

Imagen referencial. PlanV
Constantes viajes al exterior. Compras e importación de muebles. Generosas donaciones a la Iglesia Católica. Retratos familiares pintados al óleo. La Fiscalía ha puesto la lupa a por lo menos 463 beneficiarios de pagos de la empresa off shore Recorsa, establecida en el paraíso fiscal de Panamá, de propiedad de Conto Patiño y su familia, que en el año 2011 recibió una comisión de USD 76 millones de la empresa estatal china Sinohydro, de la que el adinerado amigo de Lenin Moreno era cabildero en varios países de Latinoamérica.
Las pesquisas fiscales buscan encontrar indicios de lo que sería un supuesto cohecho, pues dada la cercanía de la ex familia presidencial con los Patiño, se presume que Lenin Moreno, cuando era vicepresidente de Rafael Correa, habría facilitando el acercamiento entre los chinos y el régimen correísta.
Según un cable diplomático norteamericano filtrado por Wikileaks, el ex presidente Rafael Correa no estaba convencido de los términos que proponía China para la construcción y financiamiento de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, por lo que la gestión de Moreno habría ayudado a destrabar el proceso que concluyó con la firma de un contrato entre la estatal china Sinohydro y el Ecuador para la construcción de la central hidroeléctrica y su financiamiento por parte de un banco del país asiático, en un esquema llamado de "llave en mano" que China logró imponer en casi todas las obras que realizó en Latinoamérica en esa época.
Cai Runguo, ex embajador de China y luego representante de Sinohydro, fue clave en los cabildeos para la construcción de Coca Codo Sinclair. Foto: Archivo Presidencia de la República
La entonces embajadora norteamericana en Quito, Heather Hodges, informó en enero de 2010 a su Gobierno en Washington que había conversado con el entonces embajador de China en Ecuador, Cai Runguo, quien le había comentado sobre las reservas que tenía Correa, en especial, sobre el arbitraje internacional, que luego fueron superadas al punto de que se firmó el contrato en condiciones muy favorables para Pekín. ¿Qué o quién le hizo cambiar de opinión?
Sobre esta base, la fiscal general, Diana Salazar, anunció que por lo menos 76 millones de dólares, monto que coincide con la comisión que recibió Conto Patiño en 2011 por parte de la estatal china, serían parte de una posible red de sobornos, en la cual involucró al ex presidente Lenin Moreno, su esposa Rocío y sus hijas, así como a varios miembros de la familia Patiño, empezando por Conto, el patriarca de 91 años de la empresa Recorsa y varios de sus hijos y nietos, como supuestos beneficiarios de un posible cohecho.
La fiscal dijo que Moreno y su esposa serían beneficiarios de por lo menos 300 mil dólares, que habrían recibido por medio de un departamento en Alicante, España, y unos muebles que tenían en su apartamento en Ginebra, Suiza, por lo que llegó a pedir prisión preventiva para ambos.
En una reciente decisión judicial, la justicia aceptó que Moreno se presente cada mes en la Embajada del Ecuador en Asunción, Paraguay, país en donde reside en calidad de embajador especial de la Organización de Estados Americanos y que cada cuatro meses venga a Quito a firmar en la Corte Nacional.
La Fiscalía procesa al ex presidente Lenin Moreno y su esposa por los indicios de un posible cohecho. Foto: Archivo Presidencia de la República
Esto luego de que la defensa de Moreno cuestionara que el ex presidente viaje cada mes a Quito, a lo que se negó alegando motivos de salud. La Fiscalía ha señalado que presentarse en una misión diplomática del Ecuador en el extranjero como medida cautelar es algo que no tiene precendente ni base legal.
