La historia del joven empresario, hijo de un diplomático, cuyo primer emprendimiento fue una panadería, que irrumpió en la política con un mensaje disruptivo y obtuvo una votación importante en la primera vuelta de 2021, requiere una actualización.

El candidato del scooter, que no tuvo miedo de disfrazarse de viuda en fin de año y que vendió una Izquierda Democrática renovada (llegó inclusive a posar junto al ex presidente Rodrigo Borja) ahora postula por segunda vez, con el apoyo del RETO fundado por Paúl Carrasco, un político azuayo de centro derecha. El hombre nuevo que estuvo cerca de la segunda vuelta, que finalmente se terminaría disputando entre Guillermo Lasso y el candidato correista Andrés Arauz, es de alguna manera un damnificado de la implosión de la Izquierda Democrática, un partido que es una de las víctimas del ambiente tóxico de la Asamblea disuelta por Guillermo Lasso en este 2023.

Si Hervas se afilió a la Izquierda Democrática y contó con una facción "hervista" al interior de la tienda naranja, terminaría dejando el partido en un momento de conflicto interno y dispersión electoral, que ha dejado a la vieja socialdemocracia convertida en una especie de cascarón que ya no contiene nada del poder que en su momento acumuló el borjismo de los ochenta.

La Asamblea le archivó el proyecto de Ley de Inversiones, con 87 votos de la oposición conformada por UNES (Correistas), Izquierda Democrática y Pachakutik. Solo 43 votos logró el Gobierno, sumado al Partido Social Cristiano, que en esa ocasión apoyó las reformas, tan evidentemente pro empresariado que nadie más quiso apoyarlas. Lasso se destapó con insultos que sus cortesanos publicaron en redes sociales, seguramente pensando que mostraban la imagen de un presidente "enérgico", estallando en epítetos desde el despacho presidencial de Carondelet. Habló de "ladrones", dijo que le pidieron cosas a cambio y, en especial, apuntó contra Xavier Hervas, al que él reconocía, al parecer, como el líder indiscutible de la ID.

“Condiciona su voto siempre y cuando el SRI no le cobre impuestos, quítame de encima al SRI, que no me cobre, que no me siga. Me refiero a la ID y al señor (Xavier) Hervas. Vaya a la página del SRI y verá cuánto paga de impuestos, o no es un emprendedor o evade impuestos”, lanzó Lasso, cuando no hubo un solo voto de la ID por su proyecto. Hervas le contestó: "mintió al país, el evasor no soy yo".

Entonces, la primera lectura del exabrupto presidencial fue que Lasso quiso sepultar la credibilidad y la imagen de un potencial candidato a la presidencia como Hervas, con esa acusación. La interpretación no era tan descabellada porque Lasso, quien entonces no había sufrido el marcado declive físico que presenta en la actualidad, seguía bajarando la posibilidad de disolver la Asamblea y correr, él mismo, para las elecciones anticipadas. Hervas dijo que no debía nada y amenazó con acciones legales contra el presidente, que al parecer no planteó.

El correísmo no puede probar la offshore de Hervas

Otra actualización importante tiene que ver con la acusación que hizo el correísmo contra él, tanto en el Consejo Nacional Electoral, cuanto en el Tribunal Contencioso Electoral, por supuestamente tener una empresa off shore en Panamá, sobre la que no habría declarado. Los correistas mostraron una serie de papeles sobre una empresa en Panamá, que el Ecuador considera paraíso fiscal, a nombre de alguien que, según la justicia electoral, no se ha podido probar que sea el postulante Hervas, por lo que desechó la acusación, que el candidato ha negado enfáticamente, pero sin dar muchas explicaciones sobre los nombres y apellidos que ahí aparecían.

Xavier Hervas Mora (el correísmo le acusó de apellidarse Mora Bowen, algo que no pudo probar) nació en Guayaquil en octubre de 1972 y creció en varias ciudades del extranjero, como Washington, Nueva York, Varsovia, Lima o Bogotá, debido al trabajo de su padre como diplomático del Servicio Exterior ecuatoriano.  La familia retornaba al Ecuador por temporadas y Xavier Hervas continuaba sus estudios en pensionados privados de la capital.

