

Fotos: Luis Argüello
Ante la pizarra de su "cuarto de guerra" en la sede de Fundamedios, al norte de Quito, César Ricaurte recuerda los vainenes del intento de cierre por parte del Gobierno de Rafael Correa.
César Ricaurte tiene su propio cuarto de guerra. Es una modesta sala de reuniones, en las oficinas de Fundamedios, en un edificio en el centro norte de Quito. Junto a la pared, un pizarrón blanco, de aquellos en los que se escribe con tiza líquida, está apoyado en el suelo. En la pizarra están escritas las fortalezas y debilidades de Fundamedios, la organización defensora de la libertad de expresión que el Gobierno de Rafael Correa amenazó con disolver, para luego dar marcha atrás. La pizarra recoge las conclusiones de las reuniones que Ricaurte mantuvo con su equipo durante la arremetida del régimen, que terminó, por ahora, con un llamado de atención que al directivo de la Fundación le suena a feudalismo puro.
Sobre los sucesos de este intento del Ejecutivo PLAN V conversó con el periodista y activista por la libertad de expresión.
El presidente Correa acaba de decir que el problema de América Latina es que hay una legión de políticos honestos perseguidos por periodistas corruptos, malos y muy malos, ¿qué opina sobre eso?
Lo que dice el presidente de la República no tiene sostén empírico. La historia nos dice que es todo lo contrario, hay decenas de periodistas perseguidos y muchas veces asesinados por políticos deshonestos, que incluso están unidos con delincuentes o narcotraficantes, como pasa en México con muchos políticos locales. Esto está más que documentado. En México han muerto por lo menos 80 periodistas en los últimos cinco años asesinados justamente por osar enfrentarse con poderes corruptos. No hay un solo caso de un político honesto que haya sido encarcelado o asesinado por la prensa. Quienes están encarcelados o acusados de corrupción en América Latina es porque son corruptos, ha habido presidentes que han violado la ley y los derechos humanos, como Fujimori en Perú o Collor de Melo en Brasil. Esas no son persecuciones: es realidad.
Pero esta afirmación evidencia una forma de ver la historia y hacer la política que este Gobierno ha impuesto en el Ecuador como política de Estado. En el caso de Fundamedios ustedes temían una decisión tomada, pero luego el secretario de Comunicación anuncia una decisión personal, discrecional, íntima, de darles una nueva oportunidad, ¿cómo entender estos hechos?
Todo este proceso es la evidencia de la forma arbitraria, abusiva, prepotente, en la actúan los funcionarios del actual Gobierno. El proceso jurídicamente no se sostiene en ninguna parte: ni al inicio al acusarnos de hacer política, ni en su sustento cuyas pruebas supuestas eran actividad en redes sociales, ni al momento en que pedimos que se practiquen pruebas y presentamos documentación de respaldo y el pronunciamiento de cinco relatores internacionales. Nada de eso fue valorado: si instaurar el proceso ya fue abusivo, su resolución es una oda a la arbitrariedad. Básicamente dicen que son tan buenas gentes y tan magnánimos que salen con que hemos violado normas pero que igual nos van a perdonar, por un pedido verbal del Defensor del Pueblo. En el proceso nada se valoró: esto evidencia que era un proceso arbitrario abusivo, prepotente.
¿Y dónde queda entonces el Estado de Derecho del que se precia el correísmo si estamos a merced de decisiones personales de funcionarios?
Absolutamente. Si uno analiza desapasionadamente este proceso demuestra eso con claridad. El broche de oro son las afirmaciones del secretario de Comunicación en su blog: les tengo profunda antipatía a Fundamedios, pienso que son de lo peor, pero voy a dar la talla, a ser tan magnámino que les voy a dar otra oportunidad. Alvarado se comporta como un mini emperador, que decide sobre la vida o la muerte de las organizaciones, nos concede graciosamente el derecho humano fundamental de la libertad de asociación y defender lo que creemos, a pesar de que el Gobierno crea que estamos equivocados. Los derechos humanos no son una concesión sino algo que el Estado debe garantizar.
¿Pero no es otro ejemplo de la visión anti ilustrada que el Gobierno tiene de la política, de la sociedad, del Estado? ¿En el Ecuador ya no hay ciudadanos de una República democrática sino súbditos susceptibles de recibir una merced del poder, como en tiempos medievales?
