

Foto: Archivo Plan V
Raúl Chicaiza y Diana Falcón fueron acusados de autores del plagio del activista político Fernando Balda. Fueron sentenciados a un año, nueve meses y veintidós días de reclusión menor.
Los ex policías Raúl Chicaiza y Diana Falcón, quienes fueron sentenciados por el secuestro al político Fernando Balda, están en Argentina. Desde Buenos Aires, Chicaiza dijo que fue presionado para declarar contra Rafael Correa, arremetió contra Fernando Balda y contra el periodismo ecuatoriano, que en su opinión es más corrupto que la justicia.
El exagente confirmó que se encuentra en el país del sur y que ha pedido refugio al Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández. En el documento, entregado al Estado argentino el 4 de agosto pasado, pide protección. El motivo: “Debido a que me he visto obligado/a a huir del país de mi nacionalidad por encontrarme en riesgo atento a haber estado implicado/a en la causa denominada como “Caso Balda”, no pudiéndome acogerme a la protección en mi país”.
Las dos cartas, de Chicaiza y Falcón, están firmadas con su puño y letra, y dirigidas a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional para los Refugiados.
Al parecer, los dos exagentes tienen documentados tres atentados de bala y un accidente de tránsito en Ecuador.
Luego del cumplimiento de la pena, en julio del 2019, salieron en libertad bajo el programa de protección de testigos de la Fiscalía. Sin embargo, este se fue relajando.
Luego del cumplimiento de la pena que se les impuso por participar en el fallido operarativo de secuestro contra Fernando Balda en Bogotá, en julio del 2019, salieron en libertad bajo el programa de protección de testigos de la Fiscalía. Sin embargo, este se fue relajando. Eso lo había advertido Chicaiza en tres misivas dirigas al presidente Lenín Moreno; a la ministra de Gobierno, María Paula Romo; y a la fiscal General, Diana Salazar. Retiraron la protección más fuerte sin análisis prolijo de las circunstancias que Chicaiza y Falcón estaban viviendo, adviertió Chicaiza.
Es más, les recordó que todavía está abierta otra causa donde Chicaiza es pieza clave: es el caso de fraude procesal en el caso Balda contra José Serrano, actual legislador y mano derecha de Rafael Correa en varios ámbitos durante ese Mandato, como ministro del Interior. Eso los ha puesto en bravas aguas cruzadas.
Es decir, Chicaiza es fundamental para investigar judicialmente los delitos conexos dentro del caso Balda, que tiene con orden de captura a Rafel Correa. Al menos, en la misiva que llegó a la fiscal Salazar, le piden audiencia para contarle con detalles lo que sucedía. La carta tiene fecha 31 de enero del 2020.
Actualización: Chicaiza dice que lo presionaron para declarar contra Rafael Correa
En una declaración transmitida por Facebook la mañana del 31 de agosto de 2020 desde Argentina, el ex sargento de policía y agente de inteligencia Raúl Chicaiza reiteró que no fue "cobijado" por las autoridades, arremetió contra la prensa ecuatoriana a la que acusó de deshonesta y, sobre todo, afirmó que fue presionado por el difunto presidente del Consejo Transitorio, Julio César Trujillo, y por el ex consejero de Palacio, Santiago Cuesta, para que incrimine a Rafael Correa en el secuestro de Fernando Balda, con la promesa de reducirle la pena.
En más de una hora y media de monólogo, Chicaiza se desdijo de algunas de las afirmaciones que realizó en su momento como testigo en el caso del secuestro de Fernando Balda en Bogotá, que planificó y organizó en el país vecino, según había dicho, por órdenes del gobierno de Correa.
Asilo en Argentina
El ex sargento de la Policía Nacional dijo que llegó a Argentina por sus propios medios y reiteró que ha pedido asilo al gobierno del peronista Alberto Fernández, quien ha asilado también al ex presidente de Bolivia, Evo Morales. "Pedí refugio en Argentina porque otros países me cerraron las puertas, EEUU me quitó la visa sin saber por qué, y no pude quedarme en otros países". Chicaiza dijo que huyó del país por vigilancia en su contra por parte del Ministerio de Gobierno. "En Ecuador corro riesgos y desde el sábado el Estado, el Ministerio de Gobierno, la Fiscalía me buscan por todos lados, hay amedrentamiento, y coloqué cámaras por donde vivo para tener pruebas de la persecución".