Por ello, Hervas inició el colegio en la ciudad de Nueva York, cuando su padre fue destinado a la misión ecuatoriana ante la Organización de las Naciones Unidas, pero se graduó en Quito en el colegio Intisana, una institución cercana al Opus Dei y una nueva misión diplomática los llevó a Bogotá, en Colombia, en donde Hervas estudió una ingeniería en producción agroindustrial en la Universidad de La Sabana.

En el mundo del pan empezó sus primeros esquemas de negocios, por ejemplo, con la venta de equipos de panadería. Hoy, es un exportador de brócoli, que ha dejado su fábrica en Cotopaxi para volver a correr a pesar de los torpedos que le lanzó Lasso y las acusaciones que el correísmo no pudo probar. Le preguntamos sobre su propuesta y sus antecedentes, y eso fue lo que contestó:

¿Qué le llevó a decidir que volvería a correr por la presidencia de la República luego de haberlo descartado originalmente?

Nunca dije que decidí no correr. Lo que dije es que había intentado armar un frente de partidos que al final decidieron no formar parte de lo que se había intentado hacer. La ley electoral actual no permite participar sin el auspicio de un partido político que te auspicie, y en las dos semanas posteriores estuve francamente angustiado, porque no me resigno a ver cómo nuestro Ecuador se sigue deteriorando y no veo el sentido de urgencia en los otros binomios.

Debemos tener sentido de urgencia porque este gobierno es corto, es de transición, pero es extremadamente importante, pues la población se siente abandonada y angustiada pero que está escuchando, en 2025 ya no va a escuchar salvo que ocurra algo extraordinario, y el Ecuador ya no necesita la política tradicional, para que no ocurra lo que pasó en Argentina.

¿Cómo podría su propuesta SOS darle en año y medio una vuelta a la situación actual?

Nuestra campaña pretende rescatar al Ecuador, en donde tenemos muchos problemas estructurales. Ya quedó demostrado que en 15 minutos y por decreto eso no se arregla, ya quedó demostrado. Pero entre tantas urgencias y problemas, hemos planteado un plan de gobierno. Nuestro programa se resume en Seguridad, Obras emergentes y Salud (SOS).

Tras la acusación del presidente Lasso en su contra y la implosión de la Izquierda Democrática, dio la impresión de que usted se apartaba de la política, ¿por qué decide volver con esta propuesta?

Yo no me aparté de la política, me desafilié de un partido al que me había afiliado luego de las elecciones por coherencia y por esa misma coherencia me desafilié. No salí de la ID en el marco de ninguna pelea con nadie, he entrado en la política para mostrar que sí se puede hacer una política diferente. Las acusaciones del presidente se concretaron en 25 procesos tributarios en los que he cumplido con todo. Se puede consultar cuánto pago de impuestos en la principal actividad económica que realizo, de la exportadora que tenemos, y en la web sale cero, pero yo he pagado más de 78 mil dólares de impuesto a la renta, algo que se puede verificar con documentos del SRI.

¿Nunca le pidió usted al presidente Lasso que le ayude con el SRI? ¿Qué quería conversar el presidente con usted?

Nunca le pedí nada, él me buscó, me vino a ver a mi fábrica en Cotopaxi. Me invitó a Palacio y yo le dije que no podía ir, entonces insistió en venir a mi empresa con un séquito de 40 vehículos. Pero no es su competencia decidir a quién cobran impuestos, y yo no le he pedido nada. Él quería que se le ayude con la ley de Inversiones en la Asamblea, yo me considero de centro izquierda, socialdemócrata, creo que el motor de la economía es el sector privado. Pero en ese proyecto había reformas al Código Monetario y Financiero que en mi opinión no tenía nada que ver con las inversiones. Algo no estaba bien ahí y cuando conduces lo público con un interés personal, afectas a todos.

En su primer intento no le fue mal en votos, pero quería saber ¿cómo ve el país del 2021 con relación al actual? Hay visiones contrapuestas sobre la seguridad, ¿desde su visión extraordinaria qué se puede hacer al respecto?

