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1 de Marzo del 2023
Historias
Lectura: 15 minutos
1 de Marzo del 2023
Redacción Plan V
Los 40 años de Ecuador Debate: la revista especializada que analiza al país
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El primer número de Ecuador Debate se publicó en 1982. Andrés Guerrero y Carlos Larrea evocaron la figura de Francisco Rhon. Foto: PlanV

La revista de ciencias sociales más longeva del país llegó a sus cuarenta años. En un evento en la Universidad Andina, se recordó la figura de Francisco Rhon, fundador del Centro Andino de Acción Popular y se realizó un recorrido por la trayectoria de la publicación. Carlos Larrea presentó el artículo central del número más reciente y analizó las perspectivas de la economía post petrolera en el Ecuador.

Cuarenta años inninterrumpidos de publicación son un récord para una revista especializada, sobre todo en el Ecuador, en donde la costumbre de leer nunca ha sido de las más practicadas en el país. La revista Ecuador Debate, que publica el Centro Andino de Acción Popular, cuyo director, Francisco Rhon, falleció recientemente, celebró su número 117 en un evento que tuvo lugar en la Universidad Andina Simón Bolívar. La revista se publica cada cuatro meses. Es posible consultar, digitalizados, todos sus números en la página del Centro.

Varios de los colaboradores de la revista desde sus inicios, como los miembros de su Consejo Editorial y de su redacción, se dieron cita en el Salón Manuela Sáenz de la Andina para recordar los orígenes de la publicación, sus metas y sus desafíos de cara a la era digital y de las revistas indexadas.

Hernán Ibarra, miembro del Consejo Editorial de Ecuador Debate, hizo una semblanza del medio y sus orígenes. Ibarra señaló que temas como la circulación y los lectores de la revista fueron objeto de análisis en el seno de la publicación. 


Carlos Larrea, catedrático universitario, presentó el tema central del último número de Ecuador Debate.

Ibarra sostuvo que el público de la revista ha cambiado con el tiempo. La revista se lanzó en diciembre de 1982, y sus primeros lectores provenían de sectores más "politizados" desde el centro hacia la izquierda de la época. Entre los lectores más habituales de la revista, que acudían a las librerías para adquirla, estuvieron personajes como René Maugé o Paco Moncayo, mientras que Jaime Nebot mantuvo durante varios años una suscripción.

Durante cuatro décadas, la revista logró influenciar a líderes de opinión sobre todo de la izquierda, algunos de los cuales estaban dentro de la Iglesia católica, así como activistas y dirigentes de los movimientos sociales, junto con estudiantes y profesores de ciencias sociales de las universidades del país. También fue consultada por lectores académicos de Estados Unidos y Europa, que la tomaron como fuente para investigaciones. 

Durante cuatro décadas, la revista logró influenciar a líderes de opinión sobre todo de la izquierda, algunos de los cuales estaban dentro de la Iglesia católica, así como activistas y dirigentes de los movimientos sociales, junto con estudiantes y profesores de ciencias sociales.

La tirada inicial de la revista fue de 1000 ejemplares, y a mediados de años 90 se llegó a tirar 1800, cifra que declinó hasta 600. Actualmente la revista produce 350 ejemplares impresos, aunque se difunde por medio de internet. Ibarra explica que revistas reconocidas de la Universidad Católica del Perú llegaron a tener 200 ejemplares, al igual que publicaciones académicas mexicanas de renombre. Las suscripciones llegaron hasta 150. Durante esta época, la revista se concentró en Quito, en donde el punto de venta de Librimundi en La Mariscal era el más concurrido. Siempre tuvieron dificultades para vender en ciudades como Guayaquil y Cuenca, aunque hubo especial interés en Loja. 

Pero en la actualidad hay nuevos lectores: Ibarra cree que el público predominante está en las universidades. La revista llega siempre a las bibliotecas públicas del Ecuador y también a bibliotecas de Estados Unidos y Europa. 

La sección de Coyuntura de la revista fue de las más demandadas por los lectores, al igual que las investigaciones centrales llamadas dossiers. Una sección de Debate Agrario, que se mantuvo desde el principio, también fue celebrada por los suscriptores, en especial, lo que tenía relación con la investigación agraria.

