Fotos: Luis Argüello
Larrea niega ser el padre político de Rafael Correa, aunque admite que trabajó en la candidatura de un hombre que se presentaba como nuevo, simpático y de izquierda. Cree que lo cambió el poder.
Gustavo Larrea Cabrera
Nació en Quito en 1956 Fue fundador de Alianza PAIS y ex ministro de Seguridad Interna y Externa durante la presidencia de Rafael Correa. También fue parte del APRE y fue diputado por Pichincha. Ex presidente de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos. Vivió exiliado en Venezuela algunos años. Actualmente dirige el movimiento Democracia Sí.
Democracia Sí es una de las varias organizaciones que se han declarado opositoras al actual Gobierno, y que ha anunciado que el suyo es un trabajo político con miras al 2017. ¿Cuál es su principal objetivo?
Nuestro principal objetivo es defender la democracia, la República, las libertades, los derechos humanos, en un país en donde se deteriora día a día la República, la independencia de las Funciones del Estado y la propia democracia. Desde luego que el ejercicio del poder político permitirá ampliar las libertades, respetar plenamente los derechos, reconstituir la República y la democracia. En ese sentido, cualquier organización política busca el ejercicio del poder. Nosotros buscamos construir un gran frente de fuerzas de centroizquierda para disputar el Gobierno y la Asamblea y en ese sentido hemos iniciado el proceso de legalización de Democracia Sí, hemos avanzado en esa línea, hemos iniciado en esta semana la campaña de recolección de adhesiones y esperamos inscribirnos como organización política en los próximos seis meses. Creemos que se trata de construir una amplia alianza económica y social para enfrentar las elecciones del 2017.
Usted ha dicho que hay que reconstruir la República, ¿en qué sentido está destruida?
No hay independencia de las funciones del Estado. El Ejecutivo controla plenamente la Asamblea, los asambleístas prácticamente tienen que levantar la mano de los proyectos que el Ejecutivo envía, no hay capacidad legislativa en la Asamblea, está subordinada a la voluntad del Presidente de la República, la Función Judicial dejó de ser independiente, funcionarios al Régimen la dirigen, la "metida de mano en la justicia" acabó con la independencia de la Función Judicial o la limitó al extremo, sobre los otros poderes del Estado basta ver lo que pasó con el Consejo Nacional Electoral, con el Consejo de Participación Ciudadana... se elige a gente del Régimen. Si antes se criticaba a los integrantes de la Función Electoral porque eran cinco de los partidos más votados, ahora resulta que hay siete del mismo grupo político del Gobierno. La República y la independencia de las funciones del Estado en el Ecuador están heridas de muerte.
"Si antes se criticaba a los integrantes de la Función Electoral porque eran cinco de los partidos más votados, ahora resulta que hay siete del mismo grupo político del Gobierno. La República y la independencia de las funciones del Estado en el Ecuador están heridas de muerte".
Pero, ¿la República no se destruyó con la Constitución de Montecristi? ¿No es el diseño institucional el que produjo la concentración del poder, la relativización de la separación de las funciones del Estado?
En absoluto. La Constitución plantea la división de las funciones del Estado. La justificación de que Correa gane las elecciones del 2006 fue ampliar la democracia, el pleno respeto a la independencia de las funciones, no más "meter la mano" en la justicia. Todo el diseño constitucional se basa en eso, por esa razón es que el Gobierno hizo la consulta popular del 2011 para poder meter las manos en la justicia, por eso insiste ahora en una enmienda inconstitucional para el pleno control, por parte del Ejecutivo, de todos los poderes del Estado.
Entonces, ¿usted cree que lo que pasa es que se incumple la Constitución?
Absolutamente, más allá de que la Constitución tiene límites y que se la puede mejorar, sin duda alguna. Lo que no se puede hacer es retroceder en la historia, los derechos son ascendentes, cada vez más amplios. Pero ahora estamos viviendo un retroceso de las conquistas democráticas logradas a la largo de la historia republicana a partir de la independencia. Hay un proceso de retroceso.
¿Esto no es una revolución?
No, es un regreso a lo peor del pasado.
