
Un momento de la crisis. Miles de personas se manifiestan en Kiev en favor del acercamiento de Ucrania a la Unión Europea.

Frente a la estatua de Lenín, ciudadanos prorusos se manifiestan a favor de la incorporación de la península de Crimea a la Federación de Rusia.
El presidente de la Federación Rusa, Vladmir Putin se ha enfrentado diplomáticamente a Estados Unidos y Europa en la crisis de Ucrania.
El presente análisis de ninguna manera pretende respaldar la posición de alguna de las partes en conflicto. La historia lo confirma: en una guerra no hay triunfadores o perdularios ya que este tipo de victorias si bien empobrecen al vencido, jamás enriquecerán al vencedor. Al final solo quedan infortunados, siendo los primeros perdedores la justicia y la verdad.
Al parecer a la humanidad le falta mucho por aprender y tan solo el día en que el dialogo ya no represente un instrumento para solucionar conflictos, seguramente la paz y el equilibrio no sean más un objetivo de vida.
He tenido la gran oportunidad de leer día a día todo lo que se escribe sobre el conflicto ya no de “Ucrania”, sino del “Occidente con Rusia”, tanto en los medios occidentales como en los rusos, y si bien tengo la fortuna de conocer a este pueblo ya 28 años, el presente análisis podría presentar sesgos de parcialidad. Sin embargo, en mi decidido intento de relatar los acontecimientos de manera objetiva (pues no pretendo encontrar posiciones correctas o erradas), compartiré criterios que le permitan al lector evaluar el mencionado conflicto con objetividad, escrutando siempre una solución pacifica, la cual permita justipreciar de forma imparcial los últimos acaecimientos.
La crisis en Ucrania
La crisis social y política por la que atraviesa la República de Ucrania ha desencadenado en diversos flancos de opinión, los cuales han sido utilizados por los entes participantes según su conveniencia. Lo delicado de la situación se ha visto reflejado en los polos de opinión que se generan y que están configurando ya un nuevo orden mundial, Esto dependerá en gran parte del rol fundamental que jueguen los líderes nacionales, los gobiernos progresistas y las élites económicas.
Las vidas de Rusia y Ucrania están históricamente ligadas. No sólo por sus orígenes prácticamente comunes, sino también por todos los momentos que les ha tocado vivir. Desde las invasiones bárbaras hasta la lucha conjunta contra el fascismo y sus comunes enemigos.
Luego de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la nueva República de Ucrania pasó por tres estados muy bien marcados.
El primero de ellos, es justamente durante el inicio de su vida independiente, allá por 1990, cuando desarrolla una política multivectorial, manteniendo relaciones equilibradas entre Estados Unidos, Rusia, Europa y la Organización del Atlántico Norte, OTAN.
Luego vendría el segundo momento, la denominada “Revolución Naranja” de diciembre del 2004 y que significó una relación privilegiada hacia los Estados Unidos, Europa y la OTAN. Esto dio paso a una pérdida en el equilibrio existente y llevó a una crisis profunda en las relaciones ruso-ucranianas.
Finalmente, luego de las elecciones del 2010, Ucrania retoma la política multivectorial permitiendo así un equilibrio en sus relaciones internacionales, mejorando su interacción con Rusia y con el resto de actores.
El 21 de noviembre del 2013 se iniciaron en Kiev las protestas de grupos organizados contra el gobierno del Presidente Constitucional Víctor Yanukovich. Los motivos que unieron a miles de personas en el denominado “Euromaidán” versaban sobre la integración de Ucrania al bloque europeo y la disolución de los poderes del Estado (argumentando corrupción y copamiento de élites económicas en los mismos).
El golpe de Estado en Ucrania
El trascurso de los hechos da cuenta de resultados distintos, que a opinión de los especialistas, es más una operación militar y de masas, que la verdadera voluntad de los manifestantes.
