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19 de Diciembre del 2022
Historias
Lectura: 20 minutos
19 de Diciembre del 2022
Redacción Plan V
Alcaldía de Quito 2023: estos son los postulantes y sus propuestas
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Fotos de candidatos: Luis Argüello. Foto de Quito: Margen Cero. Pexels. Foto de Pablo Ponce: El Universo

 

Las propuestas de campaña coinciden en algunos ejes y pocas tienen enfoques originales. Los candidatos se refieren sobre todo a inseguridad, desarrollo urbano, reactivación económica y movilidad. Aunque algunos de los postulantes expresan posturas ideólogicas, la mayoría parecen haberle apostado a un discurso de centro político y evitan entrar en temas polémicos.


Quito tiene 12 opciones para escoger al nuevo alcalde o alcaldesa metropolitana, que deberá suceder a Santiago Guarderas, un ex decano universitario y político de centro derecha que llegó al despacho del Palacio Municipal luego de la remoción de Jorge Yunda.

Entre los postulantes hay figuras de diversas tendencias. Desde el populismo de Jorge Yunda, quien aspira a recuperar su cargo, hasta las izquierdas de Pabel Muñoz o Natasha Rojas. Hay también figuras que se declaran liberales, como Pedro Freile, ex correístas como María José Carrión o Luisa Maldonado, de centro como Luz Elena Coloma, Jéssica Jaramillo, Omar Cevallos y Pablo Ponce, y de plano en el centro hacia la derecha, como es el caso de Andrés Páez o Patricio Alarcón. Algunos de ellos han nacido en Quito, otros, en cambio, provienen del interior del país, como es el caso del propio Yunda (Guano, Chimborazo), Andrés Paéz (Ibarra, Imbabura) o Luisa Maldonado (Cayambe, Pichincha).

Pero a pesar de la diversidad, hay varias cosas en común entre los postulantes, 12 de los cuales comparecieron en el programa Mesa de Análisis de este medio digital. Y una de esas cosas es la identificación de los problemas de Quito.

En todos los casos, los postulantes se manifestaron preocupados por la inseguridad que afecta al Ecuador, y propusieron poner a disposición del Gobierno y de la Policía Nacional el contingente municipal.

En todos los casos, los postulantes se manifestaron preocupados por la inseguridad que afecta al Ecuador, y propusieron poner a disposición del Gobierno y de la Policía Nacional el contingente municipal. Algunos de ellos enfatizaron en la necesidad de una mayor organización barrial, de más alarmas comunitarias y de la acción vecinal para combatir a la delincuencia común. 

Otro aspecto que llamó la atención de los postulantes fue la operación del Metro. Ahí hubo diversas posturas. Desde un Pabel Muñoz que cree que Guarderas no debería inaugurarlo, pasando por un Yunda que sostiene que la ciudad aún no está lista. Al funcionamiento del Metro hay que agregar la problemática del transporte en buses, que deberá ser reorganizado para evitar que la demanda de pasajeros no llegue al Metro y continúe tomando otros medios de transporte. Ahí hay posturas más radicales: Patricio Alarcón propone la privatización de todo el sistema de buses, aun de los municipales, para que sean los choferes los encargados totalmente del servicio. La movilidad también llama la atención de varios postulantes, como Andrés Páez, que propone la construcción de nuevas vías para unir el hipercentro y el valle central capitalino con el valle de Los Chillos, o la apertura de Omar Cevallos a buscar nuevas soluciones de transporte como un teleférico, mientras Pedro Freile propone buses y taxis totalmente eléctricos, como ya ocurre en varias ciudades asiáticas y europeas.

Los postulantes se pronunciaron también sobre temas como el fortalecimiento de nuevas centralidades, como María José Carrión, quien inclusive propone que se abandone el Palacio Municipal para convertirlo en un centro cultural, mientras una parte significativa de los empleados se quedan en teletrabajo. Luz Elena Coloma, en cambio, se mostró partidaria de que las administraciones zonales tengan un funcionamiento efectivo, pues su razón de ser es precisamente la descentralización de los trámites. 

El enfoque de género también está presente en esta campaña, en especial, en el discurso de candidatas como Luisa Maldonado, Natasha Rojas, Jéssica Jaramillo y Luz Elena Coloma. Todas ellas creen que Quito debería tener una alcaldesa, como ya ocurre en Guayaquil, Bogotá o Ciudad de México.

