Atrás quedaron los días en que Jorge Yunda, alcalde, médico, radiodifusor y cantante, no salía a calle sin su traje de "astronauta": overol de blanco quirúrgico con cierre en el cuello, guantes, gafas y mascarillas. En los primeros días de la pandemia, inclusive, mantuvo una reunión con su atuendo de quirófano en las propias oficinas municipales, alegando que podrían estar contaminadas. En sus recorridos, era difícil reconocerlo, porque salía con el rostro totalmente cubierto, lo que lo convertía en la antítesis del político que quiere una buena foto de la caminata. Se decía entonces que la razón era su formación médica, su propia condición de que es hombre de cierta edad y que podría estar en los grupos de riesgo y su convencimiento de que el nuevo patógeno era muy contagioso. 

Pero toda la parafernalia médica del alcalde se acabó ayer. Colgó el traje de astronauta, abandonó las precauciones de quirófono. Llegó al edificio de la Fiscalía, en Patria y Juan León Mera, con pantalón, camisa y chaqueta. Se caló solamente la mascarilla de color blanco. Y se bajó del carro para ingresar al edificio fiscal en olor de multitudes, recibiendo saludos, abrazos, vivas, de simpatizantes llegados de los barrios quiteños para apoyarlo, todos ellos a menos de 30 centímetros de distancia, pugnando por tocarle las manos y darle algo del tan denostado calor humano, lo primero que recomiendan evitar en estos tiempos oscuros de pandemia. Si Yunda llegó a temer el contagio ese miedo se acabó. Al médico le ganó el político. Fue más importante mostrar el apoyo popular a su gestión y desafiar a sus detractores en Twitter, a los que acusó de pretender "arrancharle" la Alcaldía que no pudieron ganarle en elecciones.

Al promiscuo evento político se sumaron fotógrafos y camarógrafos que volvieron a lo de siempre: a apretujarse codo con codo para obtener las imágenes del alcalde y a acercarse peligrosamente los unos con los otros para ponerle el micrófono a sus declaraciones. Miraban también unos cuantos policías antimotines, dispuestos a impedir que el apoyo popular a Yunda se desborde ante la augusta sede de la vindicta pública. 

Cientos de personas llegaron ante la Fiscalía General para apoyar a Jorge Yunda. Foto: Twitter 

Ahí no hubo sana distancia. Ni del alcalde que concurrió a declarar sobre las pruebas de PCR supuestamente compradas con sobreprecio por su ex secretario de Salud, Lenin Mantilla, ni de los militantes de los barrios que llegaron con carteles, ni de quienes fueron a cubrir al alcalde y a sacarle la foto al apretón.

Mientras los concejales debatían vía Zoom, y analizaban el verdadero impacto de las denuncias, el alcalde subió a declarar ante un fiscal y, en la explanada de ingreso al edificio, los simpatizantes gritaron consignas a su favor. Si Yunda había cuidado su imagen de experto médico en defensa de la ciudad, la concentración de simpatizantes con abrazos y apapachos la tiró por el caño en cuestión de pocos minutos.

Yunda salió de su declaración cerca del mediodía. Las por lo menos 200 personas presentes en el sitio le saludaron, apretó manos, lo tomaron del traje y hasta intentaron darle algún abrazo. Algunos de los simpatizantes se quitaron la mascarilla para gritar con más comodidad.

Y cuando Yunda y sus barras se fueron, el personal de la Fiscalía salió a limpiar las veredas de piedra del edificio con agua, escobas y detergentes, no vaya a ser que las zapatos de los simpatizantes dejaran por ahí algún coronavirus.

El plan de PCR del Municipio sigue en veremos, dice la Secretaría de Salud

La nueva secretaria de Salud de Quito, Ximena Abarca, presentó al Concejo virtual su informe sobre el estado actual del programa de pruebas PCR municipales, motivo precisamente de la declaración de Yunda ante los fiscales. 

Según su reporte, entre el 11 de mayo y el 5 de junio de 2020 se ha realizado la toma de 4223 muestras, de las que tienen resultado de laboratorio por lo menos el 89%. La gran mayoría de las muestras han sido tomadas a los funcionarios del propio Municipio: bomberos, policías metropolitanos, y otros funcionarios públicos. Muy pocas de las muestras se han tomado de la población civil.

