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3 de Septiembre del 2013
Historias
Lectura: 11 minutos
3 de Septiembre del 2013
Fermín Vaca
Periodista político. Es editor de PLANV. Ha trabajado en los principales periódicos de Ecuador en la cobertura de política y actualidad. 
La genealogía del correísmo
El correísmo comparte con el garcianismo su visión modernizadora y su rechazo a la democracia liberal. Una reforma constitucional para mantener en el poder a Rafael Correa no se puede descartar.
Simon Pachano es analista político  y profesor de  la Flacso.
-¿Es parte de la cultura política en el Ecuador mantenerse en el poder más allá de lo que está previsto en los periodos constitucionales, más allá de lo que cabe en un República democrática en donde debe haber alternabilidad?
Creo que hay una tradición larga tanto en Ecuador, cuando en varios países de América Latina de caudillismos fuertes. Sobre todo frente a momentos de crisis, de inestabilidad, las sociedades de nuestros países escojen a caudillos fuertes más que a partidos políticos u organizaciones, y prácticamente le entregan un cheque en blanco para que resuelva las cosas. En el caso concreto actual, el fenómeno del liderazgo de Rafael Correa se explica en gran medida por la década previa, que fue de mucha inestabilidad, a partir del año 1995, con la destitución de Alberto Dahik, el derrocamiento de Abdalá Bucaram y luego de dos presidentes más. Todo eso generó una incertidumbre entre la gente, y además, fue una época de malos resultados económicos y sociales y la gente quería una solución. Cuando se quieren este tipo de cosas se acude a personalidades fuertes apareció en el momento preciso Rafael Correa. 
-¿Podemos afirmar entonces que el presidente Correa es un caudillo contemporáneo?
Sí, lo podemos llamar así.
-Estos gobiernos caudillistas, ¿han sido o no eficaces? Gabriel García Moreno se prolongó durante 15 años en el poder, al igual que Eloy Alfaro y son recordados como grandes presidentes. ¿Es eficaz un caudillo?
Depende de muchas cosas. Hubo caudillos que fracasaron, como Velasco Ibarra, ya que los resultados de su gestión fueron más negativos que positivos, a pesar de sus esfuerzos en vialidad e infraestructura. Depende mucho de las condiciones del país y de la orientación de cada uno de esos líderes. En los casos de García Moreno y Eloy Alfaro había un factor fundamental, que fue que expresaban un proyecto político bastante acabado, complejo y completo. El uno, una modernización conservadora y el otro el liberalismo laico. Había modelos claros y eso explica su éxito.
-¿Podemos hablar de una ideología clara en el correísmo? Realmente hay una propuesta ideológica detrás de lo que vemos en el Ecuador?
Propuesta ideológica no. Hay un modelo político y económico de modernización, que es el que alimenta a la llamada revolución ciudadana. Es muy similar al modelo de García Moreno: es una modernización conservadora, ya que el perfil de este Gobierno es muy conservador en términos de valores, de concepción del mundo, y la modernización de la sociedad expresada en obras como las carreteras, la educación, los servicios de salud. Hay un proyecto político, sin duda. El problema es que este modelo político está hipotecado a una sola persona, a un caudillo. Su  gran problema es que depende de Rafael Correa. Sin él, veo muy poca probabilidad de que este modelo continúe.
-Al principio de la gestión de Correa, algunos analistas lo comparaban con Velasco Ibarra. Ahora más bien se piensa que es un “garcianismo del siglo XXI”, una continuación de la política conservadora decimonónica. ¿Tu compartes ese criterio?
Si, lo comparto en gran medida. Insisto, es una modernización conservadora y autoritaria, aspecto que vemos en la Ley de Comunicación o el nuevo Código Penal. Están más cercanos al garcianismo que a la propuesta alfarista.
-¿Entonces, es una visión antiilustrada, que rechaza los valores de la democracia liberal?
En gran medida sí. Los de la democracia liberal en forma explícita o implícita. Se viene planteando la sustitución de la democracia representativa y liberal por una democracia supuestamente participativa, pero lo que hacen es estatizar la participación. Le quitan la espontaneidad, la expresión directa de la ciudadanía y la convierten en una función del Estado. Lo que sucede fuera de eso son consideradas subversivas, terroristas, desastabilizadoras, se cierra la posibilidad de la participación que es un elemento fundamental de la democracia.
-¿Hay una vocación oscurantista en controlar la libre circulación de las ideas, la libertad de expresión?
