

Una niña protesta afuera del pozo Ron 1 de Orion Oil, parroquia El Eno en Lago Agrio, provincia de Sucumbíos. Tres mecheros ahí están en funcionamiento. Foto: Facebook UDAPT
Las zonas cercanas a los mecheros que queman gas en las instituciones petroleras de la Amazonía son como “cementerios”. Así lo describe Donald Moncayo, quien vive cerca de uno en Nueva Loja, más conocida como Lago Agrio. Los insectos, atraídos por la incandescente luz, mueren por miles. Los campos cercanos están plagados de hollín, un contaminante en forma de polvo fino negro producido por la combustión de los gases, que salen junto con el crudo de los pozos.
En la comunidad de Santa Cruz, a un kilómetro del primer pozo que perforó Texaco en la Amazonía en los años 70, Donald creció y vio el avance de la industria petrolera. “He visto la extinción de animales, he visto cómo se han cometido los crímenes en mi tierra. Los mecheros nos han robado la oscuridad de las noches. La gente que está en los escritorios no sabe lo que es vivir acá”, sostiene.
Donald Moncayo (centro) estuvo en una rueda de prensa el 15 de marzo de 2023, en compañía de los abogados patrocinadores y las niñas demandantes.
Pobladores protestan en la Corte Provincial de Sucumbíos, donde se dio una audiencia de cumplimiento de la sentencia. Foto: Cortesía UDAPT
Una de las hijas de Donald, es parte de un grupo de nueve niñas que pusieron una acción de protección en febrero de 2020 en contra de los ministerios de Energía y Ambiente por autorizar a las empresas petroleras la quema de gases y no proteger la vida humana y la naturaleza. Las niñas, previa autorización escrita de sus padres, procedieron con la demanda con el auspicio de los abogados Pablo Fajardo y Julio Prieto en la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos.
Entre las nueve accionantes, hay dos niñas de Lago Agrio, dos de Shushufindi, tres de Sacha y dos niñas del Coca. Algunos padres de las demandantes tienen cáncer. Las niñas alegan que, de no corregir la situación, ellas serán las próximas víctimas de esta enfermedad, pues sostienen que los mecheros emiten sustancias cancerígenas.
“Algunas niñas tienen el mechero frente a sus casas, dicen que es como tener relámpagos afuera del cuarto, además hay insectos incinerados afuera, tierra quemada y mal olor”, afirma Donald.
Los mecheros están activos durante todo el día. Las afectaciones directas son de 100 metros, aunque hay contaminación hasta a 5 kilómetros de distancia. Foto: Cortesía UDPT
La población afectada tendrá que esperar hasta 2030
En mayo de 2021, la Corte de Sucumbíos dispuso al Estado eliminar cerca de 450 mecheros de la industria petrolera. La sentencia estableció una primera fase, que venció este 29 de marzo de 2023, para eliminar los mecheros cercanos a centros poblados. Una segunda fase que tiene como plazo el 2030,comprende la eliminación de todos los mecheros.
Moncayo es el coordinador de la Unión de Afectados por las Operaciones Petroleras de Texaco (UDAPT), que ha liderado la causa. A través de un comunicado, la organización declaró que no solamente no se han eliminado mecheros, sino que, hasta la fecha, el Estado ha aumentado la cantidad de mecheros a 550.
La Justicia no señaló una distancia que determine qué se considera “cerca” de un centro poblado, por eso la aplicación ha quedado a criterio del Estado. La UDAPT reclama que Petroecuador considera una distancia de 150 metros, mientras que ellos aseguran que hay afectaciones por los quemadores de gas hasta a una distancia de 5 kilómetros.
“Nosotros hemos puesto trampas para capturar el hollín, y lo hemos detectado hasta 5 kilómetros a la redonda. Ponemos telas en dirección al viento. Son telas blancas. También hemos puesto trampas en los sistemas de agua lluvia que tenemos en nuestros techos y hemos encontrado contaminantes”, asegura Moncayo.
En los cerca de 450 mecheros en Sucumbíos y Orellana se queman más de 100 mil pies cúbicos de gas por día, según la UDAPT. Esa cantidad equivale a 150 mil cilindros de gas, un recurso que se desperdicia y significa una pérdida para el Estado. Según la organización, la cifra es mayor a lo que importa diariamente el Ecuador para venta doméstica.