Llama mucho la atención el deterioro de la seguridad en tan poco tiempo, de menos de tres años. Estoy convencido de que la mejor política de seguridad es una buena política económica, pero evidentemente necesitamos resultados inmediatos y para ello debemos enfocarnos en la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, la fuerza de tarea conjunta y las cárceles. Se acaba de graduar a 8.500 policías y el colchón se lo tienen que dar las familias. Se está desbaratando el presupuesto de la Policía al aumentar en gasto corriente 8.500 efectivos nuevos. Por eso no tienen ni gasolina para los patrulleros y debemos devolverle la institucionalidad a la Policía. Por decreto ejecutivo se les puede devolver la personería jurídica para que no se caigan las compras como los chalecos. Debemos cuidar a los policías para que nos cuiden.

Los gobiernos han recurrido a la militarización, a las Fuerzas Armadas, como una salida coyuntural para ciertos temas. Ya se militarizaron las Aduanas y Petroecuador y no hubo soluciones.
No estoy hablando de administración militar, como en esos casos, sino solamente en brindar seguridad. En el caso de las drogas hay que bloquear las salidas de la droga de manera inmediata. Quiero hablar también de la fuerza de tarea conjunta, entre las Fuerzas Armadas y la Policía, para recuperar la soberanía del territorio en donde se producen extorsiones. Es necesario controlar Esmeraldas, Guayas y Los Ríos, en donde el tema se ha desbordado. Con la seguridad viene la acción social. Debemos también recuperar el control de las cárceles, desde ahí se está organizando el crimen y debemos ir a un sistema de rehabilitación social.

Otro de sus ejes es Obras ¿Cómo concretará su propuesta de obras emergentes?

No vamos a ofrecer algo que no vamos a cumplir. Propongo coherencia. El Fenómeno de El Niño va a afectar a todo el país, podría empezar en agosto y es necesario provenir, por ejemplo, limpiando las vías. El gobierno de los diez años sí hizo infraestructura vial en el Ecuador y como consecuencia de eso hay mucha maquinaria pesada que está parada. Lo que necesitamos con el sector privado es usar esa maquinaria para limpiar drenajes, subir muros en la cuenca baja del río Daule, entre otras cosas.

El problema de las obras emergentes es el dinero. La nueva administración va a llegar al poder en noviembre, con un año fiscal terminando, en donde no va a haber dinero para obras de esta naturaleza. Entonces, ¿con qué plata se harían esas obras?

Lo público puede funcionar mejor sin corrupción. En las instituciones y en la ciudadanía, la mayoría no somos corruptos. Las concesiones viales han sido gasto público que luego concesionan a privados.

Su propuesta también se refiere a salud. Su binomio es una médica indígena, ¿cuáles son sus propuestas en ese ámbito?

Estoy muy honrado de tener a Luz Marina Vega como mi binomio. Es una médica indígena, especializada en medicina familiar, de primer nivel y preventiva. Hay una gran saturación y se están entregando citas en otras ciudades, el Estado no compra medicina a los laboratorios sino a los intermediarios, e inclusive hay crimen organizado que ha asesinado a funcionarios del Hospital Teodoro Maldonado. No puede ser que el Estado abandone a quienes intentan hacer bien las cosas. Hay un proverbio que es verdad: el pescado se pudre desde la cabeza. Para reactivar la medicina familiar debemos volver a los subcentros de salud, para que luego la medicina de especialidad y la hospitalaria empiecen a funcionar mejor para que no te agenden una operación luego de nueve meses.

¿Cómo va a votar en las consultas populares sobre la ecología y por qué?

Yo soy un ambientalista, y creo que debemos salir de este modelo extractivista, que lleva más de seis décadas y eso no ha mejorado la calidad de vida de los ecuatorianos. Creo que debemos ir hacia modelos económicos sustentables. Pero veamos el caso del Yasuní: los ingresos para el Estado son de entre 1.200 y 1.500 millones de dólares por concepto de la producción petrolera del ITT. Por otro lado, se quiere polarizar el debate en términos de si se es ambientalista o no según la postura. Pienso que perder los ingresos petroleros del Yasuní pone en riesgo la dolarización.

¿Se va a acabar la dolarización porque menos del 10% del PIB va a dejar de fluir? Desde el lobby petrolero se dice que se va a acabar la dolarización por mil millones que se pueden recuperar en otros sectores, y se plantea una catástrofe que podría no ocurrir

Estoy convencido que este próximo gobierno va a ser el más difícil en la historia del país. Me candidatizo porque soy un tomador de decisiones. Va a haber más de siete mil millones de dólares en déficit, súmale a eso lo que se va a dejar de recibir en el ITT. ¿No pone en riesgo eso la dolarización?

