Una reciente investigación del portal holandés The Correspondent, publicada en conjunto con el periódico británico The Guardian, evidencia que, desde hace por lo menos 26 años, la petrolera holandesa Shell conoció el impacto del cambio climático en el mundo.

La firma, que operó por varias décadas en nuestro país, (la población de Shell-Mera en Pastaza, fue fundada por la petrolera holandesa como base de operaciones y pista de aterrizaje)  alertó en 1991 de los riesgos  del cambio climático, pero no tomó ninguna medida, según un reportaje del periodista holandés Jelmer Mommers. 

A principios de los años 90, Shell filmó un documental de 28 minutos, titulado Climate of Concern, en donde señalaba los principales peligros del calentamiento global, como el aumento de la temperatura en la atmósfera, y también, el impacto que eso tendría en los niveles del mar.

Según el reportaje del portal colega holandés, el documental fue olvidado y sus advertencias descartadas, aunque dicho material fue nuevamente sacado a la luz por The Correspondent. Lea aquí el reportaje en inglés.

En el vídeo se dice que eran previsibles aspectos como “las variaciones extremas de temperaturas, inundaciones, hambrunas y sus damnificados, que afectarían al mundo entero de seguir quemando energía fósil”. En el documental se dice también que “la realidad del cambio climático está apoyada por un amplio consenso de científicos”, aunque aún hoy hay varias polémicas entre los expertos sobre el tema. Según el reporte del medio holandés,  la cinta debía ser difundida en escuelas y universidades, pero nunca fue entregada a ninguna entidad educativa. Entre las prediciones del documental que nunca vió la luz, están aspectos como que “las islas tropicales que hoy apenas sobresalen del agua se volverán inhabitables para ser luego inundadas por las aguas (…) los acuíferos de las tierras bajas costeras del mundo, indispensables para la agricultura y el suministro urbano, serán contaminados”. El documental sostiene también que los cambios de clima van a producir "refugiados climáticos" en el mundo y se pregunta: “¿Quién se ocupará de los refugiados del cambio climático en un mundo superpoblado sujeto a estos cambios extremos de temperatura?”.

El reportaje de los dos medios europeos, que trabajaron en conjunto en esta investigación, sostiene que Shell  ha gastado millones de dólares ejerciendo presión contra las medidas que buscan proteger al planeta de los efectos del cambio climático, pero conocía los riesgos de su trabajo. 

The Guardian publica también que,  en 1986, un informe“confidencial” señala las incertidumbres en el estudio del clima de la época, pero afirma  que “los cambios pueden ser los mayores en la historia registrada”. Lea aquí el reportaje de The Guardian.

El medio británico precisa que, en 2015, Shell gastó 22 millones de dólares en su presión contra las políticas que luchan para combatir el cambio climático. Este lobby habría frenado algunas medidas ambientales, en especial, en Europa.

Las notas agregan que Shell invirtió miles de millones de dólares en proyectos de exploración y explotación altamente contaminantes en el Ártico, así como el fracking, al que califica como una “oportunidad futura” en 2016,  pero sus propios datos mostraban que los métodos no convencionales de explotación de petróleo y gas eran incompatibles con los objetivos climáticos.

De su lado, una portavoz de Shell dijo a The Guardian que  su posición sobre el tema “es bien conocida; reconocemos los retos del cambio climático y el papel de la energía en mantener la calidad de vida de las personas”. “Shell continúa pidiendo una política eficaz que, por un lado, apoye a los negocios que usan menos carbón y dé opciones y oportunidades a los consumidores, y, por otro, permita a los gobiernos liderar y marcar los precios del comercio de carbón”, dijo la petrolera.

En colaboración con The Correspondent.