

Ecuador Transparente surge como una respuesta de los ciudadanos en contra de la corrupción y la impunidad que da el poder. Es parte de un movimiento internacional que trabaja con ese esquema.
En noviembre de 2010, semanas antes de que Wikileaks publicase la mayor cantidad de información clasificada de la historia, ninguno de los involucrados sabía con certeza qué pasaría. Ni siquiera Julian Assange, editor en jefe y fundador de la organización estaba seguro de los resultados de sus actos. Los jefes de los mayores periódicos del mundo, desde El País hasta el New York Times, encargados de publicar los cables redactados, se encontraban por primera vez en aguas desconocidas. El Departamento de Estado de los Estados Unidos, principal damnificado de la filtración, se limitó a avisar a sus aliados y otras organizaciones sensibles de lo que estaba a punto de suceder. Para todos ellos, sólo quedaba esperar.
Al final, tras una serie de complejos movimientos en el tablero geopolítico internacional, los primeros documentos de Cablegate empezaron a ver la luz a finales de noviembre. Se trataba de cientos de miles de cables diplomáticos enviados al Departamento de Estado desde sus más de 250 consulados y embajadas alrededor del mundo. En ellos quedaba al desnudo el funcionamiento interno de la red diplomática del país más poderoso del planeta. Pero no sólo eso: la filtración probaba cientos de casos de abusos de derechos humanos, negociaciones inmorales y manipulaciones políticas graves realizadas para defender los intereses de EE.UU.
La idea básica del movimietno es que la información es poder, y que éste debe ser usado para luchar contra la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.
Hoy en día, cuatro años después, las implicaciones históricas de Cablegate y sus consecuencias son muy difíciles de calcular. Algunos dicen que el efecto fue mínimo, que las revelaciones eran en su mayoría chismes diplomáticos. Otros, sin embargo, argumentan que la revolución que tuvo lugar en Túnez a finales de ese mismo año, la primera chispa de la consecuente Primavera Árabe, surgió directamente por la información publicada sobre el dictador tunecino Ben Ali. La gente se indignó y salió a la calle con el peso de sus nuevos conocimientos. Lo demás es historia.
Sin embargo, este tipo de consecuencias políticas incendiarias no fue lo único que causó el Cablegate. En el primer año desde que la información pasó a la esfera pública y el trabajo de Wikileaks –realizado en relativo desconocimiento desde 2006– pasó a ser primera página en los periódicos del mundo, surgió un movimiento entero dedicado a la libertad de información, periodismo de investigación y el whistleblowing, es decir, la filtración o liberación anónima de información sensible que debe ser de conocimiento público. Los principios fundamentales del movimiento –lo que tienen en común una gran variedad de proyectos– es la idea básica de que la información es poder, y que éste debe ser usado para luchar contra la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.
Entre los cientos de plataformas de filtraciones, con distintos objetivos, modelos y países, que forman parte de este movimiento internacional, surgió la Associated Whistleblowing Press (AWP -link:www.awp.is-), que el pasado jueves 19 de junio puso a disposición de la ciudadanía la herramienta de denuncias anónimas Ecuador Transparente (www.ecuadortransparente.org) la primera de su tipo en el país.
La AWP se define como una agencia de medios sin animo de lucro, basada en Bélgica y dedicada a combatir la corrupción mediante la transparencia y las filtraciones. En sus objetivos, se asemeja mucho a otras iniciativas similares; sin embargo en su método de trabajo es donde difiere radicalmente. La AWP busca formar una red internacional y descentralizada de plataformas de filtración locales, que trabajen con contextos socioculturales específicos para que la información publicada tenga el mayor impacto posible. Por ahora, la ONG ha formado grupos locales en España (link:www.filtrala.org) e Islandia, a través de los cuales ha recibido información muy importante sobre corrupción bancaria durante la crisis financiera islandesa (ljost.org/glitnir.html) y negociaciones secretas entre los EE.UU. y la Unión Europea (link: www.eldiario.es/economia/DOCUMENTO-oUE-EEUU-Tratado-Comercio_0_270523019...) que han sido publicadan ampliamente por varios medios como El País o The Financial Times.
En Ecuador Transparente, su iniciativa ecuatoriana, la AWP sostiene que no se trata de un esfuerzo político, sino de garantizar que cualquier persona que tenga pruebas de corrupción pueda llevarlas a la luz pública de forma anónima y segura, sin miedo a sufrir represalias. En última instancia, aseguran en su página web, se trata de empoderar a la ciudadanía para defender el sentido común en contra de uno de los peores males del país.
“La corrupción es un problema endémico de la sociedad ecuatoriana que, a pesar del desarrollo del país en los últimos años, no se ha logrado resolver”, dijo Santiago Carrión.
Para proteger a los denunciantes, Ecuador Transparente funciona con software desarrollado por GlobaLeaks, un grupo de programadores de máximo nivel dedicado a ofrecer soluciones tecnológicas para garantizar el anonimato de potenciales fuentes. Además, utiliza el navegador Tor, una red de servidores que esconde el IP de sus usuarios para que nadie sepa de donde proviene la información. De esta forma, la AWP busca proteger al máximo la identidad de sus usuarios, algo que también hace por su situación legal en Bélgica, cuyas leyes impiden –so pena de cárcel– revelar las fuentes periodísticas de la entidad.
“La corrupción es un problema endémico de la sociedad ecuatoriana que, a pesar del desarrollo del país en los últimos años, no se ha logrado resolver”, dijo Santiago Carrión, quiteño, uno de los fundadores de la AWP. “Nosotros lo que estamos haciendo es garantizar el cumplimiento de varios deberes y derechos constitucionales, como el deber de denunciar la corrupción cuando se tenga conocimiento de ella y el derecho a fiscalizar el poder público por parte de la ciudadanía”, señaló durante la presentación de la herramienta.
Con la apertura de Ecuador Transparente, sus impulsores buscan abrir una vía para que la sociedad ecuatoriana participe en la construcción de un país más justo, ya que una democracia verdadera –argumentan– sólo puede concebirse bajo el signo de la transparencia. "El movimiento internacional por la transparencia y las filtraciones está creciendo en muchos sentidos. Creemos que es esencial para un país como el Ecuador contar con una herramienta así", agregó Carrión.
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