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10 de Septiembre del 2023
Historias
Lectura: 27 minutos
10 de Septiembre del 2023
Juan Carlos Calderón

Director de Plan V, periodista de investigación, coautor del libro El Gran Hermano. 

Freddy Rivera: la sociedad está sitiada por una corporación criminal, pública y privada
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Fotos: Luis Argüello / PlanV

 

El Ecuador enfrenta a una corporación criminal, que actúa como red y coordinadamente en lo público y lo privado; en lo público con una infiltración criminal en todas las instituciones (como la justicia, las entidades de control o la fuerza pública) cuyos alcances institucionales no es posible mirar, y en lo privado por una economía criminal paralela que tiene también infiltrada a la empresa privada.


Freddy Rivera, PhD, académico e investigador de la Flacso y consultor en temas de seguridad e inteligencia, sostiene que el Ecuador enfrenta a una corporación criminal, que actúa como red y coordinadamente en lo público y lo privado; en lo público con una infiltración criminal en todas las instituciones (como la justicia, las entidades de control o la fuerza pública) cuyos alcances institucionales no se atreve a mirar, y en lo privado por una economía criminal paralela que tiene también infiltrada a la empresa privada. El Ecuador tiene un Estado emboscado por una insurgencia criminal, un terrorismo nunca antes visto, que es ordenado por la corporación criminal, cuya sociedad está sitiada por la extorsión, el secuestro, el terror y el miedo. En esta entrevista desarrolla estos conceptos y plantea las salidas. 

¿Por qué hablar de México cuando se habla de Ecuador en temas de narcotráfico?

Luego del acuerdo de Mérida, que se da en la presidencia de Felipe Calderón, en México, y de Bush hijo en Estados Unidos, este país entró de lleno a la guerra contra el narcotráfico, porque ya tuvieronla experiencia brutal de los Zetas. Estos estaban conformados por grupos de élite de la fuerza pública, corruptos, que al desbaratarse los carteles entran a tomar territorios y a combatir contra el cartel del Golfo, y de hecho los derrotan incluso con ayuda de un grupo similar de Guatemala, llamado los Caviles. Los que comienzan a exportar los servicios mexicanos son los Zetas. Con el desplazamiento que tuvieron los carteles colombianos, los mexicanos se negaron a ser solamente “transportistas”: nosotros vamos a hacer control del mercado de Estados Unidos dijeron, y por conocimiento, experiencia y flujos migratorios los mexicanos desplazaron a los colombianos en todo lo que era almacenamiento, distribución y logística.

Hay cuatro conceptos que hay que entender, que son nuevos para acá pero no en otros territorios. ¿Por qué México? Porque tenemos lo que se llama interdependencia compleja. El ejemplo colombiano es perfecto. En Ecuador vamos a sentir el impacto, en distintas intensidades, modalidades, valores de lo que haga o deje de hacer Colombia en materia de seguridad. Un ejemplo es la crisis migratoria a inicios del milenio. Entra Álvaro Uribe con una nueva estrategia de seguridad, con saneamiento a las fuerzas armadas y a la policía y eso significó para nosotros el arribo de cientos de miles de personas pidiendo refugio. Esta interdependencia se refleja incluso con países como Venezuela, con el cual no tenemos mucha relación, con el coletazo migratorio y sus tres oleadas. Con Perú igual, porque en la zona de Cariamanga, Loja, hay un flujo enorme, donde el contrabando es una cosa antigua, pero si se le mete una lógica de crimen organizado se tiene toda la infestación de las dependencias militares, las entidades de control y los GAD de frontera. En las cadenas de valor de la minería ilegal, por ejemplo, hay una red muy grande de participaciones y omisiones directas e indirectas. Ahí están metidos desde el gobernador, la gente que te da los permisos ambientales, las comunidades, los GAD, y la gente que participa en una cadena de organización criminal. Ni hablar de los juzgados y peor de las instancias de control de minería.

