hacía un equipo, porque si algo le sucedía era peor. Cuando le sacaron (de la cárcel) generaron el momento para que su defensa diga "no hay el cuerpo" y a pedir "hay el habeas corpus, muéstrenme el cuerpo, dónde está". Lo que no dice el general Carrillo es por qué la SNAI no les mostró el cuerpo ...de Glas. Glas nunca salió de la cárcel de Latacunga, pero los abogados de la SNAI no presentaron a Glas al juez de Manglaralto; dijeron que no sabían dónde estaba.
¿Quiénes están involucrados en el atentado de Turi? se pregunta Carrillo, y él mismo se responde: está involucrada una organización que manejaba Turi y que tenía también células en Cotopaxi. Pero esta organización, coincidencialmente, pertenece a alias el Lobo Menor, (que vendría a ser hijo del ex jefe de Los Lobos, Wilmer Chavarría, alias Pipo, de quien se dice que está muerto y también que está en Colombia). Según Carrillo, el lobito estuvo involucrado en el asesinato del hermano de un ex ministro. (Carrillo no precisa, pero al final del diálogo, la periodista María Sol Borja, de GK le diría que estaba hablando del ex ministro José Serrano. Tampoco lo dice Carrillo, pero según investigadores policiales la carcel de Turi se ha convertido en el centro estratégico de la subversión carcelaria, incluso es considerada como una "cárcel consular"). En Miami, coincidencia, Carlos Pólit también estaba entregando información. Y luego del suceso de Turi y con su desenlace hubo un amedrentamiento al SNAI, amenazaron y dispararon, y una agente de tratamiento penitenciario recibió un impacto de bala. ¿El mensaje para quién era?, pregunta Carrillo. Ahora sabemos, dice, que el mensaje era para amedrentar al SNAI, y luego de esa teoría conspirativa de Los Lobos y demás, lanza la justificación central: con esas amenazas "¿quién iba a decir algo en una audiencia?"; es decir, que el SNAI no dijo nada en la audiencia por miedo. Carrillo sigue machacando a la prensa silenciosa: aquí hay cosas mucho más graves que la necesidad de pactar: aquí hay un tema que afecta a la seguridad de las personas, pero creemos, dice, que afecta a la democracia.
Lo cierto es que en la audiencia de habeas corpus, la SNAI (la entidad carcelaria está adscrita a la Presidencia de la República), aunque sabía dónde estaba Glas (nunca salió de la cárcel de Latacunga luego de lo de Turi) nunca lo dijo: el fantasma del ex vicepresidente no apareció, ¿lo escondieron para justificar que la audiencia se diera en Manglaralto, Santa Elena, y así justificar que el juez Moscoso conozca el caso? Solo ellos lo saben.
A la izquierda Eduardo Bonilla, secretario de Comunicación de la Presidencia, junto al ministro del Interior, Patricio Carrillo, en el palacio de Carondelet durante la reunión con directores de medios.
Glas)+ había cumplido ya muchas de las cosas que en el Estado ecuatoriano se habían desordenado antes: había cumplido el tiempo de la pena, se habían construido (sic) documentos que en la audiencia se iban a presentar: general carrillo.
Los funcionarios del Estado antes de empezar la reunión con la prensa.
IV. Ordóñez versus Zurita
El periodista Christian Zurita se sienta cerca del asesor presidencia, el ex asambleísta Diego Ordónez. Minutos antes han tenido un ríspido cruce de palabras, porque Zurita le reclama lo que han hecho: pactar con el correismo no tiene nombre, le dice; Ordóñez lo niega con fuertes movimientos de cabeza. Pero ahora contesta a una pregunta de Vistazo que encadena los sucesos desde la negación de la Ley de Inversiones en la Asamblea y considera que si hubiera un pacto ahora el gobierno tendría vía libre para reenviar la ley. Ordóñez tumba la especulación con una frase lógica y directa: el presidente no piensa reenviar la ley. Y declara que no hay un escenario de estabilidad política en la Asamblea, "porque el barullo en la Asamblea se mantiene, y eso va a seguir. La agenda es clara: el correísmo aliado a los socialcristianos están en busqueda de captar la presidencia de la Asamblea, las comisiones, sacar Fernando Villavicencio de la Comisión de Fiscalización, tomarse esa comisión para adelantar los juicios políticos programados y someter al Consejo de Participación Ciudadana a juicio político, para tomárselo. Y el bloque de gobierno, los 13 de CREO, dice Ordóñez, no tiene arte ni parte". Para la presunción de que el gobierno va a obtener un beneficio de este supuesto pacto las condiciones no se ajustan a la realidad, dice. Es decir, no hay pacto porque la conspiración institucional del correísmo-socialcristianismo-PK sigue. Ordóñez cree, en cambio, que el país está tranquilo. La agenda de la Asamblea no ha pasado a la calle. Eduardo Bonilla complementa la idea para sustentar el-no pacto: sin la Asamblea, el gobierno ha conseguido USD 5000 millones en proyectos de inversión. Que, en el fondo, es lo que interesa.
