Santiago Guarderas será el nuevo alcalde de Quito hasta que termine el periodo para el cual fue electo el ex alcalde Jorge Yunda Machado. Foto: Municipio de Quito
"Gané en las urnas, asumí la administración de esta ciudad en la peor crisis de su historia, nunca cedí principios y eso me pasó factura pero no me arrepiento, gracias a mis votantes, seguiré luchando internacionalmente por ustedes, me voy en paz, suerte a los que quedan". Con estas frases se despidió de Quito, desde Twitter, el ex alcalde Jorge Yunda Machado, quien terminó antes de tiempo una gestión marcada por la polémica y por denuncias de corrupción.
Músico, médico y locutor de radio, Yunda fue la sorpresa en las pasadas elecciones seccionales, cuando ganó la Alcaldía frente a candidatos del establecimiento político. Con él llegó al Palacio Municipal quien fue su mano derecha en la campaña y vicealcalde, Santiago Guarderas, un ex militante del Partido Social Cristiano y ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica, quien fue uno los puntales de la conformación del equipo original de Yunda y luego pasó a ser su principal crítico y actual sucesor.
Personajes del mundo universitario capitalino, como Santiago Gangotena de la Universidad San Francisco de Quito o Fernando Carrión de la Flacso, asesoraron en un principio al flamante alcalde, quien contó en su primer equipo con funcionarios que provenían de entornos empresariales y políticos. También estuvo el ex canciller Patricio Zuquilanda, una de cuyas hijas llegó al Municipio como asesora en temas internacionales.
Pero el empujón inicial del "Loro Homero", quien había alcanzado una votación decisiva sobre todo en los sectores populares de la ciudad, fue perdiendo fuerza. Llegó al Concejo con solo tres concejales propios y el apoyo tácito del bloque correísta, que se fue desmarcando paulatinamente de su gestión.
Marzo de 2019: Jorge Yunda celebra su sorpresivo triunfo electoral en Quito. Foto: Facebook Jorge Yunda
Con él llegó al Palacio Municipal quien fue su mano derecha en la campaña y vicealcalde, Santiago Guarderas, quien fue uno los puntales de la conformación del equipo original de Yunda y luego pasó a ser su principal crítico y actual sucesor.
En su primer año, Yunda llegó a gastar 215 millones de dólares en la gestión municipal, siendo los principales contratos los de obra pública, en donde pronto se harían denuncias sobre maniobras para favorecer a amigos y socios.
Con la llegada de la pandemia, Yunda decidió explotar su faceta de médico (aunque prácticamente nunca ejerció su profesión, siendo sobre todo empresario radial) e intentó liderar la lucha contra la enfermedad en Quito, ante la evidente incapacidad del gobierno de Lenin Moreno y sus decisiones confusas. Yunda empezó a hacer apariciones con un traje quirúrguico, aunque ello no evitó que se contagiara y sobreviviera a la covid.
Su intento de adquirir pruebas de diagnóstico de coronavirus en la ciudad provocó una polémica política, cuando se descubrió irregularidades en el contrato firmado, en su ejecución y en la decisión posterior de terminarlo de común acuerdo. Las denuncias en este tema provocaron que una investigación de la Fiscalía concluyera que se habría cometido un peculado en la compra de las pruebas moleculares, en donde Yunda y 13 personas más han sido llamados a juicio, incluyendo sus secretarios de Salud y asesores en el tema.
Otro frente se abrió contra Yunda cuando otra investigación de la Fiscalía obtuvo en un allanamiento el celular de Sebastián Yunda, el hijo del alcalde, en donde, al parecer, se encontraban chats que evidenciaban lo que parecían ser manejos ilícitos de Yunda y su entorno con contratos y contrataciones municipales. Los chats del "Baby Yunda" como se le apodó al joven, actualmente con medidas cautelares, motivaron otra investigación fiscal.