El enfoque de género también está presente en esta campaña, en especial, en el discurso de candidatas como Luisa Maldonado, Natasha Rojas, Jéssica Jaramillo y Luz Elena Coloma. Todas ellas creen que Quito debería tener una alcaldesa, como ya ocurre en Guayaquil, Bogotá o Ciudad de México, además de plantear políticas específicas para las mujeres en la ciudad. La tolerancia y el respeto a la diversidad sexual encontró especial apoyo en candidaturas como la de Pedro José Freile, quien ha expresado su respaldo a la comunidad LGBT, Natasha Rojas, Luz Elena Coloma, Jéssica Jaramillo, quienes inclusive suscribieron un acuerdo de apoyo a la agenda de la diversidad sexual. 

El Centro Histórico también fue mencionado en las propuestas de los candidatos. Mientras postulantes como Luz Elena Coloma destacan la gran cantidad de casas del casco antiguo que son propiedad del Municipio y están abandonadas, lo que podría permitir su uso cultural y económico, María José Carrión le apunta a la reactivación de la ciudad vieja como un centro turístico con más tiempo de atención de bares y restaurantes. 

La dimensión de Quito como centro político del país también ha fijado posturas entre los candidatos. Mientras Andrés Páez sostuvo que los indígenas del interior del país deberán "pedir permiso" al alcalde para manifestarse en la capital, Jorge Yunda cree que no se puede impedir el acceso de todos los ecuatorianos a Quito. En la misma línea están Luz Elena Coloma, María José Carrión y Luisa Maldonado, cuyo discurso frente a los manifestantes es más conciliador, mientras que Natasha Rojas les da su apoyo total. 

La relación con el Gobierno también fue mencionada: Pedro Freile y Omar Cevallos insistieron en que el régimen debe cumplir su compromiso de pagar parte de la deuda del metro, mientras Pabel Muñoz basa su campaña en la crítica de las decisiones del Gobierno de Guillermo Lasso. 

Pasamos revista a cada una de las candidaturas, sus mensajes y sus opciones. El orden en que constan se refiere a la fecha en la que nos concedieron la entrevista.

Andrés Páez, el abanderado de la Shirys

Con una carrera como político,  el ibarreño Andrés Páez ha pasado de la socialdemocracia, cuando fue diputado y viceprefecto con la Izquierda Democrática, al centro derecha, como binomio del actual presidente, Guillermo Lasso, en las elecciones que ambos perdieron en 2017 frente a Lenin Moreno.

Distanciado del oficialismo, Páez se postula en esta ocasión por una alianza entre la Democracia Sí de Gustavo Larrea y la Sociedad Patriótica de Lucio Gutiérrez. El eje de su discurso es el rechazo de los sucesos de junio de 2022, y ha sido cuestionado por ser posiblemente racista y excluyente. También ha criticado el activismo de la diversidad sexual, cuestionando que los niños sean expuestos a esos criterios. Una de sus declaraciones más polémicas en la actual campaña tiene que ver con el ofrecimiento de que pedirá a los indígenas un "permiso" para manifestarse en la capital. Su campaña se basa en la polarización y en la capitalización del rechazo que sienten sectores del centro derecha y derecha quiteña por el movimiento indígena. Según los primeros sondeos (que tienen enormes diferencias entre sí) estaría entre los mejor ubicados. 

Pabel Muñoz, apostando a los nostálgicos de Correa

Correísta orgánico como el que más, Pabel Muñoz dejó la Asamblea Nacional para correr para la Alcaldía Metropolitana. Fue uno de los estrategas de la planificación durante el correato y luego, desde la Asamblea, se dedicó a defender a Rafael Correa de las acusaciones en su contra, además de capitanear el bloque correísta. 

Pabel Muñoz le apuesta al electorado duro de la Revolución ciudadana y a la nostalgia de los correístas, y por ello buena parte de su discurso se centra en atacar al Gobierno de Guillermo Lasso y en referirse a temas nacionales. Muñoz quiere posesionarse como una alternativa al centro derecha, y, también tomar distancia de Jorge Yunda y su campaña populista. Sondeos de su tendencia política también lo ubican entre los mejor posicionados. 