¿A lo peor como qué, como el garcianismo?
Es muy similar. Creo que Rafael se parece mucho más a García Moreno que a los procesos libertarios que vivió el Ecuador. Este es un régimen neo conservador, con un lenguaje izquierdista, pero neo conservador en escencia.
¿Y esas ínfulas garcianas usted no las percibió cuando fue ministro de este Gobierno?
No, porque creo que hay dos gobiernos. Desde el 2007 hasta el 2009 se planteó un cambio, una revolución democrática, con la participación ciudadana como eje, con la ciudadanía como protagonista en lugar de partidos con caudillos. Se rechazaba que haya cúpulas políticas en torno a un caudillo. Pero a partir del 2009 eso queda archivado y hay un nuevo proceso político, en donde el correísmo impulsa un regreso al pasado, una restauración conservadora.
¿Esta restauración conservadora del correísmo, viene dada por el rechazo a la democracia liberal, a los valores ilustrados?
La democracia que usted llama liberal, es un conquista histórica de la humanidad frente a la monarquía. Pero volver a la monarquía usando la República y la democracia para poner el poder absoluto concentrado en manos de una sola persona es una barbaridad, un retroceso al pasado injustificado. Y remarco lo de liberal: algunos sectores del Gobierno hablan de una democracia liberal, burguesa, lo cual no quita que es una conquista histórica frente a la monarquía, al absolutismo, y en América Latina frente a las dictaduras militares y la concentración absolutista del poder de algunos caudillos.
Algunos historiadores del siglo XIX definían el Estado garciano como un principado, debido a que el poder Judicial no era independiente y el poder Legislativo prácticamente no se reunía, lo que concentraba el poder en el presidente. ¿Hemos vuelto al principado garciano?
"Los sectores populares cada vez tienen menos acceso a la educación, en especial con la destrucción del bachillerato técnico que es una estupidez cometida por este régimen."
No hemos vuelto, pero lamentablemente estamos en ese camino. Pero creo que el Gobierno va perdiendo apoyo y ese objetivo se va a quedar en el camino. El país va a reestablecer las libertades y el pleno ejercicio de los derechos democráticos.
Usted habla de una gran alianza de centro izquierda. ¿Quiénes podrían ser los integrantes de esa alianza? Sabemos que por ejemplo hay movimientos como Montecristi Vive, Pachakutik, el MPD, la nueva Izquierda Democrática, ¿cómo agrupar a estas fuerzas, cuál es la agenda?
Nuestra convocatoria es a una alianza de centroizquierda amplia. No exclusivamente de los sectores de izquierda, sino de los sectores de centro. Estamos convocando a todos los actores políticos para el 2017. Los puntos básicos: reestablecer la República, respetar las libertades, un gobierno que gobierne sin sectarismo, sin hegemonismo, sin prepotencia, con diálogo, y desde luego, corregir los retrocesos en educación y salud para todos, con una política de inclusión social. Una economía al servicio de la producción. El actual Gobierno ha invertido en ocho años apenas 1600 millones de dólares en la Corporación Financiera Nacional y el Banco de Fomento, eso no llega a ser ni el uno por ciento el total de los ingresos. Sino se invierte no se multiplica el ingreso y la producción.
¿La reforma educativa ha acabado con el libre ingreso, que fue una de las conquistas sociales del país?
Sin duda, el acceso a la universidad es ahora un privilegio de los que tuvieron acceso a buenos colegios,o pueden pagar las universidades privadas. Los sectores populares cada vez tienen menos acceso, en especial con la destrucción del bachillerato técnico que es una estupidez cometida por este régimen, cuando lo que debemos tener es colegios técnicos adaptados a la diversidad del país.
El Ministro de Educación ha dicho también que hay que dejar de pensar que la Universidad es la única opción de vida para las personas...
Él es quien destruyó la educación técnica, lo que no descarta que se siga la Universidad. La educación debe ser un derecho para todos los ecuatorianos.Hoy un bachiller no tiene garantizado el acceso, pusieron exámenes cuando lo que debieron hacer es mejorar el bachillerato.
