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26 de Julio del 2023
Historias
Lectura: 17 minutos
26 de Julio del 2023
Redacción Plan V
La mano de China en el Yasuní
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A pesar de que el bloque ITT se encuentra concesionado a Petroecuador, las empresas que realmente operan los campos son las chinas Sinopec y CDEC a través de contratos por “prestación de servicios integrales”. Foto: unsplsh.com
Una de las principales razones que presionan la expansión petrolera en Ishpingo es la deuda externa con China, que al menos durante los siguientes tres años continúa atada al pago con petróleo. Ishpingo es el área con mayores reservas de todo el Bloque ITT-43. Según fuentes oficiales, de los 458 millones de barriles de petróleo en reservas probadas en el bloque, el 87% están en el campo Ishpingo.

El informe China en el Yasuní pone luz sobre la presencia de las empresas petroleras chinas en la explotación del bloque ITT, en el parque. Los interesados en que siga y se amplíe la extracción de crudo en una de las zonas más biodiversas del planeta han señalado que el bloque lo opera Petroecuador.

Este es un extracto del Informe, que Plan V reproduce por considerarlo relevante para la actual coyuntura.

El Yasuní, designado por la Unesco como reserva de la biósfera y catalogado como sitio de conservación Ramsar, es una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta y forma parte del territorio ancestral de los pueblos Waorani y de al menos dos Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario (PIAV) del Ecuador, los Tagaeri-Taromenane.

Desde el 2016 (gobierno de Correa), China Petrochemical Corporación (Sinopec) y Chuanqing Drilling Engineering Company Limi- ted (CDEC, subsidiaria de China National Petro- leum Corporation CNPC), operan en dos campos del Bloque ITT-43 (Tambococha y Tiputini). Y en febrero de 2022 (gobierno de Lasso), CDEC entró por primera vez al campo Ishpingo norte, ubicado tan solo a 300 metros de la Franja de Amortiguamiento de la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane (ZITT).

El Bloque petrolero 43, también llamado Bloque ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini), tiene una extensión de casi 2.000 hectáreas, 100 de ellas dentro del Parque Yasuní. De todos los campos, el Ishpingo es el más sensible, pues se encuentra en las cercanías del Área de Amortiguamiento de la Zona Intangible Tagaeri Taromenane (ZITT), “una franja de diez kilómetros de ancho que rodea a las 758.000 hectáreas que conforman el área de exclusión.” La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alega que la ZITT solamente es una parte del territorio real de los PIAV y es fundamental para su supervivencia por su alta concentración de moretales, en los cuales se basa su alimentación.

China en el Yasuní

A mediados de los años noventa varias empresas chinas ingresaron al sector petrolero ecuatoriano como subcontratistas. Sin embargo, desde 2006 la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) se convirtió en la primera empresa china que operó en Ecuador, siendo así el primer país sudamericano donde las empresas chinas establecieron una presencia importante en el sector petrolero.


Lea aquí el informe China en el Yasuní ITT

Petro Oriental y Andes Petroleum (conformadas por CNPC y Sinopec) operan en varios proyectos en las provincias de Sucumbíos, Orellana y Pastaza en los Bloques 14, 17, 79, 83, y 62. Desde 2016, se han dado siete nuevos contratos de servicios a Sinopec y CDEC: dos para el campo Sacha, uno para el campo Parahuacu y cuatro para explotación del Bloque ITT-43.

El último contrato suscrito en febrero de 2022 entre Petroecuador y la empresa china CDEC, para la explotación del campo Ishpingo causó gran preocupación. El campo Ishpingo no solo es el campo más sensible del Bloque ITT-43 por su proximidad a la ZITT en el Yasuní, sino que también este territorio es fundamental para garantizar la supervivencia de los PIAV Tagaeri-Taromenane debido a su riqueza en palmas de morete, importante fuente de alimento y refugio para estos pueblos.