Hay una visión autoritoritaria y conservadora, que confluye con una visión de una izquierda antigua, que durante mucho tiempo se nutrió del estalinismo y del modelo cubano. No es una izquierda democrática o moderna, que asume la democracia como propia. Pienso que la democracia es un producto de la izquierda, no de la derecha, y las izquierdas modernas en el mundo reivindican la democracia y buscan fortalecerla. La izquierda estalinista cree que la democracia es un producto de la burguesía y que hay que sustituirla por otro tipo de régimen.
-¿Cómo entender que se haya propuesto tan prematuramente un debate sobre la reelección? 
Me parece que se aprovechó una coyuntura para plantear un tema que de todas maneras lo iban a plantear en algún momento. Es la reelección indefinida. Su proyecto necesita que Rafael Correa esté al frente, que se reelija en lo posible indefinidamente, porque no hay líderes de recambio, ni partido político, ni organización que asegure la continuidad.
-¿Eso significa que tarde o temprano habrá una reforma constitucional que perpetuará al presidente Correa en el poder?
Creo que sí. Van a ir por ese lado. Es muy difícil que se arriesguen a perder como casi sucede en Venezuela con Nicolás Maduro. Cuando murió Chávez automáticamente perdieron 600 o 700 mil votos en un lapso de tres meses. Eso es muy decidor de lo que sucede con estos caudillos: son los dueños de los votos y el proceso está anclado en su  figura. Eso les hace pensar que no pueden arresgiarse a presentar a otro candidato.
"Es una tontera decir que hubo partidocracia, en el Ecuador nunca ocurrió eso. Es un término acuñado en Italia en donde se podía decir que eso sí ocurrió. Pero el uso peyorativo de este termino demuestra que no se quiere tener una organización estable, fuerte, que sea cantera de cuadros para asegurar la continuidad".
-Lo ocurrido en Venezuela se debe a que Chávez no formó un sucesor ni dejó una estructura. ¿Podría pasar lo mismo en el Ecuador?
Sí, no hay la preocupación por formar cuadros políticos o una organización política. Es una tontera decir que hubo partidocracia, en el Ecuador nunca ocurrió eso. Es un término acuñado en Italia en donde se podía decir que eso sí ocurrió. Pero el uso peyorativo de este termino demuestra que no se quiere tener una organización estable, fuerte, que sea cantera de cuadros para asegurar la continuidad. Cualquier figura que pueda hacerle sombra a la figura principal es rápidamente eliminada o puesta de lado, como pasó con Alberto Acosta en la Constituyente.
-Pero desde el Gobierno se dice que se está formando cuadros, la presidenta de la Asamblea Nacional, y otras jóvenes mujeres que serían nuevos liderazgos...
Puede ser cierto en cuanto a tener cuadros de nivel medio o segundo plano. Pero estamos hablando de cuadros a nivel nacional y ninguno de los que están en el entorno gubernamental tiene esa dimensión.
-Pero el sistema de partidos también fue ineficaz en esto de formar cuadros: ¿el colapso de la Izquierda Democrática no es una muestra?
No estoy de acuerdo con eso. La clase política ecuatoriana es una de las que más se ha renovado, de las que más rotación ha tenido. Ha habido un cambio de dirigentes políticos muy importante en todos los partidos, aunque tal vez sí hubo ese problema en el nivel nacional. Hay que considerar que los gobiernos de los 80 y 90 tuvieron condiciones económicas muy difíciles, el país no creció en 20 años, y por eso hubo mucha insatisfacción en la gente con esas gestiones. Esos factores no fueron totalmente culpa de los partidos. 
-El presidente Correa ha dicho que, de momento, descarta reeligirse. ¿Es posible que cambie este discurso en el futuro?
Es muy probable que cambie. Se vió claramente en esa especie de sainete sobre la reelección, en donde acudieron a pretextos infantiles, como la supuesta doble moral de los medios, lo cual no es una justificación política para ponerse a discutir ese tema. Supongo que harán una reforma por medio de la Asamblea, lo cual es inconstitucional, pero no irán a un referendo. Ya han violado la Constitución en muchas ocasiones y esta sería una más, que harían con votación abrumadora.
-Entonces, si estamos frente a un caudillismo sin herederos, ¿es probable que el presidente Correa se mantenga en el poder por lo menos otro periodo más?
Pues si las elecciones fueran hoy, ¿a quién presentaría Alianza PAIS?  Es muy complejo, pues si hacemos una lista, sus posibilidades de triunfo serán muy pequeñas, porque sería muy difícil endosar esa votación, como pasó en el referendo del 2011 o veremos en la votación seccional del próximo año.
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