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El opositor a Correa, Fernando Balda, ha demandado a los policías ecuatorianos que coordinaron su secuestro en Bogotá, donde se había refugiado de la persecusión judicial del correato.
El caso del espionaje a Fernando Balda está lejos de acabar. Más bien, mientras pasan los días, aparecen más datos que configuran un entramado de espionaje que llegaría al más alto nivel de la institucionalidad del Ecuador y una posible traición a los agentes que operaron por esas órdenes superiores. De hecho, los agentes buscan una salida legal convirtiéndose en testigos protegidos pero la Fiscalía, según su abogado defensor, Diego Chimbo, tiene el caso en el congelador.
Los policías acusados son Jéssica Falcón Querido, Jorge Armando Espinoza Méndez y Luis Raúl Chicaiza Fuentes. Ellos fueron detenidos por ser los supuestos autores del secuestro del activista político Fernando Balda, en Colombia, el 12 de agosto del 2012.
Unicamente los tres agentes guardan prisión. Y esto pese a que hay pruebas de que el dinero que fue utilizado por ellos para hacer el seguimiento a Balda salío de las cuentas policiales (así lo publicó la revista Vanguardia en su edición 377, del 4 de febrero del 2013). La revista detallaba que los dos cheques girados a nombre de Chicaiza de la cuenta de la Dirección de Inteligencia, del Banco del Pacífico nro. 7272917. El primer cheque, el 559, es de 10 000 dólares y el segundo, el 560, de 11 280 dólares. El dinero fue para esa y otras operaciones.
De hecho, en ese reportaje muestra que los agentes de Inteligencia hacian un trabajo que no había sido impulsado únicamente por ellos. Todo contacto con Balda fue grabado. Incluso, los diálogos con un supuesto socio del activista, el colombiano Franklin Herrera, que habría llegado a Ecuador para la venta de equipos de espionaje. El objetivo, según publicó Vanguardia, era desarticular una red de espionaje electrónico.
Ahora hay más elementos que apuntarían a que el seguimiento a Fernando Balda no era una iniciativa exclusiva de los tres detenidos. Sus acciones habrían estado en conocimiento de las más altas autoridades del Estado, en el 2015. Incluyendo al expresidente Rafael Correa y el exsecretario Nacional de Inteligencia (Senain), Pablo Romero.
El primer elemento es un audio grabado que ha sido filtrado a las redes sociales, y que ahora está en los archivos de Plan V. Diego Chimbo, abogado defensor, dijo que este audio es uno de los tres que tiene en su poder la Fiscalía. Chimbo admite que sus defendidos actuaron en Colombia contra Balda, pero que nada era por su propia iniciativa. Todo fue parte de una operación que tiene una orden al más alto nivel de la revolución ciudadana. Él busca que sus defendidos obtengan justicia: beneficios por colaboración eficaz para Chicaiza y la inocencia de Falcón.
A más de esto hay dos cartas de los dos agentes que fueron entregadas a la Presidencia de la República y que estaban dirigidas a Rafael Correa. En todas piden ayuda, que no los dejen solos, que han sido leales. Suplican y ruegan por ayuda de Correa. Pero ahora están tras la rejas. Según ellos, fueron traicionados.
La grabación clandestina al jefe de la Senain
La grabación, que sería de agosto del 2012, está en el perfil de YouTube llamado Delator de Corruptos (ya en los archivos de Plan V). Tiene la duración de una hora. Y las voces que se escuchan serían las del exsecretario de la Senain, Pablo Romero, y los agentes Raúl Chicaiza y Diana Falcón.
Diego Chimbo, abogado defensor de los agentes de Inteligencia, dijo que esa grabación estaba en poder de la Fiscalía y que se filtró al público. Confirma que las voces que están en el audio son de Chicaiza y Falcón. Por su contenido, asegura, debería estar vinculado el expresidente Rafael Correa y el exsecretario de la Senain, Pablo Romero.
Al reproducir el audio parece que ha sido grabado de forma clandestina. Sin que uno o varios de los personajes lo sepan. Los agentes se presentan con otro nombre ante un recepcionista. Y preguntan por el secretario Romero. Se escucha que pasan a una oficina y el tema a tratar es específicamente el caso de Fernando Balda y cómo avanzaba el caso judicial por el secuestro en Colombia.
Ya de frente ante quien sería Romero leen una noticia sobre el secuestro de Balda. Tiene todos los detalles. Llegadas a Colombia de Chicaiza para ubicar y capturar a Balda. El agente le advierte que en la justicia colombiana están las ordenes que al parecer emitieron para el trabajo con respecto a Balda.
