Gerson Almeida, de 46 años de edad, desciende de una larga línea de militares. Nació en Curitiva, Brasil, donde su padre, oficial de la Fuerza Aérea, estaba en un curso de entrenamiento, pues fue piloto militar.

Los viajes de especialización y misiones diplomáticas del padre -que era manabita- llevaron a su familia a países como  Reino Unido o Venezuela, en donde Almeida pasó parte de su adolescencia. Antes de partir hacia Caracas, donde terminó el bachillerato, el joven Almeida estudió en el Colegio Técnico Aeronáutico de Quito, pues en su familia se esperaba que siguiera la carrera de las armas. Su tatarabuelo, Aurelio Rodríguez Candel, sirvió en el Ejército liberal de Eloy Alfaro, mientras su abuelo se retiró siendo coronel.

"Soy una cosa rara en mi familia", dice el candidato del movimiento Ecuatoriano Unido, cuando recuerda su trayectoria vital. "Yo ya tenía listos los exámenes para irme a la Escuela Cosme Renella, me gradué como físico matemático pero se determinó que mi perfil era más de sociales" y por ello no se inscribió en la academia de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. 

Aunque parecía estar encaminado hacia la aviación militar como su padre, Gerson Almeida estudió derecho en la Universidad Sek, donde se doctoró en Jurisprudencia, y también estudió teología, pues el fundador del Ministerio Betel, una iglesia protestante con alcance nacional. Desde los 23 años que se ha dedicado a la prédica cristiana. Esta casado y tiene tres hijos, dos de ellos ya son profesionales y su esposa también es predicadora, en una de las iglesias que mantiene el Ministerio Betel en el Valle de los Chillos. 

Del bautismo a la iglesia apostólica

En su familia siempre se definieron como cristianos evangélicos. En Londres, en un sitio llamado Black Pool, asistieron a una iglesia bautista. Empezó en las Asambleas de Dios, de corte pentecostal, pero el Ministerio Betel se define como una iglesia apostólica. "Somos cristianismo puro", explica el pastor, quien destaca que "la primera iglesia fue apostólica", y en su ministerio "no negamos las distintas formas de predicar la palabra". 

Desde 1999 se ha dedicado la práctica jurídica en un estudio de su propiedad, que atiende sobre todo temas civiles, penales, de compañías y tributarios. 

El Ministerio Betel tiene presencia en Quito, sobre todo en los Chillos, así como en Guayaquil, Babahoyo, Ibarra, entre otras localidades. Estima que su congregación llega a por lo menos 1500 personas.

El paso del predicador a la política se produjo cuando, en el año pasado, la Corte Constitucional realizó una aplicación de una opinión consultiva que permitió el matrimonio igualitario. "Ahí se decidió aplicar una opinión y no una sentencia. Luego se discutió el aborto en la Asamblea Nacional y eso nos llevó a movilizarnos, a ir a hablar con los asambleístas y hacerles ver que había una contradicción entre la Constitución y el intento de aprobar el aborto. Creemos que la vida no proviene del azar sino de asuntos mucho más grandes. Logramos concientizar sobre el fondo y la forma de esas normas. Eso nos llevó a la necesidad de organizarnos". 

Su principal tesis la define como el "pragmatismo ético" y es partidario de garantizar la vida como camino al desarrollo. Asegura tener bases de iglesias cristianas en 24 provincias e intentó crear su propio movimiento, pero afirma que por la pandemia no pudo recoger las firmas. Así que aceptó una invitación de Fabián Zúñiga y Julio Loaiza del Movimiento Ecuatoriano Unido para presentarse a la presidencia de la República. 

El "pragmatismo ético"

Pero, ¿qué es el "pragmatismo ético" del candidato y pastor? Según explica, una "nueva forma" que no es izquierda ni derecha. Almeida sostiene que las izquierdas y las derechas son conceptos "académicos" y que en "términos prácticos" no existen. Lo que se ha hecho con estos paradigmas es aplicar recetas para el subdesarrollo, y su propuesta, asegura, "sube a la virtud política de la que hablaban Platón y Aristóteles". "Buscamos resolver los problemas sin dogmas académicos", explica y su objetivo es lograr "la activación económica". Anticipa que no quiere concultar el capital de la derecha  como proponen las izquierdas ni precarizar a los trabajadores como hacen las derechas. El límite, propone, debe ser "la ética". 

