

El presidente Guillermo Lasso se sinceró con el foro de libertarios y anunció su agenda política. Foto: Twitter Guillermo Lasso
En el Foro Iberoamericano “Desafíos de la libertad”, de la Fundación Internacional para la Libertad, que dirige el escritor y premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa, el presidente Guillermo Lasso, se sintió especialmente cómodo. El presidente estuvo como pez en el agua en uno de esos grupos denominados "tanques de pensamiento" con el que Ecuador Libre, el que él lidera, tiene estrechos nexos.
El evento tuvo lugar el 23 de mayo, en un salón del hotel Hilton Colón, y la palabra "libertad" era de las más repetidas. Lasso se dirigió al auditorio, conformado entre otros por una delegación de alto nivel del Partido Popular español, una formación de derechas, que llegó en el avión del rey Felipe VI, señalando que se sentía, efectivamente, entre amigos.
El principal moderador fue Álvaro Vargas Llosa, hijo del escritor peruano, quien no pudo venir y se presentó de manera virtual. Y en el auditorio estuvieron figuras del exilio venezolano, como Leopoldo López (quien sufrió persecución y cárcel en Venezuela y actualmente vive en España, tras una verdadera odisea y un largo refugio en la Embajada española) y también algunos peruanos, preocupados sobre todo por las elecciones en el país vecino y obligados a apoyar a la hija de Alberto Fujimori, Keiko, en el balotaje en Perú.
Con ese ambiente, Lasso se sinceró. Y empezó a trazar las líneas de su gobierno, no sin antes pedir su muleta para hablar desde el atril, aunque Vargas Llosa hijo, en consideración con las dificultades del mandatario para incorporarse, le había hecho poner el micrófono en el centro de la mesa.
Lasso se sinceró. Y empezó a trazar las líneas de su gobierno, no sin antes pedir su muleta para hablar desde el atril, aunque Vargas Llosa hijo, en consideración con las dificultades del mandatario para incorporarse, le había hecho poner el micrófono en el centro de la mesa.
Así fue como Lasso anunció su decisión de concesionar las tres refinerías del país, las carreteras, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), y propiciar una venta internacional del Banco del Pacífico (no sin antes comentar, sin mencionarlo, que el Banco Pichincha ya tiene demasiado mercado y si encima se hace con el Pacífico se convertiría de plano en un monopolio) y, sobre todo, su decisión de apostar por la explotación de los recursos naturales y la minería.
Lasso dijo que quiere concesionar las tres refinerías que tiene el país así como un nuevo terminal de combustibles en Santa Elena. Y sin temor alguno destacó que los minerales serán una fuente de ingresos. Sobre la CNT, precisó que “hay que transferirlo al sector privado, no hay otro camino” y como “no hay un dólar en la caja fiscal” es partidario de concesiones internacionales de nuevas carreteras y ejes viales que conecten la Costa con la Sierra.
Lasso sostuvo que actualmente el país produce 8.000 megavatios de energía eléctrica, que es el doble de lo que consume e insistió, en algo que, curiosamente, ya había anticipado el correísmo al hablar del "cambio de matriz productiva" y de un uso más amplio de la electricidad en hogares e industrias: “Hay una gran oportunidad para la reconversión de la industria camaronera, cambiar motores a diésel a eléctricos y otros sectores como el transporte público o vehículos particulares. Además, “tenemos la posibilidad de desarrollar nuevos proyectos hidroeléctricos”, en la vertiente occidental de la Cordillera.
"Capital de la libertad"
El anfitrión del foro, Álvaro Vargas Llosa, se veía muy contento. No dudó en calificar a Quito como "capital de la libertad", mientras antes que Lasso, los políticos y académicos españoles que participaban del evento dejaron claras sus posturas. Entre ellos estuvo Pablo Casado, presidente del Partido Popular, quien señaló que “En Ecuador ha ganado la libertad, en una región que sufre tres dictaduras disfrazadas: Nicaragua, Cuba y Venezuela”, y agregó, de plano, que el cree que la madre patria debería aumentar su influencia en la región. Para Casado, algunas reinvindicaciones actuales son puro "colectivismo": "etiquetar por género, religión, creencias, ideología", entre otros. Lasso no dudó en augurarle a Casado que llegue a la presidencia del Gobierno de su país.
El también español Gabriel Calzada, rector de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, arremetió contra la corrección política y los modelos académicos copiados de las universidades norteamericanas, que, según estima, se han acostumbrado solamente a las subvenciones estatales y a investigaciones dirigidas. Habló, de plano, contra la "izquierda" que controla las universidades.
