

El demorado conteo de votos en las elecciones de Estados Unidos mantuvo la expectativa sobre el resultado final, mientras Trump y su campaña interpusieron demandas judiciales para detener el conteo, aduciendo que eran "votos ilegales". Fotomontaje: PlanV
Pocos días antes de que se diera la elección presidencial, el pasado martes 3 de noviembre, un observador, analista y experto en campañas políticas, Nicolás Laje, envió a sus amigos y conocidos una predicción de las dificultades que enfrentaría la institucionalidad de Estados Unidos en este proceso electoral. Este texto está basado en sus predicciones y explicaciones:
En Estados Unidos no hay, como en Ecuador y otros países, un ente "rector" nacional y estatal del proceso electoral. Son los estados y los condados quienes reglamentan y llevan a cabo las elecciones y sus responsables políticos son los gobernadores y los alcaldes. Y si hay algún contencioso se acude a los tribunales locales. Sus oficinas electorales cumplen una función técnica de conteo de votos y de garantía de transparencia del proceso.
Las elecciones presidenciales estadounidenses no son directas, como en la mayoría de otros países democráticos. Allí se usa un sistema indirecto establecido en el artículo II de la constitución de 1787. La población elige un grupo de “Electores” en cada estado, quienes deben reunirse en su Estado el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre del año electoral. Este año ese día es el 14 de diciembre. El conjunto de Electores de llama “Colegio Electoral”. El número de Electores es igual al número de senadores más el número de congresistas de cada estado. Este año ese número es de 538.
Activistas sostienen flores y carteles que dicen "Cuenten cada voto" al otro lado de la calle de donde todavía se están contando los votos, dos días después de las elecciones presidenciales de EE.UU., en Filadelfia, Pensilvania, el 5 de noviembre del 2020. Reuters/mark Makela
Cada estado elige sus Electores en base a la votación popular para presidente y vicepresidente en el respectivo estado. Es decir, los Electores del Estado A corresponderán al candidato a presidente que más votos populares obtuvo en el Estado A.
El presidente y vicepresidente son electos por el Colegio Electoral por mayoría simple. Quiere decir que para ganar el candidato debe recibir por lo menos 270 votos.
La mayoría de los estados han aprobado leyes que buscan garantizar que los Electores respeten el voto popular en su Estado a la hora de votar cuando el Colegio Electoral se reúna. No existe una ley federal (nacional) sobre este tema.
En Estados Unidos es permitido el voto por correo o en ausencia. Es decir, se puede votar sin ir al centro de votación el día de las elecciones. Para esto el votante debe recibir con antelación una boleta electoral, la cual completa y devuelve por correo o la deposita en unos buzones especiales para tal fin.
Cada estado ha definido el periodo durante el cual es posible votar en ausencia. En la mayoría de los estados el votante debe solicitar su boleta electoral en ausencia, no obstante en nuve estados y el DC todos los votantes ya recibieron su boleta de votación y pueden votar en ausencia.
Un partidario del presidente estadounidense, Donald Trump, (izquierda) discute con un hombre que sostiene una bandera del Partido Demócrata durante una protesta de "Stop the Steal" en el Centro de Elecciones del Condado de Clark en North Las Vegas, Nevada, EE. UU., este 5 de noviembre del 2020. Reuters/Steve Marcus
Lo que se preveía sucedería y lo que sucedió es que debido a la pandemia, la posibilidad de votar en ausencia se hizo muy atractiva y se estima, antes de las elecciones, que un 40% de los votos se haría en ausencia, vía correo
En algunos estados los votos en ausencia se pueden comenzar a escrutar antes del 3 de noviembre, pero en la mayoría no. El escrutinio de esos votos no puede comenzar sino después de finalizada la jornada electoral y continuará durante varios días después del 3 de noviembre.
También es posible, en muchos estados, votar anticipadamente en los centros de votación. En dichos estados, un numero limitado de ellos son habilitados entre una y cuatros semanas antes del día de votación.
Lo que se preveía sucedería y lo que sucedió es que debido a la pandemia, la posibilidad de votar en ausencia se hizo muy atractiva y se estima, antes de las elecciones, que un 40% de los votos se haría en ausencia, vía correo. Esto es el doble de lo que fue en 2016. Al final de las votaciones se dará el dato definitivo, pero analistas calculaban que unos 100 millones de estadounidenses votaron de manera anticipada y por correo.