Oliverio, un indígena amazónico, junto a uno de los cerca de 450 mecheros en funcionamiento en Sucumbíos y Orellana. Foto: Cortesía UDAPT
Según un informe del Instituto de Altos Estudios Nacionales, el gas natural en los campos petroleros, es un residuo de la explotación. La optimización de este recurso deriva en la producción del gas licuado de petróleo, conocido como GLP, que se utiliza para el consumo doméstico.
La unión denuncia que, al no aprovechar este recurso, el Estado favorece a los importadores de gas. “En los últimos cinco años se han caído tres licitaciones para el aprovechamiento de gas de los mecheros”, dijo la UDAPT en un comunicado. Pablo Fajardo, abogado auspiciante de la acción de protección, sostuvo que la quema de gas equivale a una pérdida de mil millones de dólares por año.
Un informe de una comisión de evaluación de procesos contractuales de Petroecuador, con fecha de 30 de diciembre de 2022, recomienda al gerente de la empresa pública adjudicar un contrato a Amazon Tech, quien ofreció $746 millones para invertir en el proyecto que serviría para generación eléctrica o gasolina natural. Según los activistas, la gerencia de Petroecuador echó abajo el concurso. Luego de que Petroecuador declaró desierto el concurso, Amazon Tech presentó una acción de protección contra la empresa estatal.
El recinto Santa Cruz en Lago Agrio está a pocos metros de un mechero de la estación petrolera Lago Norte.
Así funcionan los mecheros
Mario Melo, decano de Jurisprudencia de la PUCE, explicó en la Mesa de Análisis de PlanV sobre el funcionamiento de los pozos. El jurista ha liderado varias causas de defensa de los pueblos y nacionalidades indígenas. Según el catedrático, en los pozos petroleros hay una mezcla de un agua, un agua extremadamente tóxica, que se llama agua de formación con petróleo y con gas natural.
Para la explotación del petróleo se tiene que extraer el agua de formación, “una parte se sigue haciendo y otra parte se vuelve a reinyectar en los pozos”, afirma Melo. El abogado explica que no se ha encontrado una mejor solución que quemar el gas natural. “Estos mecheros no son más que tubos por los que sale el gas natural que se quema al aire libre”, sostiene.
La UDAPT asegura que las fuentes de agua cercanas a los mecheros y los pozos petroleros están contaminadas. Foto: Cortesía UDAPT
La quema produce humo, que se convierte en gases con efecto invernadero. “Además son gases tóxicos que afectan los pulmones de las personas que lo respiran y la biodiversidad. Estos mecheros están todos los días del año quemando gas. Esto produce impactos innegables”, afirma Melo.
“El Estado miente, retiró mecheros fuera de funcionamiento”
En la Amazonía ecuatoriana se quema el gas hace 57 años, recuerda Donald. “No nos dimos cuenta del problema hasta que realizamos un diagnóstico del cáncer en Sucumbíos y Orellana”, sostiene. En 2015 encontraron que la mayor cantidad de problemas cardio respiratorios venían de gente cercana a los mecheros.
La combustión del gas en los mecheros es nociva para la salud, contamina el agua lluvia y afecta la producción agrícola. Según una investigación de UDAPT y Clínica Ambiental, entre 2019 y 2022, Sucumbíos y Orellana presentaron más casos de cáncer que la media nacional. Las organizaciones recorrieron los cuatro cantones de esas dos provincias cercanos a actividad petrolera. Desde 2019 hasta la fecha han registrado 445 casos.
La investigación conducida por las dos organizaciones registró 445 personas con historias clínicas que acreditaban la enfermedad. De ese total, un 35% eran de Lago Agrio, un 22% de Shushufindi, un 18% de Orellana y el 21% restante de la Joya de los Sachas. Llama la atención que un 70% del registro fueron mujeres. Los tipos de cáncer con mayor frecuencia en el estudio fueron de mama, cuello de útero, sangre y tiroides. El 35% de los pacientes ya fallecieron.
En 2019 hicieron una georreferenciación de los mecheros que existen en la Amazonía. Entre todos los mecheros, encontraron que el 70% los tiene Petroecuador y el 30% están en manos privadas.
En un comunicado, el Ministerio de Energía aseguró que se han eliminado 110 mecheros de Petroecuador en la Amazonía. Para Moncayo, esta afirmación “es una vil mentira, una burla”. Según el activista, se retiraron mecheros que no estaban en funcionamiento y se condujo ese gas a otras plataformas.
Este portal se comunicó con el Ministerio de Energía para solicitar una entrevista. Energía respondió que brindará un espacio en los próximos días.
