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25 de Febrero del 2020
Historias
Lectura: 15 minutos
25 de Febrero del 2020
Redacción Plan V
Jaime Nebot sigue meditando sobre su candidatura; presentó en Quito "el libro sobre él"
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Fotos: Luis Argüello / PlanV

Jaime Nebot sostiene que la gestión económica del Gobierno ha sido mala. 

 

El ex alcalde de Guayaquil estuvo en Quito en la presentación de "el libro sobre él" que escribieron los periodistas Gonzalo Ruiz y Roberto Aspiazu. El evento llenó un salón del Hilton Colón, mientras los tiempos políticos para decidir si se postula o no la presidencia están por cumplirse, pues es consciente que ya prácticamente falta un año para las elecciones de 2021. Dialogó con PLANV sobre su propuesta política y económica, sobre sus votantes y sobre el desempeño del Gobierno de Lenin Moreno.

La biografía política de Jaime Nebot se presentó en Quito 

Cientos de personas esperaban, la semana pasada, en un salón del hotel Hilton Colón, al ex alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, en la presentación en Quito del libro "El camino a la prosperidad" que es una biografía política del líder socialcristiano. 

Se trata de una semblanza humana y política del ex alcalde de Guayaquil. Pero no es, en sentido estricto, una "biografía autorizada" del socialcristiano, pues su tono -de inocultable admiración y simpatía por el PSC, el legado de León Febres Cordero y las obras de Nebot en sus casi 20 años de administración inninterrumpida de Guayaquil- lo coloca más en el campo de una pieza de comunicación política.

Es una obra que retrata al polémico líder socialcristiano y vende, con un amplio grado de evidente militancia, la imagen de un político que admite pocos errores, y que, en cambio, no descarta culminar su carrera política llegando al Palacio de Carondelet. Para hacer la semblanza de Nebot, los autores han hablado con personas de su entorno, como Henry Cucalón, Pascual del Cioppo, y otros socialcristianos. También han consultado en Quito a Felipe Burbano de Lara, Enrique Ayala Mora y Simón Espinosa, analistas políticos, así como a amigos cercanos del ex alcalde en la ciudad portuaria. Han evitado consultar a cualquier crítico, contradictor o rival político del personaje. Ya había sido presentado en Guayaquil, pero aún faltaba el evento en Quito. 

Esperando a Nebot

En el piso ejecutivo del hotel, cuyas ventanas mostraban el paisaje de un Quito lluvioso, el editor de Paradiso editores, Xavier Michelena, preparaba la agenda de medios del personaje del libro. Estaba por llegar del aeropuerto de Tababela, con cierto retraso, en un vuelo privado al que el clima había demorado. 

Michelena se mostraba apurado, pero no perdía la calma. Al piso ejecutivo, en donde había un cierto aire de precampaña, habían llegado también los autores de la obra, Gonzalo Ruiz y Roberto Aspiazu, y  algunas personas del entorno serrano de Jaime Nebot. 

Abajo, en los salones del hotel, varias pantallas gigantes mostraban las fotos de la carrera política del ex alcalde, fotos con ex presidentes, con celebridades, con papas de la Iglesia católica. Fotos de su vida personal y fotos de su trabajo político. Las pantallas mostraban frases elogiosas de figuras de Guayaquil y un vídeo del liberal cubano Carlos Alberto Montaner, destacando a Nebot. 

Había llegado el día de presentar "el libro sobre Jaime Nebot" con la asistencia del biografiado y en el fondo del salón, varios sillones esperaban por Nebot, Aspiazu, Ruiz y Michelena. 

En el salón, decenas de simpatizantes de Nebot esperaban su presencia. Había desde líderes empresariales, como Patricio Alarcón, de la Cámara de Comercio de Quito, hasta ciudadanos comunes que hacen trabajo político para el Partido Social Cristiano en la Sierra. 

Cronómetro en el piso ejecutivo

Pero antes de bajar al salón, en donde lo saludan y le piden selfies, Jaime Nebot dialoga con algunos medios. Llega del aeropuerto con tres o cuatro personas de su entorno más cercano, entre ellas, su secretario privado y amigo desde la infancia, Juan José Franco. Éste será el encargado de asegurarse que Nebot no hable más de 15 minutos con cada uno de los medios, sobre todo impresos, que han sido invitados al diálogo. Para ello, activa el cronómetro de su celular, que en grandes números muestra una cuenta regresiva. 