La mayoría de los republicanos votó de forma presencial y una mayoría de los demócratas lo hizo en ausencia. Al finalizar la jornada electoral una mayoría de esos votos presenciales fueron a favor de Trump/Pence en estados clave. Esto le dio la posibilidad a Trum de proclamar victoria en la madrugada del 4 de noviembre, cuando faltaban muchos votos por contar.
En los días subsiguientes a la elección se fueron escrutando los votos en ausencia, y como mostraron las cifras estos fueron en su mayoría a favor del binomio demócrata Biden/Harris la ventaja inicial Trump/Pence se fue reduciendo y fue cambiando a favor de Biden/Harris, sobre todo en los estados de Georgia y Pensilvania
En los días siguientes al 4 de noviembre la campaña Trump/Pence presentó objeciones y/o demandas en los estados en los que la diferencia aparente en su contra no sea fuera significativa. A su vez la campaña Biden/Harris se opuso a las objeciones o presentará contra-demandas. Aunque este proceso es legal en Estados Unido, el presidente Trump sorprendió a muchos porque denunció un supuesto fraude en algunos estados, y exigió en su discurso de la noche del jueves 5 de noviembre que se detuviera el conteo de votos por considerarlos "ilegales". A la par, cientos o miles de simpatizantes de Trump, armados con carteles y armas de fuego, se presentaron ante los centros de conteo de votos, en tono amenazante, exigiendo qye se detuviera el conteo de votos.
Observadores de votaciones demócratas y republicanos inspeccionan las boletas provisionales del condado de Lehigh mientras continúa el conteo de votos en las elecciones generales, el viernes 6 de noviembre de 2020 en Allentown, Pensilvania. AP Photo/Mary Altaffer
Si en el peor escenarios ninguna de las dos candidaturas presidenciales alcanzara los 270 Electores para ganar, la constitución en su artículo II dice que si ningún candidato alcanza la mayoría de Electores (270 o más) corresponde al Congreso decidir quiénes serán el presidente y vicepresidente
¿Qué puede pasar en el peor escenario?
A más tardar hasta el 20 de noviembre, los gobernadores de cada estado deben certificar el escrutinio del voto popular en su estado. Pero en los estados en que el margen entre candidatos sea pequeño es probable que los gobernadores correspondientes no se sientan capaces de certificar los escrutinios, pues puede ser que estos no se hayan podido completar a satisfacción de ambos bandos.
En estos casos las asambleas legislativas del estado decidirán seleccionar los Electores del estado. De los 9 estados considerados “swing states” (estados con margen entre candidatos muy bajo), 8 tienen asambleas legislativas con mayoría republicana, a saber Arizona, Wisconsin, Michigan, Ohio, Pennsylvania, South Carolina, Alabama y Florida. Las asambleas de estos 8 estados escogerán Electores republicanos.
Un observador electoral republicano mira a trabajadores del condado de Lehigh contar las boletas electorales el 5 de noviembre, en Allentown, Pensilvania. AP Photo/Mary Altaffer
Los gobernadores demócratas de 3 de esos 8 estados, a saber Michigan, Wisconsin y Pennsylvania pueden decidir designar Listas alternativas de Electores demócratas. Todo esto generará aún más confusión. Así se puede llemar al 14 de diciembre y el Colegio Electoral no tendrá la totalidad de sus 570 Electores claramente definidos.
La Cámara de Representantes del nuevo congreso iniciará sus sesiones el 6 de enero del 2021. Ese mismo día debe certificar la votación del Colegio Electoral. Si esa votación no está clara, dicha Cámara puede decidir que las Listas de Electores de ciertos estados no son válidas.
Si en el peor escenarios ninguna de las dos candidaturas presidenciales alcanzara los 270 Electores para ganar, la constitución en su artículo II dice que si ningún candidato alcanza la mayoría de Electores (270 o más) corresponde al Congreso decidir quiénes serán el presidente y vicepresidente, pero a cada estado le corresponde un voto. El voto de cada estado lo define su asamblea Legislativa. En estos momentos las Asambleas Legislativas de 26 estados tienen mayoría republicana, a la vez que 23 tienen mayoría demócrata. La asamblea legislativa de Pensilvania tiene igual número de republicanos que demócratas por lo que su voto quedaría en el aire.