Otros tiempos: Santiago Guarderas llegó al Concejo en la formación política de Yunda y fue su mano derecha durante los primeros meses de la administración. Foto: Twitter de Santiago Guarderas
Una investigación de la Fiscalía concluyera que se habría cometido un peculado en la compra de las pruebas moleculares, en donde Yunda y 13 personas más han sido llamados a juicio, incluyendo sus secretarios de Salud y asesores en el tema.
Los escándalos de corrupción provocaron que una mayoría en el Concejo inicie el proceso de remoción del alcalde, previsto en la normativa que rige a los gobiernos autonómos descentralizados. Además del frente judicial, Yunda debió enfrentar un frente político con la acción de fiscalización del Concejo.
Para finales de mayo, la atención se centraba en conseguir los por lo menos 14 votos necesarios para que Yunda sea removido del cargo, aunque ya polémica dejó de ser política y el ex alcalde se refugió en sus abogados, dispuesto a dar una batalla legal antes que demostrar liderazgo político.
El 7 de junio, se logró la mayoría en el Concejo y se removió a Yunda del cargo. Aferrado a vericuetos legales, quedó claro que Yunda no dejaría la oficina si aún podía maniobrar en el sistema de justicia, por lo que se empeñó a fondo en una defensa legal. Mientras tanto, se quedó sin apoyo en el Concejo.
Mientras tanto, un grupo de abogados presentó una nueva denuncia penal relacionada con las contrataciones de obras públicas que había realizado Yunda.
Ante la postura de Yunda, empezaron las "apuestas" sobre cuánto tiempo iba a durar en el cargo. Sus abogados decidieron usar todos los recursos posibles, tanto en el ámbito de la justicia electoral (que debía supervisar su remoción) cuanto en la justicia ordinaria, a la que accedieron por medio de acciones de protección, un mecanismo que busca proteger derechos constitucionales y cuya última instancia, es, precisamente, la Corte Constitucional.
El 7 de junio, se logró la mayoría en el Concejo y se removió a Yunda del cargo. Aferrado a vericuetos legales, quedó claro que Yunda no dejaría la oficina si aún podía maniobrar en el sistema de justicia, por lo que se empeñó a fondo en una defensa legal.
Pero Yunda tuvo un revés cuando el Tribunal Contencioso Electoral resolvió que la remoción era legal, por lo que en principio él y su entorno abandonaron las oficinas del Palacio Municipal.
El ex alcalde tendría mejor suerte con la justicia de Pichincha, en donde en primera y segunda instancia se le devolvió el cargo y se anuló el proceso de remoción como consecuencia de las acciones de protección constitucionales que había presentado. En el trámite de esas acciones se denunciaron manejos ilícitos que comprometerían a los jueces y funcionarios de ambas instancias, así como a los abogados del propio Yunda.
El breve retorno
Tras el revés, Santiago Guarderas, quien ya se había instalado en la Alcaldía por pocos días, acató la decisión de la justicia de Pichincha y presentó su respectivo recurso ante la Corte Constitucional, esperando que el alto tribunal decida finalmente si la remoción de Yunda fue legal o no.
La vuelta de Yunda al Municipio marcó un compás de espera, con tensiones con los concejales y amenazas de los funcionarios de Yunda para que asistan a las sesiones. También, aprovechó para continuar inaugurando obras en la ciudad.
La tensión en el Salón del Concejo llegó a niveles burdos, cuando el 10 de agosto, en plena sesión conmemorativa del Primer Grito de la Independencia de 1809, el concejal Fernando Morales le echó en la cara a Yunda un terno lleno de agua y le gritó varios epítetos, lo que ocasionó la sorpresa del resto de ediles y una lluvia de memes en las redes capitalinas. Incapaz de responder políticamente a la agresión del concejal o de capitalizarla, Yunda recurrió nuevamente a sus abogados y le puso una denuncia penal en la Fiscalía.
