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10 de Mayo del 2023
Historias
Lectura: 15 minutos
10 de Mayo del 2023
Redacción Plan V
Gustavo Isch: lo peor que le puede pasar a un político es perder su reputación y Lasso la perdió
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Fotomontaje referencial: PlanV

 

Así se salve del juicio político, Guillermo Lasso ha cruzado la línea roja del descrédito y de la mala reputación de no cumplir lo que ofrece. Puede tomar cualquier decisión, pero por buena que sea, la gente no le va a creer. El consultor político Gustavo Isch presenta los resultados de la última encuesta IMASEN, la empresa peruana que representa en el Ecuador.


La encuesta sobre la gestión del presidente Guillermo Lasso tiene una constante: su credibilidad y  aprobación tienen un promedio de 14% nacional y un rechazo promedio del 82%. Excepto en Pichincha, donde para abril del 2023 tenía una caída del 7% de aprobación.  Gustavo Isch, consultor político y representante de la firma encuestadora peruana IMASEN, cree que la singularidad en Pichincha, sobre todo en Quito, se debe a que siempre en esta provincia hubo una fuerte presencia del correísmo. El tipo de comunicación política y de ejercicio gubernamental han cambiado dice Isch. En las campañas electorales se juegan muchos aspectos. Las organizaciones políticas pueden tener propuestas muy similares para el país, las causas estructurales como la pobreza, unas élites alejadas de los intereses nacionales, la falta de creatividad de los sectores productivos, la incidencia de la plutocracia bancaria... pero ahora las nuevas tecnologías de la información y la inexistencia en territorio del 99% de las organizaciones políticas (excepto PK y el PSC en algunos sectores), ha generado un declive permanente en las organizaciones políticas: no han cambiado liderazgos ni sus propuestas políticas, no se han adecuado a las nuevas tecnologías sino con torpeza y oportunismo.

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¿Como por ejemplo?

Gustavo Isch. Consultor político, experto en comunicación electoral y de gobierno.

Los consultores que hemos estado en campañas nunca nos vamos a olvidar de la presencia de Lucio Gutiérrez en tic toc, con una basuca, sobre una moto, como Terminator, diciendo que va a terminar con los corruptos. Nunca nos vamos a olvidar de los zapatos rojos de Guillermo Lasso, que fue un acierto de su equipo técnico porque obtuvo un nivel de conocimiento de un sector al que no llegó en las campañas anteriores, que son los jóvenes, que activaban en tic toc. Si en una campaña viene un candidato, del sector que sea, y ofrece resolver los problemas del país en cien minutos, con cien decretos, está dando indicios de lo que se viene, porque un acto tan demagógico como ese puede ser entendido como un exceso propagandístico, pero en el ejercicio del poder, si se demuestra que nunca hubo la capacidad para cumplir esa oferta, la propaganda electoral se cae.

¿Y Lasso cayó en eso?

Lo peor que le puede pasar a un político es perder su reputación. Y eso es lo que muchos políticos no entienden. Lasso llegó a la Presidencia con una reputación golpeada, ganando con las justas, dirige con eficacia la segunda campaña de vacunación gracias a un sector público ya instalado, y luego no mostró obra alguna. E incumplió propuestas de campaña, que eran sensibles. Como las dirigidas a los jóvenes para el ingreso a las universidades, y hoy tenemos 130 mil jóvenes que este año no pudieron entrar a la universidad. 

Otro tema que impactó mucho negativamente fue imponerle más pagos de impuestos a la clase media. Ahora, en medio de un juicio político anuncia que reveerá esa decisión.

