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9 de Febrero del 2023
Historias
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9 de Febrero del 2023
Redacción Plan V
El correísmo arrasó en las elecciones por las prefecturas
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La prefecta Pabón, junto a José Vistin, candidato a alcalde por la Revolución Ciudadana, recorrió las calles de Puerto Quito. Foto: Twitter de Paola Pabón

 

El correísmo volvió con fuerza en las elecciones de 2023, y las prefecturas no fueron la excepción: ganó en las provincias más pobladas del país. Pachakutik sigue creciendo con cada elección. Tres analistas interpretan los resultados.


La Revolución Ciudadana fue la gran victoriosa en la carrera por las prefecturas.Logró el control de los gobiernos provinciales en Pichincha, Guayas, Manabí, Azuay, y otras cinco provincias de la Costa al Oriente. 

Pachakutik no se quedó atrás y ganó la prefectura en cinco provincias de la Sierra central y el Oriente. El PSC perdió su bastión en Guayas y solo ganó en tres provincias en la Costa. Las seis provincias restantes, ubicadas sobre todo en la Amazonía, las ganaron otras fuerzas políticas más locales.

Fue una victoria del correísmo a expensas de la derrota del PSC. En 2019 este último partido había ganado ocho prefecturas, incluido Guayas, y Alianza País solo obtuvo dos prefecturas en ese año.

El correísmo no llegó a los niveles de aceptación de cuando eran Gobierno en el 2014, pues ahí obtuvieron 10 provincias, pero sin duda fue la fuerza política victoriosa en las prefecturas de 2023. La RC5 tendrá representación en las tres regiones del Ecuador continental, desde Azuay hasta Sucumbíos. Sobre todo, tendrá el despliegue territorial en las principales provincias del país, lo cual le abre el camino para campañas de elecciones nacionales.

Pabón se hace fuerte en Quito y no necesitó de los votos rurales

La carrera por la prefectura en Pichincha se definió por apenas dos puntos porcentuales, que son unas 33 mil personas. Paola Pabón (RC) obtuvo el 27,98% mientras que el binomio de Yunda, Guillermo Churuchumbi, llegó al 25,55%. Aunque se quiso plantear en algunos sectores que el candidato indígena podría tener un gran éxito debido a que era una votación que se disputaría “en la ruralidad”, lo cierto es que el voto urbano capitalino fue la clave.

La reelección de Pabón fue reconocida por Churuchumbi, quien le dejó a disposición su programa de trabajo y pidió que se corrigieran los desaciertos para que “por fin” la provincia despegue. El candidato alineado con el Gobierno, Eduardo del Pozo, obtuvo un 15% de los votos.  

La candidata de la RC5 obtuvo cinco puntos porcentuales más que en 2019, cuando llegó al 22% del electorado pichinchano. En esa elección, el ahora ministro del Interior, Juan Zapata, le pisó los talones con el 20% de los votos.

Esta vez, a nivel cantonal, Churuchumbi ganó en Cayambe (ciudad de la que ha sido alcalde), Pedro Moncayo, Mejía, Rumiñahui y San Miguel de los Bancos, pero Pabón tuvo el primer lugar en Pedro Vicente Maldonado, Puerto Quito y en el Distritro Metropolitano de Quito. La victoria en el cantón urbano de Quito fue clave para el triunfo de Pabón ya que los cantones rurales combinados no superan los 260 mil habitantes. Solo en el cantón Quito sufragaron 1.5 millones.

Dentro de las cuatro circunscripciones del DMQ, Pabón venció en la ruralidad, en el centro y en el sur. Solo sufrió un revés en la circunscripción norte, donde prácticamente empató con Eduardo del Pozo con el 24%.

En una transmisión en Facebook vista por más 140 mil personas, la virtual prefecta se refirió a las acusaciones del gobierno de Lenin Moreno que la vinculan con el paro de 2019 y declaró que, “esto es una reivindicación de la justicia que hoy viene del pueblo. Estos resultados avalan nuestra gestión”, dijo Pabón. La prefecta se sostuvo en algo que repitió a lo largo de su campaña, “me encontré con el dolor y las necesidades de los quiteños”.

El fraccionamiento del PSC en Guayas le abrió las puertas a Aguiñaga

En la provincia de Guayas, Marcela Aguiñaga (RC) obtuvo la victoria con un 34,40%. Susana González, actual prefecta y de las filas del Partido Social Cristiano, llegó al 25,56%. El correísmo logró arrebatar el feudo que era Guayas de fuerzas como el PRE y PSC, entre 1984 y 2009. En ese año, Jimmy Jairala con el movimiento UNO y el Partido Sociedad Patriótica rompieron la hegemonía social cristiana. En 2014 Jairala logró la reelección de la mano de Alianza País.

