

Las medidas de ajuste de Lenin Moreno fueron el detonante de las protestas más violentas de los últimos años. Foto: Luis Argüello / PlanV
El manejo de la economía durante los cuatro años de Lenin Moreno estuvo marcado por ajustes puntuales y la constante búsqueda de liquidez, que el gobierno morenista enfrentó con más endeudamiento externo. Como en otros ámbitos, varios de los anuncios del gobierno no se concretaron, como por ejemplo, los supuestos esfuerzos para monetizar activos del Estado, lo que quedó en mero plan. Al mismo tiempo, la agenda del ajuste impuso una reducción de la inversión estatal, que, durante la mayor parte de la administración morenista, implicó la caída significativa en el gasto en salud y educación, lo que se revirtió parcialmente solamente por la presión provocada por la expansión de la nueva enfermedad y sus devastadores efectos.
El gobierno de Moreno intentó eliminar, sobre todo, el sistema de subsidios al combustible en el segundo semestre de 2019, lo que provocó el estallido social de octubre, en donde por lo menos 20 personas murieron y otras 14 sufrieron la pérdida de ojos como consecuencia de la represión policial.
El intento del Gobierno, por medio de un decreto ejecutivo de eliminar totalmente el sistema de subsidios fue abandonado luego de que las protestas encabezadas por sectores indígenas y sociales obligaran a la derogatoria del decreto ejecutivo. En su lugar, Moreno recurrió a una suerte de gradualismo, que implica una variación mensual del precio de ciertos combustibles, esquema que hereda a su sucesor.
Estancamiento y contracción económica
A la ya compleja situación económica del Estado -que la narrativa morenista atribuyó a la administración anterior como en casi todo- se sumó el impacto de la pandemia, que provocó un fuerte impacto en las economías de toda la región. Según previsiones de la Cepal, en 2020, la contracción económica en el Ecuador fue del -9%, superada solamente por Argentina (-10.5%), Perú (-12,9%), y Venezuela (-30%).
Varios sectores de la economía sufrieron una fuerte contracción en los últimos años del gobierno de Lenin Moreno. Foto: Luis Argüello / PlanV
Según previsiones de la Cepal, en 2020, la contracción económica en el Ecuador fue del -9%, superada solamente por Argentina (-10.5%), Perú (-12,9%), y Venezuela (-30%).
El gobierno de Moreno concluye en medio de la que parece ser la peor crisis económica de la historia reciente, pues si se analiza la variación del Producto Interno Bruto en los últimos años, en 2020, según cifras del Banco Central, se produce una contracción del -10.1%, que es mayor a la más grave crisis registrada a principios de siglo, como consecuencia de la quiebra de parte del sistema financiero y la adopción de la dolarización. En efecto, en 1999, la caida del PIB fue de -6.8% a pesar de que se trató de una de las crisis con mayor impacto político y social. Durante el Gobierno de Moreno, en especial a partir de 2018, la variación del PIB fue siempre a la baja, hasta tocar fondo en 2020.
Según el Banco Central, la crisis se ha manifestado de manera más importante durante los años 2019 y 2020, es decir, entre el segundo y el tercer año de la actual administración con contracciones importantes de la varios sectores económicos, sobre todo, los afectados directamente por la pandemia y las restricciones sanitarias, como son los servicios.
El Banco Central estimó que, durante 2019 y 2020, el PIB nacional caería en por lo menos el 8,9%, con distintos grados de afectación en los sectores económicos. En 2020, los sectores que más cayeron fueron el transporte (-21), el servicio doméstico (-18.2), el alojamiento y los servicios de comida con -20.2, y la construcción con -16. Los servicios financieros, en cambio, sufrieron una afectacción en 2020 mínima, del -0.9.
Según el Banco, en cambio, en 2021 podría haber una recuperación de todos los sectores económicos, con un crecimiento del PIB del 3.1. Los sectores que más podrán crecer en este año serían la acuicultura y pesca de camarón (8.3) y, curiosamente, el alojamiento y los servicios de comida con 7.5.
Caída sostenida del PIB
Otro indicador que pone en evidencia el estancamiento de la economía ecuatoriana durante el gobierno de Lenin Moreno, complicada de forma severa por la pandemia, es la caída del ingreso por habitante o PIB por cápita. Se estima que entre 2014 y 2019 pasó de USD 6.347 a USD 6.222 anuales, y en 2020 cayó mucho más, a los USD 5.521 dólares. La estimación para 2021 es que llegue a los USD 5.678. Si se hace la misma estimación con base a los precios de 2007, el PIB por cápita de 2020 llega a USD 3.743 dólares cuando la misma estimación en 2009 alcanzaba los USD 3.702. Al asumir el poder Moreno en 2017, este indicador estimaba el ingreso por habitante en USD 4229, es decir, ha ido decayendo de manera paulatina en la actual administración.