Esto impacta muy levemente, porque el presidente vino con una reputación golpeada y ratificó las sospechas sobre esa reputación. La gente terminó por no creerle y cualquier cosa que haga en ese sentido es vista como un acto desesperado por mantenerse en el poder. Más allá del resultado del juicio político, Lasso seguirá siendo el personaje que nunca cumplió su palabra. El personaje que dedicó dos años de su mandato a pagar las deudas con organismos internacionales y a no cumplir lo que prometió: fuentes de empleo, salud pública, saneamiento de la seguridad social, educación universitaria ampliada. Y le van a quedar dos años para hacerlo, pero para cumplir tendrá que endeudarse, y va a salir no como el presidente que cumplió sus promesas, sino como un presidente que nunca tuvo visión ni estrategia políticas, que privilegió la publicidad por sobre la información, que era un muy mal comunicador, que juró que en su gobierno no había corrupción. Será un expresidente que no ha podido cumplir ni con unos ni con otros, que no fue efectivo en el diálogo social. Y que en el problema de la violencia e inseguridad no ha podido, luego de dos años, entregar recursos mínimos a la fuerza pública, ha permitido que el país se llene de miedo, el peor de los sentimientos que puede tener un país luego de perder su visión de futuro. Y eso es lo que en Pichincha se siente con más fuerza. 

Otro aspecto indagado por ustedes es el tema ambiental. Se nota que en dos años la destrucción de la Amazonia, a pesar de los operativos, de las decisiones del gobierno, la cosa empeora y eso se refleja en la encuesta.

Es una sensación correcta. Hay organismos que han hecho grandes esfuerzos para denunciar la situación ambiental en toda la Amazonía y que afecta más en zonas del Napo. Hay minería ilegal a la vista y paciencia de todo el mundo, y si no me equivoco es en concesiones de una empresa china. Por eso nos han preocupado los anuncios de la firma del acuerdo comercial con China, que es uno de los países con la peor reputación en el mundo en lo que tiene que ver con su manejo ambiental y laboral en sus proyectos. Se ha dado sobreexplotación de la mano de obra, de recursos ambientales y el grave impacto de sus productos para las economías locales. Esto está denunciado en todo el mundo. La presencia de la flota china en la plataforma marítima ecuatoriana es ofensiva. Hacen lo que les da la gana. Atentan a nuestra soberanía, porque no somos capaces de sentarnos en una mesa de negociaciones y ponerle freno. Somos un país cuyas élites gobernantes están dispuestas a cualquier cosa por obtener dinero, para favorecer sus propios intereses y los grupos a los cuales se deben. 

China es el primer socio comercial del Ecuador, pero solo pocos sectores exportadores usufructuarán de este acuerdo. 

El año pasado preguntamos a la gente su opinión sobre un probable acuerdo comercial con China. La mayoría estaba opuesta. Cuando se preguntó a la gente si el presidente Lasso debía informar al país el contenido del acuerdo antes de firmarlo, cerca del 80% dijo que sí. Pero ocurrió que no se le dijo nada al país sobre las condiciones y las negociaciones fueron declaradas bajo reserva. Hicimos la pregunta este año, y más del 90% dijo que sí. Y ocho de cada diez estaba en desacuerdo con la firma del convenio comercial con China.

Quito (Pichincha), 10 de mayo del 2023.- Tras un intenso trabajo de 10 meses, entre los sectores público y privado, y cuidando la industria ecuatoriana, Ecuador suscribió hoy el Tratado de Libre Comercio con China. Foto: Bolívar Parra / Presidencia de la República

El punto es que cualquier tema que proponga el Gobierno, sea sobre China o sobre el porte de armas, va a ser rechazado por la población por ser iniciativa de Lasso.

El rechazo de la gente a la decisión del porte de armas es porque entendió que manejar un arma y enfrentarse desde la sociedad civil con el crimen organizado no es un buen negocio. ¿Que va a pasar si tengo grupos armados y están respaldados por una empresa minera, y también por jueces corruptos? Nos armamos frente a estos grupos y tendremos cinco días de vida. Porque estos grupos están estructurados, tienen entrenamiento, están mucho mejor armados. Y tienes hijos, familia y las peores condiciones para defenderte. La gente se opone al porte de armas porque esto se puede transformar en una carnicería, donde la ventaja la van a tener los grupos de narcotraficantes debidamente entrenados, las bandas delincuenciales que operan con impunidad y que son respaldadas por organismos de defensa de derechos humanos. El Ecuador va camino a lo que ocurrió en Colombia y Perú, exactamente. Por eso es que la mayoría de consultados prefiere un gobierno de mano dura, con un 60%, y cuando recuerdan ese tipo de gobierno, no se les viene a la emnte una dictadura sino el gobierno de Correa que, además, para los consultados, es el gobierno que hizo más obras. En las entrevistas muchos dijeron que perdonan el robo con tal que haga obra. Porque la noción que se tiene es que el Gobierno actual no ha hecho nada. A la mayoría de los consultados le importa un pepino si el presidente se va o se queda. Ningún ecuatoriano está dispuesto a defender al presidente si este se va.