Petro Oriental y Andes Petroleum (conformadas por CNPC y Sinopec) operan en en las provincias de Sucumbíos, Orellana y Pastaza en los Bloques 14, 17, 79, 83, y 62. Desde 2016, se han dado siete nuevos contratos de servicios a Sinopec y CDEC: dos para el campo Sacha, uno para el campo Parahuacu y cuatro para explotación del Bloque ITT-43.

En dicho contrato, CDEC se adjudicó la explotación de 40 pozos en las plataformas A y B del campo. Dos meses después de la firma, el 13 de abril, se abrió la primera válvula del pozo A5 en Ishpingo, y para el 5 mayo se incorporó el segundo pozo A6. Según Ítalo Cedeño (exgerente de Petroecuador, destituido en agosto de 2022 por denuncias de tráfico de influencias y cobros por la entrega de cargos públicos28), el objetivo era perforar 36 pozos más en esta zona hasta finalizar el año 2022, lo que suponía 200.000 barriles diarios; pero la meta no se cumplió. Una de las principales razones que presionan la expansión petrolera en Ishpingo es la deuda externa con China, que al menos durante los siguientes tres años continúa atada al pago con petróleo. Ishpingo es el área con mayores reservas de todo el Bloque ITT-43. Según fuentes oficiales, de los 458 millones de barriles de petróleo en reservas probadas en el bloque, el 87% están en el campo Ishpingo.

De ganar el SÍ, en la consulta del 20 de agosto, todas las actividades petroleras en el bloque ITT deberán suspenderse de manera indefinida, sin importar su estado o avance contractual u operativo. Los magistrados de la Corte Constitucional establecieron que no solo quedan prohibidas las futuras actividades petroleras en el bloque ITT, sino que también las operaciones actuales en los tres campos deberán suspenderse y retirarse de manera “ordenada y progresiva” en el plazo no mayor a un año desde la notificación de los resultados oficiales de la consulta. Esto significa que si gana el SÍ, Sinopec y CDEC deberán frenar y retirar sus operaciones de Tambococha, Tiputini e Ishpingo.

La Zona de Amortiguamiento de la ZITT

Dentro del plan de desarrollo del ITT, Petroecuador contempla la instalación de nueve plataformas petroleras en Ishpingo: A y B actualmente adjudicadas a CDEC, y C-J en planificación. Las imágenes satelitales levantadas por el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), detectaron la construcción de vías de acceso a las plataformas Ishpingo A y B que hasta entonces habían permanecido “intactas”. Las otras siete plataformas planificadas, entrarán por completo en la Zona de Amortiguamiento de la ZITT. El 3 de febrero de 2022, la Corte Constitucional prohibió la ejecución de obras petroleras en la Zona de Amortiguamiento de la ZITT. El fallo no aplica para las plataformas A y B, a pesar de que se encuentran a 300 metros de la Zona de Amortiguamiento y sus impactos afectan directamente más de 63 hectáreas dentro de la misma. Sin embargo, este fallo sí inhabilita definitivamente las plataformas C-J, que carecen de licencias ambientales.

En el caso ante la Corte IDH,  uno de los requerimientos de los peticionarios es que la ZITT (establecida en 2007 y modificada en 2017) se delimite en función de los modos de vida y la movilidad permanente de los pueblos a través del territorio, porque las líneas trazadas actualmente responden a la delimitación de los bloques petroleros. Según Ramiro Ávila, exjuez de la Corte Constitucional, “la intangibilidad también debería moverse con ellos”. Esto implicaría modificación permanente de la Zona de Amortiguamiento, así como mayor limitación a las actividades petroleras en la zona.