"Pedí refugio a Argentina porque la Fiscalía nos amedrentaba y amenazaba a través de la fuerza de tarea y de Unidad de Apoyo de la Fiscalía que nos involucrarían en otro caso para neutralizar a candidatos de proselitismo político que se aproxima en Ecuador", dijo el ex policía, para justificar su llegada a Buenos Aires. Agregó que ha sufrido atentados y que el Programa de Protección de Testigos que maneja la Fiscalía no es eficaz: "Mi vida corre riesgo, he tenido tres atentados de bala, he presentado cartas al Ministerio de Gobierno, Fiscalía, Lenin Moreno, y no tengo respuesta. El Programa de Testigos Protegidos es solo para sacar información y dañar a entes políticos. En febrero de 2020 cuando tuve las amenazas nunca tuve la protección de la Fiscalía ni del programa de testigos protegidos, todo es con fines políticos", insistió el ex sargento de policía.
Chicaiza denunció que "el delito fue en el 2012 y varias veces nos sacaban del Centro de Rehabilitación Social clandestinamente para presionar y que se involucre con mi testimonio a altos mandos jerárquicos y al expresidente Rafael Correa, solo así nos entregarían la cooperación eficaz, al inicio con una pena máxima de 9 meses y beneficios del programa de testigos protegidos como fue la oferta de (la) Fiscalía, salida del país, reinserción laboral, cargos públicos para nuestros familiares y otra identidad porque estábamos involucrando a un exmandante (sic) y fue todo lo contrario". El ex policía explicó que se decidió a involucrar a Correa para conseguir una pena menor para él y su cómplice, la también ex policía Diana Falcón.
"Es lamentable que porque este proceso estaba prescrito desde el 2012 al 2017, esto fue un revanchismo por ambición política entre un Presidente de la Asamblea Nacional y un Fiscal", afirmó.
"No supieron cobijarme"
"En el Ecuador se ha vulnerado nuestra Constitución, donde es un derecho del Estado velar por los ciudadanos y por eso recalcó que el Estado a través del Ejecutivo y las carteras de Estado no supo cobijarme, y proteger la integridad de los agentes de las FFAA y la Policía Nacional a través de la Ley de Seguridad Pública en la que SENAIN estaba dentro de este contexto", dijo el ex policía, quien insistió en varias ocasiones en su condición de "agente de inteligencia" justificaba una mayor "protección" por parte de las autoridades ecuatorianas.
Chicaiza se quejó de su situación actual, dijo ser hostigado por los fiscales de la Fuerza de Tarea de la Fiscalía y por la propia Policía Nacional. "La Corte Nacional de Justicia por medio de la jueza Daniela Camacho impulsó las medidas impuestas en el caso, hasta la actualidad no se han levantado estas medidas, que vulneran nuestros derechos, por lo que es evidente que nosotros para la política somos chivos expiatorios para alcanzar fines políticos", enfatizó.
Según el ex policía, "el caso Balda tuvo mucha influencia política y de recursos económicos. Como es de luz pública debemos entender la afinidad de (José) Serrano (ex ministro del Interior) con la presidenta del Consejo de la Judicatura, María del Carmen Maldonado y su asesor externo Diego Fuentes, quien manejó el caso Balda desde el principio a través de la asesoría externa".
"Fui investigado, imputado, sentenciado y juzgado en el pseudo caso Balda, lo asumí en el testimonio y es real con la diferencia de que fui usado a través de Santiago Cuesta y de las carteras del Ministerio del Interior, CPCCS y del fiscal Paúl Reina", sostuvo. "El fiscal Pérez Reina fue presionado como yo, me daban el acuerdo de cooperación eficaz y no sé qué le dieron a él, porque salió de la Fiscalía".
¿Presiones de Julio César Trujillo?
Chicaiza sostuvo que "todo esto fue tramado por Julio César Trujillo, ex presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Santiago Cuesta. El 95% de nuestra declaración anticipada es real y el 5% es presión de Trujillo de que si no involucrábamos a alguien no será real el beneficio de cooperación eficaz. A la Fiscal actual no le interesa nuestro caso, porque el expresidente del CPCCS y Cuesta nos utilizaron", afirmó. Según Chicaiza, se reunió en varias ocasiones con Trujillo y decidió mentir para evitar un condena de 9 años de cárcel.