Por lo menos 40 personas están siendo procesadas por la Fiscalía en este caso, entre las que se encuentran familiares y empleados de Conto Patiño, así como Priscila Burneo Patiño, una nieta que creció con Conto y su esposa, Beatriz Herdoíza (también vinculada hace pocos días), además de Juan Manuel Durini, esposo de Priscila, quien es propietario de un importante grupo empresarial dedicado a la madera. De las 40 personas, solo cuatro eran funcionarios públicos al momento de la suscripción del contrato: Lenin Moreno, quien ejercía como vicepresidente de Rafael Correa y tres miembros del Directorio de CELEC. Uno de ellos, Julio César Gordón, falleció desde entonces y la Fiscalía ha vinculado a su viuda Alexandra Álvarez en el caso.
El caso de Ina Papers
Según una denuncia del portal Periodismo de Investigación, firmada por el periodista Christian Zurita y el actual candidato a la presidencia de la República, Fernando Villavicencio, y que luego fue conocida como los INA Papers, las relaciones entre Lenin Moreno y los Patiño eran de vieja data. En ocasión se reveló como varias operaciones financieras en el exterior habían tenido relación con una empresa off shore, llamada Ina Investment, relacionada con los Patiño. Esta empresa de propiedad de Xavier Macías, yerno de Conto Patiño, pues está casado con su hija María Auxiliadora, se llamaría Inversiones América, aunque según el medio digital, la razón social provenía de los nombres de las hijas de Moreno: Irina, Karina y Cristina. En esa empresa fue socio hasta 2015 Edwin Moreno, hermano del ex presidente.
La empresa habría sido constituida para vender autos usados de Estados Unidos en Panamá, y Moreno habría invertido $150 mil con los Macías Patiño. Pero como el negocio no prosperó, Edwin Moreno se retiró y su ex socios le devolvieron el dinero en cuotas mensuales de $10.000. Según se ha publicado -y esto no ha sido desmentido por los Moreno- para cobrar ese dinero el hermano del ex presidente invitaba a personas a Panamá a que cobren los cheques por él y le traigan el dinero al Ecuador. Según la Fiscalía, un supuesto soborno para los Moreno habría salido desde Recorsa, la empresa de los Patiño, hacia INA, y con ese dinero se habría comparado el departamento en Alicante, España.
Xavier Macías y Maria Auxiliadora Patiño, dueños de la off shore Ina, posan junto a la ex pareja presidencial.
El departamento en España, que tiene 84 metros cuadrados en un condominio vacacional, costó cerca de 140 mil dólares y las escrituras fueron realizadas a favor de la empresa INA. Reiteradamente, los Moreno han negado conocer siquiera el sitio o tener alguna relación con la supuesta inversión de sus amigos.
La historia de Conto Patiño como cabildero de empresas chinas empezó mucho tiempo antes de las denuncias sobre la supuesta vinculación de Moreno y su entorno en lo que luego se judicializaría como el caso Sinohydro. Patiño, según pudo conocer este portal, era representante de empresas chinas en otros países de la región, como Argentina, Uruguay y Paraguay, y tenía un contrato con la estatal Sinohydro (una mega constructora que forma parte de Power China, el gran conglomerado industrial chino) para cobrar una comisión del 4% en sus gestiones en la región. Esta comisión le habría sido pagada con dinero de China y no del Estado ecuatoriano, se alega desde la defensa de la familia Patiño. En el Ecuador no se ha aprobado ninguna norma legal que regule o transparente el cabildeo. De hecho, en marzo de 2022 la Asamblea cesada archivó un proyecto de ley que buscaba regular el cabildeo y transparentar los conflictos de intereses, lo que fue cuestionado por organizaciones de la sociedad civil como un golpe a la transparencia.
Las oficinas de Power China y Sinohydro, en Quit fueron allanadas por la Fiscalía en busca de indicios. Foto: Twitter Fiscalia Ecuador
El dinero de la comisión pagada por China llegó a las cuentas de los Patiño y de su empresa Recorsa en 2011. A partir de entonces, la Fiscalía ha revisado la contabilidad de esa empresa en busca de indicios de que el dinero de los chinos podría haber servido para algún tipo de cohecho para funcionarios públicos que pudieron haber tomado decisiones cruciales tanto en el acuerdo con la constructora china cuanto en el financiamiento de la obra por parte del Exim Bank del país asiático.
