

Para las elecciones se aplicó una metodología de asignación de asambleístas por listas. Los candidatos que encabezaron las listas tuvieron mayor probabilidad de ser electos. Foto: Luis Argüello. PlanV
Chimborazo, Orellana, Pastaza, Tungurahua y Zamora Chinchipe fueron las provincias donde la RC5 no obtuvo el primer lugar. En Pichincha perdió en la circunscripción norte, pero ganó en el sur, rural y el resto de la provincia. En el resto del país el movimiento salió victorioso.
Mientras que en la mayoría de provincias se llevaron la victoria con porcentajes cercanos al 20% o 30% del padrón, en Manabí y en Esmeraldas tuvieron una cómoda victoria con porcentajes cercanos al 50% del electorado.
La Fundación Ciudadanía y Desarrollo ha calculado la repartición de asambleístas de acuerdo al método de asignación. Las principales provincias del país quedaron de la siguiente manera:
En Pichincha hay 16 curules disponibles. De los cuales seis van a la RC5, cinco a Construye, cuatro a ADN y uno al PSC. Los nueve puestos en Manabí serán cinco para la RC5, dos al PSC y dos a Construye. Guayas tiene 20 curules, de las cuales ocho van a la RC5, cuatro al PSC, cuatro a Construye y cuatro a ADN. En Azuay hay dos curules para la RC5, uno para Actuemos, uno para Construye y uno para ADN.
Algunas caras conocidas del correísmo volverán al Palacio Legislativo. Por Pichincha vuelven Marcela Holguín, Jhajaira Urresta y Gissela Garzón. En Guayas fueron electos Sofía Espín, Roberto Cuero, Ferdinan Álvarez, Andrés Jurado. Por Imbabura ganó Pamela Aguirre, en Sucumbíos Comps Córdova, en Santo Domingo Viviana Veloz, en Cañar Blaso Luna.
Al igual que en la elección pasada, el correísmo superará los 50 legisladores y se conforma así como la principal fuerza política del Legislativo.
En total se eligieron a 116 asambleístas provinciales. De los 68 legisladores que optaron por la reelección, cerca de la mitad quedaron fuera. Entre los conocidos que no lograron la reelección están Javier Orti, Brith Vaca, Bruno Segovia, Luis Almeida, Esteban Torres, Marjorie Chávez, Virgilio Saquicela.
El movimiento Construye, que se consolida como la segunda fuerza, también trae personalidades conocidas. En Pichincha figura Jorge Peñafiel, esposo de Ana Changuín, quien fuera viceministra de Gobierno en el gabinete de Guillermo Lasso. Otros rostros son Ana Galarza en Tungurahua y Sofía Sánchez en Azuay. También está la ex Pachakutk Gissella Molina en Cotopaxi, quien fue acusada por el presidente Lasso de pedir beneficios a cambio de apoyar la Ley de Inversiones.
Según Álvaro Marchante, de la consultora Atrevia, la Revolución Ciudadana obtuvo casi medio millón de votos más respecto a la elección del 2021. Los grandes perdedores en el Legislativo parecen ser Sonnenholzner y Yaku Pérez, que según la consultora, sólo obtuvieron 7 y 3 legisladores respectivamente.
“La Revolución Ciudadana y Construye fueron los dos movimientos que en las encuestas mostraron mayor retención del voto de los candidatos presidenciales hacia sus candidatos a asambleístas. Prácticamente, mantenían dos tercios de los votos, mientras que el resto de los movimientos sólo conseguía retener el 40% de los votos”, asegura la consultora.
El correísmo cerca de una mayoría, mientras que ADN necesitaría alianzas
El coordinador del Observatorio Legislativo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, Roger Celi, conversó con este portal sobre la nueva configuración del Legislativo. Para el analista se debería eliminar la distinción entre asambleístas nacionales y provinciales, ya que no hay ninguna competencia que sea exclusiva de cada uno. “A excepción de normativas específicas como la Ley de Reactivación Económica de Manabí o Esmeraldas, las leyes son nacionales”, sostiene.