El Ecuador tiene un Estado emboscado por una insurgencia criminal, un terrorismo nunca antes visto, que es ordenado por la corporación criminal, cuya sociedad está sitiada por la extorsión, el secuestro, el terror y el miedo. 

Si se suma la interdependencia compleja a temas de crimen organizado, lo que tenemos es una corporación criminal. En relaciones internacionales se utiliza un concepto de los años 80, que se llama régimen internacional, en derechos humanos, en seguridad… Lo que se tiene es una agregación de economías criminales. Entonces hay una cuestión de economía política internacional, lo cual tiene mucho que ver. En el año 2017-18 que empezó a ejecutarse el TLC con Europa, se han ido desgravando cada año un montón de productos, y se va incrementando paulatinamente lo que exportamos a Europa. ¿El monitoreo de eso va a la par del discurso sobre los TLC? La respuesta es no. Y no se hace por muchas razones: no hay plata, no funcionan las alertas tempranas de inteligencia, por ejemplo, saber la proyección de nuestras exportaciones bananeras, camaroneras, pesqueras que salen por los puertos de Posorja, Guayaquil y otros y sus destinos. Algo tendrán que decir las cuentas nacionales, Cancillería… Hay una serie de acuerdos en el área andina y otros bilaterales que deben incluir esas proyecciones. Queramos o no, dependemos de Colombia. Hay un montón de instrumentos bilaterales y de seguridad ni hablar. La doctrina militar de Colombia no es de grandes bases sobre el territorio, son brigadas aerotransportadas que son lanzadas, muy apertrechadas, están dos o tres semanas y salen.

Frente a eso, ¿Ecuador cómo actúa?

Ecuador sí estudia a Colombia, sabe lo que pasa pero no actúa. Y eso porque estamos más infiltrados de lo que se supone. Esto significa que hay autoridades e instituciones infiltradas. Desde el 2018 Ecuador no hace monitoreo de cultivos. Nadie responde por las razones. Los informes de la ONU del monitoreo de cultivos de frontera se hacen en Perú y en Colombia, pero Ecuador no participa desde hace cinco años. Lo del presupuesto es un cuento porque la factura es tripartita, Ecuador debe poner la logística. Es un compromiso firmado por el Ecuador con las Naciones Unidas. Se hacía monitoreo de cultivos y al mismo tiempo veías si había laboratorios, los pasos ilegales… todo eso se dejó de hacer. Dejamos de emitir informes. Y cuando el Ecuador va a Viena a las conferencias mundiales del tema, silencio total.

¿Por qué es importante eso?

Por las certificaciones. Con un colega boliviano hice un trabajo en el 2011: Ecuador, país productor o de tránsito. Ahí ya advertimos del ascenso estratégico del Ecuador en el crimen organizado. Estratégico porque se suma una serie de indicadores: no hay monitoreo de cultivos, hay indefensión aérea (se volaron el radar antidrogas y hasta ahora nada), los radares existentes son ineficaces.

Se ha vuelto un lugar común decir que el ingreso del narcotráfico empezó gracias a que salió el FOL de Estados Unidos de la Base Aérea de Manta.

Eso es falso. Se reemplazó con AUV con autonomía y drones israelitas que funcionaron dos años, y al tercer año el gobierno (de Correa) dijo ¡viva Teherán, viva Irán! Entonces los israelitas nos dejaron y no hubo actualización de software. Y ahí se quedó y pasó al ostracismo. Había una cierta capacidad con los buques de la Armada. El Ecuador firmó la Convemar en el 2012 y comenzamos a tener despliegue efectivo en las 12 millas náuticas, pero ¿con cuáles equipos haces monitoreo? Repotenciar los buques demora un tiempo, los helicópteros de la Armada tienen más de 40 años de vuelo. ¿Con los Dhruv de la FAE? Hace pocos años, con el ministro de Defensa Jarrín se contrató unos cuatro Koala y luego el contrato para seis Airbus, pero para la FAE.

Pero también se llegó a un acuerdo de operación con los aviones P-3 Orión de vigilancia.

