

El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, se reunió con la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri. Foto: Ministerio de Gobierno
Sus primeras acciones han sido exclusivamente policiales -de momento ninguna tiene que ver con la política- y enfocadas al combate al crimen en la ciudad de Guayaquil, a pesar de que el propio régimen sostenía que ya había logrado mejorar las cifras relacionadas con el control de los delitos en el país.
El ministro de Gobierno, general (sp) Patricio Pazmiño, ha dejado clara su línea al frente del Ministerio: enfocarse en la seguridad ciudadana con las fórmulas conocidas, como el despliegue de más policías en coordinación con el Municipio local, que, en una receta repetida a lo largo de los años, contribuye con las conocidas camionetas y otro equipamiento, como alojamientos. Entre lo que el Municipio de Guayaquil ha ofrecido entregar a la Policía están 1250 GPS, 100 celulares, 4 drones y 200 radios portátiles.
Así, al iniciar esta semana, Pazmiño se reunió en el Puerto Principal con varias autoridades locales. y anticipó que por lo menos 500 policías serían trasladados de otras ciudades del país para realizar operativos en 60 nuevas camionetas y motocicletas, en coordinación con los agentes metropolitanos de la ciudad. Nada que no se haya hecho antes en Guayaquil. Para ello, Pazmiño se reunió con la alcaldesa Cynthia Viteri; el general Patricio Carrillo, comandante de la Policía Nacional; el gobernador de Guayas, Luis Chonillo, el presidente de la Corte Provincial del Guayas, Alfonso Ordeñana; la fiscal provincial Yanina Villagómez y el general Orlando Jácome, quien tiene a su cargo las cárceles en la ciudad portuaria.
Los primeros en llegar -este lunes- fueron 150 agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) y del Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA), y otros 500 uniformados -se entiende que han sido retirados de otras ciudades- reforzarán el control en Guayaquil.
Y como se esperan más arrestos de lo normal, la Fiscalía dijo que cuatro fiscales adicionales estarán en Flagrancia para procesarlos.
La alcaldesa, de su lado, se mostró en sintonía con el discurso policial de Pazmiño, pues una de las quejas habituales de los policías es que "los jueces dejan libres" a quienes ellos detienen -según sostienen- con todas las pruebas del caso.
El aparatoso despliegue policial en Guayaquil obligó a Pazmiño a precisar, ya de vuelta en Quito, que no se trata de resucitar los "escuadrones volantes" de los tiempos de León Febres Cordero, involucrados en abusos y violaciones de derechos humanos en su tarea de supuestamente combatir el crimen.
Viteri dijo que “en un año tú no terminas investigaciones en delitos realmente fuertes, delitos que causan impacto en la sociedad. Entonces el acusado sale libre porque lo dice la Constitución. Con el general Pazmiño vamos a generar las acciones y reformas necesarias para que los operadores de justicia tengan las herramientas y no dejen salir a los infractores”. Viteri apuntó así a la caducidad de la prisión preventiva -que es una garantía constitucional- mientras Pazmiño mencionó que la Asamblea no tramitado la Ley de Inteligencia y algunas reformas a la Ley de Movilidad Humana.
Los comités de seguridad
El aparatoso despliegue policial en Guayaquil obligó a Pazmiño a precisar, ya de vuelta en Quito, que no se trata de resucitar los "escuadrones volantes" de los tiempos de León Febres Cordero, involucrados en abusos y violaciones de derechos humanos en su tarea de supuestamente combatir el crimen. "Vamos a aplicar estrategias similares -explicó- pero la Policía de hoy es diferente a la que de aquella época", pues es "garante de derechos, respetuosa de procedimientos y protocolos y del uso progresivo de la fuerza". "Las comparaciones no vienen a lugar porque las circunstancias son diferentes", dijo Pazmiño, antes de subir este martes por la escalinata principal de Carondelet, acompañada de la jefa de Estado Mayor de la Policía, la generala Tannya Varela.