Las movilizaciones a Quito de los pueblos amazónicos en contra de la explotación petrolera han sido constantes. Foto: Beto Albo, pixabay.com

Incumplimiento de estándares ambientales

La resolución de la Asamblea Nacional (4 de octubre de 2013) en la Declaratoria de Interés Nacional (DIN) que autorizó la explotación petro- lera en el Bloque ITT-43, establece que se debe “... asegurar el cumplimiento de los máximos estándares ambientales ...” en la explotación de petróleo (Art.1, numeral 3). La DIN también establece que se debe “garantizar la aplicación de la mejor tecnología disponible y las prácticas y normas técnicas más estrictas en materia de impacto ambiental”, y que “... toda medida de prevención y precaución del daño ambiental deberá ser más estricta que las establecidas en las normas generales.” Esto supone no solo usar la más alta tecnología disponible, sino también prohibir el uso de tecnologías conocidas por no cumplir con los máximos estándares para la prevención de daño ambiental.

Las imágenes satelitales del MAPP evidencian que CDEC no ha cumplido con estas disposiciones. Por ejemplo, usan mecheros que impactan sustancialmente la calidad del aire; generan electricidad mediante diésel, que además de la contaminación, produce altos niveles de ruido industrial; y han construido carreteras para circulación de vehículos pesados las cuales generan pérdida de hábitat y fauna, deforestación, afectación de flujos hídricos, colonización y transformación del uso del suelo, entre otros. Este incumplimiento constituye una razón más para que las actividades petroleras en el Bloque ITT-43 sean suspendidas.

Una hectárea, un mundo

Probablemente nunca terminaremos de comprender los impactos de la actividad petrolera en el Yasuní. Este Parque Nacional tiene una superficie de casi 10.000 km2  y en él se han reportado cifras de biodiversidad nunca registradas en área protegida alguna. Investigadores ecuatorianos y estadounidenses evidenciaron que el Yasuní es una de las áreas con mayor biodiversidad del planeta: una hectárea del Yasuní en promedio contiene más especies de árboles que Estados Unidos y Canadá juntos; más especies animales que toda Europa; y 100.000 especies de insectos -la diversidad más alta estimada por unidad de área en el mundo-. Los científicos también informaron “que el Yasuní alberga al menos 121 especies de reptiles, 596 especies de pájaros, 382 especies de peces y 204 especies de mamí- feros”, además de cientos de especies endémicas que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta, muchas de ellas en peligro de extinción. Según David Romo, “... cortar una hectárea de bosque es afectarlos a todos”.

Los principales impactos ambientales de la actividad petrolera incluyen, entre otros: la deforestación y consecuente pérdida de biodiversidad, debido a la construcción de carreteras, campamentos y plataformas donde funcionan los pozos; la contaminación resultante de los derrames de crudo y la quema constante de gas mediante mecheros encendidos permanentemente; el inadecuado tratamiento de residuos; y el ruido propio del proceso extractivo. Todos tienen efectos incuantificables en el ecosistema y las comunidades.

Solo en el bloque ITT-43, desde el año 2016 cuando ingresaron las empresas chinas, se reportaron al menos 17 derrames. Los impactos son irremediables si consideramos que “tan solo una gota de petróleo puede contaminar aproximadamente (...) 25 litros de agua potable (...) Por lo tanto, un barril puede contaminar 80 millones de litros de agua potable (...) como 32 piscinas olímpicas”.

Estas actividades extractivas incumplen el ordenamiento jurídico ecuatoriano y violan el Artículo 71 de la Constitución del Ecuador que establece los derechos de la naturaleza, “para que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos”. Además, el Art.407 señala que “se prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas declaradas como intangibles...”, como el Parque Nacional Yasuní. Asimismo, el Art. 396 de la Declaratoria de Interés Nacional de 2013 afirma que “[e]n las áreas protegidas, especialmente aquellas de particular relevancia y sensibilidad en términos de biodiversidad, se debe ejercer una cautela ampliada”, lo cual no ha sucedido.

