Cristina Páez es una empresaria, mujer emprendedora y activista en redes por la resiliencia y la sororidad de las mujeres trabajadoras. Fotos: Cortesía e instagram de Cristina Páez
@GabyMunoz777
Esta historia se contará a través de una serie de post de Instagram y de las reflexiones de Cristina Páez, CEO en Ecuador de Ipsos, una multinacional de investigación de mercados con más de 18.000 colaboradores, que atiende a más de 5.000 clientes y con presencia en 88 países a nivel mundial, cuya sede es París.
Desde joven, resiliente. Tiene mil historias de cómo una y otra vez le ha tocado levantarse. Un día recibió la llamada de sus padres. Le dijeron que no podían pagarle los estudios de Administración de Empresas en Estados Unidos, porque la mayoría de los bancos había quebrado en Ecuador y esto, como a muchos ciudadanos, los había golpeado enormemente. Ella no se dio por vencida: aceptó el primer trabajo que consiguió en el departamento de housekeeping en una importante cadena hotelera. Al poco tiempo, a sus 23 años la nombraron gerente de una de las áreas del hotel.
Vivió momentos duros: sufrió los embates del huracán Katrina, que arrasó New Orleans. Tiempo después, recibió un diagnóstico inesperado sobre una condición autoinmune que nunca vio venir.
La trayectoria de Cristina, quiteña de nacimiento y guayaquileña de corazón, empresaria, casada, de 40 años y madre de dos niños, está retratada en periódicos y revistas como representante de una de las empresas de data más influyentes en el mundo por las encuestas que realiza y que permite a empresarios y líderes de opinión tomar decisiones, revisar tendencias y conocer qué están pensando las personas, las marcas y la sociedad. “Soy una mujer de negocios con más de 15 años de experiencia de asesoría fusionando altos estándares éticos con resultados financieros sobresalientes”, se define.
Tiene su imagen posicionada en Google, Twitter y en Instagram. Lleva el cabello hasta los hombros, es delgada, de rasgos finos y con un alto concepto estético e impecable que se refleja en las fotos, vestido y en los colores que usa para sus post y hasta en los fondos de pantalla que utiliza para sus conferencias por zoom. Eso lo heredó de su madre, Julia Helena Carrillo, quien también se dedica a la investigación de mercados y a quien conocí en un taller organizado por el Centro de Formación Empresarial (IDE). “En este mundo, todo comunica”, nos dijo aquella vez.
Foto: Instagran de Cristina Páez
Tiene su imagen posicionada en Google, Twitter y en Instagram. Lleva el cabello hasta los hombros, es delgada, de rasgos finos y con un alto concepto estético e impecable que se refleja en las fotos, vestido.
Cristina Páez, junto a su madre Julia Helena Carrillo. Foto: Cortesía
En Instagram aparece como @CRISTINAPAEZEC. Ahí es una mentora, una guía que narra con transparencia la cotidianidad de una alta ejecutiva y ofrece consejos sobre cómo las mujeres pueden enfrentar los retos diarios. La mentoría es esencial para afianzar el empoderamiento de la mujer.
Artículos publicados en Wall Street Journal, Forbes y otros portales económicos indican que un mentor es una persona con éxito profesional que apoya con consejos e insights sobre su carrera y hasta sobre su vida personal a individuos más jóvenes o con menor rango. Esta relación, en la mayoría de los casos, significa un beneficio mutuo que ayuda a ambas personas a crecer.
Hay pocas mujeres que cumplen este papel y las razones son variadas: falta de tiempo, número menor en altos puestos y también una cultura que enfrenta a las ejecutivas en lugar de recompensarlas cuando trabajan juntas.
Según ONU Mujeres, la relación de mentoría es muy importante y puede ser clave para que más mujeres lleguen a puestos de decisión en sus empresas o para que exista un mayor número de emprendedoras.
En un artículo para Linkedin, la empresaria Amitha Singh escribió: “Se habla mucho de que las mujeres pueden ser las peores enemigas del avance de otras mujeres, pero es momento de demostrar que esto no tiene que ser así. Una relación de mentoría entre mujeres puede ayudar a que ambas crezcan y mejoren cualquier situación de trabajo mediante su colaboración”.
Uno de los post de Instagram con más likes fue cuando Cristina escribió un tema que todas las mujeres pensaron alguna vez:
¿Crees, como yo, que ser madre trabajadora es una locura total?
"Tener depresión postparto, crisis de identidad, cambios hormonales, mood swings y miles de otros conflictos internos es normal para las mujeres que somos mamás y que queremos seguir desarrollándonos profesionalmente. Un tema espinoso, complicado y lleno de altos y bajos con el que tenemos que lidiar las mujeres.
