Foto: Plan V
Un aumento del desempleo, de los precios de algunos bienes importados y la precarización de la economía son algunos de los efectos previstos para el próximo año.
Que 2016 será un año complicado para la economía del país es algo que admiten en Gobierno y oposiciones. Pero, ¿cuáles serán realmente los alcances de la crisis que se avecina y cómo afectará al ciudadano común? Aquí algunas claves para entender la dimensión de la época de "vacas flacas" que se viene.
El petróleo sigue siendo la clave
El indicador más importante en la actual coyuntura, y que es tomado en cuenta en todos los análisis económicos que circulan en el país, es el del precio internacional del petróleo. El país depende en gran medida de los ingresos petroleros y esa cifra es básica para entender la situación económica. En ese marco, estudios de consultoras internacionales sostienen que, dado que hay una sobre oferta de crudo en el mundo, los bajos precios del petróleo podrían durar los próximos 15 años. Con relación al crudo ecuatoriano, por el que llegó a pagarse hasta USD 100 por barril, se estima que no se cotizará en el 2016 en más de USD 40 por barril, que es el precio que fue considerado para la elaboración del Presupuesto General del Estado.
Para 2016, se estima que se puedan sumar a la producción por lo menos 10 mil barriles más, provenientes del ITT.
El país produce en la actualidad por lo menos 538 mil barriles por día, cifra que se estabilizó tras una caída sostenida de la producción nacional. Para 2016, se estima que se puedan sumar a la producción por lo menos 10 mil barriles más, provenientes del ITT. En este año, las exportaciones de petróleo han decaído en 59% con relación al mismo periodo de 2014, y analistas estiman que la tendencia se mantendrá en 2016.
Otro indicador importante es la balanza comercial. La apreciación del dólar obligó al Gobierno a imponer duras restricciones comerciales, cuyo propósito es prevenir la salida de divisas y que aumente el déficit comercial. Medidas como las salvaguardias se inscriben en esa política, que se estima se flexbilizará a partir del segundo semestre de 2016.
Las medidas adoptadas por el Gobierno, además de despertar sospechas en la Organización Mundial de Comercio, han afectado a los países vecinos, como Perú y Colombia. Se estima que para el 2016 la situación del comercio exterior será similar a la de este año, con un déficit de cuenta corriente de por los menos USD 3000 millones.
Estas dificultades tienen su impacto en los grandes indicadores económicos. Así, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) el país cerrará el 2015 con una contracción de su economía en -0,6%. En el caso del PIB per cápita, se estima que el 2015 se cierre con una caída del -3.3%, que lo ubica en USD 6.086.
La política y la economía
En otros sectores económicos, entre tanto, hay también algunas novedades. En el caso de la agricultura, el 2015 cierra con un crecimiento anual de 0,6%, mientras que en la construcción, hay una evidente desaceleración, y de crecer al 12%, a fines de 2015 sería de máximo el 3.5%.
La situación política, en todo caso, afectará a las decisiones económicas que se tomen en el 2017. Aunque se ha anunciado que el presidente Rafael Correa no correrá para la reelección, esto no significa que Alianza PAÍS abandone el poder y que vaya a tomar medidas económicas que afecten al proceso político.
Según análisis internacionales, es probable que el Gobierno, ante la cercanía del año electoral, evite tomar medidas de ajuste muy severas y, por el contrario. busque estimular el crecimiento impulsado por la inversión con financiamiento.
Según análisis internacionales, es probable que el Gobierno, ante la cercanía del año electoral, evite tomar medidas de ajuste muy severas y, por el contrario. busque estimular el crecimiento impulsado por la inversión con financiamiento.
Pero estos mismos análisis concluyen que, para lograr eso, el Gobierno deberá contar con una recuperación del precio del petróleo, un recorte del gasto público y la terminación de proyectos clave. Sin estos tres elementos, el país podría caer en una nueva moratoria de sus deudas y eso podría poner en riesgo la dolarización.
Para 2016, ha estimado el FMI, se cree que no aumentará el gasto público, pero sí los ingresos fiscales, como consecuencia de la reducción de los subsidios de combustibles. El FMI también ha estimado que la reducción del gasto público en 2016 significará que no haya crecimiento económico.
Entre los factores favorables identificados por analistas para la economía del 2016, están el inicio de la explotación del ITT, la operación de la repotenciada Refinería de Esmeraldas, el ingreso de operación de las centrales hidroeléctricas, entre otros aspectos.
No obstante, también hay factores en contra. Uno de ellos es la sentencia en el caso de OXY, en el que el país fue condenado a una millonaria indemnización, así como el impacto del fenómeno de El Niño en las provincias de la Costa, de una eventual erupción del Cotopaxi en la Sierra, entre otros.
Las condiciones del ajuste
Según estimaciones de analistas norteamericanos, es posible que los salarios y los precios deban caer, lo que producirá desempleo que podría superar el 20%. También sería necesario, ante la imposibilidad de bajar los sueldos, una reducción de los precios no transables de la economía. La inflación en el país, a pesar de la dolarización, es de 3,8%.
Otros indicadores, como el desempleo, son poco alentadores. Se estima que ha habido un incremento del 24,1% en el desempleo, y que el empleo distinto al adecuado ha aumentado en un 12.3%.
¿Las reservas bancarias en riesgo?
Analistas consultados por PLANV cuantifican en por lo menos USD 3506 millones las reservas que los bancos, por ley, deben depositar en el Banco Central. Aunque aún no se sabe cuál será la situación del país para 2016, lo cierto es que el Gobierno tiene, para el mes de diciembre, que hacer pagos a los servidores públicos por USD 1200 millones, a los que hay que sumar no menos de USD 650 millones por concepto de pagos de bonos. En total, para terminar el año, el Gobierno necesita por lo menos USD 3000 millones, y, de lo que se conoce, hay en las cuentas del Tesoro Nacional apenas USD 251 millones.
En total, para terminar el año, el Gobierno necesita por lo menos USD 3000 millones, y, de lo que se conoce, hay en las cuentas del Tesoro Nacional apenas USD 251 millones.
Con la opacidad habitual del régimen, no se sabe qué resultado han tenido las gestiones que se han realizado en el exterior para obtener recursos. Aunque el ministro de Finanzas, Fausto Herrera, viajó a Beijing en busca de dinero, y el ex presidente de Petroecuador, Carlos Pareja, propuso un negocio con la compra de petróleo a crédito en Estados Unidos, lo cierto es que no se conoce que tales recursos hayan llegado al país.
Para sectores de la banca, el Gobierno podría tomar los recursos que los bancos tienen en el Banco Central hasta obtener dinero, lo que cuestionan por considerar que se trata de recursos de los depositantes.
"En este caso, la base institucional que instrumentalizaron (en el 99 fue la Ley AGD) y que nos conduce al desastre inminente es el Código Monetario Financiero que les permite hacer lo que les da la gana -inclusive violentar los sustentos mismos de la dolarización, como legalizar el crédito del BCE al gobierno u ocultar cifras-. Los delitos de "pánico financiero y económico" del COIP también han servido para opacar la situación real y demorar las reacciones del mercado que, en otro escenario, habrían sido paulatinas como muchos analistas piensan", dijo a PLANV una analista económica que declinó ser identificada.
[RELA CIONA DAS]
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