Luego de que el en ese entonces prefecto renunciara en 2018 para candidatizarse a la alcaldía, Mónica Becerra lo sucedió hasta 2019. Y desde ese año, Carlos Luis Morales y Susana González devolvieron al PSC su lugar en la prefectura. La muerte de Morales llevó al cargo a la socialcristiana, por subrogación.

Aguiñaga fue ministra de Ambiente en el Gobierno de Correa hasta 2012 y asambleísta desde 2013 hasta 2021. Foto: El Universo

“Gracias a nuestra militancia, gracias por resistir estos seis años de persecución”, dijo. La ex asambleísta contó, en entrevista para Radio Sonorama, que recibió una llamada del presidente Lasso para establecer colaboración. “Me dijo que ha tenido cero coordinación con la prefectura del Guayas. Le he dicho que vamos a demandar la obtención de los recursos de mi provincia”, dijo la nueva prefecta

Una redistribución de fuerzas

Otra provincia donde se impuso el correísmo fue Azuay. Obtuvo la victoria Juan Cristóbal Lloret, el ex asambleísta renunció el año pasado a su curul y venció al histórico ex alcalde de Cuenca y ex prefecto del Azuay, Marcelo Cabrera, que por su parte dejó el Ministerio de Transporte para competir por la alcaldía. La definición fue apretada, Lloret obtuvo un 20,30%, mientras que Cabrera estuvo muy cerca y llegó al 19,61% del electorado azuayo.

Juan Cristóbal Lloret renunció a su curul en la Asamblea Nacional para postularse a la prefectura del Azuay. Foto: Twitter Juan Cristóbal Lloret

En Manabí, Leonardo Orlando mantuvo el bastión que tiene el correísmo en esa provincia, que ha ganado las prefecturas desde 2014. En Santa Elena, los correístas se aliaron con RETO y la Lista 61 para darle la reelección a José Daniel Villao. En Santo Domingo ganaron con Johana Núñez

En la Amazonía,  los correístas sólo pudieron llevarse la prefectura de Sucumbíos con Yofre Poma. En la Sierra ganaron en Imbabura con Richard Calderón, y en Cañar con Marcelo Jaramillo.

Pachakutik se defendió en la Sierra centro y ganó las prefecturas de Cotopaxi con Lourdes Tibán, Bolívar con Aníbal Coronel y Tungurahua con Manuel Caizabanda. Además, ganó en el Oriente en Napo con José Toapanta y Morona Santiago con Tiyua Uyunkar. El resto de provincias amazónicas lo ganaron otros movimientos. El premio de consuelo para el PSC fue la victoria en Esmeraldas, El Oro y Los Ríos. La ID solo ganó en Chimborazo.

“El correísmo es la primera minoría del país”

Pablo Medina, politólogo

Pablo Medina es catedrático en la USFQ. Tiene un PhD en Ciencia Política.

El politólogo Pablo Medina recalca que desde el año 2007, en las últimas cinco elecciones,el correísmo ha sido la fuerza que mejor desempeño ha tenido. “Con Pachakutik, se van consolidando como las primeras minorías del país, entendiendo que no hay mayorías absolutas en Ecuador”, dice el analista.

En Pichincha, Medina afirma que la dupla Yunda/Churuchumbi rompió con la lógica anti Correa. “Por eso quizás Pabón no recibió todo el ataque que normalmente hubiera recibido del centro y la derecha, porque ese ataque se dividió con Yunda”, dice.

Según el analista, en Pichincha, Pachakutik “no tiene mucha entrada en la centro y derecha quiteña, pensando que el paro es reciente”. Medina sostiene que el descontento capitalino con el movimiento indígena se evidenció en la falta de apoyo al paro de 2022, en comparación a lo que se vio en 2019, cuando miles de ciudadanos apoyaron en los centros de acopio.

El politólogo destaca el despliegue territorial que tiene la RC5. “Mantienen una estructura de base, que puede ser clientelar, pero es el único partido nacional con una estructura de base. No necesariamente deseable en una democracia liberal, pero mantienen una estructura. Algo con lo que no cuentan otros partidos, quizás si el PSC, pero no tiene la entrada que tiene la RC”, sostiene.

“También hay que analizar la segmentación de la campaña. La campaña de Pabón en Pichincha no tuvo nada que ver con la de Aguiñaga en Guayas. En Guayas la presencia de Aguiñaga y Correa fue crucial. El mensaje fue ´vota por Correa´. En Manabí o Santa Elena la figura estuvo omnipresente”, dice. Sin embargo, Medina asegura que, en Pichincha, hay un mayor rechazo a la figura del expresidente, por lo que el mensaje era ´vota por Pabón´.