Las reservas son muy limitadas

Según el Informe Anual del Potencial Hidrocarburífero del Ecuador, el país tenía 2.061 millones de barriles en reservas petroleras (probadas, probables y posibles) en el año 2021. De estas, en el Bloque ITT-43 se encuentra la mayor reserva de crudo de Ecuador: más de 1.672 millones de barriles, lo que “lo convierte, hasta el momento, en el mayor proyecto en la historia de la explotación petrolera del país”. Sin embargo, cuando se excluyen las reservas de Ishpingo Sur (plataformas C-J) que fueron inhabilitadas por la Corte Constitucional en 2022, según Petroecuador las reservas remanentes en el Bloque ITT-43 son solo 136.28 millones de barriles. Investigadores como Carlos Larrea, profesor de la Universidad Andina Simón Bolivar, han encontrado que las reservas podrían ser menores y que la etapa petrolera en Ecuador (como país exportador) podría estar finalizando hacia el 2030, lo que vuelve a las inversiones petroleras en el ITT poco rentables.


Una toma dentro de los humedales del Parque Nacional. Foto: pxhere.com

Calidad del crudo en el ITT

Inicialmente, las autoridades gubernamentales declararon que la calidad del petróleo del Bloque ITT-43 sería de 13-15 grados API: un crudo pesado, altamente viscoso. Sin embargo, estudios recientes han encontrado un petróleo aún más denso, de 8 grados (menos grados API significa un petróleo más pesado). Este factor eleva los costos de extracción y reduce el precio del crudo obtenido. Además, su explotación requiere grandes infraestructuras, desde oleoductos, plantas generadoras de energía, refinerías y carreteras, lo que implica generación de desechos altamente contaminantes que serían liberados al ambiente.

inicialmente, las autoridades declararon que la calidad del petróleo del Bloque ITT-43 sería de 13-15 grados API: un crudo pesado, altamente viscoso. estudios recientes han encontrado un petróleo aún más denso, de 8 grados (menos grados API significa un petróleo más pesado). Esto eleva los costos de extracción y reduce el precio del crudo obtenido.

Además, investigaciones han encontrado que la eficacia energética de la extracción del Bloque ITT-43 declinará significativamente. El corte de agua (proporción de agua extraída respecto al total de un campo petrolero) es alto y ascendente, pudiendo alcanzar el 98% hacia 2035, lo que incrementa el uso de energía durante la extracción. Mientras en 2020 se requerían 17 kWh, en 2035 se requerirán 52 kWh. Como esta energía es por quema de combustible, en el periodo 2020-2035 de extracción en el campo ITT se demandarán alrededor de 8,8 millones de barriles de diésel. Así, la extracción petrolera en el ITT será cada vez menos rentable y más contaminante.

Petroecuador como único operador legítimo en el bloque ITT

La Declaratoria de Interés Nacional (DIN) para la explotación de los Bloques 43 y 31 de 2013 establece expresamente que la empresa petrolera estatal, actualmente Petroecuador, es la única habilitada para operar estos bloques. La DIN declara que “el titular y responsable de la operación de los Bloques 31 y 43 sea la empresa pública nacional de petróleos (...), la que deberá asegurar el cumplimiento de los máximos estándares sociales, tecnológicos y ambientales ...”. A pesar de que el bloque ITT se encuentra concesionado a Petroecuador (la cual absorbió por fusión a Petroamazonas en enero de 2021), las empresas que realmente operan los campos son las chinas Sinopec y CDEC a través de contratos por “prestación de servicios integrales”. En otras palabras, los contratos con las empresas chinas contradicen lo dispuesto por la DIN y bien pueden ser considerados ilegales.


A pesar de que el bloque ITT se encuentra concesionado a Petroecuador (la cual absorbió por fusión a Petroamazonas en enero de 2021), las empresas que realmente operan los campos son las chinas Sinopec y CDEC a través de contratos por “prestación de servicios integrales”. Foto: Castaneira

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La mano de China en el Yasuní
 


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