La migración ecuatoriana hacia Estados Unidos ha dejado un saldo trágico. En 2021, 28 ecuatorianos han perdido la vida en la frontera entre México y Estados Unidos, el número más alto desde 2019. Eso es casi el doble de lo registrado en 2020 (16 muertes). Así lo confirman recientes cifras de la Cancillería a las que tuvo acceso PlanV.

En total, entre 2019 y el 8 de diciembre pasado, 62 ecuatorianos han fallecido en esa ruta. De ellos, el 41% eran originarios de la provincia de Azuay, les siguen los nacidos en Chimborazo (19%), Cañar, Loja, Guayas, Pichincha, Morona Santiago y Zamora Chinchipe.

De este número de fallecidos, el 61% murió en el estado norteamericano de Texas, convirtiéndose en la ruta más usada, pero al mismo tiempo más peligrosa para los connacionales. De los registros obtenidos, los lugares de Texas donde fueron hallados ecuatorianos son McAllen, Juanita Ranch, El Paso, Freer, Laredo, Jim Hogg, Falfurrias, Duval, Eagle Pass, Big Bend, Carrizo Springs y Mission. De ellos, El Paso es el lugar más frecuente; está frente a la mexicana Ciudad Juárez y los separa el Río Bravo, de alto riesgo para quienes lo cruzan. Allí, entre 2019 y 2020, cuatro ecuatorianos murieron en sus aguas. Todavía uno de ellos no ha sido identificado y está por realizarse análisis de ADN. 

En 2021, también falleció el migrante ecuatoriano más joven. Un adolescente oriundo de Cuenca murió el 21 de junio de este año en Van Horn, Texas. Se trata de Christian Alexander Barbecho Quezada, quien había cumplido 15 años solo cuatro meses antes del viaje. Vivía en la parroquia Sinincay. Christian viajaba junto a su padre. Ambos fueron hallados desmayados cerca de un rancho en Texas. Los dos buscaban encontrarse con Martha Quezada, la madre del menor quien vive en Nueva Jersey y no había visto a su hijo desde hace 12 años.

“Hago un llamado a todos los padres que tienen a sus hijos en el Ecuador o en sus países de origen y que están pensando en traerlos por las fronteras (a Estados Unidos), que no lo hagan, es muy peligroso”, dijo Quezada a la organización 1800-Migrante. En 2019, otro menor de 17 años, de Alausí (Chimborazo), falleció también en Texas.

Quienes migran sobre todo son jóvenes. El 68% de los ecuatorianos que perdieron la vida en esta ruta tenían entre 18 y 30 años. La persona con mayor edad que pereció en el camino tenía 54 años y era de Alausí. La Cancillería aún gestiona la repatriación de 10 ecuatorianos fallecidos en los últimos tres años.

Despunta la migración en Chimborazo

Darwin Altamirano, periodista que ha seguido el tema de la migración en Chimborazo, cuenta que la pandemia ha afectado a los sectores más empobrecidos de la provincia, sobre todo de aquellos que eran comerciantes y estaban dedicados al trabajo informal. Uno de los sectores más afectados es el cantón Chunchi. Las juntas parroquiales de este sector recopilaron datos y así lograron concluir que la mayoría de migrantes eran jóvenes. Cuatro ecuatorianos nacidos en Chuchi están en la lista de los 62 fallecidos.

Otro sector con alta migración es Huigra, afirma el periodista. Se estima que allí habitaban 4.500 personas, pero la mitad se ha ido, sobre todo a EEUU. En la actualidad es un pueblo abandonado -que en antaño fue ferroviario- donde solo hay un restaurante y un hotel. Pero esta parroquia se reactiva en Navidad y en Carnaval porque los migrantes llegan de vacaciones y gastan gran cantidad de dinero en las fiestas. Pagan a grupos musicales. Altamirano explica que casi la totalidad de los festejos va por cuenta de los migrantes y no del gobierno local.