Entonces el Congreso podría decidir 26 a 23 en favor de Trump/Pence.
CHEQUEO DE DATOS DE AP
Donald Trump habla desde la Casa Blanca, el jueves 5 de noviembre del 2020, en Washington, cuando dijo que las elecciones, donde iba perdiendo, estaban llenas de fraude y corrupción. AP Photo/Evan Vucci
Cómo Trump fabricó la narrativa de fraude electoral
Citando "historias de terror", el presidente Donald Trump desató un torrente de acusaciones fabricadas el jueves en un audaz intento de socavar la legitimidad de las elecciones estadounidenses.
De pie detrás del sello presidencial, Trump utilizó un escenario de la Casa Blanca que simboliza el poder de su cargo para atacar una elección que describió como plagada de fraude y corrupción. Una acusación tras otra no tenía base de hecho, como su acusación de que los funcionarios electorales en Pensilvania y Detroit intentaron prohibir la entrada a los observadores electorales en los colegios electorales.
Una mirada a sus comentarios, cuando el demócrata Joe Biden avanzó hacia los votos electorales necesarios para reclamar la presidencia,
TRUMP: “Estamos escuchando historias que son historias de terror. ... Creemos que va a haber muchos litigios porque tenemos tanta evidencia y tantas pruebas ".
LOS HECHOS: Trump no ha presentado evidencia de problemas sistémicos en la votación o el conteo. De hecho, el proceso de recuento de votos en todo el país se ha desarrollado sin problemas en su mayor parte, incluso con Estados Unidos en medio de la pandemia de coronavirus.
Una de sus principales quejas, que el recuento se extendió durante el pasado día de las elecciones, es infundada. En ninguna elección presidencial se han contado todos los votos el mismo día, y no existe una ley ni ninguna expectativa de que ese sea el caso. El aumento de las papeletas enviadas por correo y la alta participación han hecho que el proceso sea más lento de lo habitual en algunos casos, pero no en todos.
PENSILVANIA
TRUMP: “En Pensilvania, los demócratas partidistas han permitido que se reciban las boletas en el estado tres días después de las elecciones y pensamos mucho más que eso y están contando las que no tienen matasellos ni identificación alguna”.
LOS HECHOS: Los "demócratas partidistas" no ordenaron esto. Fue la Corte Suprema del estado quien dictaminó que las boletas enviadas por correo antes del final del día de las elecciones podían recibirse hasta tres días después y aún así contarse. La Corte Suprema de Estados Unidos examinó el caso y no se interpuso en el plazo de tres días. Puede volver a revisar el asunto más tarde.
Varios otros estados también han hecho arreglos para el aplastamiento de las boletas enviadas por correo.
TRUMP: “Los demócratas de Pensilvania han acudido a la Corte Suprema del estado para intentar prohibir a nuestros observadores electorales. ... No quieren a nadie ahí. No quieren que nadie los observe mientras cuentan las boletas ".
LOS HECHOS: Eso es falso. Está tergiversando por completo un caso judicial en el estado. Nadie intentó prohibir a los observadores electorales que representan a cada lado en las elecciones. Los demócratas no intentaron impedir que los representantes republicanos pudieran observar el proceso.
La cuestión principal en el caso era qué tan cerca podían llegar los observadores que representaban a los partidos a los trabajadores electorales que procesan las boletas por correo en Filadelfia. La campaña de Trump demandó para permitir que los observadores se acercaran más de lo que permitían las pautas. Un tribunal falló a favor de esa solicitud.
MICHIGAN
TRUMP: "A nuestra campaña se le ha negado el acceso para observar cualquier conteo en Detroit".
LOS HECHOS: Eso es falso.
Las papeletas de voto ausente se contaron en un centro de convenciones del centro de la ciudad, donde se instalaron 134 mesas de escrutinio. A cada partido se le permitió un observador electoral por junta, dijo la secretaria municipal Janice Winfrey.