Eso es eventual, salían desde Guayaquil, triangulaban con Galápagos y Manta, pero esa información va al Comando Sur y prefieren pasarla a los colombianos, con toda razón y a cuentagotas a nosotros, porque los gringos se dieron cuenta hace años que estamos infiltrados en la Policía y las Fuerzas Armadas y demás instituciones. Un ejemplo de ello es lo que está pasando ahora con gente de la Marina. Esos que les agarran con miles de kilos en Galápagos, son miembros de la Marina. Y los que generan protección al narco y las custodias de los embarques de oro para la minería ilegal, porque también hay una delincuencia empresarial que está metida en ese asunto.

¿Y eso qué significa para el país?

Si se hace una lectura desde las cadenas de valor del narcotráfico, la cosa cambia. Si se analiza en el sector Justicia el número de sentencias, del 2016 al 2020, que hay en contra del lavado de activos, no pasan de siete, y contra personas, nunca contra las estructuras de reproducción económica, acusan al tipo pero el otro sigue vivito y coleando. Fernando Villavicencio decía con razón que, al no haber una ley de extinción de dominio, viva la fiesta. ¿Y quién es el responsable de eso? ¿Inteligencia?, no. ¿El Ejecutivo?, no: es estrictamente judicial. En este análisis estoy absolutamente en contra de que este es un tema de corrupción. No estamos hablando del agente policial que hace el “operativo” en Tambillo porque necesita plata para el fin de semana. Me estoy refiriendo a personas que están metidas dentro y que reciben en crudo y en cocinado. Eso no es corrupción, esas acciones son parte de una estructura criminal, parte de la cadena productiva que alimenta sistémicamente el negocio criminal. Entonces, el juez que se hace el sordo, ciego o mudo, no es por omisión, el tipo que te libera a 18 personas detenidas en flagrancia por narcotráfico, no es pues un “corrupto”. Aquí el eufemismo de las sanciones administrativas en la Judicatura lo que hacen es encubrir un segmento importante de la cadena de valor criminal, donde ellos son parte.

Es decir, ese juez es “nuestro”

Exactamente, este juez es nuestro, el de más acá es nuestro, este otro es nuestro; son parte de la estructura.

Pero lo mismo hablamos de policías, militares, alcaldes, concejales…

Pero claro. Es una estructura organizacional, tiene una lógica estructurada, organizada, es una corporación. Así como hay un régimen internacional económico, o de derechos humanos, hay un régimen internacional criminal. Si se miran las actividades legales, como la minería, ¿cuál es el espejo?: la minería ilegal. La silvicultura, ¿qué tiene como espejo?: la tala clandestina; la esfera financiera tiene el lavado… es como si le dieras la vuelta la bisagra y tienes el espejo. ¿Y qué es lo que hace de bisagra? Este eje y esas conexiones donde se presentan las facilidades de lo legal-ilegal; el compliance que asoma con los empresarios. En el país no hay una ley para el control del traslado y manipulación de metales preciosos, por ejemplo, no hay.

¿Se requiere una ley para ello?

Claro. Yo me voy a la joyería de donde vivo, donde han proliferado, y vendo una joya que, digo, es de mi abuelita, y me la compran. No hay trazabilidad. Y eso teníamos, en la época de Nambija, el Banco Central, más o menos, monitoreaba y compraba el metal precioso. La gente que estudia el fenómeno habla de enclaves, es el enclave criminal fronterizo Perú-Ecuador. Hay circulación de metales y quien brinda protección a eso son Los lobos. Hay una especialización del trabajo, y muchos de Los lobos eran de la Policía.