El tema de la participación de Ucrania en el bloque europeo pasó desde hace mucho a un segundo plano. Las muestras de intolerancia a todo aquello que no sea del agrado de las fuerzas de ultraderecha que dirigían las acciones en Kiev, fueron el primer síntoma de que la situación en Ucrania había pasado de las manos de la ciudadanía a la de los poderes fácticos en el país.
El segundo punto contradictorio para muchos es que si bien la población salió a las calles a manifestarse en contra de las oligarquías, estas lograron finalmente hacerse nuevamente del poder, sobretodo en los sectores estratégicos del país. Tal es así, que el propio presidente, Piotr Poroshenko, es conocido en su país como el “Rey del cacao”, conocida su voluminosa fortuna en ese rubro.
La Federación de Rusia considera que la situación política en Ucrania se encuentra en un estado amenazante a los derechos humanos. En los últimos meses se ha tachado y prácticamente eliminado la libertad de acción del Partido Comunista de Ucrania..
Por otro lado, las modificaciones sesgadas de la ley han permitido una actitud bélica bastante preocupante, toda vez que abrió la posibilidad del uso de material de guerra contra la población civil de las regiones que luchan por su independencia.
Pese a la inconformidad presentada por la Federación de Rusia ante los organismos internacionales frente a la manera inconstitucional como se derrocó al presidente Víctor Yanukovich, fue prácticamente nula la reacción de la comunidad internacional, la cual pasó a tomar parte en favor de la posición de los golpistas, basada en la desinformación que desde un primer momento fue utilizada como el arma principal de influencia.
La Federación de Rusia considera que la situación política en Ucrania se encuentra en un estado amenazante a los derechos humanos. Según datos conocidos por todos, en los últimos meses se ha tachado y prácticamente eliminado la libertad de acción del Partido Comunista de Ucrania. De la misma manera, los movimientos de tendencia socialcristiana, socialdemocrata o de inclinación de izquierda han visto menguadas sus actividades con acciones en detrimento de su libertad constitucional de expresarse y participar en la vida republicana del país.
Sin embargo, más preocupante aún son las formas cómo el entonces Presidente de la Rada Suprema de Ucrania, Aleksandr Turchinov, advertía la eliminación de la fracción del Partido Comunista de Ucrania anunciando literalmente que “éste es un hecho histórico. Espero que nunca más un partido comunista integre nuestro Parlamento”.
La crisis de Crimea
El caso particular de Crimea merece un análisis especial. La región en mención ha sido parte orgánica del Estado ruso desde el siglo XVIII. Bajo el régimen soviético, en 1954, por decisión del Primer Secretario del PCUS, Nikita Jrushchov, que necesitaba el apoyo político de los jefes partidistas ucranianos para afianzarse en el poder, se les hizo un regalo. Sin la menor fundamentación constitucional ni consulta con la ciudadanía, se llevó a cabo en el ordenamiento administrativo la transferencia a Ucrania de la península de Crimea, poblada mayoritariamente por rusos. Esta decisión suscitó protestas, que no desembocaron en un desafío al poder por la sencilla razón de que todo transcurría en el marco de un mismo país y no se percibía como un atentado contra la soberanía nacional.
Tras la desintegración de la URSS, el estatus específico de Crimea se institucionalizó en forma de república autónoma en el marco del Estado ucraniano. Pero con el tiempo, Kiev hizo todo lo posible para cercenar la autonomía de la península y acercarla a las normas de Estado unitario. Al producirse el golpe de Estado, que derrocó al presidente constitucional Viktor Yanukovich, se rompió el débil hilo de lealtad.
La ausencia de un poder genuinamente legítimo en Kiev, obligó a buscar un camino propio por vías democráticas. Se convocó un referéndum con dos opciones: retorno a la soberanía rusa o permanencia en Ucrania. El resultado fue un sí casi unánime en favor de la primera opción. Para garantizar la realización del referéndum se emplearon milicias de autodefensa integradas por ciudadanos de Crimea y, como fuerza de vigilancia, destacamentos del ejército ruso procedentes de la base naval de Sebastopol, cuyo status legal estaba confirmado por un acuerdo bilateral. Hecho reconocido, todo el procedimiento no dio lugar al derramamiento de una gota de sangre.