Totalmente. Por eso le dije al diario El País que el problema de fondo es que no se soporta una sociedad autónoma, quieren una sociedad sometida, tanto la sociedad civil cuanto la prensa, las quieren sometidas y disciplinadas. Probablemente son más sofisticados que hace algunas décadas, en el sentido de que no cierran medios, no asesinan periodistas como en las dictaduras de antes, pero quieren someter y disciplinar, que se agache la cabeza, se les diga que se reconoce su poder omnímodo porque están en el Gobierno y manejan el Estado. Pocos días después de estas declaraciones de Fernando Alvarado, sigue diciendo cosas sobre las que se cree totalmente impune, cree que puede decir lo que quiera, y exponer su pensamiento autoritario y hasta feudal sobre la sociedad, luego no tiene empacho en decir que se censuró a los medios en el 30S, pero que fue por su propio bien, para disciplinarlos, para que entren al redil. Son diversas expresiones del mismo pensamiento, es preocupante que no solo el presidente de la República, sino funcionarios de segunda línea se creen señores feudales, a los que algún rey les ha dado una porción de poder y ellos pueden hacer lo que les da la gana sin respeto a ninguna ley, con su sola voluntad.
"Es preocupante que no solo el presidente de la República, sino funcionarios de segunda línea se creen señores feudales, a los que algún rey les ha dado una porción de poder y ellos pueden hacer lo que les da la gana sin respeto a ninguna ley, con su sola voluntad".
El correísmo ha dado una "jurisprudencia" sobre indultos: el caso El Universo, el caso El Gran Hermano... ¿pensaron ustedes que iban a estar en la lista de los indultados por el correísmo?
No, el primer escenario que manejamos en esta crisis era el del cierre. Nos preparábamos para eso. Cuando nos declaramos en resistencia pensábamos en eso. Decíamos que no íbamos a entregar Fundamedios a la Secom, que vengan por nosotros. No pensamos que ocurriera ese indulto, porque desde 2011 que el correísmo ha destapado una persecución en contra de Fundamedios y la Aedep. Esa campaña es permanente, aunque ha tenido picos. Fundamedios y yo hemos sido los favoritos de las cadenas y sabatinas. Había saña personal, se evidencia en las declaraciones del secretario de Comunicación. Cuando traspasaron Fundamedios del Ministerio de Inclusión Social a la Secretaría de Comunicación, señalamos que se estaba colocando a Fundamedios en las manos de su principal agresor y detractor. La Secom no solo es juez y parte, sino que nos lanza basura, nos acusa de cosas terribles, como insinuar que me estoy enriqueciendo, que este es un negocio personal. Pero son tan torpes que tras decir que Fundamedios maneja millones de dólares al año de la CIA o la Usaid, ellos mismos revelan que en el mejor año hemos recibido 350 o 360 mil dólares, con lo cual debemos ser lo más brillantes administradores de la historia, pues con esa cantidad supuestamente hemos desestabilizado al Gobierno, montado una campaña internacional y encima me enriquezco.
Usted dice que se preparaban para el cierre. ¿En qué consistió esa preparación? ¿Qué iba a pasar con sus empleados por ejemplo?
Teníamos planes de contigencia y protocolos sobre qué hacer antes, durante y después del cierre, (Ricaurte se levanta de su escritorio y muestra la pizarra) conformamos un comité de crisis, y analizamos nuestras fortalezas y debilidades. Donde vimos nuestra fortaleza fue en la incidencia internacional, en el apoyo en las redes sociales, en donde fuimos tendencia en Twitter, nuestra credibilidad, nuestro blindaje jurídico... No pensamos despedir a nuestros empleados, pero sí protegerlos a ellos y a sus familias. Nuestras debilidades son los mecanismos de propaganda, los medios y recursos del Estado en nuestra contra, las cadenas, los trolls y el hecho de que eran juez y parte. No teníamos a quién acudir legamente, pero al final del día predominó la incidencia internacional. Creo que eso pesó, aunque ya tenían una resolución tomada. Algo les hizo retroceder, creo que fue el apoyo y la presión internacional, así como la movilización interna en redes. No hubo una sola voz respetable que se haya pronunciado a favor del cierre, eso no se lo esperaban. Pensaban que con las mitologías que han creado contra nosotros la gente nos diera la espalda. Ellos evaluarían el tema, pero al final dieron marcha atrás. El momento también es distinto: no estamos en la época en que cerraron Fundación Pachamama,quisieron decir que había un proceso, pero el momento es distinto por la crisis política y económica. Están negociando con Europa, por ejemplo, y frente a eso pensaron que el costo era muy alto. Tenemos la duda de que esta fue una acción del Gobierno o solamente del señor feudal, del virrey que ejerce la secretaría de Comunicación. El presidente no hizo una sola referencia al caso Fundamedios, y cuando le preguntaron se daba las vueltas, eso nos llamó la atención. Nos sabemos, al final, si aprendieron a cuidar la imagen del Presidente, como su "tesoro mayor" o era solo una acción unilateral de Alvarado.