¿Qué está mal en la salud? El Gobierno ha dicho que ha hecho grandes inversiones, ¿qué se debe rectificar?
Han hecho inversión material, sin duda, pero ha faltado una comprensión del rol de los trabajadores de la salud, de los médicos, de las enfermeras. No hay respeto al médico, hay temor de ejercer la profesión, no hay diálogo con ningún sector, y tampoco con el de la salud. Hay crisis en hospitales de la seguridad social, hay enormes falencias.
Volviendo a Democracia Sí, ¿ustedes van a presentar un candidato a la Presidencia de la República?
Nuestra organización apoyará al candidato de la tendencia serio, responsable, que mejor opción tenga en el 2017. Creo que hay muchas figuras que no voy a mencionar porque no los quiero quemar, pero hay quienes pueden encabezar la tendencia.
Hay nuevas agrupaciones políticas como Suma que se declaran de centro, ¿están en el centro o en la derecha?
Creo que ellos deben definirse, nosotros no los vamos a calificar. Por sus actos los conoceremos, veremos qué pasa con ellos. La ideología se ve en la política, me parece que hay sectores de esa fuerza política que están con el Gobierno, como algunos alcaldes, o con la derecha, Suma no es una fuerza política con una ideología constituida, veamos su gestión en los próximos meses.
¿Cómo ve la gestión del Alcalde de Quito?
Con muchas limitaciones, creo que se pudo hacer mucho más de lo que hecho en estos meses, espero que en lo que va del año lo haga bien.
Democracia Sí tiene alcance nacional, ¿se postularán a la Asamblea?
Sí, en el marco de esa amplia alianza, tenemos directivas en 22 de las 24 provincias y en 128 cantones, aspiramos hasta fin de año estar organizados en todos los cantones de la República y en todas las provincias. La semana pasada el Consejo Electoral nos aprobó estatutos y declaración de principios, y a partir de la próxima semana empezamos a recoger firmas. Esperamos presentar no menos de 500 mil fichas de afiliación. Vamos a pedir las desafiliaciones de quienes puedan estar registrados en otros movimientos, para evitar las manipulaciones de las que ya fuimos víctimas algunas organizaciones de Democracia Sí, como Poder Ciudadano, que no fue legalizado, como Participación, a los que la Contraloría nos ha dado la razón con un informe que revela que las firmas fueron descalificadas de forma discrecional. En los dos casos presentamos más de 400 mil afiliaciones cada uno. Esta vez vamos a presentar copia de la cédula de identidad de cada afiliado, y una carta de desafiliación para que se la tramite. El plazo es de un año pero queremos hacerlo en seis meses.
¿Usted confía en el Consejo Electoral? ¿Cómo va a evitar posibles zancadillas?
Es a ellos a quienes les toca demostrar su transparencia e independencia y esperemos que lo demuestren. Más que zancadillas, son fraudes, no inscribir un organización que cumple con los requisitos es un fraude. Dos organizaciones no participamos en las elecciones por ese motivo. Ahora estamos 19 organizaciones locales y dos nacionales fusionados en Democracia Sí, ya somos un frente de centroizquierda, un movimiento de movimentos.
¿Descarta conversar con la derecha, con CREO por ejemplo?
Yo converso con todo el mundo, por principio. Pero debemos impulsar un candidato de la tendencia. Soy partidario del diálogo, pero creo que la derecha tiene su propio camino y su propio candidato que es Guillermo Lasso, ellos no van a desistir de esa candidatura. En términos de que podemos tener elementos para unificar a la oposición, hay apoyo a la consulta popular, a la consulta que salga primero. Es absurdo trabar una consulta popular sobre temas como la reelección indefinida, el cambio de rol de las Fuerzas Armadas, considerar la comunicación como un servicio público, entre otras cosas. Hay que tener un gran acuerdo nacional de todos los sectores, hasta de Alianza PAIS para lograr acuerdos nacionales sobre el respeto a la democracia y las libertades. Se debe impulsar la producción.
¿Usted le cree al Presidente cuando dice que no se quiere reelegir?
