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27 de Enero del 2020
Historias
Lectura: 19 minutos
27 de Enero del 2020
Fermín Vaca Santacruz
Una "sabatina" fue la defensa de Diana Atamaint
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Fotos: Luis Argüello / PlanV

Diana Atamaint respondió a sus críticos ante la Comisión de Fiscalización. 

 

Como otras políticas de su generación, la presidenta del Consejo Nacional Electoral apela al discurso de género y a desenmascarar "privilegios" por parte de políticos varones. En la Comisión de Fiscalización no ahorró epítetos contra sus contradictores, mientras hay dudas sobre que su censura beneficie a todas las fuerzas políticas.

La "primera mujer shuar" -como le gusta denominarse con frecuencia- ha llegado antes de las 13:00 y espera, acompañada de su seguridad, en las oficinas vecinas al Salón de los Presidentes del Palacio Legislativo. Le gusta mencionarlo con frecuencia y así consta en su hoja de vida, disponible en internet: es la primera mujer shuar con un cargo en su provincia, la primera que llegó a ser diputada y asambleísta, la primera que dirige la Función Electoral, la primera mujer mejor puntuada. Diana Atamaint se precia de sus logros, y los magnifica ante sus interlocutores, haciendo girar sobre su identidad y personalidad buena parte de su relato. 

La tarde del 22 de enero, ha llegado al Palacio Legislativo para comparecer ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, que tramita un juicio político en su contra presentado por dos asambleístas de CREO: Jeannine Cruz y Fernando Flores. 

En el amplio Salón, ubicado en el segundo piso del Palacio, hay un ambiente a medio camino entre mitín político y evento social. La militancia indígena le da el aire a mitín: hay una guardia de honor indígena que espera que ingrese Atamaint para hacerle los honores. Son cuatro mujeres y tres hombres con trajes típicos de la Amazonía, en donde se pueden ver plumas, collares de huesos y dientes y de una semilla llamada hairuro. 

Las mujeres usan zapatos de taco occidentales, los hombres, en cambio, están descalzos o en pantuflas. La improvisada guardia indígena no sabe dónde pararse. Esperan a Atamaint en la entrada principal del Salón, luego se cambian de sitio y se paran en el pasillo, junto a las oficinas en donde espera que la Comisión se instale y la llamen. 

Las mujeres usan zapatos de taco occidentales, los hombres, en cambio, están descalzos o en pantuflas. La improvisada guardia indígena no sabe dónde pararse. Esperan a Atamaint en la entrada principal del Salón, luego se cambian de sitio y se paran en el pasillo, junto a las oficinas en donde espera que la Comisión se instale y la llamen.


Escoltada por el consejero José Cabrera y su jefe de seguridad, Atamaint respondió a los cargos en su contra. 

Pero no solo le acompañan sus escoltas amazónicos. Hay por lo menos dos policías y otros guardaespaldas siguiendo constatemente los movimientos de Atamaint, bajo la atenta mirada del ex coronel Rolando Tapia, un viejo conocido del Palacio Legislativo, pues fue jefe de la Escolta Legislativa hasta el 30S, cuando, según la justicia, decidió impedir la reunión del Legislativo, hecho por el cual fue condenado a prisión y dado de baja. 

Tapia es el jefe de seguridad del Consejo Nacional Electoral. Él y los guardaespaldas se toman muy en serio su papel, y cuando Atamaint camina hasta los baños que hay en la entrada del Salón, le siguen hasta la misma puerta del baño de mujeres. La escolta indígena también se moviliza, pensando que ha llegado la hora de rendirle los "honores" a la primera mujer shuar. Tras la falsa alarma, retoman su posición. Otro que forma parte de la comitiva es el consejero José Cabrera, cercano al PSC, y uno de los pilares de la mayoría. 

Adentro, entre tanto, hay gran cantidad de sillas para los invitados de la presidenta, entre los que también hay indígenas de la Sierra y funcionarios con traje y corbata. Ahí, en cambio, hay un aire a evento social, con abogados trajeados y jóvenes con aires a burocracia. 

