

El ex presidente de la República, Rafael Correa, durante la visita del presidente de China Xi Jinping, en el ECU 911, que también tiene tecnología china. Foto: Presidencia de la República. Archivo.
Las inversiones provenientes de Rusia, China o Irán, así como las petromonarquías de Oriente Medio, países autoritarios que inyectan capital en países con institucionalidades débiles, como es el caso de los estados latinoamericanos, han sido calificadas como "capitales corrosivos".
"Inversiones chinas, ¿cómo han afectado a la institucionalidad de Ecuador?"es un reciente estudio de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, con el apoyo del Centro para el Emprendimiento Internacional para la Empresa (CIPE), estudia a fondo el caso ecuatoriano, en donde se evidenció un significativo flujo de capital procedente de China con imposiciones y condiciones opacas.
Para el CIPE, un capital "corrosivo" es que llega desde países autoritarios a democracias nuevas o en vías de transición y se caracteriza por carecer de transparencia y rendición de cuentas.
Para el CIPE, un capital "corrosivo" es que llega desde países autoritarios a democracias nuevas o en vías de transición y se caracteriza por carecer de transparencia y rendición de cuentas.
Este es el reporte completo de FCD y CIPE. Ver PDF
Su objetivo, como se pone en evidencia en especial con China, es incidir en los países receptores de los recursos con intereses geopolíticos, más que el lucro o la rentabilidad. Varios de los países de la región, como Venezuela o Bolivia, reciben recursos de Rusia, pero otros como Argentina, Perú, Brasil o Ecuador reciben este tipo de capitales sobre todo de China, pues la injerencia rusa o iraní en nuestro país es mínima.
Pero no toda inversión de un estado autoritario puede ser necesariamente capital corrosivo. Hay algunas características específicas que señala el estudio, entre ellas, la reserva en los los términos y en la documentación del contrato, las cláusulas de confidencialidad, la falta de transparencia sobre los compromisos asumidos y la inversión en áreas conocidas por ser propensas a la corrupción, como la obra pública o el sector petrolero y minero.
En el caso de China, el mecanismo es el mismo en toda la región: los préstamos están relacionados con empresas del mismo país, tienen altas tasas de interés y plazos cortos, aunque a diferencia de otras instancias de crédito internacional, tienen menos condicionamientos sobre el uso de los recursos. Pero no solo eso: los proyectos se convirtieron en focos de corrupción, sobreprecios y fallas estructurales, lo que ha significado un mayor gasto por parte de los países que recibieron los recursos.
Hay algunas características específicas que señala el estudio, entre ellas, la reserva en los los términos y en la documentación del contrato, las cláusulas de confidencialidad, la falta de transparencia sobre los compromisos asumidos y la inversión en áreas conocidas por ser propensas a la corrupción, como la obra pública o el sector petrolero y minero.
El interés de China ha estado relacionado con la infraestructura, como plantas, centrales de generación o carreteras, pero también con industrias extractivas en toda la cuenca amazónica.
Entre 2005 y 2013, el 75% de los recursos chinos, cerca de USD 70 mil millones en inversiones y por lo menos USD 74 mil millones en préstamos, se han concentrado en países como Brasil, Venezuela, Ecuador y Perú.
Al Ecuador, entre 2010 y 2019, llegaron por lo menos USD 22.6 mil millones del Banco de Exportación e Importación de China y del Banco de Desarrollo de China, que deberán pagarse hasta 2039.
Durante la década correísta, la injerencia china en la región fue significativa, y el gobierno de Rafael Correa se empeñó en la construcción de infraestructura, sobre todo de centrales hidroléctricas, con la perspectiva de aumentar la generación eléctrica del país. Centrales hidroeléctricas como Coca Codo Sinclair, Toachi Pilatón, Sopladora y Minas-San Francisco fueron edificadas con capital chino y con empresas del país asiático, enfocadas en realizar proyectos llave en mano. Expertos chinos realizan la construcción y luego, podrían inclusive quedarse con la operación de los proyectos.