La posición rusa sobre el conflicto
La Federación de Rusia ha expresado en diversos foros y organismos internacionales que para el establecimiento de la paz en la zona y la vuelta a la vida republicana de Ucrania son necesarios al menos tres factores:
Cese inmediato de las acciones militares, tanto por el ejército regular ucraniano como por las milicias irregulares de Ucrania. Rusia está dispuesta a ejercer la presión necesaria sobre las milicias para que esto suceda. Según la posición rusa, existe la sensación de que el gobierno de Ucrania no quiere que esto suceda, porque al parecer necesita obtener un éxito inmediato para convalidarse ante la opinión pública nacional. En este sentido, son evidentes los obstáculos interpuestos por Ucrania, apoyada por los Estados Unidos, en el Consejo de Seguridad, ante una Resolución presentada por la delegación de Rusia sobre este tema.
Inicio de un diálogo nacional, entre las autoridades de Kiev y el resto de las fuerzas políticas de Ucrania, especialmente en la región del Donbass y Lugansk. Extrañamente hasta el momento este encuentro no se ha logrado.
Una nueva reforma constitucional en Ucrania, que comprenda el justo tratamiento de todas las regiones del país, incluyendo las necesidades autonómicas en materia política, cultural y económica. Rusia desea que Ucrania se mantenga unida y se preserve la lengua rusa. Ucrania no es un país homogéneo, por lo tanto es necesario tener en cuenta las particularidades de cada región y sus respectivas autonomías.
En el plano comercial, Rusia ve con preocupación la situación económica en Ucrania debido a sus profundos enlaces con la misma. Ve a Ucrania al borde del colapso económico, con una caída del PIB del 6%, una inflación en el primer semestre del 14%, una devaluación del 47% y una caída de la producción industrial del 18%.
Rusia ha expresado también que no ve ninguna posibilidad de desarticulación del Estado, tal y cual lo han dejado entender algunas naciones al acusar a Rusia de intentarlo. Al contrario, según varios altos funcionarios del gobierno, Rusia aboga por la unidad de la República de Ucrania, a la cual los une no sólo lazos históricos sino también comerciales, culturales y políticos.
En el plano comercial, Rusia ve con preocupación la situación económica en Ucrania debido a sus profundos enlaces con la misma. Ve a Ucrania al borde del colapso económico, con una caída del PIB del 6%, una inflación en el primer semestre del 14%, una devaluación del 47% y una caída de la producción industrial del 18%. Estos datos pueden empeorar con el inicio del frío en otoño lo que complicará la situación debido a los problemas ya presentados con el gas ruso.
También es preocupante para Rusia el hecho de que muchos proyectos conjuntos, como el aeroespacial, militar y de estudios científicos, se vean estancados por la actual crisis. Es voluntad del gobierno y sus gobernantes llevar a buen puerto los proyectos ya iniciados, toda vez que los mismos beneficiarán directamente a las dos naciones.
Las sanciones contra Rusia
Washington lanzó una campaña de sanciones económicas contra Rusia. Pero, en un principio, Bruselas se muestró reticente a sumarse a tales medidas. Hace falta algún suceso de gran impacto para convencer a los indecisos europeos. Y se encuentra en el derribo del avión malasio (con casi 300 víctimas mortales). Nuevamente, la culpable es Rusia aunque no se aportan pruebas fidedignas. Hasta la CIA reconoce que no dispone de evidencias para condenar a Moscú o a los rebeldes del sudeste ucraniano. Rusia sí proporciona pruebas concretas pero que apuntan a otro autor del siniestro.
En fin de cuentas, las acciones del Occidente colectivo contra Rusia no han reportado hasta hoy día los resultados apetecidos por Washington y Bruselas. Frente a la escalada de sanciones Moscú activa la diversificación de sus vínculos externos en muchos frentes. El 2014 está marcado por importantes avances en este sentido. El 29 de mayo se firmó el convenio de creación de la Unión Económica Euroasiática, polo de atracción de cinco países del espacio postsoviético (Federación Rusa, Belarus, Kazajistán, Kirguistán y Armenia).
