El libro se presentó, con un auditorio lleno, en el Paraninfo de la Universidad Andina Simón Bolívar, el pasado 29 de julio. 

En el estrado, presidían el evento dos ex militares y un académico: los coroneles retirados Mario Pazmiño, el ex jefe de Inteligencia del Ejército defenestrado por el correísmo, que lo acusa de "traición a la patria" por, supuestamente, haber puesto los servicios secretos ecuatorianos a las órdenes de Estados Unidos; Alberto Molina Flores, también militar en servicio pasivo, analista de temas militares y de seguridad nacional y crítico del actual Gobierno; y Enrique Ayala Mora, conocido político socialista y rector de esa casa de estudios, quien se ha manifestado públicamente a favor de una nueva Constituyente para salir del correísmo y lograr una transición hacia una nueva forma de organización política en el país. 

El Paraninfo de la Universidad Andina estuvo completamente lleno. 

Simón Espinosa leyó la presentación del libro y mereció algunos "tibios" aplausos de la concurrencia. 

La presentación de la obra estuvo a cargo de Simón Espinosa, catedrático y periodista, ex sacerdote jesuita, quien también fue autor del prólogo de la obra. Espinosa leyó una versión ampliada del prólogo, salpicada de algunas disgresiones, como aquella en la que reconoció al presidente Rafael Correa el mérito de haber empoderado y reinvindicado a los pobres, y develado la mojigatería de una sociedad como la ecuatoriana, que, en su criterio, tiene ese carácter por obra y gracia de la Iglesia Católica.

El comentario provocó la sorpresa de los presentes y una tanda de aplausos que el propio Espinosa calificó como "tibios". Era claro que el auditorio no estaba para encontrarle virtudes al régimen correísta, pero el ex editorialista del difunto diario Hoy, como se autodescribe en el prólogo, es uno de esos personajes que parecen estar ya más allá del bien y del mal. 

Para entender la tibieza de los aplausos a Simón Espinosa, basta describir quiénes estaban en la sala: había otros rostros conocidos por su militancia anticorreísta, como el general (r) Paco Moncayo, el coronel de Policía (r) César Carrión; el jurista Enrique Herrería, el director ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos, Diego Cornejo Menacho; el ex asambleísta de Sociedad Patriótica Fernando Balda, así como militares en retiro que lucían boinas rojas.

Militares en servicio pasivo lucían boínas de color rojo 

Enrique Herrería fue uno de los asistentes al evento. 

Este grupo de figuras de oposición había sido convocada para presentar la obra "Análisis de las repercusiones del Socialismo del siglo XXI en la región", una antología de trece ensayos cuya temática central es describir un fenómeno político que, parece, ha llegado para quedarse en los países cuyos gobiernos se autodenominan como "progresistas".

Así, el académico chileno Aldo Cassinelli analiza la postura de Chile frente al socialismo del siglo XXI, mientras Pedro Corzo hace lo propio con el caso cubano. Emilio Martínez Cardona analiza el evismo, la versión boliviana del fenómeno, encabezada por Evo Morales. Nicolás Márquez pasa revista al proceso político en Argentina, mientras Emilio Sanmarti escruta el impacto de esta nueva doctrina política en la economía de Venezuela. Una visión global la aportan Alexis Ortiz, Victoria Henderson, Félix Mandarriaga, Joel Hirst y Joseph Humire. 

El coronel (r) César Carrión conversa con uno de los asistentes al acto de presentación del libro. 

El caso ecuatoriano es analizado por el fallecido ex ministro del Gobierno de Alfredo Palacio, Luis Herrería -quien según declaró Simón Espinosa,en otro arranque de sinceridad en su intervención, fue el responsable de la salida de aquel Gabinete de Rafael Correa, que luego de dejar la cartera de Finanzas inició su carrera política-; por el coronel (r) Alberto Molina, quien estudia el campo militar en tiempos del correísmo, y por el propio coronel (r) Mario Pazmiño, quien titula su ensayo como "Las siete estrategias del Socialismo del Siglo XXI en Ecuador".

Además de presentar el libro, el evento sirvió para presentar en sociedad al Centro de Análisis e Investigación Internacional (Cenain), que se define como "un centro de pensamiento sobre política, economía, problemas sociales, dentro de un contexto democrático y de libertad ciudadana", del que funge como presidente ejecutivo el coronel Pazmiño, y cuyo símbolo es un grifo, el león alado mascota del dios Apolo.