Según expertos, estos indicadores evidencian un estancamiento económico en el país por lo menos entre 2014 y 2017, es decir, durante las administraciones de Rafael Correa y Lenin Moreno, lo que hace pensar en una "década perdida" similar a la de los años 80.
Estos indicadores evidencian un estancamiento económico en el país por lo menos entre 2014 y 2017, es decir, durante las administraciones de Rafael Correa y Lenin Moreno, lo que hace pensar en una "década perdida" similar a la de los años 80.
Moreno continuó en el espiral de endeudamiento agresivo en el que se empeñó Rafael Correa.
La crisis fiscal
La pandemia, con su severo impacto en la economía global, es una de las explicaciones, si bien no la causa principal, de la crisis económica en el país durante la administración de Moreno. Las cuarentenas que se extendieron por la mayoría de países del mundo durante 2020 para contener la pandemia de coronavirus produjeron una significativa baja del precio del petróleo. Se estima que entre abril de 2019 y abril de 2020, el precio del petróleo ecuatoriano cayó de USD 65 a USD 14 por barril, aunque a diciembre de 2020, con los desconfinamientos, llegó a USD 44 por barril.
Si en abril de 2019 los ingresos petroleros del Estado fueron de 194 millones, en abril de 2020 apenas alcanzaron los 19 millones. A las fluctuaciones del precio del petróleo hay que sumar la destrucción de dos oleoductos en la cordillera oriental debido a la erosión en el río Coca. Entre 2019 y 2020 la caída de los ingresos petroleros fue del 38%.
El Estado recaudó menos impuestos solo entre 2019 y 2020, pues hubo una contracción anual del 12.6% en ese periodo. El Banco Central del Ecuador estimó que entre 2019 y 2020, en la recta final del gobierno de Moreno, el Estado dejó de recibir por lo menos USD 6.554 millones. Para 2020, el déficit fiscal fue calculado en por lo menos 6000 millones de dólares.
El Banco Central del Ecuador estimó que entre 2019 y 2020, en la recta final del gobierno de Moreno, el Estado dejó de recibir por lo menos USD 6.554 millones. Para 2020, el déficit fiscal fue calculado en por lo menos 6000 millones de dólares.
Deuda y más deuda
Para financiar los gastos del Estado, el gobierno de Moreno recurrió a la misma receta que su antecesor: el endeudamiento público. En diciembre de 2009, antes de la toma del poder por los correístas, la deuda externa pública del Ecuador era de USD 7.392 millones y para marzo de 2017, poco antes del advenimiento de Moreno, la deuda se incrementó a USD 26.486 millones. Moreno solamente aumentó el ritmo de endeudamiento de Correa, llegando en marzo de 2019 a USD 37.080 millones. En ese mes, se adoptó una nueva metodología de cálculo, y para diciembre de 2020 la deuda externa se incrementó de USD 38.914 millones a 45.367 millones. El acuerdo logrado con el Fondo Monetario Internacional en octubre de 2020 le sumó por lo menos cuatro mil millones de dólares más al endeudamiento. Parte de ese dinero se usó para cubrir el gasto corriente del Estado y los atrasos de varios meses con proveedores.
Como la economía dolarizada requiere de ingreso de divisas, para sostenerla se necesita o de ingresos petroleros -inciertos y variables en los últimos dos años- o de endeudamiento externo, que a lo que recurrió el actual gobierno. Solo en 2020, el Ecuador se endeudó en ocho mil millones, lo que representa el 14% del PIB.
Otra forma de financiamiento ha sido la deuda interna. Para diciembre de 2020 llegó a USD 17.796 millones, de los que por lo menos ocho mil millones de dólares son bonos de deuda pública interna comprados por el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) y USD 2,9 mil millones son bonos adquiridos por el Banco Central del Ecuador. Así, la deuda externa creció entre 2014 y 2020 en un 160%.
Así, al asumir el poder Moreno en 2017, la deuda total del país alcanzaba los 46.500 millones de dólares. Para 2020, llegó a USD 63.200 millones.
Al asumir el poder Moreno en 2017, la deuda total del país alcanzaba los 46.500 millones de dólares. Para 2020, llegó a USD 63.200 millones.
El gobierno de Moreno logró dos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional.
La relación del Gobierno de Moreno con el Fondo Monetario también ha sido compleja. En marzo de 2019 se logró un acuerdo con el FMI, pero el Fondo no entregó los recursos debido al incumplimiento de algunos de los compromisos. En septiembre de 2020 se logró un nuevo entendimiento, que estuvo atado a la renegociación de la deuda de agosto de 2020. Esta renegociación involucró acreencias por USD 17 mill millones. La posibilidad de que el nuevo Gobierno de Lasso alcance nuevas mejoras en la renegociación de la deuda que deja Moreno es mínima, como ha admitido el propio presidente electo en declaraciones a la prensa.