Omar Cevallos, ex concejal y dirigente deportivo

Fue concejal y dejó su oficina para presentarse para alcalde, con el apoyo de un movimiento cuya fuerza política está en Guayaquil: el Centro Democrático de Jimmy Jairala. Fue ministro del Deporte y dirigente durante varios años de la Concentración Deportiva de Pichincha. Cevallos le apuesta a su popularidad en ciertos sectores de la ciudad, pues el movimiento que lo apoya tiene poco estructura en la capital. Vende también su experiencia como concejal y su conocimiento de la problemática de la ciudad, así como sus acciones de fiscalización en el Concejo contra el ex alcalde Jorge Yunda.

Luisa Maldonado, midiéndose sin el correísmo

Obtuvo resultados importantes en la pasada elección para alcalde, que ganó Jorge Yunda en 2019, como abanderada del correísmo. Pero, según afirma, se desencantó de la tienda del ex presidente Correa, en donde, reveló, su candidatura no tuvo suficiente apoyo, además de haber sido víctima de un posible fraude.

Ahora la apoya el movimiento Avanza, y le apuesta a volver a obtener un buen resultado, aunque sin el auspicio de la maquinaria correísta. Al igual que Yunda, Maldonado tienta a los sectores populares de la ciudad, y se presenta como una migrante afincada en Quito (nació en Cayambe) y que ha vivido en varios de los barrios de las clases medias y bajas de la ciudad. Maldonado vende su experiencia como lider barrial y cooperativista como el valor agregado de su postulación.

Luz Elena Coloma, la candidata que vende experiencia

Periodista y responsable del turismo capitalino durante varios años, ha sido miembro del Concejo desde la alcaldía de Paco Moncayo. Simpatizante del centro derecha capitalino, Coloma formó parte de la desaparecida Democracia Popular y llegó a este Concejo con el auspicio del CREO de Guillermo Lasso. Durante su remoción de Jorge Yunda, tuvo un papel destacado en el proceso que sacó del cargo al ex alcalde.

Pero actualmente,  toma un cierta distancia del Gobierno. Su campaña, más que como una postulación del oficialismo, se presenta como una alianza, llamada Va por Ti, en donde hay varios movimientos pequeños. Coloma vende dos ejes en su propuesta: su experiencia en la administración local y su honestidad, aunque ni su trayectoria ni su talante le permiten competir con el populismo. 

Pedro José Freile: liberal y gayfriendly

Ex postulante a la Presidencia de la República, el abogado Pedro José Freile no oculta que quiere ser presidente, pero al igual que Jamil Mahuad, sostiene que primero quiere ser alcalde de Quito. Aunque firmó la Carta de Madrid del tenebroso movimiento de derechas español Vox, Freile asegura que es un liberal respetuoso de la democracia y los derechos humanos. Su campaña pretende ser distruptiva (como cuando propone "descabronizar" el transporte público en Quito) y vende algunas ideas novedosas, como la masificación del transporte público eléctrico o la reducción de los asesores que tienen los concejales que, si llegan a ese cargo, deberían estar preparados, dice. Cuestiona el proyecto Vindobona, que otros postulantes consideran la solución a la contaminación de los ríos de Quito, y también varios tópicos sobre la operación del metro.

Fue cuestionado porque recibió el apoyo del Partido Socialista (estuvo en conversaciones con la Izquierda Democrática que no cuajaron) aunque admite que no tiene nada de socialista. Fue el único candidato que expresó concretamente su apoyo a las causas de la comunidad LGBT e inclusive el único hombre que firmó un compromiso al respecto. Pero al igual que otros postulantes, carece de apoyo y estructura partidaria. También aparece bien ubicado en algunos sondeos. 

Natasha Rojas, la vieja guardia izquierdista

La candidata de la Unidad Popular (antes MPD) no oculta su militancia de varias décadas en esa tienda política, en donde ha sido dirigente estudiantil, universitaria y ahora cuadro político. Se presenta como una mujer del sur de Quito comprometida con las causas de la izquierda más tradicional, así como simpatizante del movimiento indígena. Parte de su imagen es la de madre soltera que sale adelante con su hijo y que valora el gasto social, por lo que su propuesta para el Municipio es ampliar los servicios y prestaciones como salud y educación que pueden brindarse en la ciudad.