Su secretario privado y amigo desde la infancia, Juan José Franco. Éste será el encargado de asegurarse que Nebot no hable más de 15 minutos con cada uno de los medios, sobre todo impresos, que han sido invitados al diálogo. Para ello, activa el cronómetro de su celular, que en grandes números muestra una cuenta regresiva.

Tras el diálogo con los periodistas, Nebot tiene reservada una habitación del hotel para cambiarse -se pondrá traje y corbata, algo que no usa con frecuencia en Guayaquil- y se tomará unos minutos para refrescarse. Luego del evento saldrá de regreso a Tabalela, pues su avión privado lo trasldará de vuelta al puerto principal, en donde tiene reuniones desde muy temprano. Nebot, recuerdan en su entorno, vivió en Quito cuando era joven y el clima caprichoso y frío de la capital no le es extraño. El turno del diálogo con PLANV es el segundo, y en el celular de Juan José Franco, el cronómetro corre implacable. 

¿Cuándo va  decirle al país que tiene la voluntad de poder para postularse a la presidencia de la República?

Yo voy a decidir eso muy pronto, sea yo el que lleve esa bandera o no. Estamos llegando un límite necesario de cerca de un año para poder competir con éxito. En cuanto a mi decisión, le voy a ser claro, yo a estas alturas de mi vida no tengo ambiciones, solo la aspiración de servir. No se sirve solo desde el poder. Es pública y notaria la postura de mi familia como funcionario público. Esto lo voy a resolver pronto. Siempre he tenido voluntad de poder hacer lo que pienso, pero para mi el poder es un medio no un fin.

"Yo voy a decidir eso muy pronto, sea yo el que lleve esa bandera o no. Estamos llegando un límite necesario de cerca de un año para poder competir con éxito. En cuanto a mi decisión, le voy a ser claro, yo a estas alturas de mi vida no tengo ambiciones, solo la aspiración de servir".

-En el libro sobre usted se habla mucho sobre el modelo de la prosperidad. Pero el país sigue en muchas cosas igual que hace cien años. ¿La prosperidad, tiene que ver con los recursos o con la cultura? ¿En su experiencia cómo construir un país cuya cultura no está pensada en la prosperidad?

Le agradezco que destaque que este no es mi libro, sino un libro sobre mi. Apenas hace seis meses conocí a Xavier Michelena, un hombre que me ha impresionado muy favorablemente, un excelente editor, a Roberto Aspiazu y a Gonzalo Ruiz ya los conocía. Yo respondo por lo que yo expreso en el libro, lo otro son opiniones en las que yo no interferí ni para bien ni para mal. 

Yo no entiendo cómo un país en donde ya no se enseñan lógica, ética o cívica, y en donde no se ha cambiado totalmente la esencia de la educación por medio de la internet, donde no se innova en educación y en negocios, se pueda seguir el camino de la prosperidad.

Es muy difícil, pero si vamos a esperar que eso llegue no avanzaremos. Creo que se puede hacer. He vuelto a la política nacional y eso interpreta alguna gente como un afán por la presidencia. Yo creo que la política va mucho más allá de los cargos públicos, la política bien entendida es luchar para que lo mejor de lo posible llegue a la gente. Para lograr eso se puede ser cualquier cosa en lo público o en lo privado. Yo creo en la ideología de la prosperidad, y eso no se encuentra ni en la izquierda ni en la derecha. Esa ideología de la prosperidad es pragmatismo, conocimiento, decisión, eficacia y solidaridad. En eso creo. Y eso no depende de partidos políticos que pueden estorbar con su sectarismo.

Mi primer debate fue conmigo mismo, en mis campañas de 1992 y 1996, yo he dicho exactamente lo mismo desde entonces, aunque en esa época ya no había hecho nada, salvo ser gobernador del Guayas. Tuve que probarme a mi mismo que mi discurso era posible y creo que lo hice en Guayaquil, lo digo sin vanidad pero con certeza. Yo salí de la administración de Guayaquil, luego de 19 años, con el 86% de aceptación de mi gestión y con un voto promedio del 65%. Mi discurso no es regional o filosófico. La forma de mantener la unidad del Ecuador es mantener su diversidad, pero la forma de administrar bien es solo una. Si se gasta más de lo que se gana se quiebra, no importa la ideología. En Portugal, el primer ministro, el señor Antonio Costa es socialista, pero en economía hace lo mismo que Donald Trump en Estados Unidos. Guayaquil hizo lo propio y tuvo éxito y pasará igual cuando se haga en Quito. Quito no es presa de las ideologías, estas no son las culpables, sino un mal modelo de administración que no tiene conciencia social o el dinero para ponerla en práctica. Cuando se soluciona lo económico se soluciona lo social, esa es la forma en la que lo veo.