El presidente Guillermo Lasso saluda con algunos de los invitados al foro.
El español Gabriel Calzada, rector de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, arremetió contra la corrección política y los modelos académicos copiados de las universidades norteamericanas.
Otro español que intervino fue el ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien sostuvo que Estados Unidos no tiene una política clara para América Latina y reforzó la tesis de que España podría ser la potencia llamada a tener una mayor presencia en Iberoamérica.
De su lado, el exiliado venezolano Leopoldo López describió "un ataque a la democracia", orquestado por China, Irán, Turquía, o Rusia. Con esta idea coincidió Lasso, quien reveló que no creía que las protestas en Ecuador en octubre o las que se siguieron en países como Chile o Colombia hayan sido realmente espontáneas sino parte de algún tipo de planificación.
Cuando se habló del Perú, los Vargas Llosa se sintieron obligados a explicar por qué apoyaban a la hija de Alberto Fujimori, quien dio un autogolpe en su país en los 90 y disolvió el Congreso peruano y a quien ellos y su círculo fustigaron con ferocidad en su momento. Y no solo eso, Fujimori le ganó las elecciones presidenciales de 1990 al propio Vargas Llosa, quien quiso ser presidente del Perú antes de radicarse en España. Y la explicación sonó a la teoría del menos malo, lo que al parecer no ofendió a una sonriente Keiko Fujimori, quien no ahorró elogios para sus anfitriones.
¿Choque de trenes?
Pero mientras Lasso se sinceraba en el cálido entorno de su tanque de pensamiento, un molesto Yaku Pérez había abandonado semanas antes Pachakutik, señalando que la alianza que había llevado a Guadalupe Llori a la presidencia de la Asamblea era poco transporte y "contranatura" y advirtiendo que, la última vez que revisó, la agenda de Lasso era "neoliberal y extractivista".
¿Cómo podrán conciliarse las propuestas del presidente con las agendas que tradicionalmente ha mantenido Pachakutik? ¿Cómo podrá Llori negociar una "gobernabilidad" desde visiones que parecen totalmente contradictorias?
Se lo preguntamos a Napoleón Saltos, ex diputado y dirigente de Pachakutik, quien analiza en esta entrevista el mensaje de Yaku Pérez y las contradicciones que podrían darse con el nuevo gobierno.
ENTREVISTA
Napoleón Saltos, analista político
"Ahora que PK asumió la presidencia está en un disyuntiva: o cumple con dirigir una Asamblea autónoma que sea un contrapeso de poderes o entra en el juego del reparto de cargos"
Napoleón Saltos fue diputado en el antiguo Congreso Nacional Foto: Luis Argüello. PlanV
¿Cómo interpretó usted las declaraciones de Yaku Pérez? Él habló de alianza poco transparente y contratura en la Asamblea...
Para entender este momento caótico y la actitud de Yaku debemos trazar algunas coordenadas. La primera es entender el mapa político y cómo queda después de estas elecciones. Ahora hay un juego a tres polos de decisión, ya no solamente estamos hablando del juego binario entre el correísmo y la derecha, sino también de un tercer polo en donde aparecen Pachakutik y la ID en una alianza. Esto se refleja en la composición del Parlamento, 49 votos de UNES, 45 de PK y 42 que sumaban el PSC, CREO y los independientes.
Esta situación evidencia que ninguna de las tendencias tiene una capacidad de representación mayoritaria en la política nacional. Es evidente que hay un marco de crisis política que no fue resuelta por las elecciones. Esta crisis política afecta a los tres polos, vemos la ruptura de la derecha entre PSC y CREO, en UNES hay problemas fuertes y en PK hay discrepancias de interpretación del momento, a pesar de que hay un acuerdo general que gira en torno de ser una tercera vía. Sobre lo que dijo Yaku hay una lógica ética, fidelidad al compromiso de campaña, y una visión de la política con la tercera vía autónoma. Para la dirección de PK la tercera vía no entra en conflicto, en su criterio, con su derecho a disputar la presidencia de la Asamblea y sosteniendo la agenda de la Minka por la Vida. Al final, que PK haya asumido la presidencia de la Asamblea puede ser una complicación, porque puede quedar enredado en los juegos de poder del gobierno y del correísmo.
La tesis de la tercera vía presupone que son una expresión distinta al progresismo correísta y las derechas, pero Llori llega tras una negociación con Lasso y luego de una previa negociación con el correísmo. ¿Cuál es efectivamente el margen de maniobra de PK en esa coyuntura?
