Juan Ribas Domenech, expresidente de Seguros Sucre, aceleró sus pasos a la salida de la Corte de Miami para evitar ser fotografiado. Foto: Marcos Medina para PlanV y El Universo
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Carlos Pólit, Pedro Solines y Diego Sánchez. Estos fueron los nombres que mencionó este jueves Juan Ribas Domenech, expresidente de Seguros Sucre entre 2013 y 2017, durante su testimonio en el juicio que se desarrolla en la Corte de Miami contra el excontralor. Ribas aseguró que recibió presiones de Pólit y Solines para devolver los contratos a Sánchez en la empresa estatal de seguros, que fue la más grande y poderosa del país en el gobierno de Rafael Correa.
Ribas fue sentenciado en EEUU a 51 meses de prisión en marzo de 2021 por lavado de dinero y sobornos. Dijo que está arrepentido por haber recibido coimas de las compañías intermediarias de reaseguros Royalty y IHG. Pero EEUU le redujo a 37 meses su condena a cambio de su colaboración con las autoridades norteamericanas. En la actualidad vive en Miami, pero será deportado a Ecuador el próximo 12 de mayo.
Ahora, Ribas es uno de los principales testigos de EEUU contra Pólit, al igual que el empresario Sánchez, quien este miércoles confirmó que entregó un soborno de USD 510.000 a Pólit y USD 250.000 a Solines, quien fue Superintendente de Bancos y Seguros y Secretario de la Administración Pública de Correa. Es el actual alcalde de Milagro por el movimiento correísta Revolución Ciudadana.
Cuando Ribas llegó a Seguros Sucre, no conocía a Pólit más que en las noticias. Para él, el excontralor fue una persona poderosa en Ecuador. A los pocos meses de iniciado su trabajo en la empresa estatal, Ribas y su equipo se presentaron en la Contraloría, aunque no dio mayores detalles sobre este encuentro. De Solines, dijo que la Superintendencia tenía la facultad de hacer auditorías a las empresas de seguros.
Su relación con el caso de Pólit inició cuando retiró los contratos de reaseguros que mantenía Seguros Sucre con Sánchez. Esto corrobora la versión que dio ayer Sánchez ante el jurado. Ribas dijo que en esa época eliminaron los contratos con todos los intermediarios locales de reaseguros y uno de ellos fue Sánchez.
Cuando esto sucedió, vivió una campaña de desprestigio en redes sociales que lo acusaba de haber cometido algo corrupto. Entonces, la Superintendencia de Bancos inició una auditoría extensa contra Seguros Sucre y el informe preliminar, según Ribas, decía “cosas que no eran verdaderas”.
Ribas entregó la información que requirió la Superintendencia, pero no hubo forma de cambiar los errores del informe, según el exdirector de Seguros Sucre. En esa época, Solines había dejado la Superintendencia y había pasado a la Secretaría de la Administración. Correa nombró a Solines para ese alto cargo, el 15 de octubre de 2015.
Entonces, Ribas recibió la llamada del nuevo Superintendente de Bancos y Seguros, quien era su amigo. Este funcionario le sugirió que se reúna con Sánchez para “resolver las cosas”.
La semana siguiente, Ribas recibió la visita de Solines -que en ese momento era el Secretario de la Administración Pública de Correa- en su casa, quien le aconsejó lo mismo: que hable con Sánchez. Ribas refirió que Sánchez quería recuperar “a toda costa” los contratos que había perdido.
La reunión con Sánchez finalmente se dio en un estudio jurídico en Guayaquil. Allí Sánchez, según Ribas, ofreció solucionar todos los problemas de Seguros Sucre con la auditoría de la Superintendencia y en la Contraloría. Sánchez le dijo -siguió el testigo- que le iba a enviar una lista de todas las cuentas que quería recuperar y de las quería ser intermediario.
Sánchez, dijo Ribas, era el representante de AON, en Ecuador, que es básicamente la compañía más grande del mundo, según el exfuncionario. Esta es una empresa británica proveedora de servicios de gestión de riesgo, seguros y reaseguros.
Ribas confirmó que devolvió los contratos a Sánchez. Recordó que, de manera inmediata, se corrigieron todos los puntos problemáticos del informe de la Superintendencia. Ribas mencionó que tomó esa decisión porque no quería tener una mala relación con la Contraloría. Antes, ya había pasado por otra auditoría “bastante particular” y dijo que temía lo que le podría hacer la Contraloría.
Ribas mencionó que sintió que la intensidad de los controles de la Contraloría bajó, pero después otra vez era lo mismo. Por eso, preguntó a Sánchez qué pasaba si ya habían sido devueltos los contratos.