En el centro del Salón, se ha colocado una mesa en forma de U, y una pantalla gigante en donde ya se proyecta la presentación que, en el consabido Power Point, ha llevado la funcionaria. Cuando finalmente entra, los asistentes estallan en aplausos. 


Una mesa en forma de U fue dispuesta en el principal Salón del Palacio Legislativo. 

Atamaint se destapa

Pero los indígenas que apoyan a Atamaint no son los únicos en el Salón. Luciendo su poncho rojo de la Sierra central está el asambleísta Luis Pachala. Cuando el entusiasmo de los asistentes se desborda en vivas y aplausos, Pachala pide un punto de orden y pide que la Comisión tome nota de quiénes están aplaudiendo, con nombres y números de cédula a ver cuáles son funcionarios públicos y cómo así están en ese evento en horario de oficina. Santo remedio: las barras se silencian por el resto de la comparecencia, que habiéndose instalado poco después de las 13:00, se extenderá por más de cinco horas.

Atamaint se ha puesto un traje verde claro, que hace juego con un collar amazónico y los pendientes decorados con plumas. Sobre el traje luce una chaqueta de color negro. Se sienta en el centro de la mesa en U de la Comisión, entre los asambleístas y, sin más preámbulos, entra en materia. O, más exactamente, se destapa, porque no escatima epítetos contra sus críticos, en especial, contra los consejeros Luis Verdesoto y Enrique Pita.

Se sienta en el centro de la mesa en U de la Comisión, entre los asambleístas y, sin más preámbulos, entra en materia. O, más exactamente, se destapa, porque no escatima epítetos contra sus críticos, en especial, contra los consejeros Luis Verdesoto y Enrique Pita.

Y la primera mujer shuar estalla en adjetivos, mientras sube el tono de voz: se declara víctima de relatos, de conjeturas, de boicot interno y de medias verdades de una campaña maliciosa e infundada. Denuncia las vanidades, el ego personal y la frustración de quienes, como Luis Verdesoto, quisieron ser presidentes del CNE y no pudieron. Y a Verdesoto atribuye el origen de la "violencia machista y racista". Como si de un niño se tratara, atribuye a la "mala influencia" de Verdesoto las críticas de Pita, que, denuncia, ha llegado a decir que por tener la cara bonita, usar faldas y tacones no puede tener privilegios. El desborde de la presidenta del CNE y los epítetos se producen con más intensidad al principio de su intervención, pero no dejará de retomar ese hilo conductor a la largo de la comparecencia, llegando inclusive a señalar que Pita y Verdesoto -dos hombres blancos y ricos, patriarcas digamos- arrementen contra ella solo porque es mujer e indígena y no tiene tanta plata. 

Tras la arremetida inicial, Atamaint se dulcifica. Baja el tono de la voz, lo vuelve melifluo. Quiere demostrar que también tiene argumentos, más allá del estallido de género que, por lo demás, es una estrategia que se ha vuelto un tópico de las políticas de su generación. La tautología feminista en todo su esplendor. Atamaint quiere pasar del "solo porque soy mujer" a entrar en materia, y da inicio a su Power Point, el más duradero aporte de la academia correísta a la clase política ecuatoriana. 

Copy and paste

La presidenta del CNE se acomoda en su silla, pues inicia su intervención y sabe que será larga. Sus primeras observaciones son de forma: quiere demostrar que sus acusadores ni siquiera escriben sus textos, sino que lo que hicieron fue copiar y pegar el mismo texto que ya presentaron cuando CREO interpeló al defenestrado cura José Tuárez y los consejeros de Participación Social. 

En varias páginas ha encontrado evidencias de que sus interpelantes usaron el mismo texto y, sin cuidado alguno, lo enviaron con errores. Quiere probar así que hubo una suerte de reciclaje del texto legal. "Es una mala copia de otro juicio", dice, con aire de satisfacción, mientras muestra con resaltador los textos reutilizados. Aunque no es obligación que asistan, -como se quiso hacer creer en el archivado juicio contra la ministra de Gobierno, María Paula Romo- los dos interperlantes están presentes, esperando que termine para formularle preguntas, en una suerte de ensayo del juicio político que realmente debe tener lugar en el Pleno de la Asamblea.


