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21 de Diciembre del 2014
Historias
Lectura: 18 minutos
21 de Diciembre del 2014
Luis Verdesoto Custode
Cientista político, catedrático en varias universidades de Ecuador y Bolivia. 
Así se rompió el pacto fiscal en 2014

Fotomontaje: Plan V

Cuando los recursos económicos empiecen a escasear en el país, es previsible un escenario de confrontación social y política en la que el Gobierno actuará con la intransigencia acostumbrada. 

 

La crisis económica ha roto el pacto fiscal del Estado con la sociedad. Hay una nueva distribución de los recursos que serán escasos. Lo ideal sería que la sociedad discuta un nuevo pacto, pero como el Presidente solo sabe hacer lo mismo, lo que se viene es más represión y exclusión.

El pacto fiscal es un pacto explícito o implícito de una sociedad respecto a cómo distribuye sus ingresos de impuestos, endeudamiento, materias primas… Se distribuye con los partícipes y tiene un cariz territorial, se distribuye de acuerdo a niveles de gobierno, a sus competencias a escala nacional, intermedio o local y  cuánto tocaría a los diversos actores sectoriales.

Ecuador no ha hecho un pacto fiscal “formal” pero esa estructura se ha ido acumulando a lo largo de la democracia y en su transición, un acuerdo implícito entre diversos partícipes sobre la renta petrolera y otros ingresos del Estado. Los primeros que plantearon esto fueron los militares y esa ha sido un poco la transición a la democracia, aunque ha ido acomodándose en su camino.

Eso es lo que está entrando en crisis en el país, no solo porque han cambiado las distribuciones, que están en diversas leyes, sino porque se han modificado los montos y por eso se rompe el pacto.

En eso entraron otros actores nacionales, como los municipios, los consejos provinciales y las parroquias, sobre cómo debieran participar en función de las competencias, con el implícito de que el resto de competencias del Estado lo tiene el Gobierno nacional y transfiere la parte correspondiente. No es que la saca de sus bolsillos, es que deja de hacer una cosa para que otra entidad la haga.

Luego de eso entraron al pacto actores decisivos, como las universidades y Ecuador garantizó así la educación, aunque no se puede saber la calidad de ese gasto.

Eso es lo que está entrando en crisis en el país, no solo porque han cambiado las distribuciones, que están en diversas leyes, sino porque se han modificado los montos y por eso se rompe el pacto. La esencia del asunto es saber a quién más afecta la gravedad de la crisis y saber a cuál de esas partes se debe atender preferencialmente. Por ejemplo, si la crisis que viene afecta mayormente a un volumen mayor de pobres en el campo, quienes son los responsables de atacar la pobreza en el campo debieran recibir más recursos para poder atender eso. Se modifica el pacto por ese lado, porque se modifican los porcentajes y ese es un tema de decisión nacional.

El tiempo económico debe ir a la par del tiempo político

Cuando la llamada Revolución ciudadana entró al Gobierno, trabajó sus presupuestos fiscales de tal manera que permitieran cruzar el tiempo económico con el tiempo político, sobre todo electoral. Ha sido una estrategia exitosa y les ha funcionado muy bien. Cada momento electoral ha estado con un buen momento económico, reflejado especialmente en una percepción de bienestar entre la población.

El tema que se viene es que el horizonte es más oscuro en el tema económico y tenemos a las puertas dos procesos electorales: el primero es el de las revocatorias de mandato en los siguientes dos años, y las elecciones generales del 2017. Es evidente que en el tiempo de las revocatorias del mandato el gobierno no tendrá dinero, pero para el 2017 es imperativo para el gobierno tener dinero suficiente; significa que debe haber nuevos ingresos públicos, ¿cuáles son?: las hidroeléctricas, es la estrategia fundamental. En la medida en que el Gobierno logre que la energía deje de ser subvencionada o que sea producida de modo muy barato, tendrá un margen fiscal muy grande. Deja de gastar en subsidios a la energía (combustibles, electricidad…).

Por eso es que tienen que llegar al 2017 con el tema hidroeléctrico perfectamente cuadriculado antes de la elección. Si no lo cuadran van a tener que suplirlo con endeudamiento, pero van a mantener el endeudamiento desde ahora.

Por eso es que tienen que llegar al 2017 con el tema hidroeléctrico perfectamente cuadriculado antes de la elección. Si no lo cuadran van a tener que suplirlo con endeudamiento, pero van a mantener el endeudamiento desde ahora. Entonces tienen un problema gordo de cubrir. Y otro problema que tienen es que la inversión hidroeléctrica es complicada y rigurosa. Y se tiene que cubrir la inversión y pagar lo proyectado, no se puede reducir inversión en ese rubro. Por lo cual la reducción de la inversión recaerá en lo social.

El otro fenómeno es que los ingresos de los gobiernos locales van a decrecer y eso implica que la gente va a reclamar. Antes de eso, la distribución de recursos se ejecutaba desde arriba, porque el Presidente que tenemos planeaba en su helicóptero y decía: aquí hágase tranvía, acá hágase un metro, acá un puente, acá amplíese la carretera… Ahora ya no hay plata para eso.