Jorge Yunda siguió realizando recorridos en su fugaz retorno a la Alcaldía Foto: Expreso
La salida legal: la Corte Constitucional falla contra Yunda
Pero el 29 de septiembre el culebrón legal con el que trataba de compensar su indigencia política llegó a su fin. Jorge Yunda dejó de ser alcalde cuando una sentencia de la Corte Constitucional, a la cual Santiago Guarderas llevó el caso, estableció que la acción de protección que le permitió volver a Yunda a su cargo por pocas semanas no tenía lugar desde el principio, por lo que la anuló. También anuló la sentencia de la Corte Provincial que declaró sin valor todo el proceso de remoción. De esta forma, la remoción de Yunda quedó en firme, tanto por parte de la justicia constitucional cuanto por parte de la electoral.
Yunda quedó así fuera del cargo. Su despedida en Twitter evidencia que su intención es llevar el caso a la Comisión Intermamericana de Derechos Humanos, una instancia internacional en donde puede tomar años que se analice si lo ocurrido en Quito fue legal o no. Ahí podría presentar una denuncia o solicitar nuevas medidas cautelares.
Para el constitucionalista Salim Zaidán, el caso está cerrado a nivel nacional, aunque Yunda podría acudir a la Comisión. Explicó que la Corte analizó el fondo del asunto por medio de la figura del "control de méritos" por lo que la sentencia contiene también un análisis de por qué no cabía el reclamo de Yunda desde el principio.
Para el constitucionalista Salim Zaidán, la Corte analizó el fondo del asunto por medio de la figura del "control de méritos" por lo que la sentencia contiene también un análisis de por qué no cabía el reclamo de Yunda desde el principio.
La sentencia constitucional que puso fin a la pugna por el Municipio. Ver PDF
La decisión dejó en firme la remoción, así como la resolución del Tribunal Contencioso Electoral que había ratificado lo actuado por el Concejo capitalino.
En la sentencia, de 41 páginas, la Corte Constitucional desechó algunos de los argumentos de Guarderas, como por ejemplo, que la justicia ordinaria no podía conocer la acción de Yunda por tratarse de un tema de competencia del Tribunal Contencioso Electoral.
En otro apartado, la Corte sostiene que sí se cometieron irregularidades en el sorteo de la acción de Yunda, reduciendo el número de jueces que debían tramitarla, y sostiene que esto no es solamente un problema administrativo, sino algo sobre lo que debió pronunciarse la jueza que tramitaba. Para la Corte, que la jueza considerara que se había cometido solo un "lapsus al momento de ingresar la información" fue inadecuado. Al no darle importancia a la irregularidad en el sorteo, precisó la Corte, la juez cometió varias violaciones legales. Sin embargo, dijo la Corte, ello no afectó totalmente el trámite y su validez ni en la primera ni en la segunda instancia.
Por otro lado, la Corte cuestionó la decisión de la jueza de pretender alterar la conformación de la Comisión de Mesa del Concejo como una supuesta medida de reparación.
Pero el principal defecto de las dos sentencias que la Corte anuló tiene que ver con un asunto técnico: la falta de motivación, es decir, que las decisiones no están bien argumentadas, que no citan la base legal pertinente ni responden de manera adecuada a los argumentos de los demandantes. Por ello, la Corte, por unanimidad, decidió que la remoción es válida y que, por tanto, Yunda deje el cargo de forma definitiva.
Por su parte, Santiago Guarderas se pronunció en un comunicado, en donde dijo que “junto con un equipo de profesionales competentes, nos dedicaremos a devolver a la ciudad la honestidad, el trabajo y las obras que con todo derecho los vecinos de Quito demandan”y se posesionó de la Alcaldía al mediodía del 30 de septiembre. Guarderas llamó a la unidad del Concejo y de los capitalinos y anticipó que se evaluará al personal del Municipio con criterios de eficiencia y probidad.
Santiago Guarderas tomó posesión, por segunda vez, de la Alcaldía. Foto: Municipio de Quito
Este fue el epílogo de la era de Jorge Yunda como alcalde de Quito, mientras su suerte se decidirá en la justicia penal, donde está conociéndose el caso de peculado contra él y varios de sus asesores.
[RELA CIONA DAS]
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