

La reunión fue con más de 60 personas, que representaron a diversas organizaciones gremiales, populares, de emprendedores, pueblos y nacionalidades, políticas, académicas y de derechos humanos. Foto Facebook Fundacion Ofis
La vicepresidenta de la Conaie, Senaida Yasacama, llegó ataviada con sus tradicionales vestidos y pinturas kichwa amazónica al encuentro Diversos, una mirada desde el Sur, que organizó la Fundación OFIS. "Nos reunimos para saber qué queremos y a dónde queremos llegar con nuestro país, que se encuentra en una situación bastante crítica. Desde la visión de los pueblos y nacionalidades, y con la dirigencia de la Conaie, estamos haciendo también planteamientos para salir de esta crisis. ¿Cómo lo vamos a hacer? Desde la diversidad, con hombres y mujeres del Ecuador que estamos en diferentes situaciones ¿pero qué queremos?, ¿cuál es la solución que podríamos dar al Ecuador para salir de esta crisis? No hemos sido escuchados como movimiento indígena, porque venimos de una realidad distinta, del campo a la ciudad. No han tomado en cuenta nuestras propuestas para reivindicar nuestros derechos, como cualquier ecuatoriano puede tener. Yo creo que el país necesita este momento el aporte de todos. Creo que como ecuatorianos debemos también ser corresponsables, porque muchas veces hemos culpado al gobierno de turno, pero no hemos sido responsables tampoco para encontrar una solución. Porque el Ecuador viene desde hace rato padeciendo y estamos en una situación en que no sabemos qué va a pasar en el país. La única manera de buscar soluciones es juntar diferentes sectores, pensamientos. Tenemos que encontrar una salida urgente. Todo esto nos lleva a no poder entender la situación del otro, sobre todo lo que pasa en el campo. Si tuviéramos la comprensión para conocer los diferentes criterios, el Ecuador podría salir de esta crisis y retomar el desarrollo con la fuerza que todos queremos".
Parte de los asistentes al encuentro Diversos, que se realizó en la ciudad de Cuenca el viernes 27 de noviembre. Foto. Javier Nagua Baza
El encuentro Diversos, una mirada desde el Sur, no quería ser una respuesta al llamado Consenso de Cusín. Este último fue organizado en la última semana de octubre, en la hacienda del mismo nombre, en la provincia de Imbabura. En esa ocasión se reunió a medio centenar de personas para dialogar y encontrar consensos sobre el manejo eficaz y honesto de los recursos del Estado. Hubo ahí 13 acuerdos, que fueron discutidos por los participantes, que por lo general tenían opiniones coincidentes sobre lo que el Estado ecuatoriano debiera ser. Ruth Hidalgo, de Participación Ciudadana, el motor que sacó adelante este encuentro, había advertido luego que sectores con otro tipo de pensamiento y visión del país no aceptaron la invitación. Hidalgo dijo en Radio Sucesos que "el objetivo de Consensos de Cusín fue dialogar sobre cómo controlar el uso de recursos públicos con visión fiscal, tomando en cuenta un cambio en la matriz económica por otra que tome en cuenta los derechos de género, diversidades sexuales y naturaleza".
El consenso de Cusín reunió, a finales de octubre en imbabura, a medio centenar de personas para dialogar y encontrar consensos sobre el manejo eficaz y honesto de los recursos del Estado. Hubo ahí 13 acuerdos.
Constan desde la izquierda, Norman Wray, Leonardo Nagua, Manuel Salgado, Vanessa Freire y Pablo Dávalos. Foto: Facebook Leonardo Javier Nagua Baza
Parte de los participantes. Constan desde la izquerda de la foto: Paúl Carrasco, Vanessa Freire, Gorki Aguirre y Leonardo Nagua. Fotos Facebook Leonardo Javier Nagua Baza
Los participantes se sentaron en sillas que estaban dispuestas como una caracola. La Fundación estrenaba esta metodología para simbolizar que cada una de las personas, por más cargos, títulos o representación que ostentaran, estaban en igualdad de condiciones para hablar. Así fue: cada uno de los participantes tuvo tres minutos para responder a la pregunta: Desde su experiencia y su realidad ¿cuál es la salida para el Ecuador, luego de la pandemia? La caracola representa el tiempo cíclico, que partiendo del centro da vueltas ascendentes sobre el mismo punto, representando un tiempo cíclico, que da vueltas pero se amplía y se abre al mundo. Su simbolismo es muy amplio en las culturas ancestrales, pero para efectos del diálogo, como explicó una de las moderadoras, Mónica Chuji, significaba la continuidad de la vida y de las relaciones. Esas relaciones estuvieron marcadas por los asistentes que, sentados uno junto a otro, en silencio y con respeto, esperaron un promedio de casi cuatro horas para hablar tres minutos, o hablaron tres minutos y debieron escuchar casi cuatro horas las intervenciones diversas de cada uno de los presentes. Un ejercicio de tolerancia y compromiso con el encuentro, que buscaba ejercitarse en la escucha atenta (sin celulares) y en el enriquecimiento propio gracias a los aportes de los demás.
