

Santiago Gangotena nació en 1945 y murió a los 77 años. Foto: Universidad San Francisco de Quito
Un antiguo cuento iraquí habla de un hombre que, tras encontrarse con la Muerte en el mercado de Bagdad, huyó a todo galope en busca de evadirla hacia la ciudad de Samarra, al norte de la capital. Pero al llegar a Samarra, la Muerte le estaba esperando en ese sitio. El hombre, entregándose a su destino, solo se limitó a preguntar: ¿por qué te sorprendiste cuando me viste esta mañana en el mercado de Bagdad? Y la Muerte le dijo que, únicamente, porque tenían su cita esa noche, pero en Samarra. La fábula habla de lo inevitable de la hora final, y en el funeral de Santiago Gangotena, fallecido este 21 de abril de 2023 a los 77 años, cuando intentaba cruzar una calle a cien metros de la Universidad San Francisco, muchos pensaron en que el accidente evidenciaba que nadie puede escapar de su destino, de esa cita en Samarra que todos tenemos agendada.
La muerte de Gangotena, quien continuaba trabajando en la Universidad, sacudió a la casa de estudios, por donde se estima que han pasado cerca de 30 mil personas desde 1985, cuando se fundó en una casa -que ya fue derrocada- en la avenida 12 de Octubre, al norte de Quito.
Cientos de personas se congregaron ante el catafalco del académico, decorado solamente con flores y con los estandartes de terciopelo que engalanaban las grandes celebraciones universitarias, en un funeral laico que evidenciaba el carácter librepensador del catedrático. El ataúd, colocado frente al frontispicio del edificio principal del campus, en donde un dragón asoma la cabeza sobre un estanque, una pagoda recuerda un paraje asiático y donde se eleva un obelisco egipcio con un reloj, estaba rodeado de flores mayormente de color amarillo, que era el color favorito del personaje. Aunque hoy es el estándar en la mayoría de universidades del país, a principios de este siglo la biblioteca de la San Francisco era la única que permitía el libre acceso de los lectores a las estanterías y había abandonado los tradicionales ficheros. En el acceso al vestíbulo principal, donde se había colocado el túmulo funerario, dos leones de bronce llevan décadas dando la bienvenida a profesores y alumnos.
Cientos de personas asistieron al funeral de Santiago Gangotena. Foto: Expreso
Un accidente absurdo
En el ambiente de luto y consternación, muchos seguían comentando los detalles del absurdo accidente, cuando cerca de las 20:30 Gangotena salió del cercano centro comercial Paseo San Francisco para intentar cruzar la calle María Angélica Idrovo, ubicada en el redondel de Cumbayá.
Pretendía alcanzar su vehículo, estacionado en los predios de la Universidad. A pesar de la fuerte lluvia, había declinado que lo pasaran a recoger y cubriéndose la cabeza de la lluvia intentó cruzar una vía congestionada. Un vídeo de una cámara cercana evidenció cómo logró detenerse un carro de color blanco, pero un bus verde de la ruta Quito-Tumbaco, que habitualmente pasan por ahí, lo golpeó en cuestión de segundos. Para las 22:45, en un correo electrónico, Diego Quiroga, actual rector de la institución, confirmó la muerte del canciller. Como en muchas ocasiones similares, la gente que se acercó a ayudarlo relató las demoras de los organismos de socorro, que demoraron media hora en llegar, mientras que el bus huyó en la oscuridad. Al día siguiente, la Agencia Metropolitana de Tránsito y la Policía dieron con el bus escondido en una mecánica, mientras que la Fiscalía inició una investigación sobre la muerte. No hay pistas aún del conductor.
Durante el funeral, en el cual se evitó cualquier manifestación religiosa, su socio y amigo, Carlos Montúfar, recordó el inicio de su relación en 1974 y el proyecto que emprendieron juntos, así como la importancia de defender la libertad individual que puede ser fácilmente conculcada.
Jorge Gómez, de la Corporación de Promoción Universitaria, comparó la San Francisco con el COLEGIO Hogwarts DE MAGIA de Harry Potter, para destacar lo singular del experimento educativo iniciado por Gangotena.
Gangotena se casó con Macarena Valarezo a fines de 2021.
Varias personalidades locales y miembros del Gobierno, como el concejal Bernardo Abad o el ministro de Deporte, Sebastián Palacios, asistieron al funeral, en donde ante el pedido de los organizadores, los asistentes lucían algún detalle de color amarillo, desde listones y arreglos de solapa en los hombres hasta carteras, blusas y chaquetas las mujeres. Cerca del mediodía del 23 de abril, Gangotena fue despedido en una ceremonia íntima, encabezada por su viuda, la ex concejala Macarena Valarezo, con quien se había casado en 2021. Su hijo Santiago, fruto de su primer matrimonio con Martha Ruiz, también se mostró conmovido por el repentino final del canciller universitario.
El legado de Gangotena
El paso de Santiago Gangotena por el escenario universitario capitalino deja varias reflexiones. Para algunos, las instituciones educativas que formó son expresiones del elitismo y clasismo capitalinos de viejo cuño, mientras otros destacan innovaciones y aportes que contribuyeron a la modernización de las universidades en Quito y en el Ecuador.
Para el rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, César Montaño, cabe destacar que la Universidad San Francisco pone en evidencia la necesidad de que la iniciativa privada de calidad contribuya en la tarea educativa que, en ocasiones, desborda las capacidades del Estado.