Ambos llegaron a Palacio junto con el director del Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional, Juan Carlos Rueda y el general Patricio Carrillo, comandante general de la Policía. Según informó Carondelet, en la reunión se decidió crear "comités de seguridad" en las principales ciudades del país. “Estos comités de seguridad son círculos virtuosos y continuos donde cada institución cumple su misión y posteriormente es evaluada con base a ciertos indicadores”, explicó el ministro al término de la cita con el presidente Lenin Moreno. Pazmiño informó que también se reunirá con las autoridades de la ciudad capital.
El presidente Lenin Moreno se reunió este 1 de diciembre de 2020 con el ministro de Gobierno y jefes policiales en el Salón del Gabinete de Palacio de Gobierno. Foto: Ministerio de Gobierno
La política, a cargo de un viceministro
Aunque Pazmiño, en sus primeras declaraciones, sostuvo que no descarta dedicarse también a la gestión de la política, pues dijo que va a "tender puentes de comunicación con todos los sectores", en la "línea de diálogo del presidente Moreno", el general retirado afirmó que la suya es una nueva etapa en donde “vamos a abrir canales de comunicación, de diálogo, con todos los actores”. A su lado estuvo el comandante policial, el general Patricio Carrillo, quien saludó en Twitter la "naturaleza policial" de su nuevo jefe y consideró que su designación es una muestra -ante todo- de "respaldo a la Policía". La gestión de la política, señaló, la realizará el viceministro de Gobernabilidad, aunque según el último organigrama que consta en la web de esa cartera de Estado, - que data de 2017, al inicio del actual Gobierno- hay solamente un viceministro del Interior, cargo que precisamente ocupaba Pazmiño antes de ser nombrado ministro.
No se ha informado tampoco en Gobierno quién sería el viceministro y de momento, solo consta la hoja de vida de Pazmiño, en donde se destaca entre los cargos ocupados los de viceministro del Interior (bajo María Paula Romo), Comandante General de la Policía Nacional (por pocos meses), Jefe de Estado Mayor, Director General de Operaciones, Comandante de la Zona 8 de la Policía Nacional (Guayaquil), Director Nacional de la Policía Judicial e Investigaciones, Director Nacional Antinarcóticos, Comandante de la Unidad de Inteligencia Antinarcóticos, Jefe Provincial Antinarcóticos de Imbabura, Jefe Provincial Antinarcóticos de Pichincha, y Subcomandante de la Unidad de Investigaciones Especiales, entre otros.
En el gobierno de Rafael Correa se produjo una reforma en el antiguo ministerio de Gobierno y Policía. Para los temas policiales y de seguridad ciudadana se creó un Ministerio del Interior, del que fue titular el actual asambleísta José Serrano.
En el gobierno de Rafael Correa se produjo una reforma en el antiguo ministerio de Gobierno y Policía. Para los temas policiales y de seguridad ciudadana se creó un Ministerio del Interior, del que fue titular el actual asambleísta José Serrano. Para lo que el correísmo llamaba la "gestión de la política", en cambio, se creó un Secretaría específica, que supuestamente se encargaba de las acciones políticas del Gobierno. A diferencia del Perú, donde el ministro de Gobierno es una especie de jefe de Gabinete y Primer Ministro, en el Estado correísta no había tal figura en el régimen.
En el actual gobierno, en cambio, se suprimió la Secretaría de Gestión de la Política y se la volvió a integrar con el ministerio tradicionalmente policial, mientras que se creó una Secretaría de Gabinete en la propia Presidencia de la República. Pero la agenda de Pazmiño parece indicar dos cosas: en primer lugar, que el ministerio del Interior tal como lo manejaba José Serrano ha vuelto. Y, en segundo lugar, que en los pocos meses que le quedan a esta admnistración, y, en especial, tras hechos como la censura y destitución de María Paula Romo -quien solo obtuvo 18 votos a favor de los 137 de la Cámara-, nadie en Carondelet se hace muchas ilusiones sobre que en la recta final del morenismo haya espacio para una gestión política más amplia.