El partidario de Trump, Jake Contos, canta durante una protesta contra los resultados de las elecciones frente a la Junta Central de Escrutinio en el TFC Center, en Detroit, el jueves 5 de noviembre del 2020. AP Photo/David Goldman
Dijo que no estaba al tanto de la remoción de ningún observador electoral republicano, pero señaló que algunos habían sido "muy agresivos, tratando de intimidar a los trabajadores electorales y procesadores".
Mark Brewer, ex presidente del Partido Demócrata de Michigan, dijo que estaba dentro del centro de convenciones y que en un momento se cortó el acceso a algunas personas de ambos lados debido a restricciones de capacidad relacionadas con la pandemia.
GEORGIA
TRUMP: "El aparato electoral en Georgia está dirigido por demócratas".
LOS HECHOS: No, las elecciones estatales son supervisadas por un republicano, el secretario de estado Brad Raffensperger.
TRUMP: “El 11º Circuito dictaminó que en Georgia los votos deben estar listos para el día de las elecciones, que deben estar listos para el día de las elecciones. Y no lo fueron. Los votos llegan después del día de las elecciones ".
LOS HECHOS: Esa no es una descripción precisa del fallo en cuestión o de lo que sucedió en las elecciones en Georgia.
Aunque el tribunal dictaminó que los votos deben estar recibidos antes de las 7 pm el día de las elecciones para que sean contados, se hizo una excepción para las boletas de los miembros del ejército de los EE. Se pueden recibir hasta las 5 pm del viernes y aún cuentan. Los funcionarios electorales en Georgia aún están contando votos, pero son votos que se han recibido legalmente.
VOTOS 'ILEGALES'
TRUMP: “Si cuentas los votos legales, gano fácilmente. si cuentan los votos ilegales, pueden intentar robarnos la elección ”.
LOS HECHOS: Esto no tiene fundamento.
Ni los ayudantes de campaña de Trump ni los funcionarios electorales han identificado un número sustancial de votos "ilegales", y mucho menos los números gigantescos que se necesitarían para arruinar una victoria fácil de Trump. Con frecuencia habla como si la votación por correo en sí fuera ilegítima. Pero se desarrolló de acuerdo con las reglas estatales de votación, en algunos casos adaptadas por los funcionarios para ayudar a los votantes a superar la pandemia de manera segura.
TRUMP, quejándose de que la actividad clandestina minó sus liderazgos en carreras importantes: "Estábamos ganando todas las ubicaciones clave, en realidad mucho".
LOS HECHOS: El cambio de suerte del que habla se explica por la naturaleza del recuento de votos en los estados, no por una repentina oleada de malversación que otros no han visto.
A menudo, las grandes ciudades tardan más en informar sus cifras y esos votos tienden a sesgar a los demócratas. Asimismo, muchos estados tienden a contar las boletas por correo al final del proceso. Esa parte de la votación ha tendido a favorecer a Biden, particularmente porque Trump instó a sus partidarios con anticipación a evitar la votación por correo y a votar en persona, ya sea temprano o el día de las elecciones.
Trump terminó la noche de las elecciones con ligeras ventajas en Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Georgia, entre los estados más en juego, luego vio que su ventaja comenzaba a desvanecerse el miércoles y más allá de eso. Biden ganó Wisconsin y Michigan; Georgia y Pensilvania aún no se pueden confirmar.
ANÁLISIS
La diatriba de Trump contra el voto es
a la vez impactante y nada sorprendente
Por Bancy Benac. Corresponsal de AP en la Casa Blanca por cuatro décadas
Fue al mismo tiempo impactante y totalmente de esperar. Mientras la nación contenía su respiración colectiva y esperaba el resultado de las elecciones presidenciales de 2020, el presidente Donald Trump subió al podio en la Casa Blanca el jueves e hizo un intento frontal total para socavar la integridad de la votación, que se inclinaba hacia el dirección del demócrata Joe Biden.
El presidente había pasado meses sentando las bases para ese momento. En repetidas ocasiones había cuestionado la validez de las papeletas de voto por correo. Había destituido a los funcionarios electorales de los Estados y ciudades demócratas. Y había exigido de antemano que se conocieran los resultados el día de las elecciones, lo que nunca sucede.
El presidente Donald Trump se declaró ganador de las elecciones sin que haya terminado el conteo.
Todos esto ha circulado durante meses. Y contradice la verdad sobre cómo se llevan a cabo las elecciones en Estados Unidos, donde el fraude electoral es extremadamente raro.