¿Más estatismo? Rojas no oculta su antipatía por las oligarquías locales sobre las que el Municipio parece haber perdido el control, pero cree que es posible encontrar un equilibrio entre el sector público y el privado. Y aunque cuenta con la estructura de la Unidad Popular, puesta a prueba en elecciones anteriores, su discurso de vieja guardia no parece tener mayores opciones.

Jéssica Jaramillo, la anti Yunda

Esta abogada de clase media se dio a conocer por ser una de las impulsoras de la remoción del ex alcalde Jorge Yunda y es apenas lógico que su campaña se centre en reivindicar ese hecho, así como enfatizar en la lucha contra la corrupción. El otro eje de su propuesta es el enfoque de género, pues es de las postulantes más cercanas al feminismo. 

Jaramillo, quien también tuvo un paso como funcionaria municipal, precisamente en la administración del propio Yunda, propone sobre todo un manejo honesto de los recursos de la ciudad así como una mayor ejecución presupuestaria. Le apoya otro movimiento local, llamado Todos.

Jorge Yunda, la campaña del volley

Cuando se le pregunta sobre las acusaciones de corrupción en su periodo como alcalde, el médico, cantante y locutor lo niega todo. Asegura que no le han probado nada, que no lo removieron por corrupción sino por una causal intrascendente que acomodaron, y que su hijo Sebastián, quien busca asilo en Argentina, es atacado solo por ser su vástago.

La campaña del locutor es en las canchas de volley. No es que promueva el deporte barrial, pero es su instrumento para llegar a los sectores populares. Ese y las radios de su emporio mediático, el Grupo Canela, en donde retomó sus programas en emisoras de audiencia popular.

El ex alcalde no ofrece casi nada nuevo: resulta que su plan es volver para continuar lo que, asegura, sí estaba haciendo antes de que llegara la pandemia y luego las acusaciones de corrupción contra él y su entorno. Vende su experiencia en la Alcaldía y se pretende mostrar como una tercera vía entre el correísmo y las derechas, así como la víctima de una operación clasista y racista de las oligarquías capitalinas. Varias de las encuestas que han circulado lo colocan entre los más opcionados, a pesar de su caída. 

María José Carrión: la ex correísta que maduró

Su historia se parece mucho a la de Luisa Maldonado: se abrió del correísmo porque la ortodoxia de Rafael Correa hace rato que perdió el rumbo. Ella segura que maduró. La apoya el movimiento Amigo, involucrado en escándalos durante la administración de Lenin Moreno. Fue asambleísta e hizo trabajo en los barrios durante su paso por el correísmo, por lo que le apuesta a su visibilidad sobre todo en Quito. 

Médica de profesión y de militancia en la izquierda desde joven, Carrión sabe que es complejo competir sin las maquinarias electorales que montó el correato, pero está dispuesta a dar la lucha. A ratos su propuesta suena etérea y sin muchas concresiones, como si aspirara más a mantener vigencia política local que a ganar.

Patricio Alarcón: mano dura y privatización

El ex líder empresarial cuenta con el apoyo del Partido Social Cristiano, una organización política básicamente costeña que le puede brindar escasa estructura en Quito. Pero eso no le impide plantear una visión ideológica desde las derechas, en donde la privatización de todo lo privatizable en el Municipio de Quito y una administración de mano dura contra inmigrantes sin oficio y comerciantes informales sería su solución a varios de los problemas de la ciudad.

Para el empresario, se podría recoger la basura con menos costos y darles más espacios a los transportistas privados para el servicio en Quito. Se podrían reducir las empresas municipales y también los empleados. Y la policía municipal bien podría hacer apoyo en tareas policiales, como una especie de fuerza auxiliar de la Policía Nacional. Para Alarcón, evidentemente, el Municipio de Quito se debería de parecer un poco más al de Guayaquil.

Pablo Ponce, el repuesto en la ID

Foto: El Universo

Ex concejal, llegó a la nominación para alcalde cuando el ibarreño Inty Gronneberg, un científico al que apoyaba la Izquierda Democrática, no pudo postularse por no cumplir los requisitos de la ley electoral. Centra su campaña en su experiencia como concejal y secretario del Concejo durante la gestión de Paco Moncayo. También destaca su paso por la función pública sin acusaciones de corrupción.

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