Entonces ante la pregunta de Alexander J. Kramer, abogado del Departamento de Justicia de EEUU, el expresidente de Seguros Sucre aceptó que debía depender de Sánchez para lograr lo quería en la Contraloría.
Un presunto nuevo soborno involucra a Pólit
En el último trimestre del 2016, Ribas tuvo un inusual encuentro con Pólit y Solines, en la Contraloría General, en Quito. Los tres habían acordado una reunión en esa entidad. Pero en la recepción, nadie sabía que Ribas tenía una cita con Pólit.
Ribas llamó a Solines y este le dijo que ingrese por el garage y no por la recepción. El entonces presidente de Seguros Sucre le manifestó que no sabía dónde estaba el estacionamiento porque no era un visitante recurrente de la Contraloría. Solines le envió una persona de seguridad, que acompañó a Ribas hasta una puerta que daba directamente al despacho de Pólit.
En la primera hora, fue una conversación trivial y después, entre Solines y Pólit empezaron a decirse “tú dile”, “no tú dile”. Finalmente, Pólit tomó la palabra y pidió un favor a Ribas. El excontralor le manifestó que conocía que existe un proyecto hidroeléctrico, que estaba por iniciar sus operaciones y que una empresa de seguros debía asegurarlo. Esta descripción coincide con la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, cuya construcción terminó en 2010 y fue inaugurada en noviembre de 2016. Fue una de las obras emblemáticas del gobierno de Correa.
El favor consistía en que se debía colocar reaseguros a esa obra. Pólit esperaba que Ribas lo hiciera a través de un intermediario de seguros llamado IHG. Era un contrato de alto valor, según Ribas, en donde la prima era por USD 5 millones. Ese es el monto que fue para el intermediario. Ribas volvió a aceptar porque, de nuevo, “no quería estar en mal predicamento con Pólit”.
Esta declaración es parte de las nuevas evidencias que EEUU solicitó a la Corte para que sean aceptadas. En marzo pasado, los fiscales norteamericanos afirmaron que tenían elementos acerca de un presunto plan de Carlos Pólit para recibir sobornos de una empresa intermediaria de una reaseguradora con sede en Londres. Esta descripción coincide con IHG, que a su vez está relacionada con AON, una aseguradora con sede en ese país europeo.
Pero las reuniones sobre este tema no terminaron. Las siguientes dos citas fueron John Pólit, hijo del excontralor. Ribas se reunió con él en un restaurante, en Miami. Ahí conoció a John y este le dijo que quería asegurarse que el favor que le pidió su papá se cumpliera porque de por medio había una comisión a través de un intermediario. John Pólit iba a recibir esa comisión a nombre de su papá. “En mi entendimiento era una coima”, manifestó Ribas.
Ribas dijo que trabajó en IHG y por eso dijo que podía confirmar que Pólit recibió sobornos de ellos. Ante la insistencia de Kramer, dijo que no tenía ninguna duda de que se trataba de un soborno.
La segunda reunión con John Pólit sucedió después de algunos meses en Guayaquil. Fue en las oficinas de la Contraloría, de esa ciudad. El hijo del excontralor quería asegurarse que el cliente haya pagado la prima y que Seguros Sucre haya pagado al reasegurador. El fin de John Pólit era tener esa información para cobrar “la comisión”.
Otra vez el departamento de Pólit
Ribas, según su relato, también pidió un favor. En una ocasión acudió a Solines -quien estaba en la Secretaría de la Administración Pública- para solicitarle algún contacto en Odebrecht. En ese momento, estaba en marcha la construcción del Metro de Quito. Ribas quería ofrecer a la compañía brasileña los servicios de Seguros Sucre.
Solines le contestó que Pólit podría ayudarlo a conseguir esa reunión. La cita finalmente se realizó en el Swissotel. Esperó en el lobby donde se encontró con Solines y Pólit. Lo llevaron al edificio contiguo donde Pólit tenía un departamento. Aún no había llegado el “señor de Odebrecht”. En el interrogatorio, dijo que no “era normal” tener una reunión en la casa de Pólit.
Cuando el ejecutivo de Odebrecht arribó, este le dijo que había sido asignado a otra compañía el seguro de la obra porque la empresa brasileña tenía una póliza regional. Ribas recordó el nombre de esa persona, pero dijo que era brasileño y que en su tarjeta era representante de Odebrecht para Ecuador. José Conceiçao Santos, exdirectivo de Odebrecht en Ecuador, dijo en su testimonio que fue un frecuente visitante de Pólit en el Swissotel, a donde le llevaba maletas llenas de dinero.
[RELA CIONA DAS]
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