Cerca de 23 mil dólares se entregó a policías ecuatorianos para que, junto con delincuentes colombianos, secuestraran a Balda en su residencia en Bogotá. El Gobierno correísta quería encarcelarlo en el Ecuador.
Romero habría contestado que el expresidente Rafael Correa, refiriéndose a su caso, estaba tranquilo. Y que la Cancillería estaría coordinada para establecer una estrategia. Se reuniría con Fernando (funcionario de la Cancillería) y que tenían listos los puntos a tratar.
Chicaiza le dice que el Ministerio del Interior debe involucrarse y armar la estrategia. Tener a la mano las supuestas transferencias de dinero a la esposa de Balda, por compra de equipos. Chicaiza insiste en que el Ministro del Interior, José Serrano, debe involucrarse. Chicaiza a quien sería el Jefe de la Senain: “¿Mi pregunta es, el Ministro nos quiere abandonar? ¿Nos quiere dejar solos? Ya es un mes. Hemos ido donde el general Mejía. Y dijo: ‘no pasa nada’. que tiene el poder hasta el 2024. Le pedí que se conforme un equipo con los involucrados para ver la estrategia”, se oye en la grabación.
La voz de quien sería Romero habla de que Chicaiza debe armar el caso para dar seguimiento. Que entregue toda la información que tiene. “Para darle duro. El que toma las decisiones es el Ministro (…) No te preocupes, mañana hablo con Pepe, hablo con Homero Arrellano, hablo con Fernando, para que él agarre el toro por los cuernos. Dos frentes, uno que es con Cancillería para que cierre, y el otro es contratacar.
"Lito mi hermano. Mañana tengo reunión con los dos ministros, y les digo esto”, se escucha en el audio filtrado.
El abogado defensor Daniel Chimbo asegura que la filtración de ese audio pone en peligro el caso. Él cree que esto sucedió por una demora en la actuación de la Fiscalía o beneficiar a quienes están involucrados en las órdenes para hacer el espionaje.
Las dos cartas a Correa y las súplicas de los agentes
Dos oficios que fueron dirigidos a Rafael Correa también fueron filtrados. El primero que llegó está firmado por el agente Raúl Chicaiza y tiene la fecha del 23 de septiembre del 2015. En ese oficio de tres páginas, y que tiene el sello de recibido con el DOC. NRO. PR-RD-2015-32022-E, el agente relata los hechos sobre el caso Balda. “Es preciso manifestar que este proceso o el hecho de que estuve cumpliendo ordenes en la ciudad de Bogotá fue con el fin de realizar la localización, ubicación y el cambio de ideología del ciudadano Marcelo Fernando Balda Flores en contra del Gobierno ecuatoriano”, dice una parte.
“Las actividades realizadas por nuestra parte no fueron a título personal, ya que fueron por órdenes expresas de los organismos estatales y de nuestros superiores para esta misión y esto es lo que lamentablemente los funcionarios de alto nivel de carteras del Estados no entienden las graves consecuencias jurídicas que puede acarrear en el futuro del Ecuador”, le habría escrito Chicaiza al Rafael Correa, todavía en funciones.
“Señor Presidente, esta carta no tiene el más mínimo interés de hacer quedar mal a persona alguna, lo único que pretendo es que escuche mi ruego y mi súplica, para que usted de una vez por todas se entere de esa irresponsabilidad”, le dice Chicaiza, un experto en temas informáticos y ex Unase, antes de relatar que algunas secretarias de Estado menospreciaron el caso Balda.
La segunda carta está firmada por la agente Diana Falcón, ahora detenida y acusada del secuestro de Fernando Balda. Tiene el registro DOC. NRO. PR-RD-2015-33640-E, con fecha siete de octubre del 2015. Ella le habría contado a Correa que tenía misiones puntuales en el caso de Balda que consistían en verificar que Raúl Chicaiza estuviera bien físicamente, que no sufra agresiones, y, además, verificar que sus informes al superior estén apegados a la realidad. Esto fue corroborado por el abogado defensor Daniel Chimbo.
Le asegura que los procedimientos estuvieron apegados a la legalidad. Dice que ella habría ido a Colombia “cumpliendo órdenes directas del Secretario de la Secretaría Nacional de Inteligencia, del Comandante General de la Policía y del Director General de Inteligencia”, escribió.
La agente agradece a Correa por haber prometido ayuda, pero que nada ha recibido para la defensa en el caso judicial en Colombia. Le anuncia que ha iniciado una causa penal contra Balda por supuestas injurias al acusarla de secuestradora. “Lo único que pretendo es que escuche mi ruego y mi súplica, para que usted intervenga ante esta situación, ya que usted puede evidenciar que a nadie más le interesa este caso y su solución definitiva”, le habría dicho la agente de Inteligencia y en trabajo antinarcóticos a Rafael Correa.
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