En Guayaquil, la disputa entre bandas por los territorios para el expendio de droga se ha disparado en el último año. Los asesinatos al estilo sicariato y el ensañamiento con las víctimas es cada vez más frecuente. Fotos: Policía Nacional
La historia de Edgar Ezequiel M. L., mejor conocido como alias ‘Sandía’, empezó en 2014, cuando la Policía lo señaló como un expendedor de droga en un barrio marginal del Puerto Principal. Al ser detenido, le encontraron un bolso de cuero con 39 pequeñas fundas plásticas de marihuana. Su compañero, en cambio, llevaba 81 monedas de un dólar. En su defensa, alias ‘Sandía’ dijo ser un consumidor y que no podía ser encarcelado por su adicción. Pero la Fiscalía sostuvo que se trataba de un microtraficante. Fue condenado a seis meses de cárcel en el ahora llamado Centro de Privación de Libertad Zona 8 de Guayas.
Siete años después, Edgar Ezequiel M. L. es un ‘objetivo de alto valor’ para la Policía, pues es el líder de una agrupación dedicada al acopio, distribución y expendio de droga para el consumo interno. Trabaja con Los Lagartos, una de las organizaciones criminales más poderosas del país y rivales de Los Choneros. Según la Policía, la banda de alias ‘Sandía’ recibía órdenes directas desde la misma cárcel donde Edgar Ezequiel M. L. pasó sus únicos meses privado de libertad. Fue detenido la semana pasada y la acusación que hace la Policía contra él no es menor: es considerado como uno de los presuntos coautores de al menos cinto asesinatos y una tentativa de asesinato, todos entre abril y agosto de 2021.
Las autoridades han reconocido que en las calles de Guayaquil se libra una disputa violenta por los territorios para la venta de droga. El ministro de Defensa, Fernando Donoso, dijo que el sicariato que hay en las calles de Guayaquil tiene como origen el microtráfico, que nace a su vez del tráfico de grandes cantidades de droga. En 2020 se decomisaron 128 toneladas y solo de enero a agosto de 2021 van 116 toneladas. “¿Cuántas más habrán pasado (en el 2020)? Se calcula alrededor de 450 a 500 toneladas”, dijo Donoso sobre el incremento del narcotráfico en el país.
Mientras que la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, reconoció este martes, 31 de agosto, que además del narcotráfico existe un incremento del consumo interno de drogas. En una entrevista con radio Sucesos, anunció que la próxima semana enviará una propuesta para la eliminación de la tabla de consumo de drogas. Esta permite, por ejemplo, pueda portar 2 gramos de pasta base de coca, 1 de cocaína, 0,1 de heroína, etc. "Cuando hay un fenómeno de narcotráfico y es constantemente un país de tránsito durante mucho tiempo, empieza a quedarse la droga en la sociedad ecuatoriana y eso incrementa el consumo, e incrementa el microtráfico".
Pero es el Distrito Sur, uno de los más populosos y pobres de Guayaquil, el que encabeza las estadísticas. Hasta julio pasado, 202 personas habían sido asesinadas en el Puerto Principal en la guerra del microtráfico. De ellas, 59 sucedieron en el Distrito Sur convirtiéndose en el lugar más violento de la ciudad, según dijo el comandante de la Zona 8 de la Policía, Fausto Buenaño Castillo, a El Universo. En el Distrito Sur están sectores como Floresta, Guasmo y 7 Lagos, cercanos al puerto, donde la Policía ha registrado la mayoría de asesinatos al estilo sicariato, afirmó Buenaño al rotativo.
Alias 'Sandía', el primero a la izquiera arriba, era considerado por la Policía como un objetivo de 'alto valor'. Fue detenido junto a otros miembros de su banda que trabajaba para Los Lagartos. Fotos: Policía Nacional
202 personas asesinadas hasta julio pasado en el Puerto Principal por la guerra ntre bandas dedicadas al microtráfico, según informó la Policía a diario El Universo.
En ese distrito se han concentrado las operaciones de alias ‘Sandía’, específicamente en el sector de Ciudad Perdida, donde habita. No es el único lugar donde ha vivido Edgar Ezequiel M. L. En 2017, la Policía describió su casa ubicada en el Guasmo Sur. Era una casa de una planta, con techo de zinc y una puerta metálica donde funcionaba una boutique. Según los investigadores, allí alias ‘Sandía’ escondía armas de fuego y municiones de diferentes calibres. Cuando la Policía allanó el inmueble, ‘Sandía’ intentó escapar por el patio. Con una pistola en su mano intentó saltar una pared, pero no lo logró. Al revisar el lugar se dieron cuenta que había una escalera que era usada para saltar a otro inmueble. Eso hizo el perseguido, pero otros policías lo esperaban en la parte posterior. Hallaron un arma más y municiones, celulares y relojes. Fue acusado por tenencia ilegal de armas, pero en su defensa dijo que fue detenido en otra casa que no era la suya y que el arma no era de su propiedad. La jueza Luisa Macías afirmó que la Fiscalía no pudo probar el delito y declaró a ‘Sandía’ como inocente.