Según la Fiscalía, lo que ocurrió fue que Patiño repartió el dinero entre familiares y allegados con el propósito de "esconderlo", por lo que buena parte del clan y sus empleados constan en la lista de los indiciados.
Los indicios contra los Moreno
Y en esa revisión que la Fiscalía saca a la luz la comóda vida de Conto Patiño y su familia, que tras el pago de la millonaria comisión china se dedicó a viajar al exterior, a realizar compras de muebles, a pagar colegiaturas en exclusivas universidades del país y del exterior y, según cree la Fiscalía, a hacerle llegar de alguna forma dinero a los Moreno.
Pero mientras la compra del departamento en Alicante, España, que se usa como un alojamiento para turistas en la página Airbnb, y la compra de los muebles en Europa que fueron "encargados" por los Patiño a los Moreno en su departamento de Ginebra se hicieron por medio de la off shore INA, hay solamente dos pagos directos de los Patiño a los Moreno, que están siendo investigados por la Fiscalía.
Como regalo de su "kitchen shower", una conservadora alternativa a la despedida de solteros que consiste en una fiesta en la cocina de la casa de la nueva pareja para regalarles artículos para el hogar, los Patiño regalaron a una de las hijas de Moreno una cara vajilla comprada en Sukasa. Como los Moreno ya habían recibido una, fueron a cambiarla por otros artículos en la misma tienda. La vajilla costó USD 4168.
El otro pago directo que salió de las cuentas de Recorsa a los Moreno fue para Irina Moreno, la hija del ex presidente que tiene por afición la pintura. Ella pintó el retrato oficial de Moreno que fue enviado a Palacio de Carondelet para la galería de ex presidentes en el Salón Amarillo. También le facturó a Xavier Macías varios retratos familiares de los Patiño, que le fueron pagados con $49 mil.
Varios retratos realizó Irina Moreno para los Patiño. También posó para ella su padre Lenin, en su retrato oficial en Palacio de Carondelet.
La empresa Recorsa, que está en la mira de la Fiscalía, es un negocio familiar de los Patiño, en la que todos los hijos del patriarca de la familia tienen acciones. Patiño, según relatan desde su entorno, ha llegado a regalar hasta un millón de dólares a sus hijos, aunque la curiosa forma en la que administraba su fortuna terminaría despertando las sospechas de la Fiscalía.
El devoto del millón de dólares
En los lejanos tiempos de la Colonia española, los principales ciudadanos de Quito hacían cuantiosas donaciones a la Iglesia católica para ser enterrados en el suelo de sus iglesias, y algunos de los más ricos y poderosos, tuvieron sus mausoleos en capillas privadas que subsisten hasta hoy. La costumbre la mantienen en la familia de Conto Patiño, a juzgar por más de un millón de dólares que donó al clero local, y que aparecen registradas en la contabilidad de Recorsa.
Entre las congregaciones y prelados católicos que recibieron dinero de los Patiño están anotadas la Casa del Sagrado Corazón, con $186 mil, las Hermanas de Nuestra Señora de La Paz, con $43 mil, monseñor Mario Ruiz, ex presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana con $91.000, monseñor Vicente Eguiguren con $19.000, el padre Alejandro Saavedra con $10.000, el padre José Valdiviezo con $50.000 y la parroquia del Sagrado Corazón de la Armenia, con $10.000.
Fausto Trávez es arzobispo emérito de Quito.
De hecho, por aparecer como beneficiario de un cheque de 200 mil dólares del magnate, fue llamado a comparecer el arzobispo emérito de Quito, Fausto Trávez. El prelado declaró que Patiño, a quien describió como un "señor muy bueno", le donó la cuantiosa cantidad para la construcción de una obra pía: un auditorio para una comunidad de religiosas franciscanas en Cotopaxi.