Algo parecido pasaba con el contrato colectivo con Febres Cordero. Se usaban las Unidades Ejecutoras, pero el pacto político era que el Ejecutivo asignaba los recursos a cambio de lealtad política. Ahora se hace lo mismo. El problema con Alianza Pais es que los líderes locales que tienen el control del territorio, ante la falta de recursos van a presionar abierta o internamente, porque ellos viven de los réditos políticos locales, no de los nacionales.

En otro sector, las universidades van a empezar a presionar. Lo de la Universidad Católica y la subida de los aranceles es una muestra de lo que se viene. Es inaudito que se espere universidades investigadoras, con profesores Phd a tiempo completo, con una serie de exigencias encima y no garantizar sus recursos. Si quieren que investiguen deben tener los microscopios. Cuando el Estado determina que son instituciones sin utilidad, tiene que haber un mago por ahí para financiar todo lo que el Estado exige de las universidades sin obtener un solo centavo para reinvertir.

¿Qué es lo que entra en crisis?

Lo que entra en crisis es el clientelismo en forma de anillos que fueron imponiendo como una forma de control político. El anillo más cercano al Ejecutivo, el siguiente anillo, y el subsiguiente, todos vinculados al grado de gasto del Gobierno central, que es un proveedor que se quedó sin plata. El Gobierno se ha comportado como ese padre proveedor, pero cuya legitimidad familiar no se la da el amor, sino el dinero. Entonces la esposa ya no lo quiere y los hijos lo detestan: ese es el destino de los Estados rentistas, de sacarse el aire entre los partícipes cuando las rentas disminuyen. Y eso es lo que nos está pasando en el corto plazo.

En una situación de mayor racionalidad y con buenas fuentes de concertación, los actores y sectores sociales se sentarían a transar y definir qué se debe hacer para recuperar el crecimiento, mantener los niveles de ingresos del país,  cómo ir a la reinserción internacional… Pero eso  no es posible con un Presidente que no admite el diálogo. ¿A quién va a sentar el Presidente para rehacer el pacto fiscal? ¿O él creerá que si se hace una nueva asignación, así debe ser? Pero eso no es un pacto, es una imposición.

El pacto fiscal tiene como correlato la eficiencia. Si usted y yo acordamos cómo gastarnos un dinero, aunque usted reciba menos o yo, la eficiencia es nuestro motor; pero si se le impone que va a recibir menos, no se va a gastar eficientemente. Y su además usted viene de la economía del derroche, es peor. Los partícipes aprendieron a derrochar, aprendieron de una economía de bienestar, no de la pobreza de recursos.

El pacto fiscal tiene como correlato la eficiencia. Si usted y yo acordamos cómo gastarnos un dinero, aunque usted reciba menos o yo, la eficiencia es nuestro motor.

Hay dos partes importantes en un pacto fiscal: la una es la calidad del gasto y cómo se evalúa el cumplimiento del pacto. Así, de acuerdo a la eficiencia se vuelve a renovar el pacto. La segunda es que hay un ingreso del país, no solo del petróleo, que tiene que distribuirse globalmente. El gobierno tiene ahí un doble juego, porque es unitario y despótico cuando tiene abundancia,  pero es descentralizado y múltiple para deshacerse de responsabilidades cuando afronta la escasez. Para la abundancia de ingresos el Estado es todo y se hace cargo de todo, hasta de lo que debemos comer o no. Pero cuando ya no hay dinero, ese padre que controla todo dice a sus hijos: ahora vayan a ver cómo hacen. Ese Estado unitario y despótico se asume como tal en el derroche y entonces subordina, humilla y patea al resto de la sociedad. Se explica mejor con la famosa frase del Presidente, cuando dice a los municipios: fináncien sus obras, cobren más impuestos.

La otra definición es que el Estado es uno, y que los ingresos tienen que moverse en una sola masa y asignarse convenientemente. El tema acá es que con esta famosa división entre ingresos permanentes y no permanentes lo que se hizo fue garantizar el funcionamiento del Estado por el lado burocrático. El Estado control y el Estado servicio queda enterito, y el que va a empezar a debilitarse es el Estado inversión, y más el de inversión social, porque la inversión en infraestructura tiene que mantenerse porque si lo hacen no pueden poner en funcionamiento las turbinas.

Los escenarios del 2015

Hay una variable fija que es fácil de analizar y que se le puede denominar como: "más de lo mismo, puede no dar lo mismo". En política, el gobierno solo sabe hacer una cosa: lo mismo, que es gastar y pedir réditos políticos a cambio. Pero no sabe administrar políticamente la relación con los ciudadanos. El gobierno solo sabe administrar el control político a cambio de la plata, no sabe hacer más: un intercambio de autoritarismo por salud, autoritarismo por carreteras, autoritarismo por escuelas…

Luego de este intercambio vienen otros. El Estado dice a los sectores: usted se deja controlar y yo soy un déspota que sigue resolviendo sus pedidos y necesidades. Mi hipótesis es que si el gobierno no sabe cambiar, hace siempre lo mismo, sí va a cambiar el otro lado; es más, el otro lado tiene que cambiar. Entonces, más de lo mismo no va a dar lo mismo; va a dar más conflictividad.