Un ministro civil, ¿un filtro neutral en temas policiales?
Ricardo Camacho es analista de temas de seguridad pública.
Para el analista de temas de seguridad Ricardo Camacho, "hemos regresado al tiempo en el que la policía le echa la culpa al fiscal, el fiscal al juez, el juez al fiscal y al policía, el político a las leyes y así. Nadie asume el problema de la seguridad integralmente". Camacho sostuvo que es "interesante iniciativa que parte del mando policial vaya a Guayaquil. ¿Ahora cual es la estrategia? ¿Esta bien que vayan, pero tienen un plan? ¿Con tiempos? ¿Con recursos? ¿Con indicadores? ¿O solo se haría oficina ahi?"
El analista cuestionó, sin embargo, la designación de un ex policía para el cargo de Ministro de Gobierno: "¿Por qué el ministro de Gobierno debe ser civil? Fue un error unir el ministerio de la política con el de seguridad. En América Latina se viene una reforma policíal con conceptos más democráticos ante errores en uso de fuerza" y precisó que "no es sano porque dentro de la policía siempre hay grupos y habrá un grupo contento y otro no. Eso provoca divisiones internas. La visión integral de los problemas se pierde. El policía responderá a su formación en su área específica y no en la visión integral ciudadana, por ello, el Ministro civil se convierte en un filtro neutral sobre decisiones de: ascensos, asuntos internos, que analiza corrupción policíal, puestos claves". Precisó que aunque no duda de la capacidad de Pazmiño, y de su trayectoria, sí le sorprende la medida: "Es que ni Febres Cordero nombró a un señor policía".
"El Ministro civil se convierte en un filtro neutral sobre decisiones de: ascensos, asuntos internos, que analiza corrupción policíal, puestos claves. Es que ni Febres Cordero nombró a un señor policía", estimó el analista Ricardo Camacho.
Pero además de los cuestionamientos que puedan haber a la "naturaleza policial" del nuevo ministro, hay dudas sobre su real capacidad -o la de un viceministro- de lograr una gestión política mínima para lo que queda del actual gobierno.
La "agonía política" de Lenin Moreno
Juan Cuvi, editorialista de PLANV
El analista y editorialista de PLANV, Juan Cuvi, sostuvo que luego del paro en Carchi, en septiembre de 2019, la conducción de la política interna ya estaba en manos del Ministerio de Defensa, cuando "María Paula Romo fue incapaz de resolver el caso de Carchi y tuvo que entrar el general Jarrín". Para Cuvi, "lo mismo ocurrió en octubre de 2019 (ante las masivas protestas por el intento del régimen de suprimir todo subsidio a los combustibles) el de Moreno es un régimen débil y la ex ministra que era un engranaje prestado a un grupo como Ruptura, uno no podía esperar una mayor capacidad de gestión ni negociación de su parte". Cuvi recordó que antes de la censura, ya se produjo el fracaso en el intento de llegar a la Vicepresidencia de la República, en donde apenas logró 36 votos de los 137 de la Asamblea. "No entiendo cómo estaba percibiendo la política Romo luego de su derrota en su pretensión vicepresidencial", se preguntó Cuvi. "Su capacidad de negociación era nula", afirmó. "El Gobierno está en una agonía prolongada en lo político. Ponen un ex oficial de Policía como ministro de Gobierno para refrendar la orientación policial de la política, y probablemente recela que en los últimos meses puedan haber eventos que puedan alterar la paz pública".
"El Gobierno está en una agonía prolongada en lo político. Ponen un ex oficial de Policía como ministro de Gobierno para refrendar la orientación policial de la política, y probablemente recela que en los últimos meses puedan haber eventos que puedan alterar la paz pública", dice Juan Cuvi.
Cuvi destacó que al Gobierno ya no le queda mucho más que hacer en el manejo político: pronto empezará la segunda electoral, la segunda vuelta si es que se produce y la transición a quienes resulten electos en las elecciones de febrero de 2021.