En las provincias más grandes la votación se divide por circunscripciones. El analista repasa que esto fue creado en el Gobierno de Rafael Correa, por medio del Plan Nacional de Desarrollo que dividió las provincias de Guayas, Pichincha y Manabí.
El método clásico de asignación es el D´hondt, que atribuye escaños en proporción exacta al número de votantes. En Ecuador se está utilizando el método Webster para la asignación de legisladores, que a través de fórmulas matemáticas otorga cupos de forma más equitativa y es más “generoso” con organizaciones pequeñas que de otra forma no obtendrían representación.
“El método de Webster genera umbrales de representación. La lista que más votos saca se divide por el número de cupos y de participantes en la elección. Ya no gana únicamente el partido más votado”, explica Celi. De esta forma, los primeros cupos se reservan a las organizaciones más votadas, pero a partir de los siguientes lugares se reservan ciertos cupos a los movimientos que le siguieron.
Por otro lado, Celi afirma que se disminuyó el número de organizaciones con respecto a la Asamblea del 2021. Se pasó de tener más de 20 movimientos a poco más de 10. El analista estudia los posibles escenarios del nuevo Legislativo.
Por un lado, asegura que la RC5 esperaba 70 curules, pero la imagen de Luisa Gonzalez hizo que se estancara en 50, solo una curul más que en 2021. Por otro lado, Daniel Noboa solo llevaría 12 legisladores. De esta manera, quedarían alrededor de 70 asambleístas que no responden a los dos finalistas del balotaje, y que por si solos podrían pasar leyes.
En total serán 116 asambleístas provinciales quienes conformarán el pleno, junto a otros 15 asambleístas nacionales. Foto: Asamblea Nacional
"se debería eliminar la distinción entre asambleístas nacionales y provinciales, ya que no hay ninguna competencia que sea exclusiva de cada uno. A excepción de normativas específicas como la Ley de Reactivación Económica de Manabí o Esmeraldas, las leyes son nacionales", roger celi, fcd.
“Si gana González le faltan solo 20 votos para pasar leyes. Si gana Noboa se parece a lo que tuvo que enfrentar Lasso con apenas un curul más, tendría que hacer alianzas”, dice Celi, aunque distingue que esta vez, Noboa no se tendría que enfrentar a un escenario de centro izquierda como Lasso. La buena actuación de PK en 2021 combinada con la RC5 lograron casi 90 representantes de centro izquierda. “Ahora vemos unos 60 representantes de centro derecha”, dice.
La segunda fuerza será Construye, que con casi 30 curules puede ser una fuerza fiscalizadora independiente, dice Celi, aunque advierte que los asambleístas que se declararon independientes en el antiguo Gobierno se quedaron fuera de la elección de autoridades y de las principales designaciones en el CAL y las comisiones. El analista no cree exista un fraccionamiento del movimiento en el Legislativo, “los medios hacen ver que Construye se parte en dos. Sólo un legislador es de Gente Buena. Vemos que es solo una baja”.
En al menos 15 provincias los movimientos locales quedaron entre las tres fuerzas más votadas. Celi explica ese fenómeno en que “hay organizaciones de membrete que se dicen ser nacionales pero no tienen ese alcance, como Pachakutik. La gente no confía en ellos. No todas las organizaciones deberían ser calificadas como de alcance nacional, como es el caso de PK que solo logra cinco legisladores”.
A pesar de que el correísmo arrasó en las votaciones legislativas, no ocurrió lo mismo para la candidatura presidencial. “La RC tiene un voto militante, a pesar de las cifras y los resultados, la gente vota a pesar de las caras, son votados por ser de la Revolución Ciudadana”. Celi cree que por el contrario Noboa sí logró “arrastrar” a sus votantes a la votación por asambleístas.
“Preocupa lo que dice Noboa al decir que es de centro izquierda, ADN no se si lo sea. Podemos analizar las votaciones de Noboa en el pleno, donde votó en contra al aborto por violacion. Gonzalez también votó en contra. En ese sentido ideológicamente hay mucha contradicción”, concluye Celi.
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