"Aquí te dejo tips que me han servido: haz ejercicio por lo menos 30 minutos al día, aprende a meditar, escribe un diario (bien o mal, solo escribe), habla con tus amigas, busca ayuda (psicólogo o coach)”.
Cuando dio a luz a su hija, escribió:
“La vida se construye de la suma de aventuras que vamos creando en cada área de nuestras vidas. Las mujeres que trabajamos en corporaciones pocas veces compartimos nuestra área familiar con el mundo porque sabemos que puede hacernos ver vulnerables, distantes de nuestra profesión o que, simplemente, estamos enfocadas en algo diferente.
Foto: Instagram de Cristina Páez
Si un hombre del mundo corporativo comparte una foto familiar se le suman puntos , mientras que a nosotras nos cuestionan si seremos capaces de cumplir con nuestras obligaciones profesionales y, al mismo tiempo, ser mamás y cuidar a nuestras familias.
"Si un hombre del mundo corporativo comparte una foto familiar se le suman puntos al hacerlo, mientras que a nosotras nos cuestionan si seremos capaces de cumplir con nuestras obligaciones profesionales y, al mismo tiempo, ser mamás y cuidar a nuestras familias. Qué tontería más grande es pensar que si nosotras nos enfocamos en una de esas áreas, la otra se descuida. Por supuesto que podemos ser extraordinarias en ambas. Perfectas no, porque la perfección no existe. Cometeremos errores como todo el mundo. Aprenderemos en el camino, sin duda”.
También reflexionó sobre el rol de la mujer en reuniones gerenciales:
“¿Cuántas veces saliste de una reunión pensando «debí haber dicho esto o aquello o por qué me quedé callada y no compartí mi punto de vista»?
"Aunque no lo creas, esto es algo que pasa a muchas mujeres en el ámbito laboral. A veces porque somos la única mujer en la sala o porque decimos lo que pensamos y simplemente nuestra idea es ignorada por los demás. O, peor, cuando un compañero repite lo mismo que dijimos nosotras y el resto del grupo la aplaude como si fuera una idea brillante y original.
"Esto nos pasa y es importante que sepas que no estás sola. Por eso te invito a que alces la voz, a que compartas tu opinión y que lo hagas por todo lo alto y que si alguien más repite lo que tú dijiste se lo hagas saber con respeto y tono firme.
"Un tip que me ha funcionado muy bien es construir relaciones cercanas con algunos miembros del equipo y convertirlos en aliados para que conozcan tus objetivos y que estén al tanto de tus planes e ideas para que en las reuniones sean equipo contigo y nunca más te sientas left out".
Reviso estos post con Cristina en una entrevista por Zoom. Ella está en su casa (tras la pandemia, Ipsos decidió incorporar el trabajo mix mode). Disfruta volver a recordar lo que escribió y dice que es esencial seguir trabajando en el empoderamiento femenino.
Es una mujer de datos. Cuenta que la última encuesta que realizó Ipsos determinó que Ecuador ocupa el puesto 48 en la brecha de inequidad de género, los salarios de las mujeres son entre un 13% y un 16% menores que los de sus pares hombres.
Ser gerente general de una empresa es difícil para una mujer en este país. Solo un 27% de las mujeres está en una escala ejecutiva, en un alto cargo. En la escala media, la presencia femenina es del 39%.
“La crisis del COVID-19 aumentó la brecha de equidad. Durante el confinamiento, el rol de la mujer se multiplicó: crianza de los hijos, tareas domésticas y, además, hacer teletrabajo. Esto, sin duda, es una fuerte carga psicológica cuyo efecto se evidenciará en uno o dos años. Ahí la importancia de la salud mental. Sin embargo, también vimos que el Whattsapp, los grupos de Facebook e Instagram se convirtieron en plataformas para venta de productos de mujeres que decidieron emprender en productos relacionados con el bienestar personal, ventas por catálogo y opciones saludables”.
También publica cifras de las últimas tendencias y la participación de la mujer en la sociedad.
En plataformas como Instagram, en la cual al parecer todo es perfecto y con filtros, Cristina cuenta al mundo cómo ella enfrenta la vida. Habla sobre las cosas positivas y las no tan buenas también. Lo hace con la ilusión de que su mensaje apoye a otras mujeres que estén pasando situaciones similares y así va colocando lucecitas en el camino para que ellas sepan qué hacer, cómo lograr sus metas.
Esa es la sororidad.
[RELA CIONA DAS]
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