Lo mismo ha sucedido en el cantón Alausí y específicamente en la parroquia Achupallas. De allí se han reportado personas desaparecidas como Gonzalo Sarmiento, de 45 años, que fue visto por última vez cuando se cayó de una escalera humana que había hecho con otros migrantes para cruzar una loma empinada. Esto ocurrió en Fort Davis, en Texas. Entre 2019 y 2021, cinco personas oriundas de Alausí han muerto en este trayecto sobre todo en el desierto de Texas y en el Río Bravo. Alausí es otro sector tradicional con alta migración. El monumento de San Pedro de Alausí, el patrono de ese sector, fue hecho por los migrantes que salieron del país en los años 90 y 2000.

Esto también lo ha confirmado Franklin Ortiz, presidente de la Fundación Crea tu Espacio. Esta organización ha trabajado con jóvenes de Alausí desde hace cuatro años, sobre todo hijos de productores lecheros que buscan incrementar su participación en estas actividades y tener una opción laboral. Ortiz explica que Alausí es uno de los lugares de alta migración del país que ha sido poco estudiado. No hay fuentes de trabajo porque los campesinos los suelos son menos productivos y el crecimiento de grandes empresas agrícolas ha hecho que los pequeños productores no puedan competir.

Pero afirma que, en este año, del grupo de 16 jóvenes que estaba en la capacitación solo ha quedado la mitad. Ocho de ellos han migrado. “Se han ido los mejores cuadros, los más líderes y los más proactivos”. Estos jóvenes están trabajando en Nueva York en limpieza y en restaurantes. Varios de ellos, dice, eran ingenieros agrónomos o eléctricos, educadores. “Necesitamos ingresos porque no podemos acceder ni a un trabajo ni a la universidad”, le dijeron. Se fueron con coyotes a pesar de que este activista les contó en sus talleres sobre los riesgos del viaje.

Guamote es otro lugar que preocupa. El 20 de marzo, un joven de 20 años falleció en Ciudad Juárez, según la Cancillería. No ha sido el único. Juan Guamán, de 21 años, también de Guamote fue asesinado en Chicago, Estados Unidos, en noviembre de 2020. Él tenía dos trabajos y cuando salía de un empleo al otro lo abordó una persona posiblemente para robarle y le dispararon. Era indígena y ayudaba a sus padres y hermanos. Su cuerpo fue repatriado y cuando llegó una caravana lo acompañó hasta su comunidad. Tenía una deuda de 30.000 dólares, detalló el periodista Altamirano.

Ortiz dice que la presencia de su Fundación también se extenderá a Guamote y a Colta porque hay jóvenes que les han contactado también para asistir a talleres de actividades productivas. Pero la organización espera consolidar un convenio con el Municipio para que garantice la continuidad del proyecto ofreciendo un lugar para estos talleres y difusión para que tengan más opciones en su vida que migrar.

El pasado 9 de diciembre, un tráiler con más de 160 migrantes se accidentóen Chiapas. Dejó como saldo 55 muertos y más de 100 heridos, entre ellos tres ecuatorianos. Foto: Reuters

De Chimborazo también son los dos ecuatorianos que resultaron heridos en Chiapas, México, cuando un tráiler lleno de migrantes se accidentó y se volcó el pasado 9 de diciembre. Son dos hermanos que vivían en el barrio 11 de Noviembre, en el sur de Riobamba. Ambos están casados y tienen hijos pequeños. Altamirano difundió un reportaje sobre ellos. Allí explicó que los riobambeños se contactaron con los coyoteros por redes sociales. Entre los dos se endeudaron por 20.000 dólares a cambio de ofrecerles un viaje seguro. Hicieron préstamos en una cooperativa y un banco. había hipotecado su vivienda, una muy humilde.