Imágenes de las casas que fueron allanadas para la detención de la banda. Fotos Policía Nacional
Aunque en los registros judiciales no hay una fecha sobre cuándo comenzó sus actividades ilícitas, si hay la certeza de un lugar: la cooperativa Proletarios Sin Tierra, del Guasmo Sur. Es un barrio donde conviven las casas de bloque junto a las de caña, y las terminadas junto a las de medio hacer. Proletarios Sin Tierra ha encabezado los titulares en los últimos meses. En marzo, cinco personas de una familia fueron asesinadas, una de ellas era menor de edad. Se han reportado crímenes a plena luz del día, algunos incluso con marcado ensañamiento: hasta 39 disparos contra una sola persona.
Pero uno de los hechos violentos en los que la Policía involucra a alias ‘Sandía’ fue la masacre del 8 de julio en el sector Floresta 1, en el sur de Guayaquil. Cuatro hombres fueron asesinados al estilo sicariato mientras celebraban el cumpleaños de uno de ellos. Los victimarios llegaron caminando, dispararon y huyeron en dos vehículos que los esperaban cuadras más adelante. Al menos 18 disparos se habrían realizado. Una de las víctimas era menor de edad y los otros tenían entre 24 y 38 años. El mayor, quien era el cumpleañero, tenía antecedentes de tráfico de drogas. Los hombres quedaron en el piso junto al portal de una vivienda aún con signos vitales, pero fallecieron en el hospital. Patricio Almendáriz, jefe policial del circuito sur, atribuyó el móvil del crimen a una disputa de territorio por la venta de droga.
A alias 'Sandía' también se lo relaciona con el crimen contra Jonathan Castillo Caicedo, quien fue asesinado el 20 de agosto pasado. Según la Policía, los sicarios dispararon contra él en 25 ocasiones. Esto ocurrió en la cooperativa Cristal, también en Guasmo Sur. Era mediodía, cuando dos hombres lo interceptaron primero en una moto. La víctima intentó huir, pero uno de los motorizados se bajó y lo acribilló hasta que cayó al piso. Enseguida llegó un auto. De ahí se bajaron dos hombres más y aunque la víctima no se movía, volvieron a dispararle por varias ocasiones en la cabeza. El video, colgado en redes, causó conmoción por la violencia que registró en las calles del Puerto Principal. Castillo Caicedo tenía antecedentes. Cuando fue detenido por la Policía en un local comercial donde entraban y salían menores de edad, Castillo Caicedo en su intento por huir dejó caer 31 sobres de papel con cocaína y 29 fundas con heroína. En el lugar, los agentes hallaron también un cuaderno con nombres y sobrenombres y junto a estos varios números. Tenía solo 18 años cuando fue detenido en 2016 y sentenciado a 4 años de prisión. Quedó en libertad en octubre de 2020.
Edgar Ezequiel M. L., según la Policía, también está relacionado con un intento de asesinato contra un menor de edad. El 20 de abril, hombres armados dispararon contra un adolescente de 14 años mientras estaba arreglando su bicicleta. La bala hirió su pómulo izquierdo y fue traslado a un hospital. El hecho ocurrió en Guasmo Sur. También lo señalan por el crimen contra un hombre en abril pasado en Nueva Prosperina y el asesinato de una mujer embarazada en el Guasmo Sur, en 2009.
A alias 'Sandía' también se lo relaciona con el crimen contra Jonathan Castillo Caicedo, quien fue asesinado el 20 de agosto pasado. Según la Policía, los sicarios dispararon contra él en 25 ocasiones.
Alias ‘Sandía’ fue detenido el 13 de agosto pasado, junto con otros miembros de Los Lagartos, con municiones y objetos prohibidos. Pero quedó libre después de la audiencia de flagrancia.
En el operativo Gran Impacto 82, de la semana pasada, fue capturado nuevamente. Las investigaciones duraron tres meses. Como en otras ocasiones, el día de su última detención intentó huir, pero fue detenido en un vehículo pasando el peaje de Chongón, estaba ‘con todo su equipo’ dijo el comandante Buenaño al referirse que varias motocicletas lo resguardaban y que además en el auto iba con cuatro personas más.