Como usted señala, hay un primer problema, que es el denunciado ya por Yaku, cómo explicar esas "confluencias" y es necesario reclamar la transparencia. Creo que es más una confluencia que un acuerdo, lo que vimos son maniobras del Gobierno, de UNES y de PK. El escenario ahora que PK asumió la presidencia está en un disyuntiva: o cumple con dirigir una Asamblea autónoma que sea un contrapeso de poderes o entra en el juego del reparto de cargos. Esa es la disyuntiva. En PK hay sectores de la dirección que buscan preservar el proceso con autonomía y también se observan prácticas de negociación que no son transparentes. Resolver esa contradicción marcará el camino para lo que va a suceder dentro de la Asamblea. La posición de Yaku puede marca una orientación, la Dirección del movimiento puede ayudar a mantener la automonía, pero la presidencia de Llori es el resultado de una visión tradicional de la política, en la que la política se concibe como acuerdos y repartos administrativos de cargos, sin capacidad todavía de poner por delante agendas y proyectos.
"La presidencia de Llori es el resultado de una visión tradicional de la política, en la que la política se concibe como acuerdos y repartos administrativos de cargos, sin capacidad todavía de poner por delante agendas y proyectos".
Yaku Pérez advirtió que el gobierno de Lasso será extractivista, sostuvo que no le importan los derechos de la naturaleza por lo que él lucha. ¿Este acuerdo entre la señora Llori y CREO va a naufragar en medio de esta visión del gobierno?
Para entender este gobierno hay que analizar las razones de la ruptura entre el Partido Social Cristiano y CREO. Ya hubo acuerdos entre Correa y Nebot y el resultado más natural era el acuerdo Correa, Lasso Nebot. El carácter de este gobierno se puede entender por las razones de la ruptura. Lo que ocurrió fue que Lasso quiso liberarse del tutelaje del PSC, pues no era un acuerdo solamente parlamentario sino la toma del poder para el PSC. Ya hubo antes disputas entre Febres Cordero y Dahik, y lo que ocurre es la pugna entre los globalistas neoliberales, representados por Lasso, que apoyan el capital financiero y rentista, y Nebot, con su visión oligárquica con intereses locales y regionales, a la que el aperturismo financiero no convence. Eso provocó la ruptura en la derecha. Lasso tuvo en la segunda vuelta que correrse hacia el centro, pero no hay que perder de vista el programa propio de Lasso y de CREO y los tanques de pensamiento de Lasso, como Ecuador Libre o la influencia del Opus Dei. Van a un programa neoliberal aperturista que quiere consolidar una visión distinta a la de Nebot, para eso es que buscan la gobernabilidad. Si Lasso tiene ese programa, cómo enfrentar eso, la postura ética está bien pero puede no ser suficiente.
En pocos meses va a haber un escenario de movilización social. Ahora estamos viendo juegos políticos dentro del Parlamento para el reparto de cargos, pero si Lasso intenta una reforma como la de Duque en Colombia o retoma la cuestión de los combustibles, o sigue en una política de despidos, habrá movilización social y ese será otro escenario.
"Lasso tuvo en la segunda vuelta que correrse hacia el centro, pero no hay que perder de vista el programa propio de Lasso y de CREO y los tanques de pensamiento de Lasso, como Ecuador Libre o la influencia del Opus Dei".
Llori habla de gobernabilidad, pero el Gobierno ha dejado claras sus posturas. Al mismo tiempo, la ruptura con el PSC achica el bloque gobiernista y le quita margen de maniobra en la Asamblea. ¿Cómo va a aprobar sus agendas?
La crisis política afecta al Ejecutivo y al Legislativo. El de Lasso es un gobierno debilitado por la ruptura con su aliado más cercano, y le va a ser difícil superar eso. El PSC va a seguir con su política y estos acuerdos no muy transparentes probablemente no se mantengan. El Gobierno tiene una base débil y le quedan las herencias económicas de Lenin Moreno. Por otro Lasso, no ganó en cuanto tal, sino por las oposiciones al correísmo. El Parlamento no va a tener una mayoría a toda costa a nombre de la gobernabilidad y ahora PK tiene un alto riesgo al ejecer la presidencia del Gobierno y no veo todavía un cauce claro en su acción. Se están moviendo de forma pragmática pero sin referentes ideológicos y muy pronto se dará la elección de la Conaie. Aun es posible combinar el llamado ético de Yaku con una política autónoma en el Parlamento y con movilización social.
[RELA CIONA DAS]



NUBE DE ETIQUETAS
[CO MEN TA RIOS]
[LEA TAM BIÉN]




[MÁS LEÍ DAS]