Pero finalmente los llevaron en ese tráiler donde iban hacinados al menos 160 migrantes de varias nacionalidades y al volcarse provocó la muerte de 55 de ellos e hirió a otros 100 más. Ahora piden la repatriación para recuperarse de sus heridas, uno tiene una pierna fracturada y el otro la columna afectada. Se han quedado con la deuda y por ahora permanecen en dos hospitales de Chiapas.

Por este accidente, México y otros seis países de América, entre ellos Guatemala, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, crearon un “grupo de acción inmediata” contra la red internacional de traficantes de personas responsable del accidente en Chiapas. Este grupo buscará investigar, identificar, arrestar y llevar ante la justicia a los miembros y comandantes de la organización, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.

Bachilleres graduados en EEUU

Ortiz considera que Chimborazo al estar cerca a Cañar y a Azuay ha sido influenciada por la migración de estas dos provincias, históricamente afectadas por este fenómeno. Crea tu Espacio nació en Cuenca en 2015, pero arrancó en 2009 como un grupo de trabajo. Inicialmente su trabajo se centró en hijos de emigrantes y refugiados. Pero ahora también atienden a inmigrantes, sobre todo colombianos y venezolanos. La organización está en cuatro provincias: en Sevilla Don Bosco y en Limón Indanza en Morona Santiago; en Cuenca, Paute, Gualaceo y el Pan, en Azuay; en Jerusalén y Nazón, en Cañar; y en Alausí, en Chimborazo.

En Cuenca, Ortiz afirma que una de las características que han logrado establecer de los migrantes durante la pandemia es la juventud de los mismos. Algo que ha llamado la atención es que los jóvenes que migraron se graduaron en EEUU gracias a las clases virtuales. O acabaron sus estudios de forma remota. Pero también hay adolescentes que no terminaron el bachillerato. “Se ha reducido la edad, antes esperaban el bachillerato, intentaban entrar a la universidad, ahora ya no es aspiración ir a la universidad”, manifiesta.

La Fundación Crea tu Espacio trabaja con hijos de migrantes ecuatorianos. Entre las actividades que realiza con ellos son dos programa radiales. Foto: Fundación Crea tu Espacio

Azuay es el origen del 41% de los ecuatorianos muertos en la frontera entre Estados Unidos y México desde 2019. Era oriundos de Nabón, Cuenca, Chordeleg, Gualaceo, Girón, Santa Isabel, Paute, San Fernando, entre otros. El cierre de la frontera de EEUU por el Covid hizo que los migrantes asumieran más riesgos, dice Ortiz.

La pandemia ha aumentado el drama de los migrantes. El activista estima que los migrantes se han quedado con deudas entre 15.000 y 18.000 dólares. “Van a demorar muchos años en pagar, entre 5 y 6 años, o son deudas impagables por las que perderán los bienes”, refiere. Esta situación, agrega, generará conflictos con los prestamistas y en la familia porque se limitará el acceso a la educación y a la salud. A esto se suma la sobrecarga de esas deudas y de la familia, por lo general, en las esposas o en los abuelos.

Una característica que la Fundación ha observado en la migración durante la pandemia ha sido la salida de grupos familiares desde que México eliminó la visa para los ecuatorianos. Algo que no se veía antes, cuando predominaba el viaje de los hombres de la familia. Pero últimamente también ha aumentado la salida de mujeres jóvenes, explica el experto. Por el aumento del flujo migratorio, México volvió a exigir el requisito y la migración disminuyó, así como de estos grupos.

En su trabajo con las familias de migrantes ecuatorianos, Ortiz supo del incremento de mafias narcotraficantes que exigen pagos a los coyoteros para que puedan pasar los grupos de viajeros. Eso ha provocado el aumento del costo del viaje y de los riesgos. O también hace que se demore el paso de las personas a las zonas fronterizas, afirma. En Ecuador, algo nuevo que sucedió este año fue el incremento de negocios turísticos que vendían paquetes con destino a México. Los coyoteros guiaban la compra de los migrantes y esta situación sobre todo se observó en el aeropuerto de Latacunga, de donde salían vuelos chárteres hacia México.