Estamos en la mitad entre Colombia y México. Si los Zetas hacían eso desde Tamaulipas hasta Yucatán, los Lobos están haciendo eso, desde Esmeraldas hasta Zamora Chinchipe. Porque cuando en el 2011, con Javier Ponce como ministro de Defensa, se entró al norte de Esmeraldas y se dinamitaron las retroexcavadoras, la misma gente fue a parar a Zamora Chinchipe. Entonces, aquí hay una traslación, un conocimiento de esa misma gente; la diferencia ahora es que el Estado es más débil, las autoridades están más infiltradas, el monitoreo no existe… Toda la zona de Twintza está tomada, hay que leer simplemente los reportes de inteligencia del Perú, es un queso gruyere. Son enclaves mineros criminales, porque a diferencia del norte de Esmeraldas, hay estructura mucho más desarrollada, con más experiencia, han penetrado más al Estado y a la sociedad.

¿Entonces, estamos entre Colombia y México y a través de qué?

Sí, estamos, a través de este análisis más lo siguiente: el Ecuador es un Estado emboscado, cuando estos despliegues, racionalidades, organizaciones interdependientes tienen al Estado contra la pared, no le deja moverse, no le permite reaccionar. Indicadores hay varios: te infiltro, porque me diste la ventana de oportunidad, yo, una multicabeza criminal, no una, no es Pablo Escobar o el Señor de los cielos, aquí tienes una corporación; entre ellos compiten y se matan, pero también hay mucha colaboración. Ejemplo: Quevedo siempre fue complicado en temas de seguridad, pero había criminales de baja monta. Entran los de Sinaloa a través de los Choneros, y se bajan a esa delincuencia para obtener el control total del territorio, de las autoridades, de las rutas…

el Ecuador es un Estado emboscado, cuando estos despliegues, racionalidades, organizaciones interdependientes tienen al Estado contra la pared, no le deja moverse, no le permite reaccionar. Esta corporación criminal que embosca al estado es la que produce la insurgencia criminal.

Por eso hablo de Estado emboscado, el hecho que tengan a la justicia “de rodillas” y que tengan captados sectores de la Policía, y en el caso de Fuerzas Armadas parte de la Marina, —y el correlato de esto es: ¿y la contrainteligencia naval, dónde está? Y la respuesta de algunos de mis alumnos fue: tenemos que arreglarnos internamente porque nuestro distributivo…—. Hasta ahora silencio, recién están tirando una pantalla porque les obliga la nueva Ley de Personal, porque la gente que va a ascender a cargos de responsabilidad debe pasar por un polígrafo y le hacen un análisis de patrimonio. No lo que declaran ante la Contraloría, que es un meme, sino una más detallado en tres niveles: familia nuclear, ampliada e influencia. Algo que les habíamos dicho desde hace años, pero ya es porque la infiltración les está saltando en la cara.

Al mismo tiempo hay un relajo político, hecho a propósito. Utilizo el término emboscado, que es un término antiguo de uso militar. Es la lógica de despliegue de estas corporaciones criminales. Esmeraldas y Durán son las muestras palpables. ¿En Cuenca no pasa eso? Pues en Chordeleg es difícil que pase algo similar a Durán, pero estoy seguro que desde la cárcel de Turi se hacen muchas cosas, básicamente para el sur de país. Es preciso mapear bien y ver cómo funcionan y se relacionan estas cadenas de trabajo, de valor y de despliegue.

¿Alguien puede imaginar una corporación criminal en lugar de mafia?

No estoy hablando de mafia. Porque es una cosa que le han metido mucho acá. Se habla de ex FARC igual a mafia y no creo que sea así, son estructuras distintas. La mafia es familiar, y eso explica una parte, por ejemplo, para el bodegaje. En el Covid se siguió produciendo droga, y el sur de Colombia, que produce el treinta por ciento de la cocaína del mundo, produjo más. Y eso entra por donde se les da las facilidades, por la estructura porosa, infiltrada, que tenemos en Ecuador.

¿Y todo eso cómo se refleja en la política pública?