El Distrito Sur, donde operaba alias 'Sandía', es uno de los más violentos de Guayaquil. El comandante Fausto Buenaño Castillo informóque siguieron a la banda por tres meses. Fotos: Policía Nacional
En los cuatro operativos para dar con la banda, la Policía decomisó 2.737 dosis de cocaína y 12.900 dosis de heroína. Detuvieron a 11 personas, de las cuales cuatro eran mujeres y una de ellas con antecedentes. De los siete hombres, cuatro tienen procesos por tráfico de drogas y uno fue asesinado en el transcurso de las investigaciones, también en Guasmo Sur. Todos fueron acusados por delincuencia organizada y, con excepción de una mujer, todos tienen prisión preventiva. Uno de ellos había salido de prisión en agosto de 2020, fue condenado por 24 meses por el expendio de droga. Otro de los procesados fue capturado en Guasmo Sur vendiendo droga cerca de niños. Según Buenaño, en la banda participaría también la esposa y familiares de alias ‘Sandía’.
Cuatro mujeres fueron detenidas en los operativos. Una de ellas tenía antecendentes penales por tráfico de drogas. Foto: Policía Nacional
PUNTO DE VISTA
“No solo pasa solo en los barrios marginales, sino incluso en barrios de clase media”
Fernando Gutiérrez, presidente del Comité Permanente por la Defensa de DDHH en Guayaquil
Gutérrez también fue Defensor del Pueblo en 2008.
Hay dos aspectos principales. La primera es sobre la producción misma del microtráfico. Es decir, esta actividad perversa se enfoca sobre todo en jóvenes y niños. ¿Por qué los buscan y por qué lo han ampliado? Se debe a una situación de carencias y pobreza extremas que vive una buena parte de la población, que desgraciadamente no está siendo solucionada, sino que va en aumento. Los planes de gobierno no están dirigidos a que los jóvenes tengan una actividad productiva. Los jóvenes no tienen qué hacer, a lo mucho jugar pelota en la calle, que tampoco está permitido. ¿Dónde están los planes para abrir espacios deportivos y culturales?
Esta situación se ve fuertemente agravada por la pandemia, no tienen escuelas a donde ir, tienen una educación muy defectuosa con las clases virtuales o no tienen cómo pagar los planes de internet. Eso los deja en la desocupación. Eso es un caldo de cultivo para el consumo de drogas e incorporar a los jóvenes al delito. No solo pasa solo en los barrios marginales, sino incluso en barrios de clase media. Los padres están preocupados por el sustento y descuidan el cuidado de los hijos.
El segundo factor se está desarrollando con una velocidad no vista: es el negocio de la droga. Lo que ofrecen no es una actividad productiva ni cultural, sino una sustancia para tus males, dolores, carencias. Los jóvenes se ven presionados a estas actividades para conseguir el dinero y consumir.
Los jóvenes no tienen qué hacer, a lo mucho jugar pelota en la calle, que tampoco está permitido. ¿Dónde están los planes para abrir espacios deportivos y culturales?
Detrás hay otro factor: el tráfico en el mundo se ha convertido en un negocio tan productivo y con un gran atractivo, que ha forzado a que se organice de manera diferente, con un carácter ‘empresarial’. La estructura de los carteles está muy bien diseñada, el carácter transnacional de esta delincuencia provoca que se reproduzca en cada país, en cada región, la macroestructura del negocio. Este negocio global de la droga se reproduce de manera sistemática con visos y apariencia empresarial.
Los que caen en redadas policiales son los secundarios. Así como en el transporte de la droga se usan personas llamadas ‘mulas’, acá los que distribuyen en el microtráfico son pequeñas bandas de un barrio y una ciudad. Tampoco revelan la identidad de los verdaderos traficantes, es un tejido muy denso y difícil de romper. La violencia es consustancial al tráfico de drogas.
El Estado ecuatoriano no está dando pie con bola, tanto que los gobiernos no han sabido dimensionar el problema, incluido los organismos de seguridad. Mientras más se involucren esos organismos corremos peligro de que suceda lo mismo en México.
Hace falta que los investigadores se junten con el Estado para establecer un mapeo. Hay mapeos policiales de las zonas más conflictivas, pero no basta con esto. Es como ver un punto en la piel, pero si se destapa hay una infección seria.
El aumento del consumo interno de droga está a la vista, se ve en las calles, en los barrios, en las fiestas circulan como una copa de licor. Hay una diversidad de oferta, la cocaína y la heroína son caras, pero bien abajo hay unas mezclas infames que son físicamente corrosivas como la gasolina con un poco de base.
[RELA CIONA DAS]
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