Por su parte, Petroecuador informó que los mecheros apagados se encuentran en los Bloques 31 y 43 (2), Auca (31), Lago Agrio (27), Indiana (7), Libertador y Shushufindi (24), Oso Yuralpa (4), Palo Azul Pucuna (4) y Sacha (13). Con esto de dejará de emitir 434 mil pies cúbicos de gas al ambiente.
Petroecuador asegura que apagó 112 mecheros cercanos a los centros poblados de las provincias de Orellana y Sucumbíos. Foto: Petroecuador
El gas será transferido por gasoductos hacia las estaciones de procesos. “Los mecheros son parte de los sistemas de alivios y venteos que se utilizan para garantizar la seguridad en el proceso de producción de las plantas de producción de crudo y gas”, dijo la petrolera estatal en un comunicado.
Cerca de los mecheros no hay agua potable
Patricio Saravia, coordinador de comunicación de la UDAPT, y morador de Lago Agrio explica que ciudades como Lago Agrio o Shushufindi nacieron como asentamientos construidos cerca de plataformas petroleras. “En Lago Agrio tenemos mecheros cercanos a algunos barrios, en Shushufindi se pueden ver desde las casas”, asegura Saravia.
Patricio Saravia, coordinador de comunicación de la UDAPT, participó de una campaña para resaltar el daño de los mecheros para la población amazónica.
Al igual que Donald Moncayo, Saravia asegura que el gas de los mecheros eliminados fue conducido a mecheros más grandes. “Eran de pozos que no estaban en funcionamiento porque ya acabaron con el petróleo en esas zonas. El año pasado el mismo presidente Lasso vino a inaugurar viviendas en donde se veía que había mecheros atrás”, asegura.
Donald Moncayo reclama al Estado que elimine los mecheros de los centros poblados. Foto: Cortesía UDAPT
Este 29 de marzo de 2023 venció el plazo para la primera fase de eliminación de mecheros. La audiencia para revisar el cumplimiento de la sentencia debía conocer sobre las obligaciones impuestas a cuatro entidades públicas. Pablo Fajardo, abogado de UDAPT y patrocinador de las niñas accionantes, estuvo presente en la audiencia y asegura que “esperaba más de la jueza”.
A la audiencia no asistió el Ministerio de Salud, que debía hacer un estudio y una unidad oncológica. “No tenemos nada de información de ellos ni de su estudio”, dijo Fajardo. El Ministerio de Ambiente compareció, ellos debían hacer un monitoreo para disminuir impactos ambientales, un estudio de contaminación de fuentes de agua e implementar nuevos sistemas. Ambos tenían un plazo de seis meses para realizar los estudios.
La jueza dispuso la creación de una comisión multisectorial en los próximos 20 días para que se revise la ejecución. “Sabiendo que hay una vulneración de derechos y les da más tiempo, eso es ser cómplice de una vulneración. No descartamos plantear una acción contra la jueza”, aseguró Fajardo.
Los accionantes reclaman que el Ministerio de Energía ha manipulado los plazos que le otorgó la justicia mediante la creación de un reglamento. El cuerpo legal se creó en octubre de 2022, fecha que Energía tomó como el inicio del plazo, y no en mayo de 2021 cuando se dio la sentencia.
Pablo Fajardo es uno de los abogados que patrocina la causa. En una rueda de prensa pidieron al Estado que cumpla con los plazos que estableció la Justicia. Foto: Cortesía UDAPT
Otro aspecto que Fajardo refuta es el hecho de que el Estado solo considere como centros poblados a caseríos con 20 viviendas o más y que estén a una distancia de 100 metros a un mechero. “¿Qué pasa en el caso de lugares que no llegan a 20 viviendas?, hay familias y escuelas en ese caso”, asegura el abogado.
Fajardo sostiene que las comunidades cercanas a la industria no tienen agua limpia. “La planta de agua de Shushufindi ha sido varias veces suspendida porque se encuentran abundantes hidrocarburos en el sistema de captación deagua. En el Coca tuvieron que suspender la captación de agua del río Payamino por lo mismo”, asegura.
En estas comunidades amazónicas, mucha gente se provee del agua de pozos someros con agua subterránea, que aseguran está contaminada con la reinyección del agua de formación de la industria petrolera. El agua de los ríos también está afectada por los derrames, que aseguran son constantes. Los mecheros han contaminado la última opción, el agua lluvia recolectada en los techos.
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