Los resultados de la visita oficial de Putin a China, efectuada los días 20 y 21 de mayo, fortalecen la cooperación con dicho país y, en parte significante, reorienta los vínculos económicos de Rusia en la dirección oriental. Los acuerdos no tienen precedente por su envergadura. La creación de nueva infraestructura contempla inversiones conjuntas en Rusia por valor de USD 55.000 millones y en China por más de USD 20.000 millones. Esta será la obra más grande del mundo en los años venideros. Se espera que en el 2015 el intercambio comercial sobrepase los USD 100.000 millones.
Los socios latinoamericanos de Rusia (en particular, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Ecuador) se animaron cuando Moscú, al perder la esperanza de que Bruselas y Washington volvieran a las vías del sentido común y detuvieran la escalada de sanciones, respondió el 7 de agosto restringiendo la importación de productos alimenticios procedentes de la Unión Europea, EE.UU., Canadá, Australia y Noruega. La sustitución de las importaciones tradicionales por suministros desde Latinoamérica puede ser productiva no solamente para los exportadores latinoamericanos sino también para la propia Rusia, que desde hace tiempo tiene pendiente la tarea de hacer su economía más competitiva y diversificada. Las condiciones actuales obligarán a prestar mayor apoyo al desarrollo de la economía agrícola en Rusia.
Por otro lado, algunos otros países como Japón y Finlandia han decidido otras sanciones, las cuales a la luz de los hechos han sido poco significativas debido a la presión de productores y comerciantes que tienen con Rusia relaciones muy fuertes y de muchos años. Pese a las imposiciones en contra de altos funcionarios del gobierno ruso, así como de sanciones comerciales, estos países han continuado su comercio por medio de líneas alternativas como la tercerización. En otros casos, proyectos conjuntos con la Federación de Rusia mantienen su cause normal e incluso se han visto promovidos a nuevos niveles.
Japón y Finlandia han decidido otras sanciones contra Rusia, las cuales a la luz de los hechos han sido poco significativas, debido a la presión de productores y comerciantes que tienen con Rusia relaciones muy fuertes y de muchos años.
En los últimos días, las sanciones han tenido otro tono y se intentan justificar en la supuesta incursión de tropas rusas en territorio ucraniano. Nuevamente, sin ninguna prueba fehaciente. A esto se suma la propuesta estadounidense de excluir a Rusia del sistema SWIFT (Sociedad para las Comunicaciones Financieras Interbancarias Internacionales. Swift por Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication. Ndlr.) a lo cual las propias naciones europeas se han mostrado contrarias. En ese panorama, según expertos, se abren grandes posibilidades para estrechar relaciones con aquellos países que luchan por su soberanía real y no avalan las acciones del gobierno estadounidense.
El primer inistro ruso, Dmitri Medvédev, ha dicho que las sanciones crean un shock inflacionario sobre la oferta, mas no por la demanda que directamente es manejada por el Banco Central de Rusia. Si bien advirtió de una probable escasez de ciertos productos debido a las dificultades logísticas que se presentarían, aseguró que la economía se verá fortalecida con la inclusión de nuevos socios que intentarán ganar el espacio dejado por los productos europeos y estadounidenses. Al respecto, el propio presidente Vladimir Putin ha asegurado que una vez que los productos nuevos lleguen a Rusia, será muy difícil moverlos de sus posiciones, hecho lógico y que ya ha logrado presiones de parte de productores alemanes hacia sus fuerzas políticas.
La gerra mediática
Desde el inicio del conflicto la guerra mediática ha tenido su espacio privilegiado. Desde las constantes cadenas informativas en las que se daba cuenta de una inminente invasión rusa hacia territorio ucraniano, hasta las más folclóricas en las que se utilizaban imágenes de juegos de video para desviar la atención de los hechos reales.