Almeida aclara que su ética "no es religiosa", tan es así, que su binomio es católica. "No somos un binomio teológico sino ecuatoriano", afirma. 

De su juventud en Venezuela, Almeida destaca que desde los años 80 el país caribeño ya presentaba distorsiones. Con la renta petrolera dejaron de producir, "empezaron a importarlo todo" y las perchas estaban llenas de productos importados, incluyendo los alimentos. Así descuidó Venezuela su fase industrial y en los 90, cuando se graduó del colegio, ya empezaron choques y levantamientos populares como el Caracazo. Este fue el inicio del caudillismo y la puerta de entrada del chavismo al poder. "Tenemos que tener mucho cuidado con lo que pasa en el Ecuador, depender de la renta petrolera es una cosa gravísima", afirma Almeida. 

¿Cómo enfrentará la crisis económica?

La crisis económica no se soluciona pidiendo más préstamos. El Ecuador debe generar su riqueza desde adentro y hay que combatir la desconexión tradicional del país entre su producción y su productividad. Para poder lograr el superávit hay que eliminar los factores que distorsionan la productividad, creando por ejemplo para el campo más carreteras vecinales, para construir y dar más acceso a créditos.

Estamos planteando una inyección de capital social a todas las personas que puedan generar riqueza y podemos distribuirla. Me refiero a todos los ámbitos económicos. Debe haber una conexión con el consumidor final, hay que hacer más eficiente el pago de deuda para invertir en obra pública y salud. El Ecuador sin ser pobre no puede administrar sus recursos. 

 ¿Es partidario de un ajuste que implique despidos en el Estado y reducción de jornadas y salarios?

No estoy de acuerdo con las típicas políticas de la izquierda o derecha. Ambos han impuesto un modelo de subdesarrollo, desde el pragmatismo ético pensamos que las familias del sector público también requieren atención y protección. No debemos confiar en ajustes ni en dogmas económicos. 

¿Cómo va a mejorar la conectividad de los estudiantes y maestros que no pueden volver a clases presenciales por la pandemia?

La educación no tiene una política de Estado al respecto tras 200 años. Los rubros que se tienen que destinar a la educación y a palear las contingencias deben estar incluidos en esa política de Estado. Los recursos para educación se deben invertir en garantizar el acceso, el Estado debe comprar los equipos y darlos a los estudiantes y profesores. Se necesita una solución política. La educación debe ser fortalecida en Ecuador. 

 ¿Cómo asegurará la provisión de la vacuna para el coronavirus en el Ecuador?

El asunto de la vacuna debe ser debatido. Como gobierno central debemos garantizar el acceso a la vacuna, el país ha hecho un contrato de 80 millones. Pero nosotros planteamos una socialización de las implicaciones de la vacunación, pues hay tesis a favor y en contra, el Ecuador tiene que garantizar que haya vacunas pero la aplicación debe ser voluntaria. En foros sobre globalismo y nuevo orden mundial se publican una serie de criterios al respecto.

Filosóficamente cada uno debe tomar su posición sobre las vacunas, se dice inclusive que quienes se aplican la vacuna contra la influenza sufren la Covid con más fuerza frente a quienes no han sido vacunados. Tiene que haber un estudio pormenorizado y se tiene que socializar para que cada persona tome su decisión. 

 ¿Cuál es su postura sobre las violaciones de derechos humanos denunciadas durante la represión de octubre?

Somos un binomio que garantiza la vida. Las violaciones a la garantía de la vida prevista en la Constitución no son aceptables en ningún ámbito. 

 ¿Qué opina de los mecanismos de fijación de precios de combustibles que deja implementados el actual gobierno?

Se tiene que establecer de manera técnica. No podemos discutir sobre subsidios por que viene en una receta. Los subsidios redistribuyen la riqueza, y las políticas deben ser prácticas y ajustarse. La fijación debe darse tomando en cuenta factores técnicos de la economía. 

 ¿Promoverá que se retomen los temas que se desarrollaban en el Código de la Salud vetado por el actual gobierno?

Somos un binomio pro vida y en ese proyecto con disposiciones transversales estuvimos de acuerdo con el veto total. En ese tema se impuso la voluntad de los ecuatorianos. 

¿Cuál es su opinión sobre el aborto?