"No sabemos, al final, si aprendieron a cuidar la imagen del Presidente, como su "tesoro mayor" o era solo una acción unilateral de Alvarado".
¿Cuál es el futuro de Fundamedios? El perdón es con piola, una "última advertencia" en su lenguaje "pedagógico", frente a esto ¿qué debe hacer Fundamedios? ¿Van a cambiar en algún aspecto?
Nos sentimos fortalecidos. Los relatores han dicho que somos una reconocida organización. Tenemos una gran credibilidad, tenemos redes de solidaridad. Sin embargo, es evidente que hay una advertencia y que gobiernos de este tipo pueden hacer lo que sea al precio que sea. No vamos a dejar de hacer las Alertas, que supuestamente son para hacer daño al Ecuador. Nuestras alertas no tienen esa intención, por eso no aceptamos esa advertencia. La Secom no tiene potestad legal para esas advertencias. Si tenemos que revisar los protocolos lo haremos, pudimos habermos equivocado en algunos casos, revisaremos de alerta en alerta. Pero creo que en general tenemos el sustento de las 1320 alertas que hemos emitido. Esta es una gran oportunidad para que la Secom haga caso al Defensor del Pueblo y se inicie un diálogo nacional sobre temas como la libertad de expresión, sobre como el Estado debe garantizar y proteger el trabajo periodístico. Como sociedad civil podemos ayudar, aportar, no es nuestra obligación, sino del Estado, la protección del trabajo periodístico.
¿Cómo implementar este diálogo?
Es un diálogo abierto. Si a la Secom la preocupan las alertas de Fundamedios creo que podemos conversar, pero eso no es lo importante. Se debe garantizar las libertades, se deben derogar los decretos que violan derechos fundamentales. Ya a nivel práctico, vamos a seguir con nuestro trabajo, tomaremos previsiones, dormiremos con un ojo abierto, estaremos constantemente alertas, pero seguiremos haciendo lo que tenemos que hacer. El respaldo no es a Fundamedios, sino a que se siga respetando la libertad de expresión. Se tiene que seguir denunciando las agresiones contra la prensa, se debe fomentar el periodismo en línea, el periodismo independiente.
El Gobierno de Estados Unidos se manifestó de manera enérgica en este caso. ¿Conversó usted con Washington, con las relatorías internacionales o estas fueron manifestaciones espontáneas?
Mandamos a nuestras bases de datos la información, pero no hemos tenido ningún contacto directo con el Gobierno de Estados Unidos, pensamos que fue muy firme, lo agradecemos, pero lo consideramos uno más de los 50 que hubo. Muchos otros gobiernos y organismos se manifestaron de manera privada ante la Cancillería del Ecuador. No hemos conversado con todos los gobiernos y personas, pero se activaron redes de solidaridad. Por ejemplo, si organizaciones como Amnistía Internacional, que tiene su sede en Londres, se pronuncia, es evidente que habrá preocupación en los gobiernos. El secretario de Comunicación, en su desconocimiento del mundo, no se dio cuenta del impacto internacional de esta medida: cerrar una organización de derechos humanos prendió las alertas.
"El secretario de Comunicación, en su desconocimiento del mundo, no se dio cuenta del impacto internacional de esta medida: cerrar una organización de derechos humanos prendió las alertas".
¿Es una política más de escarmentar que de castigar la de este Gobierno?
Es verdad que sus acciones están enfocadas al control y el sometimiento en todos los espacios sociales, aún los más íntimos, como la sexualidad, la vida privada, las drogas. Pero aún así no hay que subestimarlos: no solo se quedan en la amenaza, si se les deja irán más allá. Son contados los casos en los que se han frenado, más que nada por reacción que eso ha generado a nivel internacional, como pasó en el caso de El Universo, de Juan Carlos Calderón y Christián Zurita, entre otros. Pero hay otros escenarios actualmente, y ellos han estado acostumbrados a tener los bolsillos llenos y el respaldo en las calles.
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