Tras arremeter sobre todo contra Luis Verdesoto, la presidenta del CNE mostró documentos. 

En varias páginas ha encontrado evidencias de que sus interpelantes usaron el mismo texto y, sin cuidado alguno, lo enviaron con errores. Quiere probar así que hubo una suerte de reciclaje del texto legal. "Es una mala copia de otro juicio", dice, con aire de satisfacción, mientras muestra con resaltador los textos reutilizados.

Tras la observación formal, Atamaint presenta el grueso de sus argumentos. Su eje central será que muchos de los incumplimientos de los que se le acusa no tienen relación con sus funciones específicas, y que si se han producido, es culpa de otras instancias de la Función Electoral y no de ella a título personal. 

Nuevamente vuelve a recordar quién es, de donde viene, donde nació, en un monólogo autorreferido. Hablará hasta de sus abuelos y de los valores que le inculcaron. "Como mujer shuar amazónica" que soy, precisa, desde luego que me preocupa la conservación de la Amazonía que promueve Yasunidos. El colectivo ecologista viene a colación porque se le acusa de no haberles extendido, oportunamente, un certificado sobre la validez de las firmas que presentaron para pedir una consulta popular sobre la explotación de petróleo en el Yasuní. 

El caso, destaca, está en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos porque en el país ya se agotaron todas las instancias. Tan es así, que desde julio de 2019 que el procurador general del Estado lleva la defensa del país en esa instancia internacional. De su lado, el Tribunal Contencioso Electoral también negó otro recurso de Yasunidos, por lo que dar ese certificado a ella no le compete. 

Se defiende también de no haber reunido a consejos consultivos y de no haber ordenado auditorías. En caso en particular, recuerda que debió aprobarse un reglamento para el efecto en el Pleno y que no se ha logrado. De los cinco procesos que podían ser auditados cuando ella asumió la presidencia, solo faltaba hacerlo con el sistema informático, para lo cual promovió la conformación de una comisión técnica con académicos. Sobre la conformación de la comisión, al igual que sobre el caso de Yasunidos, entrega documentos a la Comisión.

Sobre los consejos consultivos, destaca que se hizo un evento con todos los vocales, Verdesoto y Pita incluidos, al que asistieron representantes de varias fuerzas políticas. Blande como evidencia una foto y una hoja con las firmas de los asistentes. Asegura que de esos eventos hubo por lo menos cinco en varias ciudades del país.


La presentación en Power Point de la presidenta del CNE enfocó varias de las críticas. 

"Sí investigué las denuncias"

Enrique Pita asumiría la presidencia temporalmente si es que Atamaint es censurada. 

El siguiente punto de su defensa es su rechazo a la acusación de no haber investigado las denuncias de Verdesoto y Pita.  El cargo es "inaudito", pues no han puesto en la acusación qué denuncias no investigó ni qué acciones no tomó. Sus críticos han hecho una "romería en los medios" hablando de un fraude, pero en el caso de las elecciones en Salitre, la justicia archivó la denuncia. En las supuestas irregularidades en Los Ríos, la Corte Constitucional ha negado una demanda de Patricio Mendoza, mientras que los observadores de la OEA destacaron -y ella lo repite tres veces- que no hubo apagón informático. En resumen, "denuncias solo por hacer daño a la presidenta", propaladas por "bufones de la vieja política que la mayoría rechaza". 

En las supuestas irregularidades en Los Ríos, la Corte Constitucional ha negado una demanda de Patricio Mendoza, mientras que los observadores de la OEA destacaron -y ella lo repite tres veces- que no hubo apagón informático. En resumen, "denuncias solo por hacer daño a la presidenta", propaladas por "bufones de la vieja política que la mayoría rechaza".

El caso de Luis Loyo, el ex funcionario con procesos penales que había sido observado por Verdesoto y Pita también viene a colación. Resulta, destaca, que según el Ministerio de Trabajo, Loyo no tenía impedimento para ocupar cargo en el sector público. Así que se procedió a contratarlo, con su firma, aunque eso se hace con muchos contratos en el CNE, pues ella es la representante legal de la entidad pública. 

