Foto: Presidencia de la República
El presidente Lenin Moreno se ha reunido con varios líderes políticos, como Patricio Zambrano del Partido Socialista.
Diálogo. La palabra que los políticos ecuatorianos parecían haber olvidado, luego de diez años de un modelo político autorreferido y autoritario, en donde el debate público fue acallado y los opositores y disidentes simplemente silenciados. Un modelo político que tenía en sí el germen de las peores taras de la academia más abusiva: aquella que silencia cualquier debate interno en nombre de la autoridad incuestionable y el poder.
Por ello, las recientes reuniones del presidente Lenin Moreno con líderes de fuera de su propio partido han causado sorpresa. Moreno se ha reunido con los alcaldes de Quito, Mauricio Rodas, y Guayaquil, Jaime Nebot, así como con el ex candidato a la presidencia del movimiento FE, Dalo Bucaram Pulley y con el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala.
Moreno se reunió también a inicio de semana con delegados del Socialismo y el Comunismo, con la dirigencia de la Conaie e hizo un llamado público a la ex candidata del PSC, Cynthia Viteri, a una reunión política, que podría concretarse esta semana. El presidente mantuvo amplios diálogos con todos estos líderes, en lo que fue considerado, por el alcalde Nebot, como "algo normal", para marcar distancia de la anomia política de la década correísta.
El presidente mantuvo amplios diálogos con todos estos líderes, en lo que fue considerado, por el alcalde Nebot, como "algo normal", para marcar distancia de la anomia política de la década correísta.
Pero la agenda del diálogo ha venido del Ejecutivo: aunque Lenin Moreno le ha quitado contenido político a los sábados, día que usaba el ex presidente Correa para marcar el temario político y judicial de la semana, no por ello ha dejado de tener la iniciativa. La apertura del Ejecutivo y los temas a debatir -oficialmente se trataton aspectos como la lucha antidrogas, un tema de interés nacional que no parece responder a agendas partidistas- siguen evidenciando que la iniciativa está todavía en manos del Gobierno.
¿Están entendiendo los opositores la nueva dinámica? ¿Tienen algún planteamiento concreto y una agenda nacional? ¿Cómo están respondiendo frente a las nuevas circunstancias?
El PSC, dispuesto al diálogo
El asambleísta Luis Fernando Torres destacó la reunión con Jaime Nebot.
Para el asambleísta del PSC, Luis Fernando Torres, en su bloque se están entiendiendo de manera adecuada los nuevos momentos políticos. Prueba de ello, afirma, es la reunión de Nebot con Moreno, por un lado, y la presentación de un proyecto de ley por parte de Cynthia Viteri para reformar la polémica tabla de consumo de drogas por otro.
El Bloque del Cambio Positivo, destaca Torres, ha abierto el camino para diálogos productivos, que podrían incluir la posibilidad de un cambio constitucional, que le devuelva a la sociedad la autonomía frente al Estado y permita recuperar la democracia representativa. Sobre el juicio político que impulsa CREO, recordó que su bloque se sumó con las firmas, para que se logre debatir la responsabilidad política de Glas. Torres cree que las reuniones con Nebot y Rodas ha abierto una expectativa distinta, y que la actitud del presidente es de manos abiertas. Cree que se debe pasar a temas como el económico, y superar ciertos discursos políticos. Las propuestas económicas y tributarias dependen del presidente, recuerda Torres.
Torres cree que el interlocutor de los legisladores es el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano.
De la polarización a cinco tendencias
Por su parte, el analista Ricardo Cobo asegura que la postura frente al diálogo es lo que marca las tendencias actualmente en el país, una vez que se ha desactivado la dicotomía correísmo-anticorreísmo.
La nueva coyuntura, dice, evidencia por lo menos cinco bloques. En Alianza PAÍS hay sectores que se oponen al diálogo, como el que dirige la presidenta del Movimiento, Gabriela Rivadeneira, mientras otros están dispuestos a conversar. En la oposición, entre tanto, hay quienes están radicalizando posturas, mientras otros concurren a conversar. El quinto bloque, estima Cobo, es el empresariado y ciertos gremios que están planteando sus propios temas.
Para Ricardo Cobo, el Gobierno no tiene agenda en el diálogo, y hay un cambio con relación a lo ocurrido en el Gobierno anterior. De ahí que sea receptivo a posturas de gremios y de otros sectores.
Para Cobo, el Gobierno no tiene agenda en el diálogo, y hay un cambio con relación a lo ocurrido en el Gobierno anterior. De ahí que sea receptivo a posturas de gremios y de otros sectores.