Hay la definición de lo que se llama más por menos: más seguridad menos democracia, más seguridad menos derechos: escoge. Es mentira eso de a mayor seguridad mayor desarrollo, porque lo que tenemos es una sociedad sitiada. ¿Tú crees que la gente que tiene su pequeño emprendimiento no está bajo un estado de sitio criminal? En el 2014 hicimos un trabajo, sobre los índices de homicidio por cuenca hidrográfica, por caminos y cantones en rutas estratégicas. Entonces, el índice promedio de toda Esmeraldas sirve solo como dato, pero si pongo el foco en San Lorenzo, Río Verde, Quinindé, Santo Domingo voy sumando esos cantones. O tomo por el río Chone hasta Bahía de Caráquez y bajo por los cantones de la costa, y voy sumando. Hay componente metodológico adicional que es de despliegues hidrográficos o territorial-acuáticos, todo eso lo dijimos desde el 2018. ¿Y quién controla todo eso?

¿Cuál es la diferencia entre gobernanza criminal e insurgencia criminal?

En toda la situación del Estado emboscado tienes un actor formidable que se llama insurgencia criminal. No uso el concepto gobernanza criminal, que es lindo para organismos internacionales, para los multilaterales, pero es debatible. Gobernanza criminal se aplica a Colombia, es lo que había en el Caguan en el 2003, es lo que hay en ciertos departamentos como Amazonas, la frontera con Venezuela. Nosotros tenemos una insurgencia criminal. Tenemos un Estado emboscado, una enorme infiltración en distintos niveles públicos y privados y al mismo tiempo una serie de acciones de amedrentamiento donde la figura es la extorsión y el secuestro. Esos son los anillos de la periferia criminal: centro o núcleo, periferia e influencia. ¿Por qué uso insurgencia criminal? Te mando bombazos, te amedrento, uso el terror. Ejemplo: en Esmeraldas se comienzan a tomar medidas, con la acción del general Levoyer, el hombre salió, se estrechó más el cerco y los criminales controlaron el acceso a las ciudades. Eso recuerda a los paros armados colombianos. El Estado comienza a controlar de verdad las prisiones y a las pocas horas te queman cinco buses en la carretera. Eso es insurgencia, un concepto de los años sesenta, que no está ligado a una noción de guerrilla ideológica, sino que esta insurgencia está planificada por la corporación criminal, que despliega y se repliega.

¿Qué tiene que ver con esto la acción del Estado desde el 2018 para acá?

En que reduces y eliminas ministerios, haces pelota la inteligencia, ya hecha pedazos por Correa, politizada hasta el tuétano, Moreno la destrozó y Lasso la enterró. Haciendo cosas además que luego les van a pedir cuentas, como el uso de fondos reservados para la compra de equipo blindado; puede haber justificaciones, pero no está dentro de sus atribuciones. ¿Fue necesario? Sí, pero a lo mejor ese no es canal.

La mayor ventaja para emboscar a un Estado, mediante insurgencia criminal y sitiar a la sociedad ecuatoriana es con la prueba-error-prueba-error. Por ejemplo: dictas una medida y suprimes el ministerio de Justicia. Creas una cosa impresentable llamada Secretaría Nacional de Seguridad Pública; empieza a verse el despelote institucional, de misión, órdenes y presupuestos. Ese relajo es una ventana de oportunidad enorme, económica y estratégica, para el crimen organizado, porque este actúa a una velocidad realmente impresionante. La corporación criminal tiene la facilidad de tener gente súper entrenada. Contratan analistas estratégicos, como cualquier académico al que pagan diez mil dólares para hacer, por ejemplo, un estudio académico de fortalezas y debilidades de las unidades de flagrancia de la Fiscalía General del Ecuador. Además, tienen a disposición toda la tecnología posible en vigilancia y comunicaciones, manejo de datos. La gente dice que eso no se controla por corrupción, pero cuando lanzas un cerco militar y haces la parafernalia con el blindado y tienes a la policía dentro de las cárceles y los militares en el anillo de afuera ¿cómo siguen entrando fusiles con mira telescópica digital? No hay que ser científico de la NASA para responder eso.