¿Para qué plantea la reelección indefinida sino es para eso entonces? Yo no le creo. Si el Presidente insiste en la reelección indefinida, es evidente que es una jugarreta politiquera. Objetivamente ha dicho que no tiene más remedio que ir la reelección porque no tiene quién le sustituya, irrespetando a sus compañeros de equipo, pues pienso que sí hay personas que podrían hacerlo. Se considera insustituible. El pueblo ecuatoriano debe decidir en las urnas.
¿Hay candidatos que le puedan ganar las elecciones a Correa en el 2017?
Por supuesto que sí. Recuerdo lo que pasó en 2006, se decía que ganaba Álvaro Noboa y nosotros presentamos un candidato joven, simpático e inteligente, Rafael Correa, que era simpático en esa época, que no había cambiado su carácter ni se había vuelto prepotente, y el país lo escogió a él. Empezó con muy poca intensión de voto y fue creciendo y creciendo. La política es el arte de transformar la realidad, cuando no se comprende se cree que todo es imposible. Todo es posible, al contrario.
"Nosotros presentamos un candidato joven, simpático e inteligente, Rafael Correa, que era simpático en esa época, que no había cambiado su carácter ni se había vuelto prepotente, y el país lo escogió a él".
¿Usted se siente padre del político Rafael Correa? ¿Usted lo construyó como político?
Yo padre no soy sino de mi hija. Yo fui parte de un equipo de trabajo que impulsó la candidatura de Correa en el 2006 y que entre 2007 y 2008 ejerció un Gobierno democrático que a partir de 2009 cambió de rumbo y la responsabilidad de ese cambió es de él, no mía, yo me retiré del Gobierno al principio de manera crítica y después rompí con el régimen a partir del llamado a consulta de enero de 2011.
¿Y por qué cambió él así tan radicalmente?
Vaya a preguntarle a él, yo qué culpa tengo de los cambios de posición. Pero del diálogo y la apertura pasó cada vez más a un posición autoritaria.
¿Está usted seguro de que esa fue una decisión personal de Rafael Correa?
Sí, yo no creo que la culpa la tenga ninguno del equipo cercano a él. La responsabilidad no es del equipo cercano, ni de Fernando Alvarado, ni de Ricardo Patiño, ni de Alexis Mera, no se les puede endilgar esa responsabilidad a ellos, se les puede indilgar otras pero esa no. Esa es de Rafael.
¿Entonces no le queda ninguna duda de que quién gobierna y toma todas la decisiones es Correa?
Sin duda alguna. No hay eminencias grises, solo el otro yo del Presidente.
¿Usted vio venir esto? Hay quienes dicen, que después de todo, es un hombre conservador, católico, con valores tradicionales, que iba a terminar gobernando de esta manera...
No, no lo vi venir. Hay una frase que dice que conoces a alguien cuando tiene poder. Al principio él tenía poder limitado por una alianza amplia, pero después fue acumulando más poder y se revelaba su personalidad en esa misma medida. Eso no era previsible, más aún cuando se tenía una política de relación con las organizaciones sociales y el Presidente termina insultando y denigrando. Esto es un Gobierno autoritario, autocrático, sin duda.
Pero el Presidente siempre arremetió contra la prensa, diciendo que por poco era la causa de todos los problemas del país...
Eso no es verdad, basta ver la prensa los primeros meses. El Presidente cometió su primer exaupto con una periodista, de El Universo, a la que llamó "gordita horrorosa". Yo no sabía que eso era una categoría. A partir de 2009 toma a la prensa como enemiga, pero yo dije públicamente en entrevistas con Vistazo y Vanguardia que no estaba de acuerdo con esas cosas.
¿Pudo alguna vez hablar con el Presidente, entender las razones de su cambio?
Pude ver el giro, que se expresó con claridad cuando el 30S él fue a atender de manera poco política el reclamo de la Policía. Debió ir el ministro del Interior o la Comandancia de la Policía. No olvidemos que estaba dispuesto a disolver la Asamblea que se resistía a aprobar las reformas que eliminaban las condecoraciones. Él trató el conflicto de una manera incorrecta, en donde se vio su personalidad con absoluta claridad. Ganó luego la consulta con muy poca ventaja.
[RELA CIONA DAS]
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