La inversión estatal en retroceso
Durante los últimos años del correato, y también con Lenin Moreno, la inversión estatal ha estado a la baja. El plan anual de inversiones del Estado, entre 2014 y 2019, pasó de USD 7.607 a USD 2.033 millones es decir se redujo en USD 5.574 millones. En noviembre de 2020, el plan de inversiones era de USD 2.061 millones. Entre 2019 y 2020, el plan de inversiones públicas tiene un monto similar a 2008 (cuando fue de USD 2.140 millones).
La pandemia obligó al Gobierno, por razones obvias, a aumentar la inversión en salud. Entre 2019 y 2020, la inversión en salud aumentó de USD 103 a USD 224 millones, mientras en educación, en el mismo periodo, hubo una reducción de USD 591 a USD 566 millones.
Sin embargo, antes de la pandemia y desde 2017, el Gobierno de Moreno había empezado una paulatina reducción del gasto en salud, lo que tuvo que revertir aceleradamente por la expansión del coronavirus. Si en 2017 se habían presupuestado en el Plan de Salud por lo menos USD 353 millones, esta cifra se redujo a USD 302 millones en 2018 y a USD 186 millones en 2019. Se estima que la inversión real en salud decayó durante esta administración, al pasar de USD 241 millones en 2017, a USD 175 millones en 2018 y USD 110 millones en 2019.
Se estima que la inversión real en salud decayó durante esta administración, al pasar de USD 241 millones en 2017, a USD 175 millones en 2018 y USD 110 millones en 2019.
Moreno deja para su sucesor algunas reformas de "flexibilización laboral" aprobadas al calor de la pandemia, negociaciones de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, uno firmado con Chile y también algunos anuncios sobre "monetización" de activos estatales que no se lograron concretar. Lo que sí se concentró fue el cierre de algunas empresas estatales que estaban en quiebra -como la aerolínea Tame, afectada por graves déficits y por la crisis del sector aeronaútico- y la emblemática Empresa de Ferrocarilles del Estado, -considerada durante décadas un símbolo del progreso y la unidad nacional- en donde el gobierno anterior hizo una gran inversión en la centenaria línea férrea entre Guayaquil y Quito para poner en funcionamiento un tren turístico que nunca fue rentable.
"El gobierno de Moreno ha dejado estancamiento, endeudamiento acelerado y las dudas del por qué": John Cajas
John Cajas, analista económico
Para el analista económico John Cajas, los cuatro años de Lenin Moreno han sido de estancamiento, como se evidencia al analizar el ingreso promedio por habitante. "Ese es el indicador más revelante del estancamiento económico. Y hay un agravante, una deuda creciente que se fue acelerando con Moreno". Cajas explica que el objetivo del endeudamiento es lograr un rédito económico, pero lo que pasa en el Ecuador es que, a pesar de que nos endeudamos, no logramos crecer. La pandemia ha afectado los indicadores del empleo, y el balance que el experto hace del gobierno de Moreno es "estancamiento, endeudamiento acelerado y las dudas del por qué".
Para Cajas, ha habido una serie de incertidumbres sobre las medidas económicas de este gobierno. "Nunca hubo una política clara sino improvisaciones", lo que sería una de las causas del estancamiento económico actual.
El analista destaca los intentos del Gobierno de liberalizar los precios de los combustibles y eliminar subsidios, que lograron de manera parcial, así como las reformas en temas laborales adoptadas con la Ley Humanitaria del año pasado. Sobre el cierre de las empresas de Ferrocarriles y de Tame, cree que no hubo un impacto significativo, pues empresas como esas no generaban recursos para tampoco costos significativos. "Lo que sí pudo generar ingresos fue la venta de activos del Estado que anunciaron, pero que nunca se concretó", explica Cajas. Ese intento de monetización pudo haber inyectado hasta 2000 millones de liquidez inmediata al gobierno de Moreno. "Hubo una inoperancia terrible durante esta administración".
Cajas reconoce que el actual gobierno logró "un cierto oxígeno" con su renegociación de la deuda, pero su impacto no ha sido tan significativo. Destaca que el gobierno de Guillermo Lasso deberá pagar por lo menos 40 mil millones de dólares en amortización e intereses de la deuda pública. De ese monto, solo de deuda externa deberá pagar 24 mil millones. "No fue una renegociación total sino solo de una parte. Y a partir de 2025 empezarán los pagos fuertes", advierte.
Sobre el anuncio de "fortalecer la dolarización" realizado por Moreno, Cajas admite que evitar que salga dinero por medio de la importación de combustibles era adecuado, así como fortalecer las exportaciones no petroleras y una política de sustitución de importaciones. "Las salidas de dólares más significativas se producen por la importación de combustibles o por insumos médicos, pero esa sustitución no se produce de un momento a otro", explica. Esa falencia es lo que ha obligado a recurrir a la deuda externa para mantener estable el esquema dolarizado.
Cajas sostiene que la situación fiscal del próximo gobierno será "bastante frágil" por lo que durante los primeros meses se dedicarán a analizar la situación económica para poder implementar sus políticas. "En pocos meses las circunstancias le van a llevar a Lasso a algún tipo de ajuste", finaliza.
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