El gobierno de Alianza Pais acabó finalmente con la centroizquerda como la conocíamos, pero han quedado despojos y clases nuevas.

¿Cómo es la curva de la crisis? Las curvas de las crisis en América Latina son erráticas. Unos países entran en las crisis y la gente se calla, se refugia en la familia, resiste en la informalidad y luego estalla. Hay otras crisis que estallan en la punta y hay terceros que se van por la vía electoral; dejan la calle y van a las elecciones. No se sabe cómo va a ser en el Ecuador. Los actores son nuevos, hay muchas cosas nuevas.

Un escenario, entonces, es el incremento de la conflictividad social, con el consiguiente incremento del control, de la represión fundamentalmente. El otro escenario es el apocamiento de la sociedad y de normalidad estatal, y el otro escenario es de estallido social con la toma de la calle.

Por ahora se visto una especie de ordenamiento del país político. En ese sentido,  la propuesta de reelección indefinida ordenó el escenario de la oposición: hay un sector que apuesta a la movilización social; otro sector apuesta a la movilización social con Asamblea Constituyente, es decir devolver a Correa su propia medicina. Hay un gran sector, de centroizquierda, que aún no sabe qué hacer, ni por dónde ir y está viendo si es forma partidaria o apoyar a la centro derecha.El gobierno de Alianza Pais acabó finalmente con la centroizquerda como la conocíamos, pero han quedado despojos y clases nuevas.

Este escenario es similar al Ecuador en los años posteriores a la bonanza petrolera de los 70; el gobierno va a tener que cercenar incluso a sus propios coidearios porque los recursos escasean pero las necesidades políticas se mantienen o crecen. Gente de Alianza Pais decía que es lindo ser del oficialismo mientras dan cosas, te llevan de viaje, y el día que no reciba empezará el desbarajuste.  Ecuador es igual a la militancia de Alianza Pais.

La izquierda, nuevamente, entrega las urnas a la derecha

La centro derecha se lanzó por la vía electoral. Entonces la izquierda constituyente y la izquierda movilizadora, han decidido que los ecuatorianos vayan a votar por la derecha. Han decidido no incluirse orgánicamente en la propuesta de firmas para la consulta. Eso ha hecho la izquierda en el Ecuador siempre. Apuesta a la movilización y luego deja que la derecha decida en las urnas, la cual de paso da una patada a la izquierda.  Eso está ocurriendo de nuevo. 

El país se disgrega, llega el caudillo y lo agrega, y deja instalado el país: lo uniforma sobre la base del despotismo y luego empieza el nuevo ciclo.

Los países caminan en ciclos, no es que repiten la historia pero de modo diferente; la repiten, como decía Karl Marx, como espectros. La historia del Ecuador ha sido eso y lo sigue siendo.  El país se disgrega, llega el caudillo y lo agrega, y deja instalado el país: lo uniforma sobre la base del despotismo y luego empieza el nuevo ciclo. Eso fueron Eloy Alfaro,  García Moreno, Velasco Ibarra, y eso es Rafael Correa, pero con dinero. Con la diferencia que Correa tiene una brillantez mediática. Los caudillos de antes tenían una brillantez política, tipos que agregaban el país con una forma distinta de carisma. Correa es, en cambio, un talento de televisión  al mejor estilo de robocop. Pero cumple esta función: agrega, reforma al país, lo instala, y el país vuelve a disgregarse.

Como el gobierno no sabe hacer otra cosa, viene lo del patán del barrio. El patán del barrio, cuando está inseguro y nervioso, solo sabe salir a golpear, al grito de aquí mando yo. Qué más irracional una demostración de fuerza que con la Conaie y su edificio. Se ve en el portazo a los parlamentarios alemanes, lo de Domenica Tabacci, lo del edificio de la Conaie, el acoso al bus de los Yasunidos. Son hechos que muestran esta decisión de resolver los disensos a patadas: hacer siempre lo mismo, aquí mando yo.

Antes parecía que el miedo se desplazo desde el Estado a la sociedad, ahora el miedo se ha equilibrado entre la sociedad y el Estado, y eso es más peligroso;. No es que los actores sociales se han insubordinado: los periódicos están muertos de miedo, los municipios, los sindicatos, todo el mundo está muerto de miedo porque están perdiendo su piso de sostenimiento social; pero también el Estado está muerto de miedo porque no sabe cómo articularse en esta sociedad, sin plata. Y es más peligroso, porque el gobierno no sabe hacer otra cosa. No saben, no pueden seducir a la sociedad de otra manera; la publicidad ya no sirve, satura, no alcanza. Ya es más de lo mismo. La fórmula mágica funciona cuando está todo engrasado: la gestión, la plata, el partido, el líder. Engrasado por el derroche. Una cosa es administrar y derrochar la abundancia, y otra es administrar el derroche. Ejemplo típico: la sede de la Unasur a un costo de 43 millones.  Las carreteras: fluye más rápido el Ecuador, pero tiene el mismo modelo de desarrollo, la misma estructura de desigualdad, oligopolio y abuso de autoridades grandes y chicas.

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