V. Mal de muchos...
Consuelo de tontos. Aunque espera que la Corte Provincial de Santa Elena actúe en derecho, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, dice que la constitución permite este tipo de medidas constitucionales, que no solo la ha planteado Glas sino también Jorge Yunda, Jacobo Bucaram, Alias Rasquiña... no es nuevo, lo que pasa es que ahora se nota más, dice. Carrillo agrega que el gobierno, en todo caso, ha pedido que las medidas sustitutivas a las medidas alternativas. O sea, si el juez famoso de Manglaralto dictó que Glas se presente un lunes de cada mes ante un juez del Guayas, el gobierno quiere que se presente con más frecuencia, que además le pongan grillete electrónico... Parece que el gobierno se resigna a que Glas no retorne a la cárcel. La reunión con la prensa deriva entonces en una larga perorata y un ping pong con la prensa sobre la seguridad para que no se escape Glas. Para luego terminar con que el gobierno no puede garantizar ciento por ciento que Glas no se vaya a escapar. Como nada en la vida, pues, dice Jiménez El secretario Bonilla desvía el tema y dice que según sus encuestas, el tema Glas no es tan importante para la ciudadanía como la seguridad, el empleo... Y que ellos se enfocarán en eso. Carrillo vuelve al tema: hay crisis de confianza en la justicia y ahora están pidiendo medidas sustitutivas a las alternativas. Lo dicho, Glas no volverá a prisión. Pero Ordóñez le da otra vuelta a la discusión: Glas tiene vigilancia las 24 horas. Jiménez dice que a nadie le interesa que a Glas se escape. Cuenta que ha mandado oficios a Migración y la Comandancia de Policía para reforzar la vigilancia. Dice que han identificado incluso las medidas de escape en la urbanización. Los periodistas caen en el juego: se empieza a discutir sobre cómo se podría escapar Glas y las rutas de escape. El ministro Jiménez dice que ni Alcatraz pudo garantizar el cien por cien a sus presos. Ese ejemplo lo repetirá en todo espacio. Pero sigue el tema: que si se va a ir a una embajada o no. Diego Oquendo quiere introducir el eje político: la nueva dimensión del correísmo con la liberación de Glas y pide a los ministros que el gobierno tenga cuidado porque querrán tumbarlo. Y habla del salvoconducto posible de Duarte, de que la "tropilla" de México quiera amnistía, que Alexis Mera se cambie de cárcel... Y de plano pregunta a Jiménez si tiene las agallas suficientes para encarar este momento político. El ministro responde con más frases para el bronce: las agallas tiene que ser dadas para por capacidad de hacer respetar la ley. Estamos muy serenos y firmes, frente a la situación, asegura. Pero admite que alguna gente no piensa así, o que son ingenuos o que están equivocados, que el correísmo les va a comer vivos, pero son los riesgos en creer en el Estado de Derecho... Pero al intentar responder las inquietudes de Oquendo —a pesar de que el correísmo hizo lo que le dio la gana con la justicia en el caso Glas, a pesar de que ni la SNAI ni otros abogados del gobierno actuaron con diligencia y menos eficacia en la audiencia y después de ella; a pesar de que el SNAI y el director de la cárcel de Latacunga no esperó siquiera a ser notificado ni que la orden de excarcelación llegara firmada por el juez para sacar a Glas lo más pronto posible, a pesar de que nadie en el gobierno ha actuado ni actuará contra los funcionarios de la SNAI, a pesar de que Glas se "esfumó" convenientemente de la cárcel mientras estaba en manos del Gobierno, a pesar de que los alucinantes informes médicos que justificaron la salida de Glas fueron avalados por el Gobierno, a pesar de que todo el mundo se lava las manos— Glas, dice el ministro Jiménez, ni está libre, ni es inocente, ni carece de medidas de restricción ni todo esto es una patente de corso para que otros que tengan cuentas de la justicia puedan andar por el mundo, y que hay otros procesos que involucran a Glas y hay una apelación en marcha... Vaya consuelo.
[RELA CIONA DAS]
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