

En Estados Unidos se iniciaron las pruebas en seres humanos para una vacuna que proteja del coronavirus. Se espera concluir la primera fase en junio de 2021.
El documento, publicado en la web oficial de la Organización Mundial de la Salud, (OMS), presenta el panorama global de las investigaciones que buscan encontrar una vacuna viable y fácil de producir contra el Covid-19, la pandemia que sacude a la humanidad.
Este es el reporte de la OMS sobre el avance de las vacunas. Ver informe
Según el reporte, cortado al 20 de marzo de 2020, hay 42 vacunas que se encuentran en la primera fase, que es la evaluación clínica, y apenas dos en la fase uno de pruebas. El estudio de las debilidades de virus ya conocidos, como el VIH, el ébola, el ZIKA, la influenza común, el SARS, la hepatitis B y otros, es la base de la que parten varias de las farmaceúticas y centros de investigación que trabajan a contrarreloj para desarrollar la vacuna.
Las dos que se encuentran más avanzadas, destaca la OMS, son una vacuna desarrollada por CanSino Biological Inc. y el Beijing Institute of Biotechnology de China, que apunta a limitar la replicación viral, y que se basa en criterios aplicados en la lucha contra el ébola. En el caso del estudio que se realiza en China, se está aplicando la vacuna en individuos sanos, de ambos sexos, de entre 18 y 60 años, y el plazo que los científicos se han propuesto para concluir su fase uno es el 31 de diciembre de 2020.
EL ESTUDIO DE LAS DEBILIDADES DE VIRUS YA CONOCIDOS, COMO EL VIH, EL ÉBOLA, EL ZIKA, LA INFLUENZA COMÚN, EL SARS, LA HEPATITIS B Y OTROS, ES LA BASE DE LA QUE PARTEN VARIAS DE LAS FARMACEÚTICAS Y CENTROS DE INVESTIGACIÓN QUE TRABAJAN A CONTRARRELOJ PARA DESARROLLAR LA VACUNA.
La otra que también está en una primera fase de estudio está siendo desarrollada por Moderna/NIAID y se centra en el RNA del virus. Se estima que el estudio, en el cual están particupando por lo menos 45 voluntarios en Estados Unidos, no arroje sus primeros resultados sino hasta el 1 de junio de 2021
Esos son los dos estudios más avanzados, destaca la OMS, en donde ya se están haciendo pruebas en humanos, tanto en China cuanto en Estados Unidos.
Según la Universidad de Chile, hay por lo menos tres fases de prueba de una vacuna: "La fase I se refiere a la primera introducción de una vacuna en etapa experimental en una población humana para determinar inicialmente su seguridad y sus efectos biológicos, incluida la inmunogenicidad. Esta fase puede incluir estudios de dosis y vías de administración y generalmente involucra a menos de 100 voluntarios.
La fase II se refiere a los ensayos iniciales para determinar la eficacia de la vacuna en un número limitado de voluntarios (generalmente entre 200 y 500); esta fase se centra en la inmunogenicidad.
Los ensayos de fase III tienen como objetivo evaluar de forma más completa la seguridad y la eficacia en la prevención de las enfermedades e involucran una mayor cantidad de voluntarios que participan en un estudio multicéntrico adecuadamente controlado", dice la universidad chilena.
Otra arista que se investiga es usar sangre de pacientes ya recuperados del Covid-19. Foto: Xinhua
La otra que también está en una primera fase de estudio está siendo desarrollada por Moderna/NIAID y se centra en el RNA del virus. Se estima que el estudio, en el cual están particupando por lo menos 45 voluntarios en Estados Unidos, no arroje sus primeros resultados sino hasta el 1 de junio de 2021.

En el laboratorio farmacéutico alemán CureVac, se realizan investigaciones en busca de una vacuna. Foto: Reuters
Los estudios que aún no hacen pruebas
Pero además de eso hay 42 estudios más, sobre los que aún no se realizan pruebas, y que se enfocan en distintos aspectos de la vida del virus y en cómo lograr la inmunidad de las personas.
Por ejemplo, Inovio Pharmaceuticals, Takis/Applied DNASciences/Evvivax, Zydus Cadila, están investigando el DNA del virus en busca de una vulnerabilidad, mientras que Sinovac analiza usar un virus inactivado.
Por su parte, Codagenix/Serum Institute of India investiga si es posible una vacuna con virus atenuados vivos (una "receta" común de algunas otras vacunas). En busca de lograr una vacuna que impida la replicación viral están GeoVax/BravoVax, Janssen Pharmaceutical Companies, University of Oxford, Altimmune, Greffex, Vaxart, entre otros.