Trávez dijo también que el auditorio realmente costó más plata, pero que el aporte de Patiño, quien lo invitó a comer en algunas ocasiones en una quinta de su propiedad, fue muy apreciado por el clero. Recibieron también otros 40 mil para la compra de un vehículo.
No fue el único caso en que usaron el dinero de su cuantiosa fortuna para obras religiosas. Durante 2015, una monja llamada Inés Villagómez recibió por lo menos $30.800 en cheques de Recorsa. Convocada la religiosa a la Fiscalía, declaró que Conto Patiño le había hecho la donación a ella y a su hermana gemela para que rezaran por él, cosa que efectivamente hizo. Otro religioso católico que recibió una donación de Patiño fue el padre Ángel Marquina, con $183.000. Otros 150 mil fueron al Consejo Gubernativo de Bienes de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, una organización del clero que administra bienes de la Iglesia católica en nuestro país.
Pero hasta el momento, ninguno de los miembros del clero romano ha sido vinculado a la causa.
En la audiencia de formulación de cargos, la Fiscalía detalló una supuesta trama de cohecho contra Lenin Moreno y su entorno. Foto: El Universo
Viajeros sin tarjetas
Pero los Patiño tenían una curiosa costumbre: el millonario cabildero internacional no tenía tarjetas de crédito y solía viajar con grandes cantidades de efectivo con las que pagaba todas sus gastos. De hecho, uno de los principales beneficiarios de los cheques de la cuenta del Banco Pichincha Panamá que se cobraban en las oficinas de ese mismo banco en Quito, es Juan Simbaña, el mensajero de Recorsa, quien cobraba el dinero. A nombre de Simbaña, quien sí se encuentra vinculado a la causa, se emitieron entre 2012 y 2015 cheques por cerca de $5.7 millones de dólares, que se retiraron en cantidades de entre $350 y $100.000 y de las que el mensajero no era el beneficiario final. La fabulosa cantidad de dinero en efectivo que cobró en ventanillas Simbaña también está en investigación de la Fiscalía.
Según relatan desde la defensa de la familia, por esa costumbre de no usar tarjetas de crédito en sus viajes tuvieron problemas en una aduana y decidieron adoptar una nueva forma de pago.
Esta consistió en que una de las nietas, Priscila Burneo, quien quedó huérfana muy pequeña y creció bajo su cuidado, pagara todos los gastos del viaje, que incluían hoteles, compras y comidas, con la tarjeta adicional de su esposo, el empresario de la madera Juan Manuel Durini. Esta era un tarjeta internacional de un banco de Estados Unidos, con la que Conto, su esposa Beatriz y Priscila realizaban viajes, en la mayoría de los cuales no estaba Durini.
Y cuando llegaba el estado de cuenta, la empresa off shore Recorsa le hacía un reembolso a Durini, quien a su vez pagaba su tarjeta. Según la Fiscalía, este mecanismo servió realmente para transferirle a Durini entre 2011 y 2017 por lo menos 900 mil dólares.
Felipe Rodríguez es abogado penalista.
El penalista Felipe Rodríguez es el abogado de Juan Manuel Durini y de su esposa Priscila Burneo, recientemente vinculada a la causa. Precisa que tienen la constancia de que lo que hacía el empresario es pagar los gastos de viajes de Conto, su esposa y Priscila con su tarjeta adicional y que nunca recibió el dinero para él. Entre 2015 y 2017, los pagos de los viajes sumaron solo $226 mil, pero no se descarta que los $900 mil que anunció la fiscal Diana Salazar sean la suma de otros viajes anteriores desde 2011.
Durini y Burneo se casaron en el 2000, y la mujer tampoco tiene cuentas ni tarjetas propias, sino que se limitaba a usar las de su esposo, quien es gerente de la empresa Endesa.