La mayor ventaja para emboscar a un Estado, mediante insurgencia criminal y sitiar a la sociedad ecuatoriana es con la prueba-error-prueba-error. Por ejemplo: dictas una medida y suprimes el ministerio de Justicia. Creas una cosa impresentable llamada Secretaría Nacional de Seguridad Pública; empieza a verse el despelote institucional, de misión, órdenes y presupuestos.

Tienes entonces: economía sitiada, Estado emboscado, insurgencia criminal. Ahí te explicas un montón de cosas: las cadenas de valor en términos de economía criminal y esta estructura espejo en distintos sectores. Para qué me voy a hacer problema si puedo billetear a un bufete de abogados pilas, que tienen contactos y saben billetear a su vez para comprar jueces y fiscales. Entonces, la velocidad del emboscamiento es mucho mayor. Visto desde lo regional, estamos en la olla. Porque no tenemos ni un solo organismo de integración regional, ninguno. ¿La CAN, la Alianza del Pacífico, la Unasur? Nada. Lo que está funcionando es la seguridad interméstica, que son pequeños y medianos acuerdo informales de país a país a escala bilateral, como reuniones de gabinete fronterizas. Hay cartillas de seguridad, tenemos muchas con Colombia, pero como los colombianos tienen gran desconfianza con el Ecuador, la información que pasan debe ser muy segura y cuentagotas. En todo esto, el tema marítimo es extremadamente importante. La pista marítima de la mitad entre Galápagos y zonas económicas de exclusión es un paraíso para el narco.

¿Y los puertos?

De los chicos y los grandes. De Posorja no salen diez toneladas de golpe, van a salir una o dos, pero de Pedernales te pueden salir muchas toneladas. El 24 de mayo iban a donar el gran escáner, y nada. ¿La cooperación internacional? Bien gracias. Quienes están preocupados por lo que pueda pasar son los británicos. Al zafarse del fórceps de la Unión Europea están mandando más misiones. La gran ventaja es que hay poco intercambio comercial con Gran Bretaña. Quien debe estar alertado es la Europol, los españoles, pero ¿los Países Bajos? No pasa nada, y como no tenemos inteligencia estratégica por lo menos la Cancillería podría actuar desde sus misiones comerciales. ¿Qué hace la OEA a través de la Secretaría de Seguridad Multidimensional? Bien gracias, y por supuesto las otras cooperaciones, porque la tendencia es para allá, la nueva, la aceitada, la más cara es Europa.

Sí se puede hacer una reformulación en el Ecuador pero necesitamos tres cosas: mejor dicho, no necesitamos la Brigada Blindada Galápagos en Riobamba, tampoco dos grupos enormes de Artillería en Santa Elena. Mucho sí de fronteras, es hora de pensar en una policía militar, tipo Brasil, depurada con gente perfilada y asesoramiento externo; la Policía debiera dividirse en tres partes: una totalmente policial de investigaciones, otra la policía militar y una tercera de operaciones especiales para la frontera. Y realmente debe haber inteligencia estratégica de verdad, uno de cuyos ramales debe ser la inteligencia anticriminal y no lo que tenemos ahora. Y de estas propuestas ni la involución ciudadana ni viva Bonita Banana lo tienen claro.

¿Se atrevería a hacer una hipótesis sobre los asesinatos de Agustín Intriago y Fernando Villavicencio?

Creo que Villavicencio topó los intereses actuales. Es de lo más descarado la actuación policial cuando se la ve desde afuera en el tema de seguridad de Fernando Villavicencio. Al hombre lo sacrificaron y eso, directamente corresponde a Interior y a la Policía. Y eso, como como gran cosa, el gobierno dice a los candidatos que ahora les van a proteger las Fuerzas Armadas, a través del GEO. ¿Por qué?

¿A qué se refiere cuando dice que Villavicencio topó los intereses actuales?

A los actores gubernamentales, a los de la corporación criminal, a los del compliance empresarial. Hay que ver esas conexiones.

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Freddy Rivera: la sociedad está sitiada por una corporación criminal, pública y privada
 


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