"A estas alturas, a nadie le interesa que este gobierno se caiga. Simplemente va a continuar con la inercia en la que ha vivido en los últimos años y va a concluir sin pena ni gloria su mandato. El juego de la política va a estar en los resultados electorales y ahí se van a ir alineando las fuerzas", anticipó.
¿Había una "primera ministra"?
Santiago Basabe es profesor de la Flacso en Quito.
Por su parte, el catedrático de la Flacso, Santiago Basabe, aseguró que Romo tenía incidencia en otros ámbitos, además del ministerio de Gobierno, probablemente por "la falta de cuadros en el Gobierno, donde tenemos un presidente que firma los decretos y sale en las cadenas sin saber que dice". Para Basabe, Romo era efectivamente una "primera ministra que gobernaba", lo que convirtió el régimen político en una especie de parlamentarismo de facto. Para Basabe, la censura de Romo busca "congelarla en un eventual gobierno del señor Lasso" y "apartarla de la arena política", así como mermar sus posibilidades electorales en una eventual candidatura en 2023. En esa línea, Basabe sostiene que el ministerio de Gobierno que dirigía Romo sí lograba tener una incidencia política, así como de "apoyo" a las acciones de la Policía, sobre todo, en la represión de las protestas de octubre de 2019.
"Se ha fragmentado informalmente el Ministerio, por un lado, en un Ministerio de Policía con Pazmiño y otro de la Política que no tiene un ministro, sino que estar conformado por varios actores que actuarán según las circunstancias para hacer cosas puntuales y específicas hasta entregar el poder", sostiene Santiago Basabe.
Basabe sostiene que Romo fue una "lideresa" frente a la Policía, a la que definió como una institución "altamente compleja"y aseguró que la censura fue una "señal negativa" hacia el trabajo policial. De ahí que estima que la designación de un ex oficial de Policía como ministro de Gobierno busca "rearticular la Policía hacia adentro". "El general Pazmiño no va a hacer la política del Gobierno. Se ha fragmentado informalmente el Ministerio, por un lado, en un Ministerio de Policía con Pazmiño y otro de la Política que no tiene un ministro, sino que estar conformado por varios actores que actuarán según las circunstancias para hacer cosas puntuales y específicas hasta entregar el poder". Basabe sostiene que al salir Romo habrá una "negociación de la política desde la economía", lo que llevaría a una mayor presencia del ministro de Economía, Mauricio Pozo. "Seguramente Pozo asumirá funciones más estelares no solo en la negociación de recusos sino en la negociación política".
Los feudos del Gobierno: ¿se traslada el poder hacia Defensa y Economía?
Juan Cuvi destaca que nunca en la historia se ha visto en el país un ministro policía, lo que manda el mensaje de que se priorizará la capacidad de ejercer la fuerza en lo que resta de esta administración. Para Cuvi no se puede afirmar que Romo "gobernaba" pues, por el contrario, en el actual gobierno hay más bien una serie de "feudos" en los que se ha dispersado el poder.
Entre esos feudos, Cuvi señala el manejo del Ministerio de Defensa por parte del general Oswaldo Jarrín, quien, a pesar de tener un perfil más discreto, se mantuvo en el cargo a pesar de los pedidos de su salida. Otro feudo sería el ministerio de Economía, en donde Mauricio Pozo también fija decisiones de política en el Gobierno. "Romo intentaba manejar ciertas relaciones políticas, pero fue incapaz de hacerlo con efectividad. Perdía votaciones en la Asamblea, se le desgrabana el partido de Gobierno, no logró alianzas sólidas". En esa medida, su salida es "intrascendente", pues el Gobierno no necesita un manejo político sino que más bien la apuesta a un control policial en el tiempo que le queda.
De esta forma, los analistas anticipan que el régimen podría centrar su política tanto en un aumento del control policial, cuanto en la gestión económica y el manejo de recursos. Todos coinciden, sin embargo, en que en lo que queda de tiempo hasta el 24 de mayo de 2021, el gobierno de Moreno no tendrá más operaciones políticas de importancia.
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