En el caso la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la empresa china Sinohydro realizó la construcción, en la que hay sospechas del pago de sobornos al entorno del ex presidente Lenin Moreno, y actualmente hay un litigio arbitral ante la gran cantidad de fisuras que tiene la planta. Sin embargo, según el asambleísta Fernando Villavicencio, hay una propuesta de Sinohydro para quedarse con la operación de la planta, actualmente a cargo de técnicos nacionales de Celec. Sería un caso más del "triángulo de hierro" descrito en el informe, en donde se obliga al Estado que recibe los recursos a trabajar exclusivamente con los chinos y no hacer licitaciones. El modelo ha sido aplicado en toda la región.
El informe de FCD señala casos como la preventa de petróleo a China, la explotación minera en Tundayme, los edificios de la Universidad Yachay o la ampliación de la avenida Simón Bolívar en Quito.
El informe de FCD señala casos como la preventa de petróleo a China, la explotación minera en Tundayme, los edificios de la Universidad Yachay o la ampliación de la avenida Simón Bolívar en Quito.
Empresas chinas construyeron buena parte de los edificios de la Universidad Yachay. Foto: Yachay
El informe también compara los costos financieros de esos recursos en contraste con los que se pueden obtener de otras fuentes de crédito internacional. Entre 2010 y 2019 los préstamos chinos al Ecuador alcanzaron 16.1 mil millones de dólares con tasas de interés del 2% al 7%, mientras que el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o la Corporación Andina de Fomento, prestan con una tasa de interés inferior al 4,5%. El plazo de los préstamos chinos es de entre dos y ocho años y sus tasas son mayores, del 6,25% y 7,91% en un 80% de los casos, mientras que los financistas occidentales pueden conceder préstamos de hasta 25 años.
El informe recomienda la adopción de una reforma constitucional que impida en los contratos de crédito se incluya la obligación de contratar a una empresa del mismo país prestamista. La Fundación Ciudadanía y Desarrollo insistió en la necesidad de transparentar los beneficiarios finales de este tipo de contratos, que normalmente están ocultos por subcontratación y entramados corporativos, aunque en el caso de China, la mayoría de los bancos y empresas que han participado en las operaciones de crédito y construcción son de propiedad total del Estado chino. Los diálogos del actual Gobierno para renegociar la deuda y un nuevo contrato de preventa de petróleo tampoco se están haciendo de manera transparente, sostienen desde FCD.
La respuesta de China
En un extenso comunicado publicado en su cuenta de Twitter, la Embajada de la República Popular China respondió al informe de FCD.
#Importante | Emitimos nuestro Comunicado Oficial respecto a los difamatorios comentarios sobre las inversiones y el financiamiento de China en el informe de @FCD_Ecuador. pic.twitter.com/rnldvWPhO4
— Embajada de la República Popular China en Ecuador (@EmbajadaChinaEc) October 18, 2022
Según Pekín,el informe contiene "comentarios infundados y calumnias maliciosas" por lo que hizo algunas precisiones sobre la relación sino-ecuatoriana.
En primer lugar, China sostuvo que nunca ha obligado a endeudarse al Ecuador, sino que ha sido nuestro país el que ha pedido su ayuda financiera, y negó que los préstamos traigan un adjunto de condiciones políticas.
China dijo también que prestó al Ecuador en momentos en que otras fuentes de financiamiento internacional estaban cerradas. Los chinos destacaron su "ayuda oportuna" a nuestro país, que nos permitió "superar el momento más difícil" y luego obtener préstamos de otras fuentes.
"¿Si China proporcionó los llamados "capitales corrosivos", dónde estában los países que podrían proporcionar capitales sanos?" se preguntó la Embajada asiática.
Por otro lado, la Embajada explicó que los préstamos de los bancos chinos a nuestro país son créditos comerciales con una tasa de entre el 6 y el 7%, que asegura que era menor que los costos de emisión de bonos soberanos del Ecuador en ese momento y les parece injusto comparar las tasas de sus créditos comerciales con los créditos de organismos multilaterales. "Es como comparar peras con manzanas", dijo Pekín y agregó que también han concedido a nuestro país créditos concesionales al 2%.