Sobre las supuestas maniobras de Loyo en Manabí, Atamaint sostiene que en esa provincia los funcionarios electorales -que asegura son gente de confianza de Enrique Pita- han emitido informes asegurando que no se cometió ninguna irregularidad. "Graves denuncias, sin pruebas", enfatiza la presidenta del CNE, quien dedica nuevamente un pasaje a sus valores familiares y a asegurar que no la van a amedrantar esos varones blancos y ricos que son sus contradictores. 

En el caso de Loyo, pone un punto final: ella concurrió ante la Fiscalía a poner una denuncia, y los equipos y papeles del ex funcionario están sellados para cuando se ofrezca. Fin de la explicación. 


En el caso de Luis Loyo, destacó que el Ministerio de Trabajo no le había puesto impedimento para el sector público. 

Las elecciones en Los Ríos

¿Irregularidades o fraude en Los Ríos? Jamás, afirma Atamaint, aunque recuerda que en esa jurisdicción hay una delegación y una junta provinciales precisamente para llevar adelante el proceso, aspecto que en rigor no le compete a ella. Cuando se realizó un reconteo, se evidenciaron diferencias de muy pocos votos en los votos para prefecto, insuficientes para alterar los resultados. 

Tras hora y media de intervención, Atamaint concluye. Mientras la presidenta termina, personal de la Asamblea empieza a servir un mote con chicharrón a los asambleístas de la mesa en U. Antes, han pasado cubiertos de plástico y un vaso de cola a cada uno, mientras el café lo proveen los asistentes de los legisladores que entran y salen del Salón con vasos de plástico, cargando carpetas y computadoras, en donde se puede ver las redes sociales de algunos de los asambleístas, reseñando lo que ocurre. 

El Salón empieza a oler a frituras cuando Jeannine Cruz, asambleísta por Loja (CREO), toma la palabra para reprocharle, de entrada, que se victimiza por ser mujer y amazónica. El sistema, le recuerda la política lojana, es "machista y patriarcal", pero no hay que "victimizarse". 

Atamaint le contesta apelando a la tautología feminista hasta para desmentir el cuestionamiento de Cruz: "jamás he utilizado mi condición de mujer ni me metí por la ventana ni me han regalado puntos por ser mujer", replica, aunque antes de finalizar su intervención ha vuelto a dedicar algunas duras palabras a su rival: el "machista, racista y violento" llamado Luis Verdesoto. 

Atamaint le contesta apelando a la tautología feminista hasta para desmentir el cuestionamiento de Cruz: "jamás he utilizado mi condición de mujer ni me metí por la ventana ni me han regalado puntos por ser mujer", replica, aunque antes de finalizar su intervención ha vuelto a dedicar algunas duras palabras a su rival: el "machista, racista y violento" llamado Luis Verdesoto.

Esta semana, la Comisión podría recomendar que el Pleno conozca el caso en el seno de la Asamblea, pero hay dudas sobre si habrán 91 votos para la censura y destitución de Atamaint. Si esta ocurriera, lo que se estima es improbable, pues sin los votos de Pachakutik, que ha cerrado filas en torno a Atamaint no se podría conseguir la mayoría necesaria, debería reemplazarla una persona de las que quedaron finalistas en el concurso con el que el Consejo Transitorio de Julio César Trujillo nombró al actual CNE.

Enrique Pita asumiría la presidencia, pero de forma temporal, pues se debería realizar una nueva elección de presidente. ¿Les conviene a las fuerzas políticas de la actual mayoría, el PSC, el correísmo y al parecer al Gobierno una reorganización de la Función Electoral antes de las elecciones de 2021? Aún no está claro y esa consideración podría ser determinante para la suerte de Diana Atamaint, la primera mujer shuar en un juicio político en la Asamblea Nacional. 

ACTUALIZACIÓN

La respuesta fue no. La mañana del 31 de enero de 2020, la Comisión desechó el pedido de juicio político. La decisión se tomó con on  seis votos a favor, cuatro abstenciones y dos en contra. Atamaint se mantiene en el cargo y dirigirá el proceso electoral que se avecina. 

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Una "sabatina" fue la defensa de Diana Atamaint
 


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