¿Entonces qué mueve a los ecuatorianos?

Por la única razón que se movilizarían los ecuatorianos entrevistados es por el tema ambiental. Hay la noción de que la Amazonía está siendo destrozada. La información que llega desde medios internacionales que visitan la zona es devastadora. Eso, cuando pueden entrar. Esa sensación de rechazo a esa devastación, a vista y paciencia de quienes pueden evitarla, es clara. La juventud, los indígenas, la gente que activó la consulta en el Yasuní, muchos expertos ambientalistas, entienden la gravedad de lo que está ocurriendo. Es la única razón para movilizar a la gente. Por eso cuando se pregunta sobre la muerte cruzada, la gente pide que se vayan todos y ahora mismo. Hay un hastío de la política, porque hay una saturación informativa que desinforma. Nadie sabe qué mismo pasa porque todos los días pasan cosas y todo esto circula en las redes sociales y por su intermedio se posicionan en distintos estamentos de la comunidad, en el barrio, la familia, la empresa, con el criterio de quien emite la información. Y ya sabemos que la mayor parte de esa información no está contrastada ni investigada, simplemente expresa la opinión de quien emite el mensaje, y la sensación de violencia e inseguridad en el país es gravitante. El 55% de las personas no sabe porqué están enjuiciando a Guillermo Lasso. De los que dicen saber, el 67% dicen que la causa es la corrupción. 

Guillermo Lasso. Foto: Bolívar Parra / Presidencia del Ecuador.

Pero el 69% cree que es culpable ...aunque no sepan de qué se le acusa.

La saturación informativa es consistente, bien armada, pero es lo que la ONU describió como infodemia. Pero por la saturación, la gente se cansó de la política. Si es que se bota a Lasso, en el imaginario colectivo se bota a todos los políticos. Si Lasso se queda, se quedan todos. Y esto es porque la política es sinónimo de corrupción. Por eso es que hace un año habríamos reaccionado de otro modo sobre los hechos actuales. Y el comentario era: «por qué no se levanta Quito», esperando que Quito bote presidentes, y a Quito le resbala porque está sin trabajo, se han ido miles al extranjero a buscar ingresos, porque los jóvenes no creen en el Ecuador y no encuentran a nadie que les de luces, una ilusión y que le dé razones para quedarse y que habrá un futuro. El Gobierno hace un llamado a ponerse de acuerdo entre sí, el problema es con quienes. ¿Y sobre qué nos vamos a poner de acuerdo? La gente, lo que ahora quiere es que alguien ponga orden en el tema de inseguridad y el desempleo. Y luego en los temas sociales. 

Alguien que ponga orden, pero ya no será Lasso, así se quede en el cargo

Ya no le creen.  Para hacerlo debe tener recursos con los que no cuenta. Las hipotéticas obras tienen que ser contratadas y la burocracia es un lastre complicado, por razones políticas. En la burocracia están incrustados operadores, simpatizantes y militantes de organizaciones abiertamente opuestas al presidente. 

¿Lasso tiene futuro político?

Se dice en los corrillos de Carondelet que Lasso quiere reelegirse. Es más, que va a vencer de nuevo al correísmo y que estos dos años por venir serán en la lógica de cumplir con la ciudadanía lo que ha incumplido en la primera mitad de su periodo. Con la diferencia que ya está instalado el narcotráfico en el Ecuador. Cuando la violencia criminal opera incluso a través de la Asamblea, porque no se explica de otro modo la actitud y los argumentos de los asambleístas para tramitar temas tan urgentes como el empleo y la inseguridad. Las personas estamos cambiando nuestros hábitos por el impacto de la inseguridad y el narcotráfico, en una estrategia que está siendo respaldada políticamente, con sistemas institucionales contaminados, algo que nadie lo ha evitado. Lasso puede construir un Taj mahal, pero nadie le va a creer. 

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