El plan de la Secretaría de Salud es que se llegue a procesar un promedio diario de 1171 muestras para PCR, alcanzando un total semanal de no menos de 8.200. Los laboratorios con los que el Municipio afirma contar son los de la Universidad Central, el IESS Sur (que debía empezar a operar el 11 de junio) y la UTE (que también se esperaba que opere desde el 12 de junio). Pero el mismo documento señala que las tres instituciones no tienen la capacidad de procesar más de mil muestras diarias, por lo que se considera que laboratorios privados deberían apoyar en la tarea. De hecho, de las 8200 muestras, la Secretaría estimó que por lo menos 4170 deberían hacerse en laboratorios privados, que no detalla. Según los convenios firmados, la Universidad Central estima poder hacer 15 mil pruebas y la UTE unas 20 mil, pero el mismo documento precisa que hasta el momento se no ha podido procesar en esa universidad ninguna, puesto que la UTE ha presentado "una lista de requisitos y exigencias complicadas de atender en el corto plazo".  En el IESS Quito Sur las cosas están más avanzadas, y ya se hacen las pruebas de los equipos para intentar realizar por lo menos 20 mil muestras.

En el programa municipal, la última prioridad será la población civil en estado de vulnerabilidad específica. En primer lugar van los funcionarios municipales, los de los laboratorios, los de las empresas metropolitanas y los comerciantes de los mercados municipales. 

Funcionarios municipales toman muestras de la nariz para pruebas de PCR a policías de la ciudad. Foto: Municipio de Quito

En el cronograma que adjuntó la Secretaría de Salud, desde el primero de junio, se han hecho algunas pruebas a periodistas de medios privados, y la gran mayoría a funcionarios municipales "de primera línea", lo cual incluye a prácticamente toda la burocracia municipal y se extiende hasta el 1 de julio. 

Al mismo tiempo, el Municipio tiene previsto aplicar 20 mil pruebas rápidas donadas por las cámaras de Producción. Las pruebas serán realizadas desde el 12 de junio, indica el documento, sobre todo a taxistas y conductores de buses y parte irán también a realizar un muestreo probabilístico en los barrios capitalinos, aunque no hay nada concreto todavía.

La polémica por la repavimentación dominó al Concejo

Jorge Yunda instaló la sesión virtual del Concejo antes de ir hacia la Fiscalía. A cargo quedó el vicealcalde Santiago Guarderas. El concejal Bernardo Abad mocionó y obtuvo que se analice en el pleno otra polémica relacionada con la actual administración: un reciente informe de la Contraloría, con indicios de responsabilidad penal, en el contrato de más de 30 millones de repavimentación de las calles de Quito, una obra que Yunda declaró prioritaria y que fue uno de los pretextos para endurecer las restricciones de movilidad en la capital, que pasaron de ser un pico y placa a un rotundo hoy no circula. 

Las posturas en el Concejo están bastante claras: los correístas sostienen que no hay que hacerle mucho caso a los "periodicazos" mientras los no correístas, capitaneados por el propio Abad, sostienen que hay que investigar hasta las últimas consecuencias. El coideario de César Montúfar, quien denunció a Yunda por "delincuencia organizada" Fernando Morales, defendió la presentación de la denuncia y aseguró que no se busca atentar contra la honra de ningún concejal.

El Concejo aprobó una resolución del vicealcalde Guarderas, que pidió la presencia de los funcionarios de Quito Honesto que supuestamente certificaron la transparencia en las compras de las PCR, para que expliquen sus gestiones.

Los concejales del correísmo no dieron paso a una moción de Abad quien propuso que se pida a la Empresa de Movilidad que se remita al Concejo todo el expediente de la repavimentación, un exhorto para que la Fiscalía investigue y hacer un llamado a los ciudadanos de Quito a que denuncien actos de corrupción. 

De su lado, la concejala Luz Elena Coloma hizo público un recuento de su despacho de las adquisiciones que el Municipio ha hecho desde que Jorge Yunda es alcalde. Llaman la atención dos cosas: que en tiempos de Mauricio Rodas nadie se tomara esa molestia y que, en efecto, la polémica contratatista La Cuadra Compañía Inmobiliaria Inmosolución ha participado en diez procesos, cuyos montos superan los 53 millones de dólares, lo que significa, explica el detalle elaborado por la concejala y su equipo, un 25% de la contratación pública municipal en el año de Yunda. 

Inmosolución, destaca la concejala, forma parte de un consorcio que, ha informado la Contraloría, recibió la adjudicación de las obras de repavimentación en Quito. El reporte de la concejala Coloma detalla los nombres de los 642 contratistas del Municipio hasta el momento, así como de 1132 procesos y de 794 resoluciones de adjudicación, que suman más de 213 millones de dólares.