Mientras que otras compañías están buscando la debilidad del Covid-19 en las proteínas que permiten al virus replicarse. Entre éstas empresas están ExpreS2ion, WRAIR/USAMRIID, Clover Biopharmaceuticals Inc./GSK, Vaxil Bio, AJ Vaccines, Generex/EpiVax, EpiVax/Univ. of Georgia, Sanofi Pasteur, Novavax, Heat Biologics/Univ. Of Miami, University of Queensland/GSK, Baylor College of Medicine, iBio/CC-Pharming, VIDO-InterVac, University of Saskatchewan, University of Saskatchewan, entre otros.
Otros esfuerzos mundiales se enfocan en también en la replicación viral, como los de Zydus Cadila, el Institute Pasteur/Themis/Univ. of Pittsburg Center for Vaccine Research, Tonix Pharma/Southern Research, entre otros.
Varias instituciones de China, en alianza con laboratorios occidentales, están analizando las debilidades del RNA del virus. Se trata por ejemplo de los esfuerzos anunciados por Fudan University/ Shanghai JiaoTong University/RNACure Biopharma, Fudan University/ Shanghai JiaoTong University/RNACure Biopharma, China CDC/Tongji University/Stermina, Arcturus/Duke-NUS, BioNTech/Fosun Pharma/Pfizer, entre otros. A los estudios el RNA del virus se han sumado el Imperial College London, Curevac, y Medicago Inc.
La OMS consigna que varios otros esfuerzos no han anunciado qué vulnerabilidad del virus buscan ni qué método están empleando, como es el caso de los estudios que están realizando entidades como University of Hong Kong, ImmunoPrecise, MIGAL Galilee Research Institute, Doherty Institute y Tulane University.
El tratamiento farmacológico
Mientras tanto, se siguen ensayando medicamentos conocidos para intentar contener la infección en los pacientes, sobre todo en los hospitalizados. La semana pasada, Francia dispuso mediante un decreto ejecutivo el uso de un antimalárico para pacientes hospitalizados. El tratamiento se puede continuar en el hogar. Los gremios médicos nacionales han dicho que no hay suficiente evidencia para que se apliquen esos tratamientos en el país. Se sabe que los pacientes que están en sus casas en el Ecuador solo están tomando paracetamol, aunque esto no hace más que combatir la fiebre y el malestar. El Ministerio de Salud no ha indicado si está usando algún tipo de medicación adicional en los pacientes hospitalizados.
Foto referencial. EFE
Algunos de los medicamentos que se están utilizando actualmente en el mundo son:
Paracetamol: Tiene usos analgésicos y antipiréticos y sirve para bajar la fiebre, el dolor leve y el moderado. La OMS ha recomendado su utilización por encima del ibuprofeno, puesto que este último, al ser un antiinflamatorio, podría hacer empeorar la infección.
Hidroxicloroquina: Es un antipalúdico que se usa contra la malaria, aunque también para reducir la inflamación en el tratamiento de la artritis reumatoide y del lupus. Fue recomendado públicamente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y fue recientemente dispuesto su uso en Francia bajo vigilancia médica.
Azitromicina: Es un antibiótico para el tratamiento de las infecciones respiratorias de origen bacteriano, como la neumonía o la bronquitis. Se utiliza porque consigue bajar la carga viral a los infectados por coronavirus.
Lopinavir/Ritonavir: Estos dos antirretrovirales sirven para el tratamiento del VIH. Se está evaluando si logran también controlar el avance del Covid-19.
Betaferon: Es prescrito a pacientes que padecen esclerosis múltiple. Contiente interferones como principio activo, que son unas proteínas producidas por el organismo que le ayudan a combatir contra los ataques al sistema inmunitario, como ocurre en las infecciones víricas.
Dexametasona: Es un potente glucocorticoide sintético con acciones que se asemejan a las de las hormonas esteroides. Actúa como antiinflamatorio e inmunosupresor y también se utiliza para tratar ciertos tipos de cáncer.
Ceftriaxona: Es un medicamento utilizado para la infección en las vías respiratorias altas. Uno de los principales síntomas del coronavirus está relacionado con la dificultad para respirar, de ahí su uso para intentar frenarlo.
Levomepromazina: Es un fármaco que actúa sobre el sistema nervioso central y está destinado a muchos pacientes que necesitan cuidados paliativos para evitar las náuseas y los vómitos.
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