A mediados de los años 90, la revista se subió a la internet, junto con el portal del Diario La Hora. Esto afectó la venta de ejemplares impresos, pero aumentó exponencialmente su lectoría. Desde hace cerca de 20 años, en el portal Flacso Andes, es posible consultar los artículos de esta revista, en donde se realiza la mayor exposición digital de Ecuador Debate.  Hace tres años, el Centro abrió su página web y colocó la totalidad de los números de la publicación, que se pueden consultar en línea.

Para Hernán Ibarra, la revista se especializó en ciencias sociales, pero también en difundir aspectos sociales y económicos, manteniendo siempre una línea de pluralismo. De ahí que la revista dio cabida a pensadores de toda la tendencia. Ibarra estima que se han publicado cerca de 1200 artículos y por lo menos 300 reseñas de libros.

en la actualidad, hay una dificultad para la publicación, señala hernán Ibarra: se trata de una revista no indexada ni arbitrada, un requisito para publicaciones académicas que empieza a imponerse no solo en el mundo universitario norteamericano sino también en el Ecuador.

Pero en la actualidad, hay una dificultad para la publicación, señala Ibarra: se trata de una revista no indexada ni arbitrada, un requisito para publicaciones académicas que empieza a imponerse no solo en el mundo universitario norteamericano sino también en el Ecuador. Ibarra cree que la llamada "revisión por pares" no garantiza la calidad de los textos, y frente al modelo de la revista indexada, siempre se debe destacar la importancia de invitar a determinados autores a escribir, por su relevancia, más que al mecanismo de la indexación. Cuestiona también que se pretenda cifrar en el número de citas el impacto de un medio especializado. 

"Muchos académicos no quieren escribir en Ecuador Debate, porque no es una revista indexada, aunque sí estamos en Latindex y en bibliotecas especializadas en EE.UU." precisa Ibarra. El integrante del Consejo Editorial cree que hay que tomar en cuenta nuevos indicadores, como la métrica de internet, así como mantener un equilibrio entre lo académico y lo político en una revista como esta. 

El investigador en temas agrarios, Andrés Guerrero, también contó algunos detalles sobre la génesis de la revista y su impacto en los medios intelectuales del país. Guerrero destacó que Ecuador Debate tiene un lugar destacado en el pensamiento crítico, de las ciencias sociales y también en lo político. Guerrero destacó que la revista pudo sobrevivir cuarenta años, desde su fundación en los años 80, en una época en la que había muchas revistas que no lograban publicar más que unos pocos números. También había una gran cantidad de centros de investigación en la época. Relató también las investigaciones que de campo que se hicieron durante la gestión de Francisco Rhon, manteniendo su autonomía, pertinencia y libertad. Guerrero precisó que no se puede plantear un pensamiento crítico sin autonomía, que es algo que mantuvo la revista sin estar condicionada por las fuentes financieras. 

Guerrero sostuvo también que la revista mantuvo legitimidad, y que las revistas de épocas anteriores a la indexación sí mantenían calidad, a pesar de que no cumplieran con los requisitos de ese esquema. Sostiene que el pensamiento marginal no puede darse dentro de la institucionalidad académica, por lo que es necesario que haya espacios distintos. La indexación proviene de las instituciones académicas y no tiene una implicación de compromiso con la sociedad, por lo que es importante que haya espacios como esa publicación. 

Guerrero destacó la pasión de Rhon por promover el pensamiento crítico en el país, lo que motivó que se realizarán investigaciones que implicaban vivir en localidades rurales para conocer de cerca la realidad de las personas. 

El Dossier del cuarenta aniversario

El catedrático Carlos Larrea, quien escribió el tema central de la revista 117, explicó su investigación sobre ambiente y sustentabilidad, que se enfoca en superar el extractivismo en Ecuador.  El actual número de la revista se refiere a explorar las perspectivas de qué ocurrirá en un Ecuador de 2030, cuando se haya acabado el petróleo. Larrea precisó que el Ecuador tiene dos grandes industrias extractivas, el petróleo y la megaminería. El investigador explicó que el análisis del ingreso por habitante en el Ecuador desde 1950 evidencia que el impacto de la extracción petrolera no ha contribuido a un incremento sostenido de ese indicador, sino que por el contrario las constantes crisis se han visto reflejadas en él. El Ecuador crece menos que país sin petróleo como Costa Rica, y en 50 años el Ecuador no se ha diversificado y seguimos exportando un 80% de productos primarios, algo similar a lo que ocurría en 1972. Esto ocurre en todos los país con una especialización petrolera, señala Larrea y ahí se evidencia la trampa del extractivismo.