La Constitución garantiza el respeto a la vida desde la concepción, una cosa es un aborto natural y otro uno provocado. El Ejecutivo tiene que cumplir y hacer cumplir lo que la ley dice. 

¿Cree que se debe prohibir y penalizar el funcionamiento de las "clínicas para tratar la homosexualidad"?

No conozco que haya tales clínicas en el país. Y no es la forma de controlar eso, no lo considero una enfermedad, pero debemos entender que los ecuatorianos tenemos derechos. No estoy de acuerdo con su pregunta porque no hay tales clínicas en el Ecuador. Si usted me da algún dato preciso le respondería al respecto, ese es solo un supuesto. 

¿Cuál es su postura sobre la renegociación de la deuda externa, los compromisos adquiridos en ese proceso y sobre la deuda con estados como China?

La deuda legítima tiene que pagarse, pero manteniendo recursos para la inversión social. Hay una deuda ilegítima como la que se hizo con China, que encima la seguimos pagando por obras que se están destartalando. Dejar de pagar deudas ilegítimas le dará al Estado recursos para obra social. Cada persona que nace en Ecuador debe 23 mil dólares y debemos liberarnos de eso. 

 ¿Cuál es su propuesta para disminuir la violencia de género?

Es un fenómeno relacionado con la falta de valores éticos. La familia y la cohesión social, el respeto al ser humano, el trato digno para todos, serán las fuentes para lograr evitar la violencia en todas sus formas. Es un problema de valores y vamos a enfatizar en eso. En lo legal ya hay penas y se deben aplicar, pero estos asuntos se solucionan con educación y valores. 

Ecuador es el país con la tasa más alta de embarazo adolescente en la región.  ¿Aumentará el presupuesto para su prevención y qué medidas plantea para este problema?

Hay una falacia de composición que consiste en decirles a los muchachos que la educación sexual debe girar sobre los preservativos, pero en 50 años de ese paradigma solo se ha logrado más laxitud en ese tema. Las personas deben saber que al tener una relación sexual asumen responsabilidades, hay que atacar al fondo y no a la forma, la prevención se centra en los anticonceptivos que no son cien por ciento eficaces. Debemos concientizar sobre la importancia del acto de generar vida. 

Las mujeres, sobre todo en lo rural, tienen poco acceso a créditos. La pandemia ha golpeado con fuerza sus economías. ¿Cómo piensa incluirlas en sus políticas de reactivación económica?

No solamente las mujeres sino el sector campesino y agrícola. No se puede reactivar lo que nunca ha estado activado. Hay 1500 millones de dólares en el Ministerio de Finanzas por los controles de riesgo de crédito. Hay que eliminar las trabas, hacer como en el Plan Marshall, hay que ver quien producir y conectarle para que la economía se active para cada persona. El Ejecutivo debe gestionar fondos para poder ayudar. El Ecuador bien administrada es el país más rico de Sudamérica. 

El Ecuador se ha convertido, a vista y paciencia de las autoridades, en el mayor exportador de la droga hacia EEUU y Europa. Adicionalmente, el narcotráfico ha permeado la justicia en todos sus niveles. ¿Cuál será su estrategia para la lucha antidrogas?

Las drogas son un flagelo que debe entenderse en un criterio global. Hay ciertas presiones para aprobar una tabla de consumo de drogas a cambio de desembolsos, se fomentó desde el Estado una table de consumo lo que creó una distorsión grave. Ecuador no puede tener una cultura permisiva sobre las drogas, debemos primero controlar la concepción desde el consumo en lugar de fomentar el consumo indiscriminado. Necesitamos una reforma estructural al respecto. 

El 96% de la basura se entierra en Ecuador y apenas del 4% se recicla. ¿Cómo impulsar una cultura ciudadana para evitar colapsos de rellenos sanitarios y ser un país más amigable con el medio ambiente?

Estamos promoviendo ecosistemas saludables, reciclar insumos plásticos, incorporar sistemas de calidad y hacer cálculos con 15 años de duración. Hemos hablado con una empresa de Brasil que realiza limpieza de ríos para poder canalizar la basura que se debe reciclar y hacer una remediación ambiental. El Estado debe recuperar las botellas de ríos y mares que debieron ir a plantas de reciclamiento. No debemos dejar a las próximas generaciones un ambiente contaminado.