El nuevo modus operandi de la prensa globalizada lo muestra el reciente artículo del reportero de la NBC News, Jim Maceda publicado bajo el título: “Tour of Ukranian Russian border, finds non signs of military buildup” (El viaje a lo largo de la frontera entre Ucrania y Rusia muestra que no hay signos de movimientos de tropas (rusas)”. Sin embargo, al día siguiente la NBC News cambió el titular del mismo artículo anunciando: “No signs of Russian troops withdrawal from Ucranian border” (No hay signos de la salida de las tropas rusas de la frontera con Ucrania).
Los esfuerzos de los involucrados por contar su versión de los hechos ha llevado a una polarización constante del conflicto. Estos esfuerzos han sobrepasado fronteras debido a la interacción en redes sociales y que despierta en diversas partes del mundo, sendos enfrentamientos virtuales.
Tomando en cuenta todo lo que está pasando en los Estados Unidos y la Unión Europea respecto a la veracidad de la información y la libertad de prensa, podemos dar la razón al director de la agencia Rossia Segodnia, Dmitriy Kiseliov, quien sostiene que “actualmente hemos invertido los papeles. Rusia se apuesta por la libertad de expresión, mientras que el Occidente ya no lo hace. Se han producido cambios tectónicos en la civilización. En Rusia se puede abordar cualquier tema, existen canales de televisión, radios y periódicos para todos los gustos y no se bloquea el acceso al internet. No hay ninguna obra literaria prohibida. Se publica todo, a excepción de lo que está directamente proscrito por la Constitución”.
Resulta que inclusive se conocen los nombres de opositores, como Serguey Parjomenko, Alexey Navalniy, Valeriya Novodvorkaya que aconsejaron al departamento de Estado y a la Comisión Europea sobre las personalidades rusas que deben ser prohibidas de entrar en el territorio de la Unión Europea.
Actualmente existen varias agencias informativas alternativas como Prensa Latina, TeleSur, HispanTV, Chinese Central Television (CCTV), Russia Today (RT), Russia Segodnia, Press TV, Red Voltaire, Al-Manar, Halak TV, entre muchas otras que están desafiando a los medios de comunicación corporativos globalizados con el propósito de romper el monopolio informativo anglo sajón.
Parece que tanto Washington como Bruselas, los cuales están lanzando amenazas a todo el que cuestione sus intentos de imponer su control global diseminando una burda desinformación, no se dan cuenta de que su hegemonía informativa se ha acabado. Actualmente existen varias agencias informativas alternativas como Prensa Latina, TeleSur, HispanTV, Chinese Central Television (CCTV), Russia Today (RT), Russia Segodnia, Press TV, Red Voltaire, Al-Manar, Halak TV entre muchas otras que están desafiando a los medios de comunicación corporativos globalizados con el propósito de romper el monopolio informativo anglo sajón.
Acuerdo entre los presidentes de Rudia y Ucrania
La prensa internacional ha informado que los presidentes de Ucrania y de Rusia han mantenido, en esta fecha, una conversación telefónica en la que han acordado los pasos que facilitarán el establecimiento de la paz en las provincias de Donetsk y Lugansk.
La Presidencia de Ucrania ha tenido que rectificar su comunicado inicial en el cual anunciaba el acuerdo entre ambos mandatarios para un alto el fuego permanente en el este de Ucrania, luego de que fuera desmentido por el portavoz de Putin, quien ha negado categóricamente un acuerdo de alto el fuego entre los presidentes Poroshenko y Putin; ya que Rusia, ha indicado, no es parte en el conflicto. Ha indicado el portavoz del Kremlin que los Presidentes han discutido en realidad los pasos que permitirían un alto el fuego entre la milicia y las Fuerzas Armadas ucranianas.
La presidencia de Ucrania ha precisado, en su página web, que durante la conversación entre los dos mandatarios se llegó a un acuerdo sobre el régimen del alto el fuego en la región de Donbas, y que ambos coincidieron sobre los pasos que facilitarán el establecimiento de la paz.