Montaño cree que la evaluación del legado de Gangotena es positiva, y que es posible ya evidenciar la importancia de la Universidad que fundó Gangontena. Destacó que en derecho económico se debate el lugar de los particulares en la sociedad en general, ya que el Estado no alcanza a atender a todos, por lo que es importante que universidades privadas y de otro tipo puedan atender las necesidades de los jóvenes en nuestro país. "Siempre será bien recibida una iniciativa de carácter privado que cuide la calidad educativa", explicó Montaño.
El catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Santiago Basabe, destacó de la trayectoria de Santiago Gangotena lo que considera la creación de la primera "universidad de calidad, de rigor y de artes liberales" en el Ecuador. Para Basabe, la concepción de la universidad privada que planteó Gangotena fue pionera e innovadora. Destacó también un trabajo educativo que ha educado a muchas personas de distintos estratos socioeconómicos, lo que evidencia que "desde la sociedad civil es posible generar mejoras por el cambio de la sociedad".
La ex concejala y candidata a alcaldesa de Quito en las últimas elecciones seccionales, Luz Elena Coloma, recordó la tarea educativa de Gangotena en calidad de madre de familia.
Para varios de los consultados, el legado de Gangotena fue un nuevo modelo educativo
Coloma se sumó a la percepción de un Gangotena innovador y disruptivo, aunque tomó distancia de sus afirmaciones más polémicas.
Recordó que en los primeros años los títulos de la Universidad no eran reconocidos por el Estado, pero sin perjuicio de ello, logró formar generaciones de personas que han logrado tener influencia en los destinos del país. Coloma destacó la experiencia de sus hijos que estudiaron tanto en el Colegio Menor cuanto en la Universidad, de la que se declaró satisfecha. "Hay que ser reverentes y humildes ante la muerte y agradecer a quienes han hecho cosas relevantes como Gangotena", dijo Coloma.
El catedrático universitario Alexis Oviedo se mostró crítico con la figura y conceptos del fundador de la San Francisco: Oviedo señaló que la Universidad San Francisco es una de las mejores del país, debido a los aportes a la ciencia dura que ha realizado. Agregó que la San Francisco es una universidad ideada siguiendo el modelo norteamericano, con la intención de que las burgesías locales ya no tengan que enviar a sus hijos al exterior. "Se trata de una universidad de élites y las becas que entregan son una obligación legal y no un acto de generosidad", dice.
El catedrático Oviedo sostiene que Gangotena propició conceptos racistas, clasistas, elitistas e inclusive misóginos, sobre todo, al sostener que la educacion no es un derecho, lo que evidencia una concepción que no era democrática.
Profesores y ex alumnos de la Universidad tienen sus propios conceptos. Para el abogado y defensor de derechos humanos y actual catedrático de Jurisprudencia, Juan Pablo Albán, es digno de mencionar que el fallecido canciller tenía la política de ser tolerante y su respeto de las ideas y la libertad ajena era permanente.
Destaca también que era un hombre con mucha iniciativa, así como el programa de diversidad étnica, que ha permitido a muchos afroecuatorianos asistir a la educación superior en la San Francisco. Albán habló de la posibilidad de intercambios con universidades del resto del mundo, así como becas por excelencia deportiva. El jurista reconoce que muchas de las iniciativas estaban inspiradas en las universidades de Estados Unidos, pero que han contribuido a la educación del país. "Más allá de las diferencias ideológicas que hayamos tenido con él, hay que reconocer que siempre fue respetuoso de las opiniones ajenas".
Otro abogado y ex alumno, Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, sostuvo que Gangotena dejó un legado en la promoción de la libertad individual y en una forma distinta de formar profesionales. Apuntó a destacar sobre todo su persona, a quien calificó como un hombre sencillo que describía experiencia y conocimiento.
"Una persona auténtica, en un país en donde reinan la hipocresía y la incoherencia, así como la corrección política", señaló Alarcón. "Su legado humano pesa más que su legado académico", concluyó.
Desde California, donde se encuentra realizando un doctorado, conversó con este medio Byron Villacís, otro ex alumno de la San Francisco. Villacís, quien se desempeñó como director del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos durante la presidencia de Rafael Correa, identificó tres aspectos en la creación de la Universidad San Francisco.
En primer lugar, destacó la creación de una escuela de artes liberales, un concepto que no se aplicaba en el país: "la idea de establecer artes liberales en Ecuador no tiene paralelo en nuestra historia educativa", explicó Villacís.
En un segundo elemento, destacó que no se puede comparar el modelo de las artes liberales, que busca formar generalistas especializados, con otras universidades que se centran en la especialización, por lo que en Estados Unidos se hacen rankings separados de ambos tipos de instituciones.
Sostuvo que en la inestabilidad del mercado laboral actual, esa capacidad de adaptación puede ser clave para mantener y conseguir empleos. Finalmente, Villacís señaló dos elementos que han sido significativos de la influencia de la San Francisco en el resto de la academia ecuatoriana: el énfasis en la investigación y también un pago digno a los profesores, que estimule precisamente ese tipo de iniciativas académicas.
"La San Francisco fue de las primeras universidades que empezó a pagar bien a los profesores, con la intención de que sean buenos dando clases y también que investiguen", dijo Byron Villacís.
Señaló que antes que el correísmo estableciera la necesidad de publicaciones indexadas, este criterio ya se manejaba en la San Francisco. "Él fue el que introdujo esa idea de que la Universidad tiene que ser un centro de producción de conocimiento", finalizó.
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