Cada uno de los participantes tuvo la libertad de hacer diagnósticos y propuestas sobre el país, desde su realidad. Por ello se habló de muchos temas, Pero destacaron en mucho la defensa de los derechos y la necesidad de reformar la educación.
Cada uno de los participantes tuvo la libertad de hacer diagnósticos y propuestas sobre el país, desde su realidad. Por ello se habló de muchos temas, casi como el número de presentes. Pero destacaron en mucho la defensa de los derechos, la necesidad de reformar la educación básica y ponerla al servicio de la vida y de la realidad de cada región, así como la búsqueda de salidas económicas que favorezcan a la economía popular, solidaria y familiar. Raquel Antun, poetiza shuar, de Morona Santiago, dijo que el tema de la educación es muy importante para los pueblos indígenas, "desde hace muchos años yo he descolonizado mi pensamiento", pero la educación no puede quedarse en el papel, "el sistema de educación bilingüe intercultural es una muy buena propuesta, pero cuando llega a los territorios no se hace posible. Es importante que nuestros pueblos volvamos a nuestras ceremonias, y que recuperemos nuestra identidad, porque con la globalización nuestros jóvenes no hablan nuestra lengua shuar y no se identifican como tales. Este es un Estado Plurinacional y Pluricultural y debe hacerse efectivo que las políticas públicas vayan en ese sentido, para que nosotros los shuar y todos los pueblos vivamos bien, que cuidemos nuestra naturaleza, que nuestros espíritus y nuestros antepasados vivan también".
El encuentro duró siete horas y cada uno de los participantes se sentó en un espacio que le correspondía dentro de una espiral..
Manuel Romero es uno de los empresarios cafeteros más exitosos de la provincia de Loja. Su marca ha ganado premios como la Taza Dorada y exporta café a Alemania. Dijo en el encuentro que desde hace poco tiempo están intentando levantar cabeza de un tema muy complicado, como la pandemia "y ahí es cuando todos regresamos los ojos al campo, pero en realidad no le estamos dando la atención que se merece. Debemos tener una política pública clara para el sector productivo en favor de cada etapa de la cadena de valor de cada sector productivo para poder dinamizar el sector. En el sector del café, donde me desarrollo, buscamos que toda la cadena tenga una autonomía, porque la parte primordial de la cadena es la producción, si no producimos no tenemos nada. Ya lo vimos en la pandemia, mientras en las grandes ciudades se hacían colas enormes por alimentos, en el campo fue totalmente distinto. Debemos cambiar la estrategia para el campo, debemos mirar los ejemplos exitosos de otros países. En el caso del café, el ejemplo continental es Panamá, podemos mirar lo que han hecho ellos y tener un desarrollo económico muy amplio. En el sector agrícola no solo es el dinamismo económico, si vemos más ampliamente el campo vemos turismo, transporte, hotelería, vemos fauna y flora y vemos un Ecuador megadiverso. Solo así legaremos a las futuras generaciones un país posible. Creo que las personas, los gobiernos debemos cambiar nuestras estrategias y buscar mejorar siendo parte".
Diana Maldonado, activista LGBTI de Guayaquil saludó a todas, a todos y a todes. Dijo que la gran mayoría de las intervenciones radican en un concepto, el de la dignidad. "Cuando hablamos de derechos humanos, de derechos de la naturaleza estamos hablando de dignidad, y esta se la adquiere con conocimiento, con instrucción, y todos aquí estamos de acuerdo en que la educación que recibamos es primordial para poder construir en la realidad esa sociedad que nosotros queremos. Una sociedad en que tengamos memoria, que sepamos de historia, que tengamos conocimiento de muchos aspectos para no repetir lo mismo todo el tiempo, que es exactamente lo que pasa cada cuatro años en nuestro país. ¿Por qué seguimos votando por las mismas personas de las que siempre nos estamos quejando? ¿Por qué seguimos viendo en las listas de candidatos y candidatas a personas que, sabemos, han sido corruptas, que se nos han llevado el dinero, que aunque la justicia diga que son inocentes sabemos que no lo son? ¿Por qué seguimos votando por estas personas? ¿Por qué tenemos como autoridades a personas que ya le hicieron daño al país y a la sociedad? No olvidemos lo que pasó en el feriado bancario. Mi familia y creo que todas las familias de los que estamos presentes, fuimos víctimas y, sin embargo, vemos que se repite la historia y no tenemos esa memoria, porque nos falta educación. No podemos seguir hablando y reclamando por algo que ya hemos luchado y sin embargo estamos de nuevo viendo cómo se da un retroceso de nuestros derechos, de derechos que nos ha tomado más de veinte años de lucha y nos ha costado conquistar. Debemos visibilizar más nuestras luchas, estar en la calle, en los espacios públicos".
Las diversas visiones de este encuentro fueron sistematizadas por la Fundación OFIS, de Cuenca, que fue la organizadora, para entregarle al país los primeros resultados. Se espera que la metodología de la caracola se aplique en casi todas las provincias del país.
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