Pero si bien la diatriba de Trump estaba en consonancia con sus declaraciones erróneas pasadas sobre las elecciones estadounidenses, aún así fue un acontecimiento decisivo escuchar al presidente de los Estados Unidos analizar tan a fondo la conducción de una elección estadounidense en tiempo real, lo que provocó una nueva ansiedad sobre las perspectivas de una transición pacífica del poder.
"En su día más oscuro, Richard Nixon nunca habría atacado la democracia como lo ha hecho ahora Donald Trump", dijo a la AP John Dean, quien se desempeñó como abogado de Nixon en la Casa Blanca. “Ante la posibilidad de perder, Trump se ha avergonzado a sí mismo y ha ensuciado la presidencia estadounidense. Dios nos salve cuando realmente pierda ".
Y esa era la verdadera pregunta en el futuro: ¿Hasta dónde llevará Trump las cosas si las elecciones terminan con su derrota? ¿Y cuántos de los millones de estadounidenses que votaron por él aceptarán su falsa narrativa de una elección robada?
¿Hasta dónde llevará Trump las cosas si las elecciones terminan con su derrota? ¿Y cuántos de los millones de estadounidenses que votaron por él aceptarán su falsa narrativa de una elección robada?
El presidente advirtió a la nación de antemano que podría no terminar bien, y dijo a los periodistas al mediodía del día de las elecciones que "Perder nunca es fácil, no para mí no lo es".
El historiador Michael Beschloss enmarcó esto como un momento de la verdad no solo para Trump sino para otros funcionarios prominentes, sugiriendo que la historia no vería con buenos ojos a quienes miran para otro lado.
"Una de las peores cosas que podría hacer cualquier presidente es mentir y exacerbar las profundas diferencias nacionales para promover su propio interés egoísta", tuiteó Beschloss justo después de que Trump completara su declaración.
“Recuerde siempre quién ayudó e instigó este abuso del poder presidencial y aquellos que trataron de detenerlo”, continuó, destacando la afirmación del vicepresidente Mike Pence de que apoya al presidente y quiere que se cuente “cada voto LEGAL”.
Los demócratas hablaron en contra de Trump a coro, encabezados por Biden, quien tuiteó rotundamente después de la actuación del presidente: “Nadie nos va a quitar nuestra democracia. Ni ahora, ni nunca ".
Algunos de los sospechosos habituales hablaron desde el lado republicano.
"No hay defensa para los comentarios del presidente esta noche que socavan nuestro proceso demócrata", dijo el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, un crítico frecuente de Trump. "Estados Unidos está contando los votos y debemos respetar los resultados como siempre lo hemos hecho".
El exsenador republicano Jeff Flake de Arizona, otro detractor de Trump, puso la responsabilidad sobre sus compañeros republicanos de hacer lo mismo.
“Ningún republicano debería estar de acuerdo con las declaraciones del presidente en este momento. Inaceptable. Punto ”, tuiteó.
Pero hubo un silencio notable de muchos en el partido del presidente después de su último discurso, incluido el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.
Si esa dinámica continuará si los resultados electorales más completos entregan la presidencia a Biden es otra pregunta clave sin respuesta.
Si Trump pierde su control sobre el poder, eso podría disminuir el incentivo para que los republicanos continúen con su abrazo, a veces incómodo, de un presidente cuyos pronunciamientos provocativos los han dejado a menudo retorcidos.
Allan Lichtman, profesor de historia en la American University, dijo que los candidatos presidenciales anteriores que perdieron las elecciones aceptaron su destino con dignidad y respeto por la democracia estadounidense.
Señaló la renuncia de Nixon después de que colegas republicanos le dijeron que sería acusado y condenado. Dijo que el demócrata Al Gore pronunció un discurso valiente después de que la Corte Suprema decidiera que su carrera en el limbo iría a parar a George W. Bush.
Llamó a Nixon un "pragmático" y a Trump un "egoísta".
Siempre existe la posibilidad de que Trump se detenga en algún momento y considere el peso de sus palabras y el impacto en su legado.
Si el recuento de votos va en su contra, ¿realmente quiere ser recordado como el presidente que incendió el edificio al salir por la puerta?
[RELA CIONA DAS]





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