A pesar de los recursos petroleros, la mitad de la población ecuatoriana está subempleada y uno de cada tres ecuatorianos es pobre, señala Carlos Larrea al relatar los hallazgos de la investigación. El petróleo puede haber cambiado al Ecuador pero no ha resuelto sus problemas fundamentales, explica Larrea, quien destaca también el alto grado de deforestación en la Amazonía.

La era petrolera en Ecuador está por acabarse: se estima que no quedarían más de siete años de petróleo, por lo que cree que es imposible que el país pueda duplicar su producción petrolera, mientras ha caído la exportación en 20%. Se está produciendo además, un agotamiento de los campos petroleros y Larrea advierte que para 2028 el Ecuador va a importar más derivados de lo que exporta, lo que significará que se acabe la era petrolera. Actualmente, el 70% de los ingresos del petróleo se gastan en derivadas. Mientras tanto, el petróleo empieza a dejar de ser el eje de la economía mundial y para 2050 la demanda de petróleo podría reducirse al 30%. 

Se está produciendo  un agotamiento de los campos petroleros y Carlos Larrea advierte que para 2028 el Ecuador va a importar más derivados de lo que exporta, lo que significará que se acabe la era petrolera.

Sobre la minería, los impactos de esa actividad serán negativos para nuestro país, pues se debe cuestionar si la extracción minera debe o no reemplazar a la producción de petróleo. 

Finalmente, Larrea sostiene que una sociedad post extractiva deberá enfocarse en los derechos de la naturaleza, lo que llevará a una mejora sistemática en la condición de vida. 

Francisco Rhon, la figura central de Ecuador Debate

En un reciente artículo publicado en este portal, el escritor Eduardo Gudynas, realizó una semblanza de Francisco Rhon. En ella destaca que "Paco era parte de una anterior generación de intelectuales que conocían el oficio de los análisis de coyuntura. Lastimosamente, el interés por esas prácticas se perdió en las últimas dos décadas, cuando la academia y sobre todo los sindicatos dejaron de hacerlos. Hoy, hay toda una generación de universitarios y militantes que entiendo que en su mayoría, no saben cómo elaborarlos. El atajo para ellos son las redes sociales, los resúmenes en Facebook, las fotos en Instagram o un corto video en TikTok".

"Paco, en otras de sus facetas originales, era una persona pre-digital. No tenía ni usaba Facebook, Instagram, Twitter, y ni siquiera los correos-e. Los emails que le enviaba pasaban por las manos de Margarita, su secretaria, quien los imprimía, para que pudiera leerlos en papel".

Agrega que "Paco, en otras de sus facetas originales, era una persona pre-digital. No tenía ni usaba Facebook, Instagram, Twitter, y ni siquiera los correos-e. Los emails que le enviaba pasaban por las manos de Margarita, su secretaria, quien los imprimía, para que pudiera leerlos en papel. Del mismo modo, dictaba o escribía sus respuestas, para que después las tipearan en la computadora que enviaría el email. El procedimiento, que podría ser calificado como atrasado y propio de un siglo atrás, tenía un resultado maravilloso, al menos en mi caso. Los correos-e de Paco eran textos muy pensados, repletos de comentarios y apuntes, siempre con alguna sugerencia reveladora. En sus mensajes nunca había abreviaturas o emoticones, sino la palabra escrita que era a la vez la palabra dicha".

Gudynas destacó también sobre Rhon que "valoré la amplitud de los instrumentos que utilizaba y las posturas que seguía, mezclando, por ejemplo, aproximaciones marxistas críticas con el compromiso y empatía de raíz católica. De un modo u otro mantenía su independencia, a pesar de que en ocasiones se embarcaba en batallas que sentía debían pelearse aunque su evaluación ya le advertía que perdería (y efectivamente las perdió), o a pesar de que algunos de sus amigos se irritaban con sus advertencias y observaciones". 

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