Sobre el juicio político que impulsa CREO, Cobo sostiene que la lucha contra la corrupción debe ser global. En el caso de Odebrecht, la indagación está siendo realizada por las fiscalías de doce países, y el proceso continúa. En ese marco, Cobo estima que CREO está evitando perder espacios políticos con una campaña comunicacional. "Todo el mundo cree que el perro es negro pero nadie lo ha visto. Es una red internacional muy compleja. El juicio político de CREO es solo una táctica política, pues no parece tener elementos contundentes ni concluyentes. Las denuncias de corrupción están todas en el terreno de supuestos".
Cobo piensa que las propuestas de los sectores empresariales podrían ser interpretadas como privatizaciones, lo que puede confrontar con dos criterios de la Constitución de Montecristi, que son la presencia del Estado en la economía y la democracia representativa. Correa, en opinión de Cobo, está recuperando terrenos que habría perdido, pero en las elecciones seccionales se verá cuál ha sido el impacto de las contradicciones al interior de PAÍS.
Las "agendas diminutas" de ciertos asambleístas
Por su parte, el ex asambleísta Ramiro Aguilar cree que hay una "debilidad absoluta" de las voces de los asambleístas. Sostiene que los legisladores no están causando ninguna incidencia en el escenario político nacional, y están trivializando la política en los medios de comunicación con "agendas diminutas" de ciertos asambleístas.
Aguilar cree que se debe disparar "cuando el objetivo está a tiro y se tiene munición", en alusión al juicio político de CREO. En su criterio, la oposición "se prestó a la farsa" de la comparescencia de Glas en la Asamblea, pues no hay pruebas concluyentes contra el vicepresidente. "No hay conexión tangible entre el tío (Ricardo Rivera) y Glas", estima Aguilar, puesto que "no hay un asambleísta que tenga un papel en contra de Glas". Para el ex candidato a la vicepresidencia de la República, los opositores "están jugando un póker sin naipes".
Para el ex candidato a la vicepresidencia de la República, Ramiro Aguilar, los opositores "están jugando un póker sin naipes" contra Jorge Glas.
Sobre el juicio político que PAÍS planteó en contra de Carlos Pólit, cuestionó que se haya afirmado que se juzgaba la moral del ex contralor, así como criticó que no se elaborara un informe más sólido sobre las supuestas fallas del ex contralor. Aguilar cree que se debió mencionar qué norma legal violó Pólit, pues fue calificado con las mejores notas por el Consejo de Participación Ciudadana. Cuestionó que no se le permitiera presentar la prueba a Carlos Pólit.
"En la cabeza de chorlito de algunos asambleístas se dice que estos procesos son morales y no jurídicos. Y se equivocan", afirma el ex legislador, quien advierte que sino hay pruebas contra Glas se pierde la oportunidad de juzgarlo y censurarlo políticamente, pues no se podrá juzgar al vicepresidente dos veces por la misma cosa.
Aguilar cree que los líderes políticos nacionales siguen siendo los interlocutores del presidente, mientras estima que los asambleístas son "políticos de segundo orden, dedicados a disputas salivales. Por eso el Gobierno habla con los líderes nacionales".
¿Cuál es el objetivo de los diálogos del presidente Moreno? Aguilar anticipa que podría ser lograr una asamblea constituyente para el próximo año, pues el presidente Moreno no tiene el control de más de diez o quince asambleístas del bloque de PAÍS. "Moreno debe prescindir de los legisladores de Correa, por eso está tanteando la posibilidad de plantearle a la oposición la fórmula para alejar a Correa del protagonismo político nacional". Para el presidente Moreno, es clave controlar el bloque de PAÍS, y para eso, debería contar con una nueva asamblea, en la que tenga el control del bloque oficial.
Este "proceso político mayor", como lo llama Aguilar, deberá apuntar a reformas a la Constitución, que solo se pueden hacer por Asamblea Constituyente. Ese sería su interés último. "Nuestro enemigo es Correa y el correísmo, no Moreno" destaca el ex asambleísta, quien cree que Guillermo Lasso se equivocó al calificar a Moreno como "el Maduro ecuatoriano". Criticó a Lasso por sus denuncias de fraude electoral sin pruebas, y afirmó que "debe evaporarse" por los errores cometidos. De ahí que Moreno se reúna con otros líderes de oposición.
"Se debe evitar que Correa vuelva al país más desquiciado a querer gobernar en el 2021", cree Aguilar.
Por otro lado, fustigó al alcalde de Quito, Mauricio Rodas, a quién calificó como "impredecible en política". "Rodas solo tiene objetivos personales. Hay qué preguntarse qué busca Rodas para Rodas, no para Quito ni para el país, al reunirse con Moreno. En las seccionales del 2019 habrá que ver si queremos seguir teniendo este mercado en cada esquina en que se ha convertido Quito", finalizó.
[RELA CIONA DAS]
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