Medina no cree que la victoria de la RC se deba solo a un descontento con Lasso, “creo que no hay que subestimar que la RC estuvo aprendiendo a hacer política local. Esa era una debilidad, porque antes sin Correa los candidatos pataleaban. La RC no está, ni mucho menos, muerta, y podrá gozar de una salud aún mejor si logran capitalizarla con una buena gestión”. 

Sobre los resultados de Pachakutik, Medina sostiene que tiene un buen desempeño a nivel provincial a pesar de las críticas en la Asamblea Nacional. “PK ha venido creciendo, hace 4 años tuvo su mejor resultado a nivel regional, hace 2 años tuvo su mejor resultado histórico a nivel nacional con la bancada que colocó en la Asamblea”, dice.

“El problema de PK, a diferencia de la RC, que partió con una estructura nacional, es que nace de la política más local, de comunidad y le está costando aprender a hacer política nacional. Vemos el descalabro de la gestión en la Asamblea, donde en realidad PK son dos o tres bancadas, hay un fraccionamiento interno. Les cuesta tener una propuesta política para el país”, concluye.

“Los partidos acuden a figuras que dan votos”

Simón Pachano, sociólogo

Simón Pachano es sociólogo por la Universidad Central. Tiene un doctorado en Ciencia Política. Foto: El Comercio

El sociólogo Simón Pachano afirma que, a lo largo de los años, las prefecturas han desarrollado una práctica de negociación con los gobiernos. “Esa práctica de negociaciones les ha sido conveniente”, dice, aunque recalca que las provincias grandes tienen la capacidad de imponer condiciones.

“Basado en lo que ha sucedido en los últimos años, y que sucede actualmente, podemos analizar que los partidos han acudido a figuras que les pueden dar votos. Entonces la fidelidad de ellos no está asegurada en adelante, pueden navegar con bandera propia y ser amigos del Gobierno”, sostiene.

Pachano resalta que, en el contexto global, en el total del país, la votación correísta fue más baja que la que obtuvo Arauz en la primera vuelta de las presidenciales de 2021. “Obviamente una elección local no es comparable, pero es un referente”, precisa.

En el caso del Guayas, ve el triunfo correísta como un elemento significativo: “durante el Gobierno de Correa no pudieron arrebatarle la provincia al PSC. En la Costa tenían unos islotes de votación fuerte, en esta ocasión se juntaron y desbancaron al PSC”, sostiene el analista. Según Pachano, el correísmo se afianza en la Costa y es más débil en la Sierra, donde tiene una nueva competencia con Pachakutik. “Pero también en la Sierra hay bastiones anticorreistas, lo que explica la baja votación en Pichincha”, sostiene.

“El movimiento indígena será el contradictor de Correa”

Jorge Peñafiel, constitucionalista

Jorge Peñafiel es constitucionalista y especialista en derecho público.

El constitucionalista y experto en derecho público, Jorge Peñafiel, cree que, si bien es una victoria legítima por parte del correísmo, no es arrasadora en votos. Por ejemplo, en Pichincha se definió son 2 puntos, dice. “Podemos atribuir la victoria no tanto al crecimiento de la organización política sino a la falta de acuerdos de las otras organizaciones que terminan debilitadas ante el trabajo bien hecho de la RC”.

Peñafiel sostiene que, en el caso de Manabí, la RC se debilita a pesar de ganar, “la diferencia de solo 10 puntos es, en números para la RC de Manabí, no tan positivo. Perdió las capitales de provincia y en Manta también por una cantidad de votos absurda”, dijo.

En Guayas, el analista político sostiene que el crecimiento de Aguiñaga responde no tanto al crecimiento electoral de la RC, sino al debilitamiento de otras fuerzas. “Todos los candidatos no progresistas o de la RC son o fueron antes miembros del PSC: Susana Gonzales, y Guschmer y Lappenti que lo eran”, sostiene.

Sobre el desempeño de Pachakutik, Peñafiel sostiene que están cosechando algo que han venido sembrando desde hace una década, “que es ser un contradictor al status quo”.

Peñafiel cree que hay un fenómeno político electoral en el que líderes cómo Leonidas Iza se ven “más centrados, con discursos más mesurados. Hay un proyecto de país con imágenes claras. El movimiento indígena se convertirá en el legítimo contradictor de Correa. En el propio progresismo en la izquierda se van a disputar esos espacios”, concluye.

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