China destacó también que sus bancos acordaron con Ecuador en 2020, debido a la pandemia, posponer el pago de hasta $800 millones, y que en este Gobierno se acordó una extensión de tres años de los vencimientos de esos créditos, y la reducción de los tipos de interés, lo que significa para nuestro país "un alivio de $1400 millones en el servicio de la deuda hasta 2025" y, además, un ahorro de $40 millones por pago de intereses.
Sobre la transparencia de los préstamos, Pekín dijo que sus créditos cumplen con todas las normas nacionales e internacionales y negó que haya realizado imposiciones al Ecuador. Según la Embajada, los datos y los textos de los contratos con China constan en la web del Ministerio de Finanzas del Ecuador y son de acceso público.
Finalmente, la Embajada destacó el impacto social y económico de las obras de infraestructura construidas con su financiamiento en nuestro país y también las donaciones que realiza China como parte de mecanismos de cooperación.
Punto de vista
Pablo Dávalos: "No hay cooperación internacional sino intereses estratégicos"
Pablo Dávalos es economista y catedrático universitario.
China se ha convertido en uno de los países con mayor inversión en Asia, África y América Latina, y es el mayor socio comercial de países como Brasil o Argentina. Esto evidencia que China pone a la inversión en un contexto de geopolítica. Los chinos han ido desplanzando a las inversiones norteamericanas y europeas y se han convertido en importantes actores en América Latina. Hacen inversiones en sectores primarios, así como también en el sector industrial y de la energía, así como en sectores terciarios. Las inversiones chinas tienen un rol geopolítico.
En 2018 y 2019 el Fondo Monetario Internacional suscribió acuerdos con Argentina y con Ecuador, llamados programas de consolidación fiscal, con la intención de desplazar a China y abrir un espacio para la inversión norteamericana en la región. La inversión china juega actualmente un rol clave en América Latina en general y en Ecuador en particular.
Hay que distinguir que hay dos tipos de inversión. La primera es la establecida de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de Comercio, que es la inversión extranjera directa que se registra en las balanzas de pago de los países. Generalmente son corporaciones transnacionales que llegan a determinadas regiones a realizar inversiones. Eso se evidencia en Argentina o Brasil en donde hay inversión china controlada por la legislación de esos países.
La segunda forma es la cooperación bilateral que todos los países del mundo utilizan para abrir mercados a sus propias empresas. Es algo que hace Brasil en la región con empresas como Andrade Gutiérrez y Odebrecht, así como también lo hacen los norteamericanos. Eso es lo que están haciendo los chinos, prestar dinero para un proyecto de inversión que está atado a empresas que pueden realizar el proyecto. Todos los países usan ese mecanismo y forma parte del entramado de cooperación bilateral.
"Es muy dífícil que eso se controle, porque si se prohíbe que los créditos de países como Estados Unidos, España o Alemania no estén atados a la contratación de sus empresas, esos países simplemente va a cerrar la llave".
Es muy dífícil que eso se controle, porque si se prohíbe que los créditos de países como Estados Unidos, España o Alemania no estén atados a la contratación de sus empresas, esos países simplemente va a cerrar la llave. En el caso de España. si hay recursos de cooperación, ese país querrá que empresas como Repsol o Endesa formen parte de los contratos. Ese país no entregaría recursos para que se contrate a otras empresas, ni lo haría Bandes de Brasil. No hay cooperación internacional sino intereses estratégicos. Una legislación así no podría ser aprobada en ningún país de América Latina.
Hay una diferencia entre los recursos del Fondo Monetario y los de otras fuentes. Está prohibido que los recursos que entrega vayan a inversión pública en su estatuto. Los créditos de inversión pública en cambio los otorga el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo. Pero los créditos chinos sí pueden ir a la inversión pública.
En el Ecuador, se ha prohibido que los recursos del endeudamiento vayan a gasto corriente, por lo que los créditos del Fondo Monetario son empleados en la balanza de pagos, lo que sirve para proteger el tipo de cambio en países con moneda propia, lo que no es el caso de nuestro país.
En el caso de Estados Unidos, sí hay una relación entre préstamos del BID y empresas norteamericanas que construyeron infraestructura en la región.
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