El Presidente ruso ha anunció, durante su visita oficial a Mongolia, un plan para alcanzar la paz y ha asegurado que se podría cimentar durante la reunión del grupo de contacto de Ucrania, que congrega a representantes ucranios, separatistas y prorrusos con la mediación de la OSCE.
El plan del presidente Putin contempla siete puntos: el cese de hostilidades, intercambio de prisioneros, observación internacional y el acceso de ayuda humanitaria – para frenar el derramamiento de sangre y estabilizar la situación en Ucrania-. Putin ha señalado que creía que se podía alcanzar y concretar un acuerdo final entre las autoridades de Kiev y el sureste de Ucrania, durante el encuentro del grupo de contacto.
El mencionado plan, fue propuesto en los siguientes términos:
1.- Las Fuerzas Armadas y las unidades militares de las milicias del Sureste de Ucrania deben parar las operaciones de asalto en las regiones de Donetsk y Lugansk.
2.- Las unidades armadas de los cuerpos de fuerza de Ucrania deben ser retiradas a una distancia que excluya la posibilidad de ataques con artillería y distintos sistemas de misiles contra zonas pobladas.
3.- Es preciso asegurar con observadores internacionales objetivos que ambas partes respeten el alto el fuego y hacer un seguimiento de la situación en la zona de seguridad.
4.- Hay que excluir el uso de aviones de combate contra la población civil y los puntos poblados de la zona de conflicto.
5.- Organizar un intercambio de personas detenidas con el uso de la fuerza, de acuerdo con la fórmula cambiar todos por todos y sin condiciones previas.
6.- Abrir corredores humanitarios para permitir el movimiento de los refugiados y la entrega de suministros humanitarios a las ciudades y otras localidades de Donbas: las provincias de Donetsk y Lugansk.
7.- Ultimo paso tiene como objetivo posibilitar que equipos de técnicos se desplacen a las localidades de Donbass afectadas para restaurar las infraestructuras y servicios destruidos.
Se prevé por primera vez un amplio uso de la aviación en las maniobras de tal escala. Se trata de interceptores MiG-31, así como de aviones Su-24MR que realizarán el reconocimiento aéreo.
Más de 4.000 militares de las Fuerzas de Misiles Estratégicos (RVSN, según sus siglas en ruso) de Rusia participarán en un simulacro de gran envergadura en septiembre en la provincia de Altai, informo el portavoz de esas fuerzas, mayor Dmitri Andréyev.
“De acuerdo con el plan de entrenamiento de las RVSN, en septiembre de 2014 tendrán lugar ejercicios con la unidad de misiles de Barnaul, que reunirán a más de 4.000 militares y unas 400 unidades de material bélico”, dijo.
Se prevé por primera vez un amplio uso de la aviación en las maniobras de tal escala. Se trata de interceptores MiG-31, así como de aviones Su-24MR que realizarán el reconocimiento aéreo.
Además, participarán en el simulacro unidades de la Defensa Aeroespacial que se encargarán de alertar sobre la amenaza de un ataque aéreo enemigo.
Los militares neutralizarán a saboteadores, se defenderán de ataques con armas de alta precisión y cumplirán misiones de combate en condiciones de interferencia radioelectrónica intensiva.
“El papel de saboteadores se asignará a unidades de las fuerzas especiales”, indicó Andreyev.
La práctica de las inspecciones sorpresa en las Fuerzas Armadas de Rusia fue restablecida en 2013 tras un receso de dos décadas. La primera inspección tuvo lugar en febrero del año pasado por orden del presidente Vladímir Putin, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y abarcó a unos 7.000 efectivos.
Al mismo tiempo, el ministerio de Defensa de Polonia ha asegurado que las maniobras militares encabezadas por EE. UU. y con la colaboración de países de la OTAN, Rapid Trident 14, se desarrollarán entre el 13 y 26 de septiembre en suelo ucranio, cerca de la frontera con Polonia. Estas maniobras anuales estaban previstas para julio pero fueron aplazadas tras el recrudecimiento de la crisis ucrania.
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