"De las salidas que tuvimos a la Fiscalía tuvimos varias reuniones y entre esas con el señor Trujillo, donde dijo que si no hacía lo que pedía me iba 9 años (a la cárcel). En Colombia nunca hubo secuestro y él no estuvo ni 4 horas secuestrado, hubo en Ecuador un pacto político para hacernos daño y a otras personas", dijo el gendarme y agregó que "(la) Fiscalía dirá que Raúl Chicaiza es loco y se lo inventó, pero yo dejé 80 megas de información y no hacen nada, solo nos metieron presos para hacerle daño a (Pablo) Romero (ex secretario de Inteligencia) y a Correa". El sargento retirado defendió el fallido operarativo en Bogotá: "En la Secretaría de Inteligencia nunca se hizo seguimiento a nadie que esté al margen de la ley, solo a los que estaban contra la ley como Balda que sí lo estaba". A pesar de ello, y aunque llegó a testificar que había hablado con el ex presidente quien supuestamente conversaba con él con el seudónimo de "Carlitos", Chicaiza dijo que "No puedo decir si Correa es inocente o no en el caso Balda".
Chicaiza agregó que "tuvimos chantajes, amenazas, extorsión por entes del Gobierno y tenemos documentos porque la ciudadanía merece saber la verdad" y sostuvo que "responsabilizo al Estado sobre la integridad de mi familia que está en Ecuador".
Balda y el actual Gobierno
Según el ex policía, Fernando Balda tiene una gran injerencia en el actual Gobierno: "Balda maneja a su antojo la justicia con el apoyo de Lenin Moreno". Además, dijo que "Lenin Moreno se reunió con Balda en Esmeraldas, hablaron del tema y Moreno le dio la apertura para que siga con el caso y le da el apoyo de los medios de comunicación".
Chicaiza arremetió contra Fernando Balda: "Balda es un pseudo activista y Lenin Moreno le dio fama y le adjudicó publicidad. Deberíamos preguntar si en Colombia lo conocen y qué hacía, de qué vivía". Según Chicaiza, investigó a Balda y su esposa mientras vivían en Bogotá: "Ellos vendían equipos de tecnología para interceptar teléfonos celulares desde Colombia y así trató de acabar con la democracia a través de sus reuniones clandestinas en ese país". Al respecto de las actividades de Balda en Colombia, Chicaiza dijo "pido a la Fiscalía de Colombia que investigue a Franklin Herrera y de qué vivía Balda en Colombia ya que el periodismo ecuatoriano no lo hace".
Sobre su presencia en una reunión política colombiana en la que también estuvo el ex presidente Álvaro Uribe, Chicaiza dijo: "en esa reunión Balda fue enfático en querer seguir molestando al mandato del que estaba en esa época gobernando (Correa). Balda siempre busca hacer contacto y tomar fotos, así usó a Uribe y a la senadora Holguín. Él decía que había manejado la defensa de los generales del caso Angostura, pero todo era por llamar la atención. Envié una carta a Uribe donde le di a conocer quién era Balda y decía que Uribe era su amigo y dentro de su círculo estaba Franklin Herrera que trabajaba en informática".
El ex sargento de Policía cuestionó también a sus compañeros de armas y denunció que un informático norteamericano, al que el Ecuador de Moreno dio asilo político, trabaja directamente a órdenes del Ministerio de Gobierno. Así, dijo que "quien manda en la Policía Nacional, en el Ministerio de Gobierno es Patricio Pazmiño, y el coronel Rodríguez. Debemos preguntar Lenin Moreno (por qué) dio asilo político al informático que trabaja en el Ministerio de Gobierno a quién le da la información y qué beneficios le dio", sostuvo.
Ataque al periodismo
El ex sargento de la Policía arremetió también contra el periodismo nacional: "Los periodistas como (Juan Carlos) Calderón sacan un libro sin saber qué hacía Balda allá, él vendía equipos de espionaje y esas pruebas las presentamos a la Fiscalía.Yo no he tenido apertura en los canales, pregunten a Janeth Hinostroza, Gonzalo Rosero, pedí que me entrevisten a Jacqueline Rodas, a Enrique Alcívar, pero no usamos poder político, no somos chantajistas". Chicaiza dijo que no obtuvo entrevistas e insinúo que algunos periodistas deben ser comprados con "cafés en el Juan Valdéz".
En opinión del agente policial, "el periodismo del Ecuador está más contaminado que la justicia. Para que me entrevisten en Radio Democracia tenía que pagar una colaboración, a los periodistas en Ecuador les tienes que pagar", afirmó.
"Son poderes políticos, no estamos mintiendo, es la veracidad (sic) de lo que pasó", finalizó el ex policía a órdenes de la Senain.
Con información y colaboración de Jean Cano
[RELA CIONA DAS]




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