¿Qué balance hace usted de este gobierno "de transición" de Lenin Moreno?

Yo no comprendo cómo un Gobierno de cuatro años se autodenomina de "transición", porque con esa lógica todos serían de transición. Si esa es una forma de justificar por qué no hacen lo que deben de hacer, hay un problema de denominación.Un gobierno de cuatro años no es de transición, es un buen gobierno o es un mal gobierno, simplemente. Transición serían, por ejemplo, los ocho meses del presidente interino Clemente Yerovi (marzo-noviembre de 1966).

¿Pero no hay "transición" del correísmo hacia la democracia?

Eso es otra cosa. Yo no le he negado algunos méritos a Lenin Moreno. Él es un viejo amigo y como persona lo considero un buen hombre, alguien respetuoso de las libertades, y que sorpresivamente sacó a flote esa postura. Hacer las cosas en la democracia, de manera distinta a Correa es un gran mérito.

No sé si evolucionó o pensaba siempre así, pero se dio cuenta de que ningún socialismo ha funcionado. Lenin Moreno giró hacia una economía liberal, se separó de Maduro, no comulgó con Assange, aprobó una ley en donde el arbitraje internacional se fortaleció. Pero en lo económico, este es un mal Gobierno. Yo no creo en una economía cuando el tamaño del Estado está sobredimensionado con relación al tamaño de la economía y se dilapida en vez de invertir. La burocracia es necesaria, pero no debemos cometer excesos. Debe haber endeudamiento a largo plazo para obra pública, no para topar huecos. Si se heredó eso, hay que diferir el pago de la deuda y bajar los intereses para que la carga de la deuda sea racional, mientras se sigue endeudando para crecer e invertir. Hay que dar seguridad jurídica y estímulos a la inversión. Acaban de poner un impuesto adicional a los dividendos de las empresas extranjeras, impuestos retroactivos. No hay una sola alianza público privada hecha por este Gobierno. La única alianza le hice yo en Guayaquil, con el dragado lo que benefició al país y a los navieros. La alianza público privada que anunció el Gobierno no las convocan. Estoy en desacuerdo con vender las empresas del Estado. Lo que se puede es delegar la administración, pero no vender el patrimonio. Dónde está la agricultura, dónde el desarrollo,  por qué la minería sujeta a consultas individuales. En la seguridad social, si en vez de que el 20% de nuestro salario sea un impuesto inútil lo tengamos invertido en la economía nacional... hay que mejorar la recaudación no subir los impuestos. 

¿Y asi fuera candidato, qué haría para acercarse a los votantes más jóvenes? ¿Qué lecciones sacar de fenómenos políticos como el de Nayib Bukele en El Salvador y su uso masivo de la tecnología?

Si usted mira las encuestas, se va a sorprender de que mis votos están entre los más jóvenes y en las mujeres, no digo que los hombres no voten por mi, pero votan menos. Cuando usted vive en el mundo, usted entiende al mundo. Yo llevo 35 años viviendo con los pobres y llevo muchos años viviendo con los millenials y sé lo que quieren y sé lo que piensan. También sé en qué tienen razón y en qué no la tienen, desde mi punto de vista. Son parte de la población, y usted tiene que entender a todo el mundo pero usted tiene una visión que no es la de todos los pobres, ni la de todos los millenials, ni de todos los campesinos, los costeños o los serranos o amazónicos o insulares.

Creo que mi visión está amparada en la práctica, yo no he dado discursos, he hecho realidad mis discursos, y creo que son aplicables a todo el país. Hay que respetar la diversidad que es el sostén de la unidad. Quito es una de las víctimas de la retención de IVA, de la retención de las rentas, las crisis no se resuelven contagiándolas.

El Gobierno de Lenin Moreno recibió un Estado central en crisis, pero no puede resolverla contagiando la crisis al sector privado y a los gobiernos seccionales. La respuesta es que los demás no entren en crisis. Creo que mi opinión sobre este Gobierno es objetiva. 

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