¿Por qué habrían demandas al Estado si el ITT lo explota directamente Petroecuador?

Hay contratistas de Petroecuador que nos pueden demandar. Son demandas que se van a perder. Y al abandonar esos pozos no se podrá recuperar el daño ambiental. Voy a votar pensando en el país en el caso del Yasuní, y en contra de la minería en el Chocó Andino.

Los correistas lo acusaron de una supuesta offshore en Panamá y le pusieron una denuncia en la Fiscalía por fraude procesal. El Tribunal Contencioso Electoral desechó la causa y usted sigue en la carrera, pero qué nos puede explicar de ese asunto.

No tengo nada en ningún paraíso fiscal. No he tenido ninguna conexión de ese tipo. Nos quieren meter en narrativas. El Tribunal Contencioso ya declaró que no presentaron ninguna prueba. Afectaron a la democracia con una campaña electoral más pequeña. Quisieron cometer un delito que es el fraude procesal y usar el sistema de justicia. Mi paraíso está en el Ecuador, aquí es donde tengo todo mi patrimonio.

¿Cuál es su propuesta sobre el tema cultural. Se ha relegado el tema cultural que es el más importante del país?

Se ha dejado de ver una sociedad unida y es necesario recuperar valores colectivos y expresiones sociales desde la cultura. Debemos fomentar la cultura como ecuatorianos. Cada acción en lo público requiere de recursos en especial la cultura. Los gestores culturales deben participar en la política pública.

No digo que sea su caso, pero hay una legión de admiradores del señor Nayib Bukele que se olvidan que su política de seguridad pasó por romper con Estados Unidos. ¿Cuál cree usted que debe ser la relación de Estados Unidos con la política de seguridad del Ecuador?

Para combatir delitos como terrorismo, contrabando, tráfico de armas y crimen organizado, es fundamental que los ecuatorianos entendamos que la cooperación internacional es muy necesaria. No sé qué ha faltado para estrechar las relaciones con Estados Unidos, pues he conversado con funcionarios de la Embajada y de parte de ellos no ha faltado. Necesitamos cooperación con países que le han dado relevancia a la cooperación en problemas de seguridad, como Estados Unidos, Israel y la Unión Europea.  Debemos tener relación con todos pero debemos darle prioridad a la relación con Estados Unidos que pueda darle bienestar a los ecuatorianos.

Parece que hemos salido perdiendo en el sentido económico de la cooperación. ¿Se sentaría a renegociar con Estados Unidos los montos de esa cooperación?

Estados Unidos y Europea desean apoyar porque les afecta a ellos. También nos afecta el cambio de política de Colombia frente al narcotráfico, y por eso es importante el apoyo en tecnología, equipamiento y cooperación.

¿Se piensa subir de nuevo al scooter? ¿Una nueva campaña disruptiva como cuando se vistió de viuda?

Siento orgullo de ser ecuatoriano y de nuestras tradiciones, como vestirse de viuda. A veces me dicen que disfruto haciendo campaña, pero le pongo pasión a lo que hago. Queremos que el scooter regrese. Dos personas se fueron con Lasso y el resto del equipo sigue.

¿Qué opina de la agricultura y qué nos puede contar de su empresa?

La agricultura genera divisas, puede proteger la dolarización. En los productos que se importan cuando podríamos producir se podría evitar la salida de divisas.

La salud pública debe estar primero, por eso Europa no permite los transgénicos. Acá se llega a importar maíz o arroz en época de cosecha, para controlar el precio, eso no es solidario entre ecuatorianos. Es necesario que tengamos políticas de semillas, colegios agropecuarios, una banca pública que de acceso a crédito, todas las campañas hablan de agricultura y no saben de agricultura. Los ecuatorianos sabemos qué hacer en agricultura, pero no tenemos políticas de estado.

Desde los 13 años trabajo porque quise, porque vivíamos en Estados Unidos, pero mi primer emprendimiento fue una panadería en La Mariscal. Ahora tengo una empresa de brócoli que se cosecha todo el año. Ensamblo tractores agrícolas y soy transportista.