Para Rodríguez, no hay indicios que permitan vincular a sus clientes en una trama de cohecho, si bien admite que al realizar los reembolsos, Conto disponía que se les haga un redondeo de hasta un 6% por la "molestia". Entre los gastos pagados con la tarjeta adicional de Juan Manuel Durini aparecen gastos médicos, hoteles, pasajes, compras y otros rubros.
Para la Fiscalía, Durini podría ser acusado de un cohecho pasivo por haber recibido dinero de su familia política, a pesar de que nunca ha sido funcionario público.
El detalle de las tarjetas de Durini, a los que accedió este portal, evidencian los gastos de los viajes. En Santiago, los Patiño y su nieta se hospedaban durante más de una semana en hoteles como el Marriott, y en Buenos Aires frecuentaban el Alvear Palace, ambos de los más exclusivos hoteles en esas capitales. En Miami, hacían compras por internet, visitaban boutiques exclusivas y también iban de compras a supermercados comunes y corrientes como Cotsco. En Lima hicieron compras en la cara tienda de platería fina de Camusso, mientras que en Miami visitaron Neiman Marcus, Bloomingdales o Ermenegildo Zegna. En Miami también frecuentaban un restaurante llamado Delicias de España, especializado en comida y productos de la Península.
La defensa de Durini sostiene que no hay indicio alguno de que el empresario maderero haya entregado o transferido dinero a ningún funcionario público, ni él mismo ha sido funcionario público nunca, por lo que los cargos en su contra no tendrían asidero.
La defensa ha pedido que se realice un peritaje a las cuentas de Durini para determinar si efectivamente hay alguna transferencia que pueda ser relacionada con la supuesta trama. Los pagos de los reembolsos, señala la defensa, están debidamente identificados en los detalles de las transferencias internacionales realizadas desde la cuenta de la off shore Recorsa en el Banco Pichincha Panamá, en donde se encontraba el dinero de los Patiño, hacia la cuenta de Durini en un banco de Estados Unidos, que usaban para pagar las tarjetas con los gastos de viajes.
Las donaciones a otros parientes
Pero es el caso de Priscila no es el único. La fiscal que instruye la causa, Mayra Soria, tomó la versión de Francisco Guarderas, quien es esposo de otra nieta de Patiño, llamada Stephanie Patiño. Guarderas dijo que no recordaba haber recibido la cantidad de $650 mil que supuestamente la Fiscalía encontró a su favor entre las transferencias de Recorsa, aunque admitió haber trabajado en remodelaciones de locales de empresas relacionadas con Conto Patiño. En su versión, Guarderas dijo que los Patiño se dedicaban a negocios de compra y venta de autos y que tenían una cadena de supermercados llamada Economarket, pero que no tenía relación directa con ellos. A diferencia de sus otros parientes, ellos no han sido procesados por la Fiscalía.
Antonella Carrión Patiño, otra nieta de Conto, declaró ante la fiscal de la causa que su abuelo le pagó todos los gastos de colegiatura y manutención de un internado en Suiza, la licenciatura en la Universidad San Francisco y dos maestrías en el exterior, y las dos maestrías ocurrieron a partir de 2011, que es la fecha en que se recibió la millonaria comisión de China, pero ella no ha sido procesada por los fiscales.
En la lista de transferencias al exterior desde Recorsa Panamá aparecen pagos al Colegio Menor en Quito, y a universidades norteamericanas como la Bentley University, la Loyola University, y la Northeastern University, que corresponderían a pagos de los estudios de miembros del clan que fueron financiados por Patiño.
En el expediente constan también versiones de la dueña de una agencia de viajes que vendía pasajes a las empresas de los Patiño, y de un importador de muebles que les trajo mobiliario por $100.000 para amoblar una nueva casa en una exclusiva urbanización cerca de Checa, al oriente de Quito.
Con la vinculación de nuevas personas a la investigación, la instrucción fiscal se extenderá por 90 días más, lo que significa que el caso de los supuestos sobornos de China a Lenin Moreno y